11.05.2013 Views

Senderos de Liberacion - Federación Espírita Española

Senderos de Liberacion - Federación Espírita Española

Senderos de Liberacion - Federación Espírita Española

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

-“Recuer<strong>de</strong>n, recuer<strong>de</strong>n la batalla <strong>de</strong> Sedan (Francia). Era el 31 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 1870 y la<br />

guerra franco-prusiana llegaba a su momento culminante. El mariscal Mac-Mahon está al frente <strong>de</strong><br />

la voluminosa caballería <strong>de</strong>l ejercito alemán <strong>de</strong>l otro lado <strong>de</strong>l río Mosela... El miedo asalta los corazones<br />

y se espera con alta tensión la or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> atacar. La artillería alemana, bien situada, dispara con<br />

frecuencia contra los adversarios. Al amanecer <strong>de</strong>l 1° <strong>de</strong> septiembre, protegidos por la neblina los<br />

alemanes programan y ejecutan el ataque, siendo rechazados. No obstante con la llegada <strong>de</strong>l sol,<br />

tornándose un blanco expuesto, el ejercito francés sufre enormes bajas, inclusive a su comandante y<br />

se traba una encarnizada lucha...”<br />

A medida que el Mentor fue <strong>de</strong>lineando los hechos, los opositores se concentraban en ellos,<br />

lo que hizo que la pantalla recibiera las vibraciones <strong>de</strong>licadas, en movimiento continuo, cual si<br />

actuasen sobre leve neblina y le diesen contornos. Comenzaron entonces a surgir escenas <strong>de</strong> las<br />

luchas, permitiéndonos seguirlas, como ocurre en el cine. Fijando más el pensamiento en las evocaciones,<br />

los personajes producían imágenes en tercera dimensión, que nos presentaban el horror y la<br />

locura <strong>de</strong> la guerra...<br />

Millares <strong>de</strong> hombres en retirada bajo el fuego pesado <strong>de</strong> la artillería, que provocaba cráteres<br />

en el suelo y consumía vidas preciosas a cada explosión - formaban un triste espectáculo. Simultáneamente<br />

la caballería, avanzando y subyugando a los atrasados, <strong>de</strong>stripaba a los caídos bajo la<br />

gritería sin freno <strong>de</strong> la solda<strong>de</strong>sca salvaje, <strong>de</strong> las víctimas exánimes y <strong>de</strong>l relinchar <strong>de</strong> los animales<br />

heridos o estimulados a proseguir por medio <strong>de</strong> las espuelas en el velo plomizo que había sobre las<br />

cabezas <strong>de</strong>sorientadas - se sucedían las escenas <strong>de</strong> horror, aberrantes.<br />

En el fragor <strong>de</strong> la lucha surgen dos soldados franceses que también huían, cuando uno <strong>de</strong><br />

ellos, alcanzado por el proyectil <strong>de</strong> un obús, cae casi fulminado. El otro con visible riesgo <strong>de</strong> vida, se<br />

arrastra y logra salvarlo...<br />

Las escenas se mezclan y reaparecen en un área suburbana <strong>de</strong> París. El enfermo convalecía<br />

en casa <strong>de</strong> su salvador, atendido por una joven mujer, que lo ro<strong>de</strong>aba <strong>de</strong> cariño. Era la esposa <strong>de</strong><br />

Guillermo, el héroe...<br />

Hacía poco tiempo que habían terminado las luchas en la capital, con la <strong>de</strong>rrota total <strong>de</strong><br />

Francia, quien pagaría elevada suma en dinero a Bismark y perdía la Alsacia y una parte <strong>de</strong> Lorena<br />

en favor <strong>de</strong> los germanos.<br />

Se notaba que una afinidad muy gran<strong>de</strong> se había establecido entre el enfermo y su benefactora,<br />

pasando más tar<strong>de</strong> <strong>de</strong> los límites, cuando el esposo no se encontraba en el hogar.<br />

Posteriormente, se veía el <strong>de</strong>scubrimiento <strong>de</strong>l adulterio, la agresión <strong>de</strong> Guillermo enfurecido<br />

y su muerte, como reacción por la <strong>de</strong>sesperación provocada por el amigo que había salvado...<br />

Desaparecieron las escenas y el <strong>de</strong>sencarnado exclamó:<br />

-“Salvé al infame para que él me humillase, <strong>de</strong>struyendo mi hogar y robándome la vida.<br />

Perdonarlo? Nunca!<br />

-“No negamos lo horroroso <strong>de</strong> la ingratitud que es superlativa. No obstante si retroce<strong>de</strong>mos<br />

en el tiempo, iremos a <strong>de</strong>tectar <strong>de</strong>saliños en tu conducta que produjeron ese golpe rudo y macerante...<br />

Es llegado el momento <strong>de</strong> poner punto final a esa pugna. La Divinidad los unió como amigos para<br />

que superasen antiguas disputas, pero Gerardo no resistió a los ímpetus <strong>de</strong> su inferioridad, <strong>de</strong>rivando<br />

en la alucinación. A ti te correspon<strong>de</strong> rehacer el camino y abrir nuevas sendas para el futuro <strong>de</strong><br />

ambos.<br />

-“Nunca! La <strong>de</strong>sgraciada que con él se hizo cómplice <strong>de</strong>l homicidio, traicionándome, es hoy<br />

la esposa recatada -rió con ironía-, que me pagará en el momento apropiado. Primero él, <strong>de</strong>spués<br />

vendrá el otro ajuste <strong>de</strong> cuentas.”<br />

Pidiendo autorización para dialogar, David/Gerardo intentó justificarse:<br />

-“Cometí el crimen en <strong>de</strong>fensa propia. La justicia lo reconoció. Tu estabas enfurecido...<br />

-“Y no era para tanto? Albergar a la serpiente en el propio hogar para ser picado y por ella<br />

envenenado? La justicia te absolvió, porque aquellos como éstos, son días <strong>de</strong> iniquidad, cumpliéndome<br />

a mí el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> corregir las leyes viles.”

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!