El método del camello - IMB Resource Catalog

• Alá designó a Ibrahim como el padre de su pueblo escogido.
• Alá le dijo a Ibrahim que le daría multitudes de descendientes y que, por medio de
esos descendientes, Alá bendeciría la tierra. Así que Ibrahim le creyó a Alá y lo siguió a
la tierra de Canaán.
• Ibrahim y su esposa Sara ya eran muy ancianos (físicamente muy viejos para tener un
hijo) y todavía no tenían el hijo mediante el cual Dios le daría a Ibrahim muchos descendientes.
Una noche, Alá llevó a Ibrahim fuera de su tienda y le mostró las estrellas
en el cielo y le dijo que sus descendientes serían como las estrellas. Él le creyó a Alá y
le fue contado por justicia.
• Cuando Ibrahim tenía 100 años de edad, Alá le dio un hijo llamado Isaac (Ishaque).
Este era el hijo que Alá le había prometido.
• Luego, Alá le ordenó a Abraham que ofreciera a Ishaque como un sacrificio a Alá.
• Ibrahim obedeció a Alá, pero antes de que acuchillara a Ishaque, el ángel del Señor lo
detuvo. En lugar de Ishaque, Alá proveyó un cordero para el sacrificio.
Resumen
Alá quiere que sepamos cómo es Él y lo que requiere de nosotros. La historia de
Ibrahim nos muestra que la fe es necesaria para una vida recta delante de Alá (vea
Romanos 4:1-5). También, vemos que Alá no le permitió a Ibrahim ofrecer a su hijo
como sacrificio. Alá proveyó un sustituto. Pero un día Alá ofrecería a su Hijo quien
sería el sustituto para todos los que tienen fe (vea Juan 3:16).
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. Moisés (Musa) Éxodo, capítulos 12 al 20
Puntos a resaltar
• El pueblo de Alá emigró a Egipto. Al principio fueron tratados con cordialidad pero
luego los hicieron esclavos y los maltrataron.
• Alá envió a Moisés a liberar a su pueblo de la esclavitud en Egipto.
• Bajo el liderazgo de Moisés, nueve terribles plagas cayeron sobre Egipto, pero el
Faraón (en árabe se dice ‘Faron’) no dejaba salir al pueblo de Alá.
• Alá decidió enviar una plaga final al Egipto – el primogénito de cada criatura moriría.
Alá le dijo a su pueblo que ellos tenían que sacrificar un cordero y usar la sangre para
untar las puertas de sus casas. Alá pasó sobre las casas de aquellos que creían en Él y
que habían colocado la sangre del cordero en sus puertas. En las casas que hicieron
esto el primogénito no murió, sino que Dios preservó su vida.
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