Charla sobre Pedro Páramo - Escritura Creativa · Clara Obligado

producen estos encuentros va aumentando hasta el punto de que el “terror” de saberse
rodeado de muertos es lo que finalmente lo mata. La segunda parte está dedicada, sobre
todo, a episodios de la vida de Pedro Páramo, padre de Juan Preciado.
Hay diferencias importantes entre las dos partes. Por ejemplo, hay un mayor
predominio de un narrador omnisciente en la segunda parte, mientras que en la primera
el narrador más importante está en primera persona (Juan preciado). Además, los
acontecimientos referentes a la llegada de Juan al pueblo están ordenados de manera
cronológica, mientras que los de Pedro Páramo, ubicados casi todos en la segunda, no lo
están. Pero además de éstas, hay una diferencia en lo que se refiere a los personajes
“faro”, es decir, personajes que orientan o determinan el rumbo de otros personajes. En
las dos partes se trata de mujeres. En la primera, encontramos a la madre de Juan
Preciado (Dolores). Realmente es ella, en su lecho de muerte, quien le instiga a volver al
pueblo a buscar a su padre. Es la que dirige de alguna forma sus acciones, sin importar
que él mismo confiese en mitad de la novela que si ha vuelto, no ha sido para vengarse,
como quería ella, sino llevado por la ilusión de conocer a su padre. En la segunda parte,
encontramos otra mujer “faro” que también orienta las acciones del otro protagonista,
Pedro Páramo. Se trata de Susana San Juan. Es la mujer por la que él conquista todo,
por la que hace todo; es la mujer por la que renuncia a todo y de alguna forma la
responsable de la ruina de Comala. Cuando los habitantes del pueblo no respetan el
funeral de Susana San Juan por irse de fiesta, Pedro Páramo nunca los perdona por esto
y decide sentarse en un equipal y cruzarse de brazos –él es el gran terrateniente, el dueño
de todo el pueblo, el dueño de los destinos de todos los habitantes. Deja que ellos se
arreglen como puedan. Simbólicamente, es el padre, Pedro, que abandona a sus hijos
descarriados, al hijo (Comala). Y así recibe su castigo. Este es el final del pueblo
próspero. Todo lo que hace Pedro Páramo lo hace por amor. Así, tenemos al principio
una historia de fantasmas que se transforma, al final, en una historia de amor. La
historia de un hombre que construye su imperio sobre la ilusión de una mujer, y que lo
deja morir cuando la pierde.
Me gustaría ver con Uds. el proceso de escritura, a través del cual Rulfo elimina
lo que sobra, como había mencionado antes. Un proceso en el que se aprecia por qué es
el rey de la concisión:
Se leía: “Es mi culpa, mi propia culpa; nada más que mi culpa. He traicionado a mis amigos,
no sólo a mis hermanos, sino a mis amigos; porque ellos me quieren. Me han dado su fe y buscan
mi intercesión para con Dios”.
Definitivamente quedó: “Mi culpa. He traicionado a aquellos que me quieren y que me han
dado su fe y me buscan para que yo interceda por ellos para con Dios”.
En otro ejemplo:
Se leía: “… la sangre que la ahogaba. Rompió sus brazos hasta el quebrantamiento por
defender su vida. Todavía veo sus muecas”.
Y eso quedó reducido a: “La sangre que la ahogaba. Todavía veo sus muecas”.
Me parece interesante cómo estos ejemplos ilustran el proceso de limpieza del
texto. Parece ser que en el año 1994 se publicaron “Los cuadernos de Pedro Páramo”
donde se pueden ver las versiones anteriores, y el proceso de eliminación que llevó a
cabo.
4 María
Victoria
Albornoz
(Universidad
de
Saint
Louis,
Campus
de
Madrid)
Para
el
Taller
de
escritura
creativa
Clara
Obligado