Número 11 - ceder caparra

Cecilio Pajina
retrato
La forja de hierro fue descubierta por los hititas
a mediados del segundo milenio antes de Cristo.
Se usaba para hacer armas y utensilios para la
agricultura y la decoración, pero ya en tiempos
más modernos, de la forja han empezado a salir
también esculturas como las de Cecilio Pajita,
vecino de Ahigal, que después de recorrer toda
España como emigrante, regresó a la tranquilidad
del pueblo a trabajar en el campo y a forjar
con sus manos esculturas salidas del mundo de
los sueños, de una calidad que sorprende tanto
a profanos como a entendidos.
¿Por qué decidió volver al pueblo?
Regresé hace 25 o 30 años porque estaba un poquito
harto y quería quedarme en mi pueblo tranquilamente,
y decidí dedicarme al campo, aunque al principio tuve
un bar que llevé durante doce o catorce años y después
me dediqué exclusivamente al olivar, es decir, a
trabajar en el campo. Es un olivar normal, como todos
los de aquí, que da para vivir de ello sin necesitar de
nada más, aunque la cosa está un poquito mal, porque
aunque la vida en el campo es dura, lo más duro
de todo es la parte económica, es muy ingrata, en
cuanto no se te paga el esfuerzo que realizas.
Cuando hay una gratificación, la batalla es menos
dura, pero cuando luchas contra viento y marea
esto se convierte en lo peor de estar en el campo.
Y es verdad es que hay buenos aspectos.
¿Cómo aprendiste el oficio de forja?
Mi padre era herrero en el pueblo, y también un hermano
suyo, y mi abuelo Santiago y algunos más de
una familia larga por parte de mi madre, que se dedicaban
a la fragua. El primer o segundo año de estar
aquí de vuelta en Ahigal hubo un curso de forja y
me apunté porque me llamó la atención. Hice dos
“cositillas” allí, algo peculiares, y fue un año que me
fue muy bien. A partir de ahí, hago cosas bastante
curiosillas, hay mucha gente interesadas en ellas.
¿Qué tipo de forja haces?
Pues unas esculturas que rozan un nivel bastante
alto, hago cosas bastante interesantes, con materiales
como el hierro, cobre, madera, piedra, me
gusta mucho mezclar. Ha venido mucha gente buscando
un artesano y cuando han llegado se han
quedado verdaderamente sorprendidos, porque hay
muchos que dicen que es algo raro lo que hago, es
difícil de describir, es para verlo. Son esculturas de
muchos tipos, hago pequeños hombres de hierro;
cosas que son raras, no porque sean abstractas, no
son cosas que no se puedan descifrar, se puede ver
lo que son. A la gente les encantan y por eso hago
una exposición en agosto y otra en otro momento
del año, y vienen muchas personas a verme y cada
vez les sorprendo, porque cada año hago dos o tres
nuevas.
¿En qué se inspira, de dónde le salen esas imágenes
que esculpe?
Eso es lo raro, porque realmente copia de algo no
tengo de nada, son cosas que surgen cuando yo me
meto en mi pequeño refugio. Ahora, por ejemplo,
estoy haciendo una de regalo para un amigo mío,
en sólo unos días la pienso y se que va a salir una
cosa preciosa, hago cosas muy bonitas.
¿Además de esculturas hace otro tipo de forja
como su padre y abuelo?
Ellos se dedicaban a afilar todos los útiles de labranza,
las rejas, pero ese tipo de trabajo ya no se
utiliza, es historia. Las azadas por ejemplo, que
antes se arreglaban ahora se compran, porque es
mucho más fácil ir a la tienda y comprar una nueva,
además de que no hay nadie que haga este tipo de
trabajo. Yo no hago eso, sino una especie de escultura,
que dicen que se asimila mucho a un tal Pablo
Gargallo, un escultor español que hace pequeñas
esculturas, pero las mías, sin tener réplicas de ninguna
de las suyas, son piezas muy interesantes la
verdad. De hecho me han propuesto exponer en un
sitio importante y un día quizá lo haga.
¿La artesanía es una solución para que gente
joven se instale en nuestros pueblos?
Es muy difícil, tendrías que ser bueno, muy bueno y
que alguien te diese con la varita mágica o hacer
cosas como los chinos, rápidas para darlas a bajo
precio. Yo tengo un amigo que es un artista del
barro y no puede sobrevivir, tiene que tener otros
trabajos.
Entrevista realizada por Beatriz Calvo
las tierras 11