Sobre Las 7 Palabras Pronunciadas Por Cristo En La ... - OpenDrive
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San Roberto Belarmino LAS 7 PALABRAS DE JESUCRISTO EN LA CRUZ<br />
Se pensaba a sí mismo culpable de una seria falta si, mientras<br />
que recitaba permitía a su mente ocuparse con pensamientos<br />
vanos, y cuantas veces esto le pasaba se apresuraba a ir a<br />
confesión para expiar por ello. Recitaba los salmos con tal<br />
atención de mente como si tuviese a Dios presente delante de él,<br />
y cuando decía el nombre del Seńor, gustaba sus labios por la<br />
dulzura que la pronunciación de tal nombre le dejaba”. Tan<br />
pronto alguno se esfuerce por recitar el Oficio Divino de esta<br />
manera, y levantarse en la noche para rezar Maitines, <strong>La</strong>udes y<br />
Prima, aprenderá por experiencia la labor y paciencia que son<br />
necesarias para el debido cumplimiento de esta tarea. Hay<br />
muchas otras cosas que la Iglesia, guiada por las Sagradas<br />
Escrituras, nos pone como voluntad de Dios, y para el debido<br />
cumplimiento de ellos requerimos también de la virtud de la<br />
paciencia, como dar al pobre de nuestra propia superfluidad,<br />
perdonar a aquellos que nos injurian, o satisfacer a aquellos que<br />
hemos injuriado, confesar nuestros pecados por lo menos una<br />
vez al ańo, y recibir la Sagrada Eucaristía, lo que requiere no<br />
poca preparación. Todo esto demanda paciencia, pero a modo de<br />
ejemplo explicaré algunas cosas más con mayor detenimiento.<br />
Todo lo que, sean demonios o hombres, hacen para afligirnos es<br />
otra indicación de la voluntad Divina, y otro llamado al ejercicio<br />
de nuestra paciencia. Cuando hombres y espíritus malos nos<br />
prueban, su objeto es injuriarnos, no beneficiarnos. Aun así Dios,<br />
sin quien no pueden hacer nada, no permitirá ninguna tormenta<br />
a nuestro alrededor, a menos que lo juzgue útil. <strong>En</strong> consecuencia,<br />
toda aflicción puede ser tenida como viniendo de la mano de<br />
Dios, y debe ser por tanto soportada con paciencia y alegría. El<br />
santo y derecho Job sabía que las desgracias con las que era<br />
golpeado, y que le privaron en un día de todas sus riquezas, de<br />
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