Charla sobre Pedro Páramo - Escritura Creativa · Clara Obligado

Técnicamente se adelanta a todos los autores / novelas del Boom. Hemos visto cómo
García Márquez lo elogia; Carlos Fuentes también considera esta novela maravillosa.
Muchos autores en la década de los sesenta, como Vargas Llosa, comienzan a innovar, a
experimentar con el lenguaje, y esa es una de las grandes cualidades de Rulfo, pues él se
va a adelantar, unos diez años, a todos esos autores. También se va a separar de la
generación anterior de autores mexicanos, donde prevalecía, especialmente, el realismo.
Esta novela rompe con ese realismo de sus contemporáneos, por eso es tan innovadora y
tan incomprendida en la época en la que se publica.
Probablemente sabrán algo de la vida de Rulfo, algo a tener en cuenta porque
tanto la novela como los cuentos están vinculados a su vida. Tuvo una infancia bastante
trágica, con episodios bastante violentos. Perdió, prácticamente, a toda su familia
durante la rebelión de los cristeros (1026) en México. Él nace en 1917 y poco después
su padre es asesinado, pierde también a su madre, y termina, por un tiempo muy breve,
al cuidado de su abuela. Posteriormente, crece en un orfanato, una experiencia que lo
marcó profundamente. Esa violencia que experimentó durante sus primeros años de vida
fue tan traumática que lo acompañó hasta su muerte:
“Tal vez en lo profundo haya algo que no esté planeado en forma clara en la superficie de la
novela. Yo tuve una infancia muy dura, muy difícil. Una familia que se desintegró muy
fácilmente en un lugar que fue totalmente destruido. Desde mi padre y mi madre, inclusive
todos los hermanos de mi padre fueron asesinados. Entonces viví en una zona de devastación.
No sólo de devastación humana, sino devastación geográfica. Nunca encontré ni he encontrado
hasta la fecha, la lógica de todo eso. No se puede atribuir a la Revolución. Fue más bien una
cosa atávica, una cosa de destino, una cosa ilógica. Hasta hoy no he encontrado el punto de
apoyo que me muestre por qué en esta familia mía sucedieron en esa forma, y tan
sistemáticamente, esa serie de asesinatos y de crueldades.” (Entrevista con Joseph Sommers,
1973)
En esta entrevista, a Rulfo le preguntan sobre el trasfondo autobiográfico de la
novela. Como comentario a estas palabras, me gustaría decir que las tragedias de la
infancia influyeron de alguna manera para crear el ambiente de su novela y también de
sus cuentos. Sin embargo, él dijo que realmente no había un trasfondo autobiográfico en
sus novelas. Él inventa personajes, los crea… Además de estas dos novelas, trabajó en
otras dos que nunca llegó a publicar. Una de ellas se titula “El hijo del desconsuelo”. Es
una novela que escribe antes de la gestación y publicación de Pedro Páramo y el Llano en
llamas, pero no le gusta. Se trata de una novela urbana y posiblemente esa es una de las
razones por las que no llega a funcionar. Ni funcionó otra novela que tampoco vio la luz.
No se sabe, en realidad, si estaba trabajando en ella o si era una excusa de Rulfo para
quitarse de encima la presión de los críticos cuando le preguntaban:
-Señor Rulfo, ¿qué está escribiendo ahora?
Él siempre contestaba, La cordillera. Realmente estuvo muchos años hablando de
La cordillera para, al final, confesar que la había quemado, aunque, repito, no se sabe con
certeza si llegó a escribirla de verdad.
En cuanto a Pedro Páramo, se publica en 1955. La colección de cuentos El Llano
en llamas se había publicado dos años antes, en 1953. Es importante tenerlo en cuenta,
ya que de alguna forma la creación de los cuentos le ayudó, como él decía, a soltar la
mano. La idea de Pedro Páramo le rondaba la cabeza, pero mientras la escribía o corregía
2 María
Victoria
Albornoz
(Universidad
de
Saint
Louis,
Campus
de
Madrid)
Para
el
Taller
de
escritura
creativa
Clara
Obligado