cuaderno de adviento.p65 - Franciscanos Conventuales de España
cuaderno de adviento.p65 - Franciscanos Conventuales de España
cuaderno de adviento.p65 - Franciscanos Conventuales de España
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Lunes 6<br />
No. No se hace el camino una vez y ya está.<br />
Necesitamos escuchar cada Adviento el grito <strong>de</strong>l<br />
profeta: ¡Preparad los caminos <strong>de</strong>l Señor!. No es<br />
nada más que la voz <strong>de</strong>l cambio y conversión<br />
que Dios nos invita a tener siempre presente. Pero<br />
a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> restaurar el camino, hay que hacer<br />
nuevos caminos. ¡Preparad los caminos <strong>de</strong>l Señor! es<br />
invitación, es profecía, es <strong>de</strong>scubrir la ternura <strong>de</strong> Dios<br />
en medio <strong>de</strong> nuestra historia colectiva y personal.<br />
¿Qué caminos hemos <strong>de</strong> preparar? ¿Cómo hemos <strong>de</strong><br />
preparar nuestro corazón?. Creer, fiarse <strong>de</strong> Dios; <strong>de</strong>jarse<br />
querer por Él; que te <strong>de</strong>jes limpiar; liberarte <strong>de</strong> tus apegos;<br />
apren<strong>de</strong>r a compartir; orar<br />
con palabras y con silencios,<br />
con súplicas y con gemidos con<br />
la mente y el corazón; amar, al Dios<br />
permanentemente encarnado, al Dios<br />
más cercano, al Dios más visible, al<br />
Dios más necesitado, que es tu<br />
prójimo.<br />
¡PREPÁRATE!<br />
Para que nos consueles en nuestras tristezas.<br />
¡Ven, Señor, a salvarnos!<br />
Para que nos confortes en nuestras <strong>de</strong>bilida<strong>de</strong>s.<br />
¡Ven, Señor, a salvarnos!<br />
Para que nos alientes en nuestros <strong>de</strong>sánimos.<br />
¡Ven, Señor, a salvarnos!<br />
Para que nos ilumines en nuestras oscurida<strong>de</strong>s.<br />
¡Ven, Señor, a salvarnos!<br />
Para que nos enciendas en nuestras frialda<strong>de</strong>s.<br />
¡Ven, Señor, a salvarnos!<br />
Para que nos prepares a recibirte.<br />
¡Ven, Señor, a salvarnos! Amén.<br />
O RACIÓN<br />
Se llamaba Ana. A<br />
<strong>de</strong>cir <strong>de</strong> sus mayores, padres<br />
y maestros, lo tenía todo. Todo lo<br />
bueno: inteligente, rica, bella, hija<br />
única y con un futuro prometedor. Pronto,<br />
en una convivencia, los compañeros <strong>de</strong> su edad<br />
<strong>de</strong>tectaron un pequeño <strong>de</strong>fecto: no sabía convivir porque se<br />
creía superior, única, diferente. Aquella tar<strong>de</strong>, cansada <strong>de</strong> reuniones,<br />
pegó un portazo y se marchó a caminar en solitario por el páramo.<br />
Llovía. Previsora como era, portaba un chubasquero. Se lo colocó,<br />
capucha incluida. La lluvia azotaba su cara. comenzó a caminar <strong>de</strong><br />
espaldas. Sólo entonces, sintió una corazonada: “Ana, ¿no será así tu<br />
vida?... siempre caminando <strong>de</strong> espaldas a todos. A ti misma que no te<br />
conoces. A los <strong>de</strong>más, con quienes no quieres compartir nada. A Dios,<br />
que no es nadie en tu vida. ¿Crees que llegarás así muy lejos?”. La<br />
inteligente Ana se quitó el chubasquero, se <strong>de</strong>jó empapar por<br />
la lluvia y, en su soledad, comenzó a saltar y a gritar: “¡Sí,<br />
quiero cambiar!. Quiero ser diferente. ¡Señor, si existes,<br />
ayúdame!”. Cuando regresó al lugar <strong>de</strong> reunión <strong>de</strong><br />
sus compañeros éstos intuyeron que algo gran<strong>de</strong><br />
había pasado. Ana sonreía y pedía ayuda. Después<br />
<strong>de</strong> contar la experiencia <strong>de</strong> su paseo entendieron<br />
lo que es orar: partir <strong>de</strong> la vida, para volver a<br />
la vida, transformados por el Espíritu.<br />
Señor, ayúdame a transformar mi vida.<br />
Enséñame a esperarte,<br />
a prepararte un lugar <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> mí.<br />
Enséñame a ser un compañero tuyo,<br />
a enten<strong>de</strong>r tu silencio<br />
a compren<strong>de</strong>r tus conversaciones calladas.<br />
Enséñame a allanar lo que hay <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> mí<br />
que impi<strong>de</strong> tu entrada en mi casa,<br />
en el secreto <strong>de</strong> mi corazón.<br />
Enséñame a ver como tú me ves<br />
para <strong>de</strong>scubrirte presente en los otros.<br />
Haz que pueda hacerte sitio,<br />
y hacer nuevo mi corazón. Amén.<br />
PARÁBOLA<br />
ORACIÓN<br />
Martes 7