Observe a su gato - Fieras, alimañas y sabandijas
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16 DESMOND MORRIS<br />
humano se le imagina un privilegio compartir una habitación<br />
con un <strong>gato</strong>, intercambiar <strong>su</strong> mirada, sentir <strong>su</strong> roce de<br />
bienvenida u observarlo cómo se enrosca gentilmente como<br />
una pelota ronroneante encima de un <strong>su</strong>ave cojín. Y para<br />
millones de personas solitarias - muchos disminuidos físicos<br />
que no pueden dar largos paseos con un perro exigente -, el<br />
<strong>gato</strong> es el perfecto compañero. En particular para gente que<br />
se ve forzada a vivir sola en <strong>su</strong>s últimos años, <strong>su</strong> compañía<br />
proporciona inconmen<strong>su</strong>rables recompensas. A esos<br />
puritanos de prietos labios que, con implacable indiferencia<br />
y estéril egoísmo, tratan de expulsar toda clase de animales<br />
de compañía de la sociedad moderna, yo les diría que se<br />
tomaran una pausa y consideraran el daño que <strong>su</strong>s acciones<br />
pueden causar.<br />
Esto viene a colación del propósito de este libro. Como<br />
zoólogo he tenido a mi cuidado, en un momento u otro, a la<br />
mayoría de los miembros de la familia de los felinos, desde<br />
el gran tigre al diminuto ocelote, desde los poderosos<br />
leopardos al pequeño lince, y desde los altivos jaguares a<br />
los enanos <strong>gato</strong>s monteses. En casa muy frecuentemente ha<br />
habido un minino doméstico para saludarme a mi regreso,<br />
alguna vez con un cajón lleno de gatitos. De muchacho,<br />
cuando me criaba en el campo de Wiltyshire, pasaba<br />
muchas horas tumbado en la hierba, observando a los <strong>gato</strong>s<br />
de la granja mientras cazaban <strong>su</strong>s presas de forma tan<br />
experta, o espiándolos en las camadas en el pajar mientras<br />
daban lametazos a <strong>su</strong>s gatitos. Me acostumbré a observar a<br />
los <strong>gato</strong>s desde muy joven, y llevo haciéndolo desde hace<br />
casi medio siglo. Debido a mi dedicación profesional con<br />
animales, con frecuencia se me hacen preguntas acerca de<br />
la conducta de los <strong>gato</strong>s, y me he quedado sorprendido de<br />
lo poco que la mayoría de las personas parece conocer de<br />
estas intrigantes criaturas. Incluso las que tienen <strong>su</strong> propio<br />
<strong>gato</strong> doméstico, a menudo poseen sólo una vaga idea de las<br />
complejidades de <strong>su</strong> vida social, de <strong>su</strong> comportamiento<br />
sexual, de <strong>su</strong> agresión o <strong>su</strong>s habilidades para la caza.<br />
Conocen bien <strong>su</strong>s estados de ánimo y los miman demasiado,<br />
pero no han hecho nada por estudiar a <strong>su</strong> animalito. En<br />
cierta medida, esto no es culpa <strong>su</strong>ya, porque la mayor parte