14.05.2013 Views

Goce racista. Una aproximación lacaniana al racismo en Bolivia

Goce racista. Una aproximación lacaniana al racismo en Bolivia

Goce racista. Una aproximación lacaniana al racismo en Bolivia

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

640<br />

RAE • Racismo de ayer y hoy, <strong>Bolivia</strong> <strong>en</strong> el contexto mundi<strong>al</strong><br />

<strong>al</strong> dolor y <strong>al</strong> sufrimi<strong>en</strong>to”. 2 Pero además el goce <strong>en</strong> psicoanálisis es polisémico, es decir, hay<br />

varias formas de goce. En una primera instancia, goce es lo perdido y lo imposible, lo que<br />

habríamos experim<strong>en</strong>tado <strong>en</strong> los primeros mom<strong>en</strong>tos de nuestra exist<strong>en</strong>cia, goce incestuoso<br />

de fusión con la Madre, anterior a la subjetivación, goce <strong>al</strong> que tuvimos que r<strong>en</strong>unciar<br />

para <strong>en</strong>trar –y <strong>al</strong> <strong>en</strong>trar— <strong>en</strong> el mundo del l<strong>en</strong>guaje y de las relaciones intersubjetivas, y<br />

que, habi<strong>en</strong>do sido r<strong>en</strong>unciado, es irrecuperable, está definitivam<strong>en</strong>te perdido. Como se<br />

sabe, el proceso de esa r<strong>en</strong>uncia se llama castración <strong>en</strong> psicoanálisis y ocurre <strong>en</strong> el proceso<br />

del Edipo. La castración es simbólica, una operación significante “que hace de la carne<br />

cuerpo, des<strong>al</strong>oja el goce de esa carne, lo tacha, lo prohíbe, lo desplaza, lo promete”. 3 En<br />

contra de lo que se suele p<strong>en</strong>sar, la castración –que es simbólica, es decir, una operación de<br />

l<strong>en</strong>guaje— y la r<strong>en</strong>uncia <strong>al</strong> goce que implica, es necesaria y b<strong>en</strong>éfica <strong>en</strong> última instancia.<br />

Sin castración simbólica, sin interv<strong>en</strong>ción del padre –del Nombre del Padre, de la Ley <strong>en</strong><br />

términos lacanianos—, quedaríamos atrapados <strong>en</strong> la vorágine de un goce sin p<strong>al</strong>abra, de<br />

ese goce origin<strong>al</strong>, mítico, <strong>en</strong> el que éramos uno solo con la Madre. 4 Pero la r<strong>en</strong>uncia <strong>al</strong> goce<br />

nunca es completa. Siempre queda la nost<strong>al</strong>gia (mítica) del goce perdido y un resto que,<br />

si<strong>en</strong>do goce todavía, es otro, un goce posible, admisible, goce fálico <strong>en</strong> términos técnicos:<br />

por ejemplo, goce sexu<strong>al</strong> como “goce permitido por las vías de lo simbólico”, 5 síntomas<br />

como formas inconsci<strong>en</strong>tes de goce, 6 objetos fantasmáticos como promesas imposibles de<br />

goce. 7 Se trata <strong>en</strong> todos los casos del goce cernido por la p<strong>al</strong>abra, filtrado por el l<strong>en</strong>guaje,<br />

traducido <strong>en</strong> discurso <strong>en</strong>igmático (como el del sueño) por el inconsci<strong>en</strong>te y, por ello, un<br />

goce l<strong>en</strong>guajero como le llama Braunstein. 8<br />

El modo <strong>en</strong> el que este proceso ocurre, <strong>en</strong> que el goce se traduce <strong>en</strong> discurso a través<br />

del inconsci<strong>en</strong>te, el relativo éxito o f<strong>al</strong>ta de éxito de este tortuoso proceso, determina la<br />

relativa “norm<strong>al</strong>idad” del individuo –así, relativa y <strong>en</strong>tre comillas, porque ya se sabe, no<br />

hay “norm<strong>al</strong>idad” <strong>en</strong> psicoanálisis—, o la pres<strong>en</strong>cia de perturbaciones más fuertes, que dan<br />

lugar a las figuras clínicas del psicoanálisis, todas ellas formas de relación inconsci<strong>en</strong>te con<br />

el goce: la psicosis, invasión incontrolada de goce debida a una f<strong>al</strong>la origin<strong>al</strong> <strong>en</strong> el mom<strong>en</strong>to<br />

de la castración simbólica; la neurosis obsesiva y la histeria, oclusiones <strong>en</strong> el paso del goce por<br />

la p<strong>al</strong>abra, formas particularm<strong>en</strong>te int<strong>en</strong>sas de def<strong>en</strong>sa inconsci<strong>en</strong>te contra el goce --contra<br />

el propio goce experim<strong>en</strong>tado como excesivo, <strong>en</strong> el caso de la neurosis obsesiva, contra el<br />

goce del otro, experim<strong>en</strong>tado como traumático, <strong>en</strong> el caso de la histeria--; y, fin<strong>al</strong>m<strong>en</strong>te,<br />

la perversión, int<strong>en</strong>to siempre f<strong>al</strong>lido de administrar el goce a través de la manipulación del<br />

cuerpo del otro. 9 Pues bi<strong>en</strong>, el punto que interesa marcar aquí, sin ninguna pret<strong>en</strong>sión ni<br />

deseo de re<strong>al</strong>izar psicoanálisis clínico sino sólo de aportar criterios de psicoanálisis teórico,<br />

es que el goce inconsci<strong>en</strong>te y sus efectos sobre el ord<strong>en</strong> simbólico e imaginario de los<br />

individuos también se hace pres<strong>en</strong>te <strong>en</strong> la vida colectiva. En otras p<strong>al</strong>abras –parafraseando<br />

el subtítulo de un importante libro sobre el tema—, que el goce es también un factor<br />

político, y uno princip<strong>al</strong>, aspecto que veremos a continuación.<br />

El goce como factor político<br />

Hay <strong>al</strong> m<strong>en</strong>os tres formas de goce según el psicoanálisis lacaniano: goce del ser, goce<br />

fálico o l<strong>en</strong>guajero (goce mediado por el l<strong>en</strong>guaje, como vimos) y goce del otro. Hasta ahora<br />

sólo m<strong>en</strong>cionamos las dos primeras: el imposible y mítico goce del ser –que sería el de la<br />

fusión con la Madre <strong>en</strong> los comi<strong>en</strong>zos de la exist<strong>en</strong>cia, goce perdido para siempre— y el<br />

2 Braunstein 2006: 14<br />

3 Ibid.: 33<br />

4 Ibid.: 47-48<br />

5 Ibid.: 33-34<br />

6 Ibid.: 72<br />

7 Ibid.: 86<br />

8 Ibid.: 74<br />

9 Braunstein 2006: 26-27, 99-100<br />

Tomo II.indb 640 7/7/10 9:42:31 PM

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!