Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
M a tild e . ¿Pero á qué conduce...?<br />
J usto. A sa b er la verd ad.<br />
M a tild e . Pues ya sabe usted que no es verdad.<br />
Justo. E s q u e d ic e n ... N o , afirm an; afirm an c o n h e c h o s ...<br />
M a tild e . ¿Qué?<br />
J u sto . Que Julio es tu amante.<br />
M a tild e . Bueno: lo que dijo usted antes y yo contesté que no,<br />
que no, que es absurdo, que es risible, que á nadie se<br />
le puede o cu rrir... (Sin comprender la intención de don Justo.)<br />
J u sto . N o basta que lo niegues, pruébalo.<br />
M a tild e . jDon Justo!<br />
Justo. (Acercándose, y en voz baja.) .\lgunas veces salís solas<br />
Fanny, Enriqueta y tú.<br />
M .^tilde. Sí, señor. ¿Y qué?<br />
Justo. V ais á v e r , p o n g o por c a so , á la pob re P etra.<br />
M.\tild e. E s claro.<br />
J u sto . Y una de vosotras se queda haciendo compañía á la<br />
enferm a, y la otra so va con Miss Fanny.<br />
M a tild e . Bueno, todo eso es verdad.<br />
J u sto . ¿Quién se queda, y quién sale?<br />
M a tild e . Unas veces E nriqueta, otras veces yo.<br />
Ju sto . Pues hay quien afirma que cuando sales tú, olvidando<br />
tu decoro y olvidando tu buen nom bre, con tapujos de<br />
m ujer liviana, vas á casa de Julio. ¡Ya lo dije!<br />
M a tild e . ¡Yo! ¡Cdmo!... ¿qué está usted diciendo?... ¡A h !...<br />
¡no: basta, basta! ¡No tanto, no tanto; yo no oigo eso!<br />
(Quiere marcharse, y don Justo la detiene.)<br />
J u sto . ¿Te indigna?... ¿Lo niegas? Entonces es E nriqueta, porque<br />
una de las dos va á casa de Julio: eso es evidente.<br />
M a tild e . ¡Ella! (Ck)n asombro.) ¡Enriqueta!,.. ¡Dios mío! ¡qué vergüenza!<br />
¡Qué desdicha!... ¡No es verdad! ¡no es verdad!<br />
¡Yo la defiendo! ¡Yo la defiendo!<br />
J u sto . ¿Y á t í, quién?<br />
M a tild e . ¡Yo no necesito que m e defiendan, ni m e defiendo<br />
tampoco! ¡Paso sin m irar siquiera! ¡Sigo sin saber á<br />
quién aplasto! Y las calum nias, por grandes que sean,<br />
se anegan en mi desprecio, que es m ayor.