El Ministerio de la Escuela Cristiana - MINTS español

funcionar mejor como miembros contribuyentes de Su Cuerpo, en la comunidad de
Cristo.” 48
Cómo se dijo anteriormente una manera en que los alumnos puedan descubrir,
aplicar y desarrollar sus dones es a través del trabajo cooperativo. Para ello, la
recomendación es que el maestro diseñe diversos roles como líder, moderador, revisor,
secretario, etc. Por supuesto, estos papeles deben ser claramente enseñados y modelados
por el maestro, y cuando sean ejecutados por los estudiantes la supervisión debe ser
fuerte.
IV. El currículo en el aula
El contenido del currículo se concreta a nivel del aula. Por ello, lo primero que
tenemos que hacer es evaluar el contenido que debemos enseñar y preguntarnos si ha sido
levantado desde una cosmovisión cristiana. En la mayoría de los casos esto no es así, sino
en su lugar, refleja una perspectiva anticristiana del conocimiento. Por ello, en el
planeamiento didáctico que se concreta en el salón de clases debe reflejarse la verdad de
Dios para lo cual debemos hacer las respectivas adaptaciones.
Van Brummelen plantea que el diseño curricular desde una perspectiva cristiana
debe partir de tres mandamientos bíblicos: el mandato cultural (Gn 1:28), la gran
comisión (Lc 10:27) y el gran mandamiento (Mt 28:19-20) 49 . El mandato cultural nos
llama a cuidar el mundo que Dios ha creado, la gran comisión a comprometernos con
Jesucristo y el gran mandamiento a amar a Dios y al prójimo dentro de todas las áreas de
la sociedad.
V. La evaluación de los estudiantes
Una de las cuestiones más difíciles de ver desde una perspectiva cristiana es la
evaluación de los alumnos. Vivimos en un mundo competitivo donde la evaluación
sumativa ha hecho que se establezcan jerarquías entre estudiantes “buenos” y los que no
48 Van Brummelen, p. 86.
49 Ibíd, pp. 169-171.
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