Senderos de Liberacion - Federación Espírita Española
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-“Buen ánimo, amigo. La Ley se cumplió sin necesidad <strong>de</strong> tu intervención. Nadie huye <strong>de</strong> los<br />
fenómenos <strong>de</strong> la Vida - nacimiento, muerte, renacimiento. Ese ciclo es inevitable. El ir y venir es un<br />
proceso <strong>de</strong> la evolución al cual estamos sometidos.<br />
Le adicionó palabras confortantes y le sugirió el bálsamo <strong>de</strong> la oración, que iría a beneficiar<br />
a ambos.<br />
Del exterior nos llegaba el griterío <strong>de</strong>l grupo <strong>de</strong> <strong>de</strong>socupados, <strong>de</strong> seres perversos que frecuentan<br />
los cementerios, impedidos <strong>de</strong> introducirse gracias a las <strong>de</strong>fensas magnéticas que habían<br />
sido provi<strong>de</strong>nciadas.<br />
Algunos amigos <strong>de</strong>l extinto, antes <strong>de</strong>l sepultamiento, profirieron palabras <strong>de</strong> simpatía y <strong>de</strong><br />
homenaje, habiendo sido transferido el ataúd hacia el área externa, don<strong>de</strong> sería inhumado.<br />
En el instante en que el mismo era <strong>de</strong>positado, A<strong>de</strong>laida, que permanecía impactada, tensa,<br />
pareció <strong>de</strong>spertar y emitiendo un grito ronco, cual rugido <strong>de</strong> una fiera aprisionada, empali<strong>de</strong>ció,<br />
cayendo inconsciente. El rostro se presentó congestionado, las piernas y los brazos se distendieron,<br />
la lengua fue proyectada hacia afuera <strong>de</strong> la boca. La cabeza pasó a<br />
moverse <strong>de</strong> arriba hacia abajo frenéticamente y luego, se instaló la fase discontinua, el<br />
momento terrible <strong>de</strong> la convulsión...<br />
Familiares y amigos corrieron a sostenerla, empero los movimientos rápidos, bruscos, tornaban<br />
difícil la tarea.<br />
El Dr. Carneiro, profundamente compa<strong>de</strong>cido, envolvió a la paciente en fluidos calmantes y<br />
nos dijo:<br />
-“Nuestra hermana comienza a vivir su calvario re<strong>de</strong>ntor. Se trata <strong>de</strong> una crisis convulsiva <strong>de</strong><br />
naturaleza epiléptica y es necesario aguardar el estado <strong>de</strong> sopor, puesto que provi<strong>de</strong>ncia alguna<br />
podrá ser tomada en tal circunstancia.”<br />
Ya habíamos estudiado el problema epiléptico anteriormente en otra Obra, cuando examinábamos<br />
su psicopatogénesis, en la cual incluíamos los síndromes obsesivos. ( * )<br />
En el cuadro que se presentaba <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> nuestros ojos, no <strong>de</strong>tectábamos interferencia<br />
espiritual negativa, responsable por el surgimiento <strong>de</strong> la crisis convulsiva.<br />
Percibimos el inconveniente y en cuanto la enferma, ahora envuelta en el torpor, era conducida<br />
hacia la sala próxima, el Dr. Carneiro nos explicó, didáctica y pacientemente:<br />
-“La epilepsia es conocida <strong>de</strong>s<strong>de</strong> eras remotas, particularmente en la antigüedad clásica,<br />
cuando se creía que Hércules era epiléptico, <strong>de</strong> ahí <strong>de</strong>rivando la <strong>de</strong>signación <strong>de</strong> morbus hércules. Es<br />
sabido también, que las sacerdotisas sufrían convulsiones <strong>de</strong> carácter punitivo, dando origen al<br />
morbus divinus. Por mucho tiempo se creyó en la influencia <strong>de</strong> la luna como la <strong>de</strong>senca<strong>de</strong>nante <strong>de</strong><br />
las crisis, posibilitando la <strong>de</strong>nominación <strong>de</strong> morbus lunáticus y finalmente, entre otros nombres y<br />
causas, tenemos el morbus <strong>de</strong>moniácus, por suposición <strong>de</strong> que los pacientes eran poseídos por seres<br />
<strong>de</strong>moníacos. En esa última clasificación, incluimos los episodios mediúmnicos-obsesivos, que ciertamente<br />
algunos psiquiatras y neurólogos no consi<strong>de</strong>ran legítimos.<br />
-“La historia <strong>de</strong> la epilepsia es larga y tiene raíces profundas en los sutiles engranajes <strong>de</strong>l<br />
Espíritu, como en el caso <strong>de</strong> nuestra A<strong>de</strong>laida. El estudio <strong>de</strong> los efectos y <strong>de</strong> sus psicogénesis<br />
necesita avanzar en el rumbo <strong>de</strong> las estructuras originales <strong>de</strong>l ser humano, a fin <strong>de</strong> ser <strong>de</strong>tectados los<br />
verda<strong>de</strong>ros factores <strong>de</strong>senca<strong>de</strong>nantes, como veremos.<br />
“Abandonando la hipótesis obsesiva, la ciencia médica se refiere a epilepsias reflejas, por<br />
traumatismos craneanos, por tumoraciones en el sistema nervioso central, endocrinas, tóxicas y<br />
emocionales...<br />
“De acuerdo con los síndromes -conjunto <strong>de</strong> factores etiológicos- que posibilitan el surgimiento<br />
<strong>de</strong> la forma sintomática, se cree en aquella <strong>de</strong>nominada esencial o idiopática, que sería el<br />
efecto <strong>de</strong> manifestaciones constitucionales, no obe<strong>de</strong>ciendo a las génesis establecidas, empero, <strong>de</strong>rivada<br />
<strong>de</strong> factores hereditarios.”<br />
Guardó silencio por momentos y dio curso a las informaciones oportunas:<br />
“La epilepsia no perturba a la inteligencia, pudiendo encontrarse en pacientes idiotas o