254 - Equipos de Nuestra Señora

lizarlo porque a los 22 años la
enfermedad lo dejó inmóvil y a
partir de ese momento el dolor
tomó posesión de sus cuerpo
que, poco a poco, como una enredadera
lo aprisionará hasta
causarle la muerte.
Es en este momento
cuando, siguiendo su vocación
periodística, decide que su vida
tenía que ponerla al servicio de
Dios a través de sus escritos,
publicados en periódicos y revistas.
La enfermedad, que seguía
avanzando, lo deja ciego
sus diez últimos años y así escribe
9 libros que son un testimonio
maravilloso de su amor a
Dios.
Cuando los forenses
analizaron los restos de “Lolo”,
al trasladarlos desde el cementerio
a la Parroquia de Sta.
María de Linares, emitieron un
informe en el que declaran que:
“a la vista de las deformaciones
óseas, podemos afirmar
que “Lolo” fue un dolor
viviente”.
Dicen los médicos que
una consecuencia lógica de los
que sufren este tipo de enfermedad
es la angustia y el deseo
de morir. “Lolo” para vencer esa
tentación, hace una meditación
íntima y profunda que le lleva a
descubrir que el dolor no es
sólo consecuencia del pecado,
sino más bien un estado intermedio
de purificación; y piensa
que, si une su dolor al de Cristo
en la Cruz, puede ayudarle en
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