Cosas de nuestro corazón - TSEYOR

Y esta transformación solo consistirá en cambiar la forma de mirar o de ver las
cosas. Pues ahora nos quejamos de los defectos de dichas estructuras y decimos
que ya es hora de que caigan las cúspides de las pirámides de poder, pero
Shilcars nos dijo que en dichas sociedades deberán seguir existiendo cúspides,
sólo que, serán las de pirámides invertidas. Así, la humanidad, más que de una
pirámide, se tratará de un árbol que hundiendo sus raíces en el suelo de la
materia de partida (materia humana) busca la elevación espiritual.
Y cada uno en su puesto, por humilde que sea, ocupa un lugar en el que soportará
el peso de todo lo que depende de él, con la responsabilidad de restablecer el
equilibrio energético en el universo por la parte que le toca. Y si todo se hace
con amor y por tanto con apertura, la savia de este árbol llegará a al cielo, pero
si esta materia humana del suelo continúa siendo egoísta, mantiene peleas
personales, ve fantasmas donde no los hay, se imagina cosas en lugar de crear,
parte de prejuicios, no pretende elevación porque no hay amor sino miedo a la
explotación, etc. (todo lo cual no sólo es comprensible dadas las experiencias
pasadas, sino totalmente seguro que persistirá), si esta sociedad no está abierta
al trabajo en la hermandad, en una palabra, el árbol obtendrá pobres resultados
o incluso morirá.
Las sociedades armónicas no tendrán líderes, sino servidores al bien público
quienes se ocuparán y buscarán lo que pudiera ser mejor para todos sondeando
opiniones. Y sus seguidores no serán comparsas sino que participarán en los
consensos, intentando comprender y confiar en lo que al final se decida, en el
entendido de que cualquier camino es el correcto en un universo infinito de amor.
Lo mismo que las actuales democracias, solamente cambiando la visión y por tanto
los objetivos por los cuales se mueven los partidos, los gobiernos y los
gobernados.
Ha de desaparecer aquello tan desconfiado de "esto ya lo conozco" en lo
referente a las organizaciones y estructuras sociales y ha de substituirse por la
confianza y en la actuación “como si”. Porque creo que las sociedades armónicas
para ser lo opuesto a lo viejo y decadente, en sus formas, en su funcionamiento y
en sus objetivos, no bastará solamente el buen comportamiento de los individuos
que la forman sino también la confianza hacia lo que hagan los demás individuos y
actuar “como si”, acompañado del perdón hacia sus errores de visión y actuación.
Porque si volvemos a la auto protección contra ellos, a dictar leyes
proteccionistas (o vengativas) contra quienes actúan indebidamente, estaremos
restableciendo el sistema actual.
Hemos de confiar en que estas sociedades serán parte de nuevos cielos y nuevas
tierras, nuevos pensamientos, nuevas conciencias. Serán verdaderas sociedades
de amor con estructuras basadas no en la rigidez de la ley ni la norma de la
justicia, por justa que sea, sino en el fluido, sutil e, incluso a veces, injusto
amor.
COSAS DE NUESTRO CORAZÓN GRUPO TSEY OR 25