Sobre Las 7 Palabras Pronunciadas Por Cristo En La ... - OpenDrive
Sobre Las 7 Palabras Pronunciadas Por Cristo En La ... - OpenDrive
Sobre Las 7 Palabras Pronunciadas Por Cristo En La ... - OpenDrive
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
San Roberto Belarmino LAS 7 PALABRAS DE JESUCRISTO EN LA CRUZ<br />
El último decreto en relación a los sacrificios era que la víctima<br />
fuera no sólo viva y santa, sino también agradable, esto es, dar<br />
un suavísimo olor, de acuerdo a lo que dice la Escritura: “Y el<br />
Seńor aspiró un suave aroma”[302], y “<strong>Cristo</strong> se entregó por<br />
nosotros como oblación y víctima de suave aroma”[303]. Era<br />
necesario que la víctima, para poder desprender este aroma tan<br />
agradable a Dios, esté tanto muerta como quemada. Esto tiene<br />
lugar en el sacrificio místico y razonable del cual estamos<br />
hablando, cuando la concupiscencia de la carne es<br />
completamente subyugada y abrasada por el fuego de la caridad.<br />
Nada más eficaz, veloz y perfecto para mortificar la<br />
concupiscencia de la carne que un sincero amor de Dios. Pues Él<br />
es el Rey y Seńor de todos los afectos de nuestro corazón, y<br />
todos nuestros afectos son gobernados por Él y dependen de Él,<br />
sea aquellos de temor o esperanza, de deseo u odio, o ira, o<br />
cualquier otra inquietud de mente. Ahora bien, el amor rinde<br />
nada más que un amor más fuerte, y consecuentemente, cuando<br />
el amor Divino posee completamente el corazón del hombre y lo<br />
enciende en llamas, todos los deseos carnales se rinden a él, y<br />
siendo completamente subyugados, no nos ocasionan ninguna<br />
inquietud. Y por tanto, ardientes aspiraciones y oraciones<br />
fervorosas ascienden de nuestros corazones como incienso ante<br />
el trono de Dios. Este es el sacrificio que Dios pide de nosotros,<br />
y al que el Apóstol nos exhorta a estar los más prontamente<br />
preparados para ofrecer.<br />
San Pablo usa un argumento muy fuerte para persuadirnos de<br />
ello, así como es en sí mismo duro y lleno de dificultad. Su<br />
argumento es expresado en estas palabras: “Os exhorto, pues,<br />
hermanos, por la misericordia de Dios, a que ofrezcáis vuestros<br />
cuerpos como una víctima viva”[304]. <strong>En</strong> el texto griego<br />
137