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ha supuesto el gato pero que ayudará
a que otro sea rescatado y preparado
para la adopción. Este punto suele ser
conflictivo porque la gente confunde
la adopción con el regalo. Mirando las
definiciones de la Real Academia de
la Lengua Española nos encontramos
con lo siguiente:
Adoptar: Recibir como hijo, con
los requisitos y solemnidades que
establecen las leyes, al que no lo es
naturalmente
Regalar: Dar a alguien, sin recibir nada
a cambio, algo en muestra de afecto o
consideración o por otro motivo.
Con ello podemos comprobar que el
sentido no es similar, al igual que la
adopción no es similar a la venta. En
la adopción no se pide un precio sino
que se solicita una donación.
La cuantía de dicha donación mínima
varía según protectora, si ha de
enviarse o no al gato, edad del gato,…
En cualquier caso yo recomiendo
explicar a los adoptantes las cuantías
que se han destinado al gato y, en
caso de que nunca haya acudido a un
veterinario, informarle de los costes
que eso podría haberle supuesto a
él como particular. Por ejemplo, si se
trata de un gato adulto tendremos que
informarle de que se entrega con
microchip que suele tener un coste
aproximado para el particular de
45 euros, vacunas con un coste
aproximado de 25 euros, castración
con un coste aproximado de 100 euros
(media macho-hembra), pruebas
de inmuno y leucemia,… Con ello
hacemos que al particular menos
solidario le salga rentable la adopción,
y que el mas solidario aporte mayor
donación que la solicitada.
En cualquier caso siempre debemos
plantearnos que si un sujeto no puede
abonar esa donación mínima que
no suele ser demasiado elevada, es
probable que no sea la adoptante ideal
por lo que deberá analizarse cada
caso concreto. Parece injusto porque
puede ser una candidata ideal por
el resto de sus condiciones pero no
debemos olvidar que pueden darse
situaciones en el futuro que le obliguen
a desembolsar aún más por un
problema de salud del gato y en ese
caso ¿qué hará?
Cualquiera de los puntos es
modificado y adaptado a la situación
del gato y de la familia adoptante por
lo que hay una gran dosis de intuición
en su análisis. Por último, y en vista
de situaciones conocidas, recomiendo
firmemente una tramitación similar
para la acogida, hasta tanto en
España no modifiquemos la idea social
de cosificación de los animales.
Texto
(Carolina Barranco Llamas)
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