254 - Equipos de Nuestra Señora

lugar un bosquejo histórico
sobre la persona y la obra de
este hombre bueno, Henri Caffarel
—del que el Cardenal Lustinger
dijo: “Es una de las grandes
figuras regaladas por Dios a
su Iglesia a lo largo del siglo
XX”—. Inició el Movimiento caminando
junto a cuatro jóvenes
matrimonios para avanzar en el
seguimiento de Jesús en pareja.
Al dejar la responsabilidad
de los ENS, se dedicó plenamente
a la oración. Se retiró a
Troussures (Francia), cuya casa
se convierte en centro internacional
de oración. Autor de numerosísimas
cartas, libros, etc.
entre los que destacó “Presen-
cia a Dios,” del que subrayó
cómo nuestro ser tiene que hacerse
presente a Dios.
El primer apartado de su
exposición lo tituló “No hacer
nada,” explicando cómo la oración
es “hacer, no hacer”, dejarse
hacer por Dios, y cómo la
santidad no depende del esfuerzo
del hombre, sino de la
acción de Dios no perturbada
por el hombre. Consiste, pues,
la oración, en dejarse dar forma
por las manos del alfarero.
El segundo punto lo tituló
“El anhelo de felicidad” y fue
comentando que las personas
no somos felices en muchas
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