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La rama dorada

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CAPITULO IX<br />

EL CULTO DE LOS ÁRBOLES<br />

1. ESPÍRITUS ARBÓREOS<br />

En la historia religiosa de la raza aria de Europa 1 la adoración a los<br />

árboles ha jugado un papel importante. Nada puede ser más natural:<br />

en la aurora de la historia, Europa estaba cubierta de inmensas selvas<br />

vírgenes y en las que los escasos claros deberían parecer a modo de islas<br />

en un océano de verdor. Hasta comienzos del siglo I antes de nuestra era,<br />

la selva herciniana se extendía hacia el este del Rin a una distancia a la<br />

vez vasta y desconocida; los germanos que fueron interrogados por César<br />

dijeron que habían viajado durante dos meses a través de ella sin alcanzar<br />

su final. Cuatro centurias después fue visitada por el emperador Juliano,<br />

y la soledad, oscuridad y silencio de la selva parece que hicieron profunda<br />

impresión en su naturaleza sensible. Declaró que no conocía nada<br />

semejante en el Imperio romano. En la misma Inglaterra, los bosques<br />

de Kent, Surrey y Sussex son restos de la gran selva de Andérida, que en<br />

su tiempo cubrió la totalidad de la región sureste de la isla. Hacia<br />

el oeste parece que se extendía hasta juntarse con otra selva que cubría el<br />

suelo desde Hampshire a Devon. En el reinado de Enrique II los londinenses<br />

cazaban todavía el jabalí y el toro salvaje en los bosques de<br />

Hampstead. 2 Aun bajo los últimos Plantagenets, el número de selvas<br />

regias era de sesenta y ocho. De la selva de Arden se ha dicho que, aun en<br />

tiempos modernos, una ardilla podría cruzarla entera saltando de árbol<br />

en árbol en una extensión semejante a la total de Warwickshire. 3 <strong>La</strong>s<br />

excavaciones de los restos de palafitos de pueblos antiguos en el valle del<br />

Po han demostrado que mucho tiempo antes del crecimiento y probablemente<br />

de la fundación de Roma, el norte de Italia estaba cubierto de<br />

bosques espesos de olmos, castaños y principalmente de robles. <strong>La</strong> historia<br />

aquí confirma la arqueología; los escritores clásicos hacen muchas<br />

referencias a selvas italianas que ahora han desaparecido. Hasta el siglo<br />

iv antes de nuestra era, Roma estaba separada de la Etruria central por<br />

la temible selva Ciminiana, que Tito Livio compara con los bosques de<br />

Germania; ningún comerciante, si podemos confiar en el historiador<br />

romano, penetró nunca en sus soledades impracticables, y se consideró<br />

aventura temeraria la del general romano que después de enviar dos exploradores<br />

a registrar sus intrincadas espesuras, condujo al ejército por la<br />

selva tomando un camino por entre las lomas selváticas de la montaña<br />

para salir de ella, viendo a sus pies los ricos campos etruscos. En Grecia,<br />

1 Observará el lector, a lo largo de este libro, muchas referencias a la raza ana.<br />

El autor no emplea el concepto a estilo de los inventores de una raza antropológica<br />

aria, artificial y pseudo-científica, con miras bastardas e inhumanas.<br />

2 Hoy es un barrio de Londres con 90 000 habitantes.<br />

3 Warvíckshire tiene más de 1 400 kilómetros cuadrados.<br />

H2

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