Descargar Guía - Fundación IPADE

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reflexiones
» Es muy importante que los equipos de trabajo tengan una idea clara de los conceptos, estrategias,
metodologías y herramientas que maneja la organización. Debido a los diferentes niveles de conocimiento
e involucramiento de los equipos técnicos, es necesario realizar un proceso de inducción para asegurar
una coherencia conceptual y facilitar la incorporación de estos principios en la relación de trabajo con las
comunidades. Aun cuando las metodologías y herramientas han sido revisadas, mejoradas y adaptadas a los
diferentes contextos en las intervenciones, no siempre todos los equipos técnicos han trabajado las mismas
metodologías, lo cual ha necesitado la elaboración de una estrategia para presentar la presentación, el
lenguaje así como las metodologías y las herramientas de trabajo con las comunidades. Entender este
aspecto como un proceso susceptible de mejora continua ha sido parte del aprendizaje institucional.
» La implementación de encuestas de Conocimientos, Actitudes y Prácticas (CAP) ha permitido
levantar una línea de base crítica para poder medir el impacto de las intervenciones. Sin embargo,
hace falta mejorar la incidencia sobre los actores locales sobre la importancia de este levantamiento de
datos para aumentar su eficacia. La adopción de prácticas adecuadas de manejo del agua, los cambios
de comportamiento de las comunidades con respecto a la gestión del agua, la mayor participación de la
mujer en los procesos comunitarios, entre otros aspectos, pueden ser efectos movilizadores tanto para
la propia comunidad como para otras comunidades que comparten esta problemática, ello requiere la
construcción de indicadores clave con la propia población y su socialización posterior. IPADE aún no ha
considerado la incorporación de esta estrategia en su componente de educación y sensibilización que
permita apreciar y compartir estos logros con la población.
» Las intervenciones deben partir del conocimiento de la población local sobre su recurso hídrico y facilitar
su inserción en el proceso, tomando en cuenta a los grupos con menores posibilidades de participación y
decisión en su manejo, los jóvenes, que, por lo general, no suelen ser considerados y, sin embargo, pueden
jugar un papel decisivo para la sostenibilidad. IPADE, sin embargo, no desarrolló suficientes esfuerzos para
lograr una mayor implicación de los/as jóvenes mediante actividades de sensibilización enfocadas a este
grupo poblacional, que suele resultar promisorio y obtener buenos resultados.
» La educación y sensibilización debe descansar en el trabajo del personal de los distritos de salud, por
ello IPADE procura en cada intervención involucrarlos desde el inicio en las campañas de sensibilización y
educación, sin embargo la implicación de los funcionarios de los distritos de salud varía de un municipio
a otro. Por ello se requiere contar con un esquema de responsabilidades que tienen los distintos actores
a lo largo de la intervención, la metodología de trabajo a emplear en los procesos de educación,
sensibilización y monitoreo en cada comunidad, entre otros aspectos. De esta manera se puede asegurar
un seguimiento y mayor implicación por parte del Ministerio de Salud, a través de los distritos de salud,
para que tomen el relevo una vez que concluya el apoyo de IPADE.