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Dicho esto, sin embargo, esa doctrina oficial ha
hecho que no haya movimiento social. Como no
hay conflicto político, no hay diatriba. La información
que se tiene es la que se manda desde
el Ministerio de Sanidad, que por otra parte no
tiene muchísimo interés para que los profesionales
hablen y opinen. Y esto ha paralizado un
aspecto que a mí me parece muy importante
que es utilizar esta alarma como un mecanismo
general de entrenamiento del sistema sanitario.
Muy bien, hemos tenido suerte porque parece
que este virus no es un virus letal, pero esto nos
permite hacer un gran simulacro de pandemia
que deberíamos aprovechar con buena información
y mecanismos de contacto.
Además, esto ha puesto de manifiesto que las
comunidades autónomas no utilizan bien los
recursos epidemiológicos, microbiológicos e
infectológicos que tiene el país. El país tiene
una infectomicrobiología que me parece a mí
de excelencia y que no se utiliza bien, porque el
estado no quiere llamar la atención sobre esto.
Porque también hay un fenómeno de querer proteger
a un país turístico de aparecer en las cifras
altas, como ha ocurrido con México. El fenómeno
de México ha creado la necesidad de no hablar
demasiado, pero ese no hablar demasiado está
bien en un sentido, pero está mal en el sentido
que la información no está llegando a colectivos
que ahora ya deberían tener una muy buena información,
como pediatras, obstetras, colectivos
inmuno deprimidos, etc. Sería bueno que el estado
promoviera ahora que haya más movimiento,
más información y más discusión sobre esto.
Joaquín Castilla: Una pregunta práctica, ¿vamos
a tener una vacuna preparada para este
próximo invierno?
Emilio Bouza: Parece que sí. Parece que en ese
sentido hay una cierta competitividad para
pactar con ciertos laboratorios la producción
y no se sabe quién se quedará fuera o dentro.
Daniel Zulaika: Los gobiernos necesitan las
vacunas y están pactando con las compañías
farmacéuticas su investigación acelerada por lo
que probablemente estarán disponibles a corto
plazo. Pero volviendo a los medios de comunicación,
están viviendo una crisis económica sin
precedentes y muchos van a desaparecer. Y por
ello tratan de atraer la atención de los lectores
siendo más sensacionalistas. Y si no lo eres pierdes
audiencia y desapareces. En ese sentido, sí
que soy un poco pesimista con el tratamiento
que van a dar a las epidemias. Con el sida ocurrió
lo mismo, empezó siendo algo realmente
exagerado, aunque luego se fue normalizando
poco a poco. Pero eran otros tiempos.
José Luis Nieva: Es más, si se organiza un debate
en la televisión pública seguro que invitan al
«maromo» de la teoría de la conspiración porque
también tiene derecho a expresar su opinión
aunque no esté basada en hechos demostrables.
Daniel Zulaika: Me gustaría entrar en un tema
muy importante de hoy en día que son las infecciones
de transmisión sexual. Globalmente,
en la actualidad, en el mundo occidental las
infecciones están retrocediendo pero hay una
excepción, las its (Infecciones de Transmisión
Sexual) que están aumentando. La década de
los 90 fue la década del sexo seguro, por la enorme
mortalidad del sida, pero tras la aparición
del tratamiento antirretroviral, y el descenso de
la mortalidad, especialmente a partir del año
Entorno CIC - Mesa de ideas
2000 se empieza a abandonar el sexo seguro.
Algunos datos: en los cinco últimos años la sífilis
se ha multiplicado por 16 en nuestro país respecto
al quinquenio 1998-2003. La gonorrea se
ha triplicado. De la sífilis, el 75% de los casos se
da entre los gays. En estos momentos, en hiv,
el 85% de las nuevas infecciones son por transmisión
sexual. Estamos asistiendo al auge de
unas infecciones que además se ven incrementadas
por la llegada de personas extranjeras,
con diferente cultura sexual, diferentes hábitos
y, además, muy heterogéneos. No tienen nada
que ver por ejemplo un hombre argentino, una
“Al colectivo gay le tendrían que
dar el Premio Nobel de Medicina
por haber inventado el concepto
del sexo seguro, aunque con la
llegada de los antirretrovirales
lo abandonaron”
Daniel Zulaika
chica del Caribe, un subsahariano o una mujer
ucraniana. Todo ello añade mayores dificultades
a las políticas de prevención.
El primer grupo en abandonar el sexo seguro fue
el colectivo gay, al que sin embargo tendrían que
dar el Premio Nobel de Medicina por haber «inventado»
el concepto de sexo seguro, aunque es
verdad que con la llegada de los antirretrovirales
fueron los primeros en abandonarlo.
Emilio Bouza: Yo comparto plenamente esa
idea. Nosotros hemos analizado la evolución
de la sífilis en nuestra institución. Llevamos 25
años en el mismo servicio, y realmente lo que
han hecho es: bajada, mantenimiento y subida
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