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o de modelos. Ese puede ser otro nivel de incidencia, que conjuga una experiencia construida, probada
y efectiva, con la formulación de una propuesta de política pública que se desprenda de las mejores
prácticas de ese modelo.
Por último, es necesario considerar desde un principio la implicación de actores más “amplios” para crear
mayor incidencia: mancomunidades, autoridades de cuenca, CONAGUA, Ministerios, etc.
enfoque de cuenca
Es altamente recomendable garantizar la conservación y el manejo sostenible del recurso hídrico desde
un enfoque integral que trabaje a nivel de cuenca en el que participen todos los actores del territorio que
estén implicados en la gestión del agua ya que es la forma de asegurar que la disponibilidad de agua es
suficiente para cubrir la demanda en calidad y cantidad y garantizar la sostenibilidad natural e integral del
ciclo hidrológico.
Un bien público como el agua es de competencia estatal. Por ello el trabajo a nivel de cuenca hídrica
debe desarrollarse por los diferentes actores, pues implica una intervención más amplia que el ámbito
municipal. Se debe realizar un diagnóstico multidimensional de la zona, que incluya un análisis de los
actores involucrados. Este análisis debe incluir actores que tienen capacidad y posibilidad de incidir sobre
la gestión del agua, entre ellas, empresas de energía, de minería, proyectos hidroeléctricos, que en muchos
casos generan desplazamientos de la población, inundaciones, deterioro ambiental. Este es un aspecto que
se debe incorporar para tener una visión más precisa de la zona de actuación.
sosteniBiLidad
Un aspecto que puede garantizar la sostenibilidad de los sistemas es la participación de las organizaciones
y actores locales desde el estudio preliminar, para fortalecer sus capacidades y fomentar su apropiación
durante el proceso de intervención, de tal modo que, cuando finalice la construcción de los sistemas de
agua y saneamiento, la población tenga una visión de lo que supone su operación y mantenimiento. Este
mayor involucramiento puede conseguir, además, la valoración de la comunidad sobre su sistema. Así,
cuando establezcan una tarifa van a entender por qué y para qué la necesitan; a su vez, los primeros
aportes van a resultar importantes para el mantenimiento y la sostenibilidad del sistema.
Otro aspecto que aporta hacia la sostenibilidad es el apoyo a la organización comunitaria, por ello la
implementación de las distintas acciones con la comunidad debe considerar su casuística social, cultural y
étnica. Esto contribuye al empoderamiento de la población dado que la participación está muy vinculada a
la sostenibilidad: mientras mayor sea la participación mejor asegurada estará la sostenibilidad.
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