14.05.2013 Views

Untitled

Untitled

Untitled

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Es fácil, perdón, es difícil, muy difícil. Es fácil para mí hablar de ello porque lo estoy experimentando aquí y ahora.<br />

Es difícil, porque si lo pensáis bien, los gatos que van en acogida son gatos que: o han sido recogidos de la calle<br />

con problemas graves, hasta que se les encuentra familia definitiva; o han sido sacados de perreras y refugios, con<br />

las mismas previsiones; o peor aún, han sido abandonados por una “familia anterior”, (ja, me río yo del concepto<br />

de familia), y hay que intentar que se encuentren e integren en un entorno más o menos agradable y estable hasta<br />

que llegue su momento de adopción definitiva.<br />

Es súper difícil, y os habla una reciente “mami de acogida”, o sea, con conocimiento de causa, porque si miro<br />

a uno de mis acogidos, me entra no sé qué por el cuerpo. Porque pensando, pensando, me lo quedaría a él<br />

también. Porque es precioso, porque es mimoso, porque si falla a veces su comportamiento o su control, yo sé<br />

que no es culpa suya, sino de la mala persona con quien convivió antes y no le sociabilizó lo suficiente, cuando se<br />

veía a todas luces que era (y es) un gato súper sociable, cariñoso, guapísimo y ……y es perfecto; porque si tiene<br />

problemas de convivencia sé que no es culpa suya, sino de quien no supo educarlo en su momento…..; porque…<br />

¡da igual el porqué! ¡Si de verdad es perfecto! Pero curiosamente, al mismo tiempo, de alguna manera y no sé<br />

cómo, entiendo que su sitio no es mi casa.<br />

De algún modo percibo que está aquí solamente para prepararse para su hogar definitivo. Que yo estoy aquí sólo<br />

para hacerle olvidar que un día algún/a pedazo de carne con ojos y sin sentimientos le abandonó, y para mostrarle<br />

al mismo tiempo que no todos los seres humanos somos iguales. Estoy aquí porque su paso por mi casa es una<br />

manera de ser “reeducado” en la sensación y el sentimiento de que los humanos (al menos algunos), aman a<br />

los animales; y que una mano tendida, o es para darle una golosina, o para ofrecerle una caricia, (y si hace falta<br />

un espurreo de agüita o un pellizquito suave en el lomo también, jejejejeje ), siempre, siempre, encaminado a<br />

enseñarle a vivir en armonía y a que aprenda a disfrutar de la vida en común con los seres “de dos patas”.<br />

De algún modo sé, no sé cómo, pero lo sé, que este precioso/a gatito/a acogido por mí, no es “mi gato”; sé que aún<br />

a mi pesar, y de momento al menos, (no sé qué pasará mañana), no se quedará conmigo. Sé que este pequeñín,<br />

al que ya quiero con toda el alma, y así debe ser, aunque mañana me duela dejarle ir, está en mi casa sólo de<br />

paso.<br />

Porque yo no soy mami de acogida para satisfacer mis deseos de tener un gatito más en casa; porque yo no acojo<br />

para ser más feliz; porque yo no acojo para contaros hoy: mirad qué buena que soy. No, en absoluto. Yo acojo<br />

hoy para que alguien pueda adoptar mañana. Yo ofrezco mi casa, mi tiempo y mi familia para que algún gatito<br />

conozca y aprenda lo que es vivir en un hogar en armonía, y esa es mi labor con mis acogidos: su aprendizaje de<br />

la felicidad, ¿Se os ocurre una tarea más hermosa? A mí no.<br />

Mañana lloraré cuando mi acogido/a se marche a su hogar definitivo, pero después sonreiré cuando vea noticias<br />

de ese precioso peludín totalmente adaptado a su nueva familia. Y entonces, cuando haya una camita vacía en mi<br />

casa, si creo que sigo estando capacitada para ello, entonces acogeré a otro gatito o a otro perrito, para aprender<br />

juntos el camino a la felicidad. Que no es fácil ni corto, pero es bello.<br />

Y si de algo vale mi consejo: si ya habéis adoptado, por favor, acoged. Muchas adopciones se caen por falta de<br />

acogidas. La acogida es crucial, casi tanto como la adopción. Dejad a un lado el miedo y abrid vuestro corazón<br />

y vuestra casa. Pocas sensaciones os satisfarán tanto como el hecho de saber que un animalito más estará<br />

preparado para ser adoptado por la familia idónea gracias a que tuvo una buena acogida. No es fácil, repito, pero<br />

es hermoso.<br />

Texto y fotos (Inma)

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!