infraestructuras y políticas del agua y su relación con el territorio del ...

INFRAESTRUCTURAS Y POLÍTICAS DEL AGUA Y SU RELACIÓN CON EL TERRITORIO DEL GUADALQUIVIR
Divisiones de trabajos hidráulicos se consagrarán a ejecutar los trabajos para que la Dirección
General de Obras Públicas (...) redacte el plan general de canales de riego y pantanos, que será
objeto de una Ley...’ Hasta esa fecha habían prevalecido los planes de obras públicas
entendidos como meros programas de inversiones que no entrañaban una política general de
actuaciones ni comportaban una ordenación de conjunto del territorio afectado por tales
obras. El Plan de 1902, redactado en ocho meses, pretendía agotar todas las posibilidades de
construcción de embalses ‐casi de los regadíos previsibles en aquélla época‐ y ha servido de
base para el estudio posterior de todos los planes similares. Surge como un Plan de
Ordenación que se esperaba desarrollar a largo plazo, ‘una vez realizado el estudio minucioso
de las obras que haya de ejecutar el Estado directamente o por medio de concesiones’”.
Así, estará constituido por una relación de actuaciones, basadas en un aprovechamiento
ordenado y planificado de los recursos, mediante la construcción de embalses y la
dinamización de regadíos. Aunque en general son ciertas las palabras de M. Lorenzo Pardo de
que este resulta ser un “mero catálogo de obras hidráulicas…”, no es el caso de las propuestas
para la vecina cuenca del río Segura, dado que en ella “las actuaciones que se propusieron
tenían una fundamentación técnica razonablemente bien establecida y una justificación clara
en sus objetivos primordiales de aumento de la regulación hidráulica y de defensa contra
inundaciones” (CHS, 1998), al contar con el gran antecedente del “Proyecto de obras de
Defensa contra las inundaciones en el valle del Segura” de 1886 en el que se establecieron las
primeras necesidades infraestructurales de la misma. Así, a pesar de ser un cierto inventario
de obras hidráulicas, sirvió de base, con sucesivas revisiones, al profundo desarrollo
infraestructural hidráulico de todo el siglo.
De hecho, “hasta esa fecha había en España sesenta (60) presas, de las que ninguna
estaba situada en la cuenca del Guadalquivir”. En esta cuenca “el Plan contemplaba veinte (20)
obras diferentes –con veintisiete (27) pantanos‐ que suponían la puesta en riego de 177 .900
ha, de las que” a mediados de los noventa “están en explotación 132.770 ha. De las veinte
(20) obras propuestas se han realizado doce y de los veintisiete embalses previstos se han
construido dieciocho, por lo que el grado de cumplimiento de las actuaciones previstas en esa
época”, hasta los noventa, “se sitúa en el 75%. Destaca la programación de los embalses de:
Guadalmellato, Guadalmena, Guadalén, Tranco de Beas, Bembézar, La Fernandina, Panzacola,
Zocueca, Bermejales, Jándula, Yeguas y Retortillo” (CHG, 1995).
Este Plan sufre sucesivas modificaciones, que no son más que ajustes realistas a las
primeras previsiones. “En el intervalo 1903‐1909 se adicionaron al Plan de 1902 las obras
correspondientes al canal de Viar y pantano de Puentequebrado (Sevilla) ‐finalizado en 1940
con el nombre de El Pintado‐, y al pantano y canal de Jandulilla (CHG, 1995). En 1909 vio la luz
el conocido como segundo Plan Nacional de Obras Hidráulicas, con previsiones hasta el 1918,
que incluía la realización de 50 embalses y una previsión de incremento de superficie regable
de 331.405 Ha (frente a la previsión del Plan de 1902 de 1.469.922 Ha) (MMA, 1997). Así, este
plan se limitaba a una intensificación de las obras ya iniciadas. “Se trataba de introducir una
planificación a medio plazo que trascendiera la potestad de los sucesivos gobiernos de ir
consignando las partidas de obras hidráulicas con los presupuestos anuales, al tener que
ajustarse a una planificación plurianual. Con respecto a la cuenca del Guadalquivir, el Plan de
CONVENIO CHG‐LABORATORIO DE URBANISMO Y ORDENACIÓN DEL TERRITORIO U. DE GRANADA
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