254 - Equipos de Nuestra Señora

una mirada que sabe descubrir
los signos de Dios en la vida
diaria de las parejas y de las familias
y al mismo tiempo proponer
una pedagogía que
ayude a hacer realidad el encuentro.
A través de parejas concretas,
como nosotros, a las
que animó, potenció e inspiró
para llegar a muchas otras,
como el que lanza una piedra al
agua y sabe, que si ese impacto
inicial es fuerte, se extenderá
en círculos concéntricos cada
vez más amplios.
Manolo, gracias por tu
generosidad con nosotros. Gracias
porque nuestro pensamiento
está tocado por tu pensamiento
y nuestro estilo de
servicio aprendió y bebió del
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tuyo. Gracias por hacer que nos
diéramos cuenta de que nuestro
sacramento del matrimonio
estaba llamado a ser signo del
amor de Dios para los demás,
por muy imperfectos que nos
sintiéramos. Gracias por el
tiempo que nos dedicaste. Gracias
por los viajes y por todo lo
que nos reímos juntos. Gracias
por ayudarnos y apoyarnos en
tantas circunstancias concretas.
Y sobre todo, sobre todo, gracias
por querernos.
Nos queda la esperanza
de volver a reunirnos contigo
en ese Amor que cura todas las
“heridas” y que tú ahora ya saboreas
plenamente. Tus amigos
Álvaro y Mercedes Gómez-Ferrer