El Ministerio de la Escuela Cristiana - MINTS español

estudiantes por su conducta u otras razones, por ello, el maestro debe estar examinándose
y cambiando, estando sujeto al poder transformador y capacitador del Espíritu Santo de
Dios.
Por otra parte, el docente debe ser firme con sus estudiantes, confrontar cuando
sea necesario, perdonar también cuando sea necesario, y fomentar el respeto mutuo y la
responsabilidad.
III. La diversidad del alumnado y el trabajo en equipo
Dado que parte de lo que tienen que aprender los alumnos es que ellos tienen
dones y son parte de una comunidad que los necesita, hay que asignar responsabilidades
especiales a cada uno de ellos. Algunos pueden preparar algunas cosas en el aula, otros
pueden ser tutores de sus compañeros, otros pueden orar, etc. Recuerde que cada alumno
tiene sus propias habilidades (dones y talentos según la Escritura) por ello hay que
evaluarles individualmente según la dotación personal que les ha dado el Señor, y nunca
comparándoles con otros. Las comparaciones no tienen sentido, Dios nos ha hecho
diferentes y nos ha dado diversidad de dones, por ello, cada estudiante debe ser tratado
conforme a su propia individualidad en lo que respecta a su dotación. Cuando no se
respeta esto, se inicia la competencia en un salón de clases (algo que no es bíblico, sin
hablar de los pecados de orgullo, envidia y vanidad que surgen muchas veces de la
competencia), cuando la Biblia más bien nos llama a trabajar como un solo equipo
aprovechando los dones de cada uno.
Como maestro enfatice la diversidad que Dios ha creado en los alumnos como
algo que es digno de admiración. Dios nos hizo diferentes con un propósito, para que
podamos complementarnos y contribuir con nuestros dones en la extensión del Reino y la
gloria de Él. Por ello, estoy a favor del trabajo cooperativo, donde todos deben cumplir
una función. Por supuesto, estos deben ser diseñados por el maestro de una manera
adecuada para que cumplan su propósito. Van Brummelen menciona: “Dios nos creó para
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