MANCHA QUE LIMPIA - DSpace CEU

lo que le dije ií usted antes. ¡Hable usted con ella!...
No tolero sus m aldades: ¡no las tolero!
J u sto . Pues ya está aquí.
E nriq. Y sin Julio ni F ernando... ¡qué milagro!
CoNCEP. C uando la v e o v en ir c o n e sa ca lm a y e s e r e p o so , m e
p a rece q u e v ie n e h a cia n o so tr o s la sombra del M anzanillo.
ESCENA V
DONA CONCEPCIÓN, ENRIQUETA y DON JUSTO; MATILDE,
por la Izquierda.
M a tild e . Enriqueta, ¿ e stá s en o ja d a con m igo?
E n riq . No.
M a tild e . ¡Buenos días, don Justo!
Justo. ¡M uy b u en o s, M atilde!
E n r iq . ¿Has dejado solos á aquellos señores? ¿A Julio, á don
Lorenzo, á Fernando?
M a tild e . Estaban hablando los tres: de m í no hacían caso.
Co.NCEP. Pues vam os allá. Ven conmigo, E nriqueta. (Don Justo,
esta es la ocasión.) Quédate. Haz com pañía á don Justo:
su com pañía y sus consejos te convienen. (A Matilde.)
M a tild e . Sí, señora. Tiene usted raztín.
CONCEP. L o dicllO. (Se va reposadamente y hablando con don Jasto hasta
la puerta de la izquierda, que es la que da al jardín.) ¿V ienes?
(A Enriqueta.)
E n riq . Sí, señora: estoy haciendo las paces con Matilde.
CoNCKp. ¡E s un ángel! (A don Justo.)
E jíriq. ¡D am e e l trozo d e carta q u e m e q u itaste! (En voz baja.)
M atilde. ¿T anto te interesa?
E nriq. No me interesa: nada dice: es una to n tería; pero lo
quiero. ¿Me lo das?
M a tild e . No.
E n riq . ¿Pero lo tienes?
M a tild e . Sí .
E n riq . ¡Tienes mal corazón!
M a tild e . ¡Dios m ío, acaso dices verdad!