Memoria de actividades 2010-2011

Sus cuatro domingos de adviento,
Que hoy día de la expectación,
Se va acercando el momento,
En el que nos invade la emoción,
Y se desbordan los sentimientos.
Pues el Padre del divino amor,
Merece que celebremos,
Con una guitarra y un tambor,
Que quiso venir a vernos.
Pero muy pronto el niño Dios,
Eligió ser misionero,
Y me tiembla hasta la voz,
Al recordar cuan duro fue su tormento,
Fue prendido el Redentor,
Cuando estuvo orando en el huerto,
Y cargó la cruz de la pasión,
Hasta el monte de los desprecios.
Y rompiéndosele a su madre el corazón,
En una sábana fue a envolverlo,
Para darle al Dios del perdón,
Un humilde Santo Entierro.
Fue una muerte llena de amor,
Stabat Mater en todo momento,
Sufriendo este amanecer sin sol,
Como nosotros nunca lo haremos.
Pero al tercer día resucitó,
Cual epílogo de este cuento,
Dando toda una lección,
Siendo de amor, el modelo.
Bendito el que viene, en el nombre del Señor,
Y alabado sea el Santísimo Sacramento,
Bendito Dios Padre creador,
Y Hosanna en el firmamento.
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Memoria de actividades 2010/2011
Y sucedió por aquellos días, mientras José y María se hallaban en la ciudad de David,
que se llama Belén, para empadronarse, se le cumplieron a Ella los días del
alumbramiento, y dio a luz a su hijo primogénito, El Mesías. Lo envolvió en pañales y lo
acostó en un pesebre porque no tenía sitio en el alojamiento.
Había en la misma comarca algunos pastores, que dormían al raso y vigilaban por
turnos durante la noche su rebaño. Se les presentó el ángel del Señor, y la gloria del
Señor los envolvió en su luz; y se llenaron de temor.