MANCHA QUE LIMPIA - DSpace CEU

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CoNCEP. Que quiere usted; tengo un corazdn de cera.
L o ren zo . De cera perfum ada.
CoNCEP. Y cuenta que Enriqueta era m i sobrina, mi sangre, la
hija de mi herm ana de mi alm a. Pero Matilde ¿qué era?
Casi nada mío.
L o ren zo . Ya sé: un parentesco lejano.
CoNCEP. De que me avergüenzo. La conocí muy niña; me encariñé
con ella; m urió su padre, arruinado tam bién, quedó
sola en el mundo y la traje á m i casa. Buen pago
m e da.
L oren zo. ¿Y qué m e dice usted de la m adre de Matilde?
CoNCEP. ¡Su m adre!... su m adre es un mito.
L o ren zo . Dicen si fué una m ujer del pueblo: una costurerilla:
una criada. Su frase de u sted... ¡un mito!
CoNCEP. No hablem os de estas cosasr m e disgustan y m e dan
pena.
L oren zo. Sin em bargo, y o quisiera que hablásemos.
CoNCEP. ¿Tiene usted algo que decirm e de Matilde? ¡No me
asuste ustedi
L oren zo. De Matilde, de Enriqueta, de Julio y de su hijo de usted:
de Fernando. (Cod intención.)
CoNCEP. ¿Qué sabe usted?
L o ren zo . Yo no sé nada. Pero he aprendido m ucho en la escuela
de los desengaños. No es que yo le guarde rencor á
Matilde; pero quisiera darle á usted un consejo y un
aviso.
CoNCEP. ¿Acaso Fernando...? ¡Mire usted que algo sospcehol...
L oren zo. Luego hablarem os. Por ahí viene su hijo de usted con
don Justo. Hay que hablar á don Justo, que es el único
que tiene cierta influencia sobre Matilde.
CoNCEP. Adivino su idea de usted y tiene usted razón. Gracias,
don Lorenzo.