Revista de Aragón, año III, 2.ª época, números 1-4 - Institución ...

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24 ANTONIO LOPEZ MUÑOZ pinta los colores del íris, esa misma armonía que sale del fondo de los bosques, ese mismo poderoso aliento que arranca un hondo bramido á las augustas soledades del mar. Y vosotros venis á consagrar espléndidas manifestaciones de las artes bellas, que son las más preciosas, porque muestran de un modo más brillante la esencia infinita, marcando con las claras intuiciones del génio los ideales humanos, en busca de los cuales suele la ciencia extraviarse en su trabajo de especulacion. Y en épocas como la presente, en que el pensamiento, por un afan quizá inmoderado de crítica, zozobra y se pierde en los abismos de la duda, conmoviendo hasta los cimientos de lo que parecia más arraigado en la conciencia humana, en época como la presente, en que difícilmente se mantiene el espíritu en el límite de lo debido y el análisis se convierte en escepticismo, la fe en supersticion, el valor en audacia, la autoridad en despotismo y la libertad en licencia; en épocas como la presente, en que la luz de la conciencia vacila y se apaga, el artista, y singularmente el poeta, hiere las fibras del sentimiento y lleva la mirada de esos pueblos al ideal, que envuelto en los resplandores de su belleza, conmueve y auna las voluntades abriendo nuevos caminos ante la ciencia de ideas encontradas, dando al espíritu una tregua para que se rehaga y cobre aliento; y de este modo viene á ser la poesía el arca santa en que se salva acaso la conciencia de un siglo y en que se encierra el gérmen de vida de las siguientes generaciones. ¡Esa es vuestra obra! Ved si no es cierto que está acaso en vuestras manos la redencion de la patria; ved si no es cierto que los pueblos pueden redimirse por amor. ¿Cómo no, si la redencion es siempre la obra del amor? Mirad el Calvario y decidme si no se encuentra el amor que inspiró aquella sublime tragedia hasta en la forma de la cruz, que tiene sus brazos siempre abiertos como para abrazar al mundo. Vosotros, artistas, vais á recibir de una manera pública y solemne el premio de vuestra inspiracion y el galardon de vuestro esfuerzo: habeis rendido culto al sentimiento, habeis sentido correr por vuestras venas el fuego del sentimiento: pues bien, el sentimiento, que tiene en la mujer su expresion
LA CASA De CERVáNTES 25 más pura, ha tomado cuerpo en ese tribunal de honor para coronar por su mano vuestras frentes. Así os corone tambien ante el tribunal de la historia la mano augusta de la inmor- talidad. ANTONIO LOPEZ MUÑOZ. LA CASA DE CERVANTES. MEDITACION. (VALLADOlid 23 DE ABRIL.) I. Caia la tarde. En las lejanas torres que se destacaban en el horizonte envueltas en las brumas del ocaso, resonaban esas horas de recogimiento y de melancolía, que preceden á la no- che como las vagas e indecisas fantasías que mecen la ima- ginacion antes del sueño, verdaderos crepúsculos del alma. Horas pobladas de misterios, de sombras, de delirios, como las cimas del Brocken. La luna comenzaba á levantarse en el cielo. II. ¿Qué edificio es ese ruinoso y envejecido, en cuyas pare- des ha marcado el tiempo su huella destructora, á cuyos piés un rio corre en hondo y tortuoso cauce, y que reflejando en sus rotos vidrios las últimas claridades del dia, muestra á su
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