El relojero ciego - Fieras, alimañas y sabandijas
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Una vez más me he beneficiado del dinamismo incansable<br />
con el que Michael Rodgers, ahora en Longman, lleva a cabo<br />
todo lo que se le pone por delante. Él y Mary Cunnane, de Norton,<br />
apretaron con habilidad el acelerador (a mi moral) y el freno<br />
(a mi sentido del humor) siempre que fue preciso. Escribí el<br />
libro durante un permiso sabático concedido amablemente por<br />
el Departamento de Zoología y el New College. Por último, una<br />
deuda que debería haber reconocido en mis dos libros anteriores:<br />
el sistema tutorial de Oxford y mis muchos alumnos de las<br />
tutorías en Zoología a lo largo de los años, me han ayudado a<br />
practicar las escasas habilidades que pueda tener en el difícil arte<br />
de explicar.<br />
Oxford, 1986.<br />
RICHARD DAWKINS<br />
1. EXPLICAR LO MUY IMPROBABLE<br />
Nosotros los animales somos las cosas más complejas del universo<br />
conocido. <strong>El</strong> universo que conocemos, por supuesto, es<br />
un pequeño fragmento del universo real. Puede haber objetos<br />
más complejos que nosotros en otros planetas, y es posible que<br />
algunos ya conozcan nuestra existencia. Pero esto no altera la<br />
idea que quiero desarrollar. Las cosas complejas merecen siempre<br />
una explicación muy especial. Queremos saber cómo empezaron<br />
a existir y por qué son tan complejas. Es probable que la<br />
explicación, como se discutirá más adelante, sea la misma en<br />
términos generales para todas las cosas complejas de cualquier<br />
lugar del universo; la misma para nosotros, que para los chimpancés,<br />
los gusanos, los robles y los monstruos del espacio exterior.<br />
Por contraposición, no es la misma para lo que llamaré<br />
cosas «simples», como rocas, nubes, ríos, galaxias y estrellas.<br />
Estas cosas son materia de la física. Los chimpancés, los perros,<br />
los murciélagos, las cucarachas, la gente, los gusanos, las flores,<br />
las bacterias y los seres de otras galaxias son materia de la biología.<br />
La diferencia está en la complejidad del diseño. La biología<br />
es el estudio de las cosas complejas que dan la apariencia de<br />
haber sido diseñadas con un fin. La física es el estudio de las<br />
cosas simples que no nos incitan a invocar un diseño. A primera<br />
vista, los artefactos hechos por el hombre, como los ordenadores<br />
y los coches, parecen constituir excepciones. Son complejos<br />
y están, obviamente, diseñados con una finalidad, pero aun<br />
así no tienen vida y están hechos de metal y plástico en lugar<br />
de carne y hueso. En este libro serán tratados como objetos biológicos.<br />
La reacción del lector puede consistir en preguntar: «Sí, pero<br />
¿son realmente objetos biológicos?» Las palabras son nuestros