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Senderos de Liberacion - Federación Espírita Española

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más graves, <strong>de</strong> acuerdo con las características morales <strong>de</strong> cada cual.<br />

De cierto modo, eran intimidados por otros sicarios que los explotaban, amenazándolos con<br />

puniciones crueles en las regiones <strong>de</strong>sdichadas. Periódicamente eran llevados a constatar las disciplinas<br />

que aplicaban en aquellos que se negaban a la sumisión o no lograban realizar las tareas<br />

conforme les eran impuestas. Entre ellos tenía vigencia el régimen <strong>de</strong>l terror, <strong>de</strong> la adulación, <strong>de</strong> la<br />

inseguridad.<br />

Ignorantes <strong>de</strong> la realidad espiritual y <strong>de</strong>stituidos <strong>de</strong> valores morales, que no reunieron durante<br />

la reencarnación, vagaban en la inutilidad, faltos <strong>de</strong> energía y enfermos, hasta ser regimentados<br />

por aquellos que los sometían y explotaban. Como cayeron en su propia trampa, recelaban los<br />

próximos acontecimientos, que <strong>de</strong>sconocían.<br />

El fenómeno biológico <strong>de</strong> la muerte, al libertar al espíritu <strong>de</strong> las amarras carnales, solo se<br />

transfiere <strong>de</strong> una dimensión hacia otra, preservándole los valores, positivos o no, con los cuales se<br />

encontraba en el mundo. Al enfrentarse con la propia realidad, permanece errático, asociándose a<br />

otros con los cuales siente afinidad, formando así, como ocurre con los hombres encarnados, hordas<br />

y legiones perniciosas.<br />

Cuando alguno se da cuenta <strong>de</strong>la propia situación, cayendo en sí y resolviendo cambiar <strong>de</strong><br />

comportamiento, diligentes Benefactores que lo asisten, sin que el lo sepa, acu<strong>de</strong>n en su auxilio,<br />

mudándolo para otro campo vibratorio en el cual se reeduca, reconsi<strong>de</strong>ra sus actitu<strong>de</strong>s, reprograma<br />

su futuro.<br />

Permaneciendo en la rebeldía, en la insensatez, en la ociosidad, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> perturbarse<br />

<strong>de</strong>moradamente, se torna víctima <strong>de</strong> esbirros más impenitentes que lo explotan, que lo usan para<br />

fines horribles, hasta el momento en que brilla la divina misericordia y la expiación lo reconduce al<br />

proceso reencarnatorio, <strong>de</strong>purador.<br />

Estefanio, el hábil mistificador, recobrándose <strong>de</strong>l choque, comenzó a exigir.<br />

-“Libérenme. Soy un pez menudo en su red. No tengo ningún valor. Solo cumplo mi <strong>de</strong>ber,<br />

obe<strong>de</strong>ciendo ór<strong>de</strong>nes superiores, para evitarme problemas.”<br />

Muy calmo, Fernando aclaró:<br />

-“Bien lo sabemos. Conocemos personalmente la organización a la que tu perteneces y tenemos<br />

interés en contactarnos con tus jefes, especialmente con el Soberano.<br />

“Sin embargo, ocurre que nos encontramos investidos <strong>de</strong> relevantes compromisos morales y<br />

no disponemos <strong>de</strong> tiempo para malbaratarlos con hermanos ilusionados, como tu, que se atribuyen<br />

<strong>de</strong>rechos que no merecen, estén o no al servicio <strong>de</strong> quien quiera que sea.<br />

“De ese modo, cerraremos hoy estos capítulos <strong>de</strong> perturbación y mentira que tu haz vivido.<br />

Aunque nuestro David caiga en la alucinación que alimenta y para la cual tu haz contribuido, ya no<br />

tendrás más acceso al hospedaje mental ni acompañarás el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> los acontecimientos pautados.<br />

“Llega un momento en el cual cesa el libre albedrío individual y se manifiesta la Ley. Toda<br />

libertad tiene límite y éste es la frontera <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho, <strong>de</strong> la libertad ajena, sin lo que se abren los fosos<br />

<strong>de</strong>l libertinaje, <strong>de</strong>l <strong>de</strong>svarío.<br />

“Tu y nuestros hermanos, tus servidores, quedarán retenidos aquí, para una posterior remoción,<br />

en el momento oportuno.”<br />

Los esclarecimientos eran enunciados en tono fraternal, pero sin margen <strong>de</strong> dudas o posiciones<br />

<strong>de</strong> falsa compasión.<br />

Aquella sería una larga noche, una noche <strong>de</strong> angustias, <strong>de</strong> insegurida<strong>de</strong>s y dolores. La única<br />

certeza que existe es la <strong>de</strong>l incesante amor <strong>de</strong> Dios por todas Sus criaturas.<br />

La arrogancia <strong>de</strong> David y su <strong>de</strong>sequilibrio alcanzaron el nivel <strong>de</strong> lo absurdo cuando él pasó a<br />

armarse, como prevención contra asaltantes o enemigos, por los cuales se <strong>de</strong>cía perseguido. Intentó<br />

y consiguió la autorización para portar un revólver, consi<strong>de</strong>rando los viajes que empren<strong>de</strong>ría y los<br />

riesgos a que, según afirmaba, estaba sometido.<br />

En esa noche, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> cuidar la apariencia, tomó el arma y la colocó en su estuche, el que<br />

aseguró a su cintura.

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