Sobre Las 7 Palabras Pronunciadas Por Cristo En La ... - OpenDrive
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San Roberto Belarmino LAS 7 PALABRAS DE JESUCRISTO EN LA CRUZ<br />
<strong>En</strong> las Sagradas Escrituras las manos de Dios significan la<br />
inteligencia y la voluntad de Dios, o en otras palabras, su<br />
sabiduría y poder, o también, la inteligencia de Dios que conoce<br />
todas las cosas, y la voluntad de Dios que puede hacer todas las<br />
cosas. Con estos dos atributos como manos, Dios hace todas las<br />
cosas, y no necesita ningún instrumento en el cumplimiento de<br />
su voluntad. San León dice: “<strong>La</strong> voluntad de Dios es su<br />
omnipotencia”[327]. <strong>En</strong> consecuencia, con Dios querer es hacer.<br />
“Todo cuanto quiso lo ha hecho”[328]. “Te encomiendo”.<br />
<strong>En</strong>trego a tu cuidado mi Vida, con la seguridad de que me será<br />
devuelta cuando venga el tiempo de mi resurrección. “Mi<br />
espíritu”. Hay diversidad de opinión en cuanto al significado de<br />
esta palabra. Ordinariamente la palabra espíritu es sinónimo de<br />
alma, que es la forma substancial del cuerpo, pero puede<br />
significar también la vida misma, pues respirar es el signo de la<br />
vida. Aquellos que respiran viven, y mueren los que dejan de<br />
respirar. Si por la palabra Espíritu entendemos aquí el alma de<br />
<strong>Cristo</strong>, debemos guardarnos de pensar que su alma, en el<br />
momento de la separación del cuerpo, estaba en peligro.<br />
Estamos acostumbrados a encomendar con muchas oraciones y<br />
ansiedades las almas de los agonizantes, porque están a punto de<br />
aparecer delante del tribunal de un Juez estricto para recibir su<br />
recompensa o castigo por sus pensamientos, palabras y hechos.<br />
El alma de <strong>Cristo</strong> no estaba en tal necesidad, porque disfrutaba<br />
de la Visión Beatífica desde el tiempo de su creación, estaba<br />
unida hipostáticamente a la persona del Hijo de Dios, y podía<br />
incluso ser llamada el Alma de Dios, y también porque dejaba el<br />
cuerpo victoriosa y triunfante, objeto de terror para los<br />
demonios, y no un alma a ser asustada por ellos. Si la palabra<br />
"espíritu" es entonces tomada como sinónimo de alma, el<br />
sentido de estas palabras de Nuestro Seńor “Te encomiendo mi<br />
Espíritu” es que el Alma de Dios que estaba en el cuerpo como<br />
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