Descargar en formato PDF (e-book) - Leonides Alonso
Descargar en formato PDF (e-book) - Leonides Alonso
Descargar en formato PDF (e-book) - Leonides Alonso
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
LA AVENTURA DEL BISABUELO GERMÁN<br />
Entre las historias consideradas verdaderas estaba la del campesino<br />
que llegó con su yegua a las Cortes de León parar arreglar unos<br />
asuntos de tierras. Se la oí contar a una muchacha orgullosa de su<br />
estirpe. Una anécdota que le había ocurrido a su bisabuelo allá por el<br />
siglo XIX. Una anécdota que conservaba bastante de verdad a pesar<br />
de pasar de boca <strong>en</strong> boca.<br />
A Conchita le había contado su madre que su padre le había contado,<br />
a su vez, la av<strong>en</strong>tura del bisabuelo Germán, un hombre corpul<strong>en</strong>to y<br />
fortachón, de carácter<br />
atrevido que una vez decidió tomar las Cortes de León para arreglar<br />
unos asuntos concerni<strong>en</strong>tes a todos lo vecinos, relacionados con los<br />
impuestos y contribuciones. Nadie, salvo él, tuvo el valor de llevar a<br />
cabo tal hazaña. Pero Germán estaba dispuesto a codearse con el<br />
mismísimo rey si hacía falta.<br />
Contaba Conchita que su bisabuelo empr<strong>en</strong>dió el camino montado <strong>en</strong><br />
su yegua dispuesto a todo.<br />
Durante el camino, largo y desconocido imaginó miles de situaciones,<br />
favorables unas y adversas otras, pero las ideas que acudían a su<br />
m<strong>en</strong>te no lograron disuadirle y hacerle desistir de su empeño.<br />
Quince días había tardado el bisabuelo Germán <strong>en</strong> llegar a León con<br />
su yegua. Su espíritu quijotesco le dio fuerzas para soportar la soledad<br />
y las noches a la intemperie, el hambre, pues los m<strong>en</strong>drugos de pan y<br />
el chorizo de las alforjas se iban acabando. No tuvo más remedio que<br />
robar algunas hortalizas y un cordero que asó durante la noche <strong>en</strong> un<br />
monte antes de llegar a Astorga, lejos de la ciudad donde el olor de la<br />
carne sobre las brasas no pudiera delatarle, ni levantar sospechas.<br />
Incluso tuvo que <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tarse a malvados bandoleros cuyos vi<strong>en</strong>tres no<br />
tuvo más remedio que rajar para poder continuar su camino.<br />
La muerte de los bandoleros, más o m<strong>en</strong>os justificada, no empañaba<br />
la imag<strong>en</strong> del bisabuelo Germán sino que hacía resaltar todavía más<br />
su heroicidad.<br />
Para impresionar aún más, cu<strong>en</strong>tan que iba vestido de soldado de la<br />
época de Napoleón, con los pantalones bombachos, abotonados<br />
debajo de la rodilla con grandes botones de cuero. Era un traje<br />
heredado y conservado como una reliquia, solo para ocasiones muy<br />
especiales.<br />
El impacto fue importante <strong>en</strong> los habitantes de la capital que creían<br />
estar vi<strong>en</strong>do un fantasma, un personaje del pasado levantado de su<br />
tumba y cuchicheaban y reían a su paso, hasta le siguieron por las<br />
81