Tapa - Facultad de Ciencias Sociales - Universidad de Buenos Aires
Tapa - Facultad de Ciencias Sociales - Universidad de Buenos Aires
Tapa - Facultad de Ciencias Sociales - Universidad de Buenos Aires
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Rafael Correa, formado en la línea <strong>de</strong> la Teología <strong>de</strong> la<br />
Liberación, reaccionó con fuerza, expresando que le “revuelve<br />
el estómago esa utilización política <strong>de</strong> la religión”.<br />
Avanza en el cuestionamiento afirmando que “esta gente,<br />
esta oligarquía y cierta cúpula ultraconservadora <strong>de</strong> la<br />
Iglesia, vinculada al Opus Dei y al Partido socialcristiano,<br />
están <strong>de</strong>sesperados porque saben que van a per<strong>de</strong>r, incluso<br />
en Guayaquil, y son capaces <strong>de</strong> cualquier cosa”.<br />
El intento <strong>de</strong> la oligarquía santacruceña boliviana <strong>de</strong><br />
llevar a cabo un golpe <strong>de</strong> Estado en contra <strong>de</strong>l proyecto<br />
<strong>de</strong> una nación pluriétnica, con amplia participación <strong>de</strong><br />
los pueblos originarios, puso frente a frente a las dos<br />
Iglesias. Los Hermanitos <strong>de</strong>l Evangelio <strong>de</strong>l P. Foucauld<br />
se dirigen al car<strong>de</strong>nal Terrazas echándole en cara que<br />
los obispos han <strong>de</strong>fendido a los terratenientes “que han<br />
organizado hasta lo inconfesable para confundir, engañar,<br />
lograr a<strong>de</strong>ptos y bloquear un proceso iniciado por<br />
las mayorías pobres, en el marco <strong>de</strong> la legitimidad <strong>de</strong> un<br />
referéndum por la Constituyente, por el que pi<strong>de</strong>n una<br />
nueva Bolivia, madrepatria para todos y por el que <strong>de</strong>sean<br />
y quieren justamente acceso a las tierras, a los<br />
bienes y recursos naturales <strong>de</strong> todos”.<br />
La carta continúa con acentos dramáticos: “Uste<strong>de</strong>s<br />
(los obispos) nos han hecho asistir al escándalo <strong>de</strong> una<br />
comunión episcopal que ha <strong>de</strong>jado a las ovejas al arbitrio<br />
<strong>de</strong> los lobos. Es fuerte, pero lo vemos así. y lo ven los pobres,<br />
los campesinos, los discapacitados, las mujeres, los<br />
viejitos, todos ellos <strong>de</strong>fendidos en la nueva CPE”, y esto lo<br />
han hecho porque “uste<strong>de</strong>s se han espantado por el fantasma<br />
<strong>de</strong> la laicidad y por la pérdida <strong>de</strong> ciertos privilegios<br />
a una educación privada subvencionada, con el pretexto<br />
<strong>de</strong> una enseñanza religiosa en libertad y han <strong>de</strong>jado <strong>de</strong>samparados<br />
a los pobres <strong>de</strong> yhavé reales”.<br />
La reivindicación <strong>de</strong> la Iglesia popular, profética, fiel<br />
al proyecto <strong>de</strong> Jesús <strong>de</strong> Nazaret, se expresa claramente<br />
en los tramos finales <strong>de</strong> la carta: “Con Jesús lo que se<br />
impone es una solidaridad clara y audaz con los pobres,<br />
una opción por ellos; y, con ellos y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> ellos, enfrentar<br />
proféticamente a los po<strong>de</strong>rosos. Si no se está igualmente<br />
con las víctimas y el verdugo, con los crucificados<br />
y los crucificadores”.<br />
La comunidad cristiana <strong>de</strong> Piñami chico, por su parte,<br />
da a conocer un comunicado en el que <strong>de</strong>smiente que se<br />
trate <strong>de</strong> “una guerra civil”, sino <strong>de</strong> “agresiones unilaterales,<br />
<strong>de</strong>l más fuerte al más débil”. y refiriéndose a la actitud<br />
<strong>de</strong> los obispos, aña<strong>de</strong>: “Al invitar a todos en general a un<br />
diálogo y al <strong>de</strong>cir que <strong>de</strong>pongan todos la violencia, meten<br />
a todos en el mismo saco. y ahí sí que nos quedamos escandalizados<br />
todos los pobres por nuestros pastores”.<br />
Revisando luego el comunicado continúa la comunidad<br />
afirmando que “si se invita al diálogo hay que ponerse<br />
<strong>de</strong>l lado <strong>de</strong> los violentados, sin mediar, como si los<br />
violentos tuvieran igual razón”, y luego continúa “No<br />
D O S S I E R<br />
digan que hay violencia <strong>de</strong> lado y lado. No es cierto. Sólo<br />
la están ejerciendo esas minorías enar<strong>de</strong>cidas y ciegas<br />
<strong>de</strong> la ‘Media Luna’. y hay que quitarles la razón con la<br />
<strong>de</strong>nuncia y la no-violencia, para no entrar en su juego”.<br />
En Paraguay es la Iglesia popular li<strong>de</strong>rada por el<br />
obispo Fernando Lugo el verda<strong>de</strong>ro motor <strong>de</strong> la renovación.<br />
Son las comunida<strong>de</strong>s, especialmente las agrupaciones<br />
campesinas, las que protagonizan el proceso <strong>de</strong><br />
renovación, rompiendo la hegemonía <strong>de</strong> muchas décadas<br />
<strong>de</strong>l partido colorado. Lugo finalmente fue proclamado<br />
presi<strong>de</strong>nte y en la asunción manifestó que en la teología<br />
<strong>de</strong> liberación expresada por Leonardo Boff y Gutiérrez<br />
percibió claramente “que era esa la Iglesia <strong>de</strong>stinada a nutrir<br />
<strong>de</strong> esperanza activa a seres hermanos y humanos sumidos<br />
en el discurso opresor <strong>de</strong> tantas dictaduras que<br />
marcaron la historia <strong>de</strong> nuestra Patria Americana”.<br />
En la Argentina actual, caracterizada por el proceso<br />
<strong>de</strong> profundas transformaciones a favor <strong>de</strong> los sectores<br />
populares, <strong>de</strong> conquista <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos para minorías históricamente<br />
postergadas y oprimidas, vuelve a manifestarse<br />
el enfrentamiento entre las dos Iglesias, en el<br />
proyecto <strong>de</strong>l matrimonio igualitario. La Iglesia jerárquica<br />
lo vio como una lucha en contra <strong>de</strong>l matrimonio y<br />
la Iglesia popular la vio, en cambio, como un paso más<br />
hacia una sociedad más justa e igualitaria que simbólicamente<br />
se expresa como “Reino <strong>de</strong> Dios”.<br />
Religión y política siguen cruzándose en nuestra historia<br />
como siempre lo han hecho. Teologías <strong>de</strong> la dominación<br />
y teologías <strong>de</strong> la liberación, en sus diversas<br />
variantes, no <strong>de</strong>jarán <strong>de</strong> enfrentarse, seguirán estando<br />
presentes. Aparecieron en la negra noche <strong>de</strong> la dictadura<br />
genocida cívico-militar, en los <strong>de</strong>bates sobre el divorcio,<br />
sobre el matrimonio igualitario, sobre la reforma <strong>de</strong>l Código<br />
Civil, sobre la educación sexual. Lo hicieron cuando<br />
el enfrentamiento con las corporaciones agrarias.<br />
Pero los enfrentamientos tienen actualmente características<br />
distintas a los <strong>de</strong> las décadas <strong>de</strong>l ‘60 y ‘70. Por<br />
una parte la Iglesia institución, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la asunción <strong>de</strong><br />
Juan Pablo II al pontificado ha vuelto reconstruir su proyecto<br />
<strong>de</strong> po<strong>de</strong>r, en consonancia con los gran<strong>de</strong>s centros<br />
<strong>de</strong> po<strong>de</strong>r económico, político y mediático, frente a la<br />
cual, la Iglesia popular, o mejor, las Iglesias populares,<br />
en América Latina, ya no se expresan en grupos sacerdotales,<br />
sino en asambleas que se articulan con diversas<br />
culturas religiosas. •<br />
27