Cosas de nuestro corazón - TSEYOR

Hoy 8 de junio del 2007
Querido Diario, no te había venido a visitar porque todo esto que te comenté
hace ya más de un mes, ha tenido su curso, he tenido que seguir haciendo
ajustes, porque despertar, no me ha sido del todo fácil; de hecho, no lo consigo
aún como yo realmente anhelo lograrlo
Han venido a mi experiencia un sin fin de acontecimientos que me tienen ya
podría decir "cansada" y me he cansado porque estoy nadando contra corriente.
Si! eso he estado haciendo. Algún día me dijeron que pertenezco al rayo Blanco,
y esa energía logra el equilibrio a través del conflicto antes la deseche
totalmente, pero ahora, ahora creo que estoy creyendo lo que te comento
Ayer, mientras regresaba a casa, sentí un cansancio mental como jamás lo había
sentido, me sentía saturada, aturdida, creo que desesperada porque mi mente es
muy dinámica y se la pasa loquita todo el tiempo. Centré mi atención en ese
sentir, porque era raro en mí, muy raro; de pronto me veo arriba de mí, era
como si yo estuviera de pie aproximadamente como unos 3 metros sobre mi
cabeza y me veía sonriendo a mí misma ahí estaba yo, pero me veía como de
unos 15 años, jovial, hermosa (aunque de eso no tengo nada jijiji) pero ahí estaba
como observándome y siendo compasiva conmigo misma. De pronto y desde otro
ángulo me veo ahí sentada, cansada, desanimada, y sin ánimos de continuar en la
vida, o sea que había 3 Olimpias: la que estaba sentada, la que estaba arriba y
la que veía, era una escena curiosa, porque eran tan claras las imágenes que me
quedé por unos instantes.
Como si fuera un diálogo entre dos personas, que a la vez, eran las mismas, la
que estaba arriba de mi cabeza, me decía, "desde aquí es de donde debes
pensar, ahí todo será para tí un caos, sube, sube cada que sientas o pienses que
algo va mal en tu vida, desde aquí podrás observar con detenimiento y a la vez,
lograrás encontrar nuevas alternativas de solución", me seguía sonriendo tan
amorosa, tan gentil, tan llena de alegría, que quien observaba apreciaba esas dos
imágenes tan contrastantes. Abajo, un ser agobiado, disperso, cansado; Arriba,
un Ser cándido, hermoso, amoroso.
De pronto, sentí que era yo ese ser de arriba de mi cabeza, era como si hubiese
subido pero seguía viendo ese cuerpo abajo, lo vi con tanta ternura, lo comprendí
tanto, lo admiré por su fuerza, tenacidad, y experiencias tan difíciles. Estaba
pensando como lo hacía ese ser que era yo ahora. Fue como hacer un recorrido
rápido a mi entorno y darme cuenta de tantas cosas, de tantas fallas, de tanta
oscuridad en mi mente y emoción, y entonces descubrí que era YO EN UN PLANO
DIFERENTE a ese en el que me veía sentada y cansada.
COSAS DE NUESTRO CORAZÓN GRUPO TSEY OR 137