El método del camello - IMB Resource Catalog

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. Una nueva confesión
HISTORIA DEL INYIL: Pablo cree en Isa – Hechos 9:1-11
Saulo, un líder entre los judíos, rechazaba la resurrección de Jesús y perseguía grandemente
a aquellos que lo seguían. En su camino a Damasco para arrestar a los seguidores
de Isa, Él se le apareció a Saulo. Saulo le preguntó: “Señor, ¿quién eres?” Isa le respondió:
“Yo soy Isa, a quien tú persigues”. Saulo dijo: “Señor, ¿qué quieres que yo haga?” Isa
le mandó ir a Damasco donde se le diría qué hacer. Allí, Isa envió a Saulo a un hombre
llamado Ananías. Ananías bautizó a Saulo en el nombre de Isa. Saulo, quien luego sería
llamado Pablo, empezó a predicar de la resurrección de Isa, el perdón de pecados y
la vida eterna por medio de Isa. La gente estuvo sorprendida de que este Saulo, quien
había perseguido a los seguidores de Isa, ahora los estaba llamando a seguir a Isa y
confesarlo como Señor. Dios luego usó a Pablo para establecer muchas iglesias y para
escribir una importante porción del Inyil. ¿Quién sabe cómo escogerá Dios usarlo a
usted?
Antigua confesión: “No hay más dios que Alá; Mahoma es el mensajero de Alá”.
Nueva confesión: “Jesús (Isa) es el Señor”.
Juan 17:3 (Isa dijo) “Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti el único Dios verdadero
(Alá) y a Jesucristo (Isa Masih) a quien has enviado”.
Hechos 2:36-38 A este Jesús (Isa) a quien vosotros crucificasteis, Dios (Alá) le ha hecho
Señor y Cristo (Masih). Al oír esto se afligieron de corazón, y dijeron… ¿Qué haremos? Pedro
les dijo: “Arrepentíos y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesús (Isa Masih) para
perdón de pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo”.
Romanos 10:9 Que si confesares con tu boca al Señor Jesús (Isa) y creyeres en tu corazón
que Dios (Alá) lo levantó de los muertos, serás salvo.
Hechos 4:10-12 Jesucristo (Isa Masih)… y en ningún otro hay salvación, porque no hay
otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.
Juan 14:6 Jesús (Isa) le dijo: “Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre,
sino por mí”.
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