Cosas de nuestro corazón - TSEYOR

También la información de su cabeza me muestra que había pavorreales
en aquel recinto de arcadas, las cuales se hallaban pintadas con
colores primarios, entre los que destaca el azul entre cielo y rey.
En imágenes de su pecho lo veo joven, desempeñando una labor
relajada. Con un talante tranquilo, en medio del movimiento de
personas que pasan detrás de él y a su lado. Presencia de monos en
los jardines, con los que ellos los guardias se divertían mucho
arrojándoles comida, y de tigres de bengala domesticados. También la
lectura de su cabeza me había informado sobre leopardos, como parte
de la fauna con que ellos tenían contacto, y guacamayas blancas.
Un poco más abajo en la parte frontal de tu tórax, entre el ombligo
y su costado derecho distingo que ellos como guardias convivían con
un grupo de jóvenes mujeres, con las que se daba en ocasiones vida
íntima.
Subiendo sobre su costado derecho por la parte frontal de su cuerpo,
hasta el sobaco, encuentro que uno de sus compañeros cometió una
falta, sin poder distinguir de qué se trató. Lo agarraron, lo
sometieron a un castigo físico muy doloroso y lo encarcelaron. Si
bien, como en otras ocasiones, puedo describir a detalle en qué
consistió ese castigo tan doloroso al que la autoridad sometió a su
amigo, es mi voluntad no dar ideas a gente que pretendiera afectar a
los demás.
Veo en seguida que dicho castigo físico doloroso pasó, y que su
amigo se estaba recuperando cuando fue visitado en la cárcel por mi
consultante, a quien veo parado junto a los barrotes exteriores de
la prisión, la cual por demás es espaciosa, limpia, seca y soleada.
Lo digo haciendo comparación con algunas otras prisiones que he
visto en otras lecturas anteriores, fétidas y húmedas.
Sigue la energía mostrándome imágenes sobre alguna parte interior de
su costado derecho, ya en su brazo o ya en su torso, que muestran no
sólo que su amigo y compañero se recuperó totalmente del castigo
disciplinario, sino que se reintegró plenamente a sus labores y
logró ser feliz en ese desempeño.
En la lectura de su cabeza, desde arriba de una de las sienes, y
extendiéndose hacia la nuca, había encontrado también la siguiente
COSAS DE NUESTRO CORAZÓN GRUPO TSEY OR 194