ab simpson - Renovacion Para Las Naciones
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censario de oro lleno de brasas de fuego e incien so<br />
humeante en sus manos, pas<strong>ab</strong>a detrás del velo,<br />
entrando sólo en el Lugar Santísimo, y allí h<strong>ab</strong>ía<br />
expiación para el pueblo en la presencia inmediata de<br />
Dios.<br />
Rodeando al T<strong>ab</strong>ernáculo h<strong>ab</strong>ía un patio, un recinto<br />
de ochenta y siete pies por ciento setenta y siete<br />
(2,6 m x 5,3 m), con una <strong>ab</strong>ertura en el lado de<br />
oriente, llamada la puerta. El pueblo po día entrar en<br />
este atrio.<br />
En este atrio h<strong>ab</strong>ía dos objetos de culto. Cerca de la<br />
puerta est<strong>ab</strong>a el altar de bronce para los<br />
sacrificios. En este altar se quem<strong>ab</strong>an los sacri ficios, se<br />
roci<strong>ab</strong>a la sangre y el fuego seguía que mando<br />
constantemente, del que se tom<strong>ab</strong>a para el altar del<br />
incienso. Todas las partes del T<strong>ab</strong>er náculo tenían que<br />
ser rociadas con sangre de este altar. Era el único<br />
camino de acceso a la presencia de Dios. Más allá<br />
est<strong>ab</strong>a la pila de bronce, una gran fuent e de bronce,<br />
quizá pulimentada exteriormente, que form<strong>ab</strong>a al<br />
mismo tiempo un espejo y una fuente, hecho de los<br />
espejos de me tal de las mujeres de Israel, que<br />
permitía a los sacerdotes ver, al momento, si h<strong>ab</strong>ía<br />
alguna su ciedad en el metal y así podían lav arla con<br />
el agua que contenía. Era para la purificación de<br />
los sacerdotes cuando entr<strong>ab</strong>an en el santuario,<br />
y nadie podía pasar por la puerta hasta que se lav<strong>ab</strong>a en<br />
esta fuente. Esta puerta del recinto est<strong>ab</strong>a siempre<br />
<strong>ab</strong>ierta. No tenía cortinas como las dos puertas<br />
interiores. Todos podían entrar libre mente en los atrios y<br />
traer sus ofrendas por el pecado y la inmundicia.<br />
Fuera de la puerta est<strong>ab</strong>a el campamento de Israel,<br />
formando un cuadro alrededor del T<strong>ab</strong>er náculo, con tres<br />
tribus a cada lado, la tribu de Judá al oriente, delante<br />
de la entrada o puerta<br />
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del T<strong>ab</strong>ernáculo. Y más allá ardía continuamen te el<br />
fuego en que se quem<strong>ab</strong>an los cuerpos de las ofrendas<br />
del pecado, y los desechos del campamento.<br />
Esta era la estructura simple y maravillosa, el<br />
primer santuario de Dios, y el tipo de todo lo que hay<br />
de sagrado y precioso en la persona y obra de Cristo, y<br />
los privilegios de nuestra voca ción celestial.<br />
II LA ERECCION DEL TABERNACULO Y SU HISTORIA<br />
SUBSIGUIENTE<br />
Hallamos dos relatos de la construcción del<br />
T<strong>ab</strong>ernáculo en el libro del Éxodo. Primero tenemos el<br />
T<strong>ab</strong>ernáculo tal como fue planeado en el cielo y<br />
mostrado a Moisés en el monte, en un modelo ( Éxodo,<br />
caps. 25 al 31). Este es el tipo de Cristo designado<br />
desde la eternidad en los consejos del divino amor,<br />
nuestro Redentor, preparado para nosotros desde la<br />
fundación del mundo, y revelado en tipos y profecías<br />
sucesivas, mucho antes de su encarnación vida reales<br />
en la tierra. Moisés construyó el t<strong>ab</strong>ernáculo según el<br />
modelo real que Dios le mostró durante los cuarenta<br />
días en el monte. De modo que Cristo nació, vi vió y<br />
murió en completo acuerdo con la imagen profética de<br />
revelaciones de épocas anteriores.<br />
Luego en Exodo (caps. 32 y 33) hay un oscuro<br />
intervalo de dolor y rebelión, durante el cual el pueblo<br />
trasgredió el pacto en el cual ac<strong>ab</strong><strong>ab</strong>an de entrar y<br />
demostró hasta la evidencia la necesi dad de la salvación<br />
que Dios h<strong>ab</strong>ía estado preparando. Esto es el tipo de la<br />
caída del hombre,<br />
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