ab simpson - Renovacion Para Las Naciones
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triunfes en este ministerio, que tomes tu corona de<br />
oración que El lleva y la compartas con El.<br />
4. Luego vemos que en el altar est<strong>ab</strong>an los cuernos.<br />
H<strong>ab</strong>ía cuatro, uno en cada esquina, apuntando a los<br />
cuatro puntos cardinales y a los diferentes campamentos<br />
de Israel. H<strong>ab</strong>ía cuatro grandes campamentos, y así la<br />
oración de nuestro Señor alcanza el norte, el sur, el est e<br />
y el oeste. Es para todo su pueblo, y para todas las<br />
edades de su Iglesia, y para todos los lugares del globo<br />
en que puedan hallarse; porque nadie puede estar<br />
aislado de su simpatía y su ayuda victoriosa. Nos alcanza<br />
en este momento; apunta en este mismo momento a tu<br />
necesidad y dice: «¡Padre, entrégamelo! ¡Padre, da la<br />
victoria! ¡Oh, piensa en este altar, símbolo de la victoria<br />
sobre tus enemigos y reclama el triunfo para nosotros!»<br />
Levántate, al<strong>ab</strong>a y confía en Dios por él.<br />
Así debe ser con nuestras oraciones: hemos de ser<br />
amplios en el círculo de nuestras oracio nes. Hay que<br />
evitar el egoísmo. Hemos de ensan char nuestras almas.<br />
Un hermano dijo hace unos días: «He hallado la salida<br />
de mis problemas: orar por otros.» Cuando tu corazón<br />
está acorralado y a punto de estallar, ora por alguien<br />
distinto de ti. Deja que se ensanche el círculo de tus sim -<br />
patías; que tengas objetos de oración en todo país y en<br />
todo continente. Puedes tener almas en África, lo mismo<br />
que aquí, y si en todo momento de tu vida te ocupas de<br />
la oración, hallaras, cuando llegues al hogar, que tienes<br />
multitud de almas. La oración es el mayor de tus<br />
ministerios. Es mucho más que predicar. Tu posición en<br />
los bancos no es menos importante que la mía. Estoy<br />
seguro de que incluso en nuestro tr<strong>ab</strong>ajo es lo mejor que<br />
podemos hacer por Dios. Recuerdo h<strong>ab</strong>er par ticipado en<br />
un servicio en el Oeste del que no vi<br />
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frutos. ¡H<strong>ab</strong>ía orado tanto por esta obra particu lar y<br />
todo parecía vano! En un momento de can sancio, ayer,<br />
leí unas cartas y encontré un maravilloso testimonio de<br />
aquella reunión, por parte de una persona, y también<br />
otra que h<strong>ab</strong>ía sido salvada allí y h<strong>ab</strong>ía salido de aquel<br />
lugar con sentimiento de culpa y h<strong>ab</strong>ía h<strong>ab</strong>lado a otros y<br />
estos también h<strong>ab</strong>ían sido salvos. Entonces sentí qu e<br />
en la obra del evangelio no hay otro poder que el de<br />
Dios; hemos de confiar en El y esperar las cosas que<br />
pedimos. La gran pregunta es: ¿Qué es lo que Dios va a<br />
hacer? Es de muy poca importancia la forma en que te<br />
impresione lo que un hombre diga, parez ca interesante<br />
o <strong>ab</strong>urrido, sino que lo importante es la forma en que el<br />
Espíritu Santo te va a hacer sentir tu necesidad y te<br />
levantará para la victoria. El secreto del éxito es el<br />
Espíritu Santo, reclamado por medio de la oración.<br />
5. H<strong>ab</strong>ía anillos en este altar de oro, para facilitar<br />
su traslado de un lugar a otro. Esto es importante. No<br />
est<strong>ab</strong>a estacionado en un punto, de modo que la gente<br />
no hacía peregrinaciones a él, sino que era llevado con<br />
el campamento. Lo mismo con nosotros. No hay un lugar<br />
en nuestro viaje en que no nos siga el altar y transforme<br />
la almohada de piedra de Jacob en una escalera ha cia el<br />
cielo. ¿Llevas contigo tu altar? ¿Tiene este altar de<br />
oración anillos? ¿Te lo llevas a tu tr<strong>ab</strong>ajo, a tus<br />
negocios, a tus visitas, a tus partidas de campo para<br />
recreo? Dios espera que tú estés tan cerca de El en el<br />
día de fiesta como en el día de tr<strong>ab</strong>ajo. ¿Tienes varas<br />
preparadas para el transporte? ¿ Puedes orar en todas<br />
partes? ¿Tienes práctica en correr las cortinas y<br />
quedarte solo con Dios en todas circunstancias?<br />
6. El fuego en el altar quem<strong>ab</strong>a constante -<br />
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