14.05.2013 Views

ab simpson - Renovacion Para Las Naciones

ab simpson - Renovacion Para Las Naciones

ab simpson - Renovacion Para Las Naciones

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

ción de este lavatorio no era a mucha distancia, sino<br />

exactamente junto al altar del sacrificio. Pri mero, los<br />

israelitas tenían que acudir al altar donde ofrecían la<br />

víctima, y luego iban al lavatorio, donde se lav<strong>ab</strong>an las<br />

manchas. Todo esto tenía lugar antes de entrar en el<br />

Lugar Santo, el santuario de Dios, para la comunión más<br />

inmediata con El. Ahora bien, amados, éste es el<br />

significado y lugar de la santificación. ¡Oh, que podamos<br />

aprender dónde estamos! Cristo no guarda o retiene tu<br />

santificación hasta que llegues al Lugar Santísimo. Te la<br />

da inmediatamente después que has sido perdonado, para<br />

que entres a su servicio, hagas su obra consagrada, y<br />

vivas una vida de pureza para su gloria y para el bien de<br />

los hombres.<br />

Y ahora, amigos, si es verdad que Dios ha provisto<br />

esta consagración para nosotros, ¡qué respons<strong>ab</strong>ilidad<br />

pone esto sobre cada creyente! ¡Mirémosla! No se halla<br />

escondida detrás de las cortinas; está <strong>ab</strong>ierta a todos y<br />

por ello <strong>ab</strong>ierta para ti. Si no la recibes, ¿qué dirás a<br />

Cristo en el día de su venida, cuando te pregunte:<br />

«Amigo, ¿cómo has entrado sin tener el vestido de<br />

boda?• ¿Qué puede decir un cristiano que vive en algún<br />

pecado? Mucho me temo que te quedarías mud o, y no<br />

tendrías nada que contestar. Asegurémonos de que no<br />

sólo hemos acudido al altar y a la san gre, sino también<br />

que hemos sido lavados con agua pura, y que<br />

mantenemos constantemente nuestros vestidos sin<br />

mancha de este mundo, lavados en la corriente de su<br />

amor.<br />

Tenemos el altar que nos h<strong>ab</strong>la de su obra ter -<br />

minada; tenemos la fuente que nos h<strong>ab</strong>la de la provisión<br />

infinita para nuestras necesidades. La idea específica<br />

del lavatorio era la purificación. ¿La hemos recibido?<br />

¿Estamos andando con el Espíritu de Dios? ¿Hemos<br />

confiado en el Salva-<br />

dor; hemos confiado también en el Espíritu San to? Ya<br />

hemos recibido la sangre. ¿Hemos recibido en la misma<br />

plenitud las inagot<strong>ab</strong>les provisiones de su Espíritu?<br />

Todos hemos tenido en gran estima el amor que durant e<br />

treinta y tres años h<strong>ab</strong>itó entre nosotros como un mártir<br />

y un desterrado. Pero, ¿hemos reconocido un amor<br />

igual que durante casi dos mil años ha hecho su hogar<br />

en la raza vil y pecadora, residiendo como podríamos<br />

decir en un hospital de leprosos, para li mpiar la<br />

suciedad de nuestra culpa? Me avergüenzo siempre que<br />

pienso en este amor y paciencia, de que no le haya<br />

amado más, y me haya rendido de modo más completo<br />

a su gracia. ¡Oh, recibe al Espíritu Santo de nuevo en el<br />

día de hoy! ¡Que su vasta y poderosa corriente de amor<br />

fluya en tu naturaleza, y al seguir adelante con el<br />

conocimiento de su presencia, que dejes fluir las aguas<br />

por toda tu alma, para ser lavado totalmente! El<br />

lavatorio siempre est<strong>ab</strong>a lleno. Y lo mismo hoy; hay<br />

bastante para todos.<br />

También desciende al nivel de todos v cada uno de<br />

nosotros. Spurgeon cuenta una historia muy interesante y<br />

curiosa de su juventud. Dice que cuando era un<br />

muchacho iba con su hermano a las casas de dos tías<br />

suyas con cierta frecuencia. Cuando iban a ver a tía<br />

Margaret, nunca recibían muchas galletas ni golosinas,<br />

pues siempre las guard<strong>ab</strong>a en el estante de arriba. Pero<br />

que cuando visit<strong>ab</strong>a a su tía Jane, tenían todo lo que<br />

querían: ella se lo d<strong>ab</strong>a enseguida y siempre guard<strong>ab</strong>a<br />

las galletas en el estante de <strong>ab</strong>ajo.<br />

¡Cuán cerca nos pone Cristo la salvación! La ley la<br />

pone arriba en el Sinaí; apenas podía alcanzarla Moisés.<br />

Pero Cristo se pone al nivel del niño más débil, y la pone<br />

donde cualquiera la puede alcanzar, como aquellas aguas<br />

que fluían al pie<br />

46 47

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!