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ENTREVISTA
Ángel Dumrauf, metalúrgico de Pedro Luro.
“No me considero un inventor pero pienso
mucho para lograr las máquinas”
Por Lic. Fátima Cano e Ing. Agr. Verónica Caracotche. INTA Hilario Ascasubi.
Ángel Dumrauf oriundo de Pedro Luro y metalúrgico, cuenta como su
actual empresa familiar se convirtió de un taller de reparaciones en
una pequeña fábrica de maquinarias agrícolas.
El oficio lo inició y aprendió en la metalúrgica de Ricardo Crisanti,
después trabajó en el taller de CORFO durante 11 años hasta que
decidió independizarse y abrió un taller de reparaciones y servicios.
“En la zona se necesitaba contar con implementos agrícolas específicos
y tomé la posta que dejo mi primer patrón (Crisanti) y comencé a
adaptar maquinarias de otros lugares”.
Ángel rescata una idea, una necesidad, realiza el diseño e intenta
aplicarlo a una máquina.
“No me considero un inventor pero que pienso mucho para lograr las
máquinas, sí. Empecé en 1986, en el taller como se pudo, sin máquinas
ni mano de obra y con pocos conocimientos, los primeros pasos se
hicieron difíciles, tenía más de 10 años trabajando a los martillazos y
a los ponchazos cuando fabriqué la primera máquina en 1991”.
El momento bisagra fue en 2003 cuando Mauro, uno de sus tres hijos
concluyó la licenciatura en mecanización agrícola, se incorporó a
la empresa e introdujo el sistema informático de diseño, entre otros
conocimientos.
“El cambio fue importante y en 2004, se construyeron las actua-
FIESTA PROVINCIAL DE LA CEBOLLA
les instalaciones, se adquirieron máquinas de última generación.
Otro cambio importante fue la incorporación en 2008 de mi otro hijo
Pablo, licenciado en administración, que nos dio el orden en lo administrativo
y financiero, pasamos de ser un taller a una pequeña
fábrica”.
El metalúrgico caracterizó como un ensueño la adquisición del pantógrafo,
una máquina robotizada que corta todas las formas posibles.
Emanuel, el menor de los hijos, se sumó a la empresa familiar y está
a cargo del pantógrafo.
“Estoy enamorado de esa máquina y también de la plegadora que permite
doblar chapas de 6 mm de espesor hasta 3 metros de largo, son
una maravilla, quién conoció a “EL PATO” en los ´90 y conoce al del
2013, no lo puede creer. Mi personalidad también cambió, me saqué
el mameluco y me dije a mi mismo, “…muy lindo lo que haces pero
hay que venderlo”, fue un cambio rotundo y un crecimiento difícil”.
Ángel comentó que se siente feliz cuando dispone de un tiempo para
estar en el taller.
“Ensuciarme las manos es un recreo para mi, fui feliz martillando
fierros y hoy en el rol de gerente, también”.
Las ideas surgen de las necesidades del productor, a partir del requerimiento
de los clientes.
“La evolución de nuestra sembradora de cebolla por ejemplo, fue a
partir de las máquinas que llegaron de EEUU, hacían los surcos y los
compactaban, luego en otra pasada sembraban y a veces realizaban
otra para fertilizar. Logramos ensamblar todos los pasos, siembra,
fertilización e incluso el insecticida, hoy todo se hace en una sola
pasada”.
1º premio a la excelencia agropecuaria para el mejor fabricante de
maquinarias agrícolas
“En el 2004 lo obtuvimos por la sembradora de cebolla, fue muy importante,
aún trabajábamos a los martillazos. Se postularon 250 empresas
y en la terna competimos con una sembradora de grano fino de
Pigüé y una máquina de ordeñe de Córdoba”.