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Sección 4. Córnea - sepeap

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S ECCIÓN 4<br />

C Ó R N E A<br />

Álvaro Bengoa González<br />

Alberto Gálvez Ruiz<br />

Isabel Gómez Ledesma<br />

Teresa Gracia García-Miguel<br />

Cristina Merino de Palacios<br />

Francisco Javier Monescillo López<br />

Beatriz Sarmiento Torres<br />

Rosa Seoane Prieto<br />

Antonio Gutiérrez Díaz


Q UERATOPATÍA PUNTEADA SUPERFICIAL<br />

Alteración corneal, a veces bilateral, caracterizada por<br />

pequeños defectos epiteliales puntiformes.<br />

Cuando existe inflamación epitelial, pequeños infiltrados<br />

epiteliales, subepiteliales o incluso en la estroma<br />

superficial, se habla de queratitis superficial (habitualmente<br />

de etiología vírica, aunque también puede<br />

ocurrir en infecciones por estafilococo o clamidia).<br />

MOTIVO DE CONSULTA<br />

Sensación de cuerpo extraño, dolor (generalmente de<br />

carácter leve), fotofobia, lagrimeo y ojo rojo.<br />

EXPLORACIÓN<br />

El examen del aspecto morfológico y la distribución de<br />

las lesiones epiteliales son clave para establecer el diagnóstico<br />

clínico. Hay alteraciones similares que se presentan<br />

en gran variedad de enfermedades, por lo que<br />

es necesario realizar un diagnóstico diferencial.<br />

DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL<br />

Según la localización de las lesiones:<br />

– Queratopatía epitelial difusa:<br />

• En infecciones de tipo vírico o bacteriano.<br />

• Efecto tóxico de los colirios (los conservantes) y su<br />

uso crónico, por ejemplo en el tratamiento del glaucoma.<br />

• Queratopatía por exposición secundaria a parálisis<br />

facial, ectropión, etc. (fig. 1.1 a y b).<br />

– Queratopatía central:<br />

• Queratopatía fotoeléctrica, queratopatía punteada<br />

1<br />

A. Gálvez Ruiz, A. Bengoa González<br />

Figura 1.1. a) Queratopatía punteada difusa en paciente<br />

con parálisis facial periférica. b) Queratopatía punteada<br />

provocada por colirio anestésico. Se aprecia también<br />

erosión corneal.<br />

superficial de Thygeson, queratoconjuntivitis seca,<br />

infección por adenovirus. Los portadores de lentes de<br />

contacto presentan a menudo queratopatía punteada<br />

superficial sin que existan signos infecciosos acompañantes<br />

(véanse capítulos correspondientes).<br />

– Queratopatía superior:<br />

• Queratoconjuntivitis límbica superior, tracoma, con-<br />

135


ATLAS URGENCIAS EN OFTALMOLOGÍA<br />

136<br />

juntivitis alérgica, infección por Molluscum, cuerpo<br />

extraño subtarsal superior que provoca múltiples<br />

erosiones corneales lineales difusas.<br />

Figura 1.2. Punteado superficial corneal inferior en el<br />

síndrome de sequedad ocular.<br />

– Queratopatía inferior:<br />

• Lagoftalmía nocturna, queratitis seca, conjuntivitis<br />

de inclusión, blefaroconjuntivitis, meibomitis, distriquiasis,<br />

entropión, rosácea (fig. 1.2).<br />

TRATAMIENTO<br />

– Determinar y tratar la enfermedad subyacente (véanse<br />

capítulos correspondientes).<br />

– Lágrimas artificiales carentes de conservantes.<br />

– Ante un trastorno grave o de carácter crónico sería<br />

recomendable el uso de lágrimas artificiales de alta<br />

viscosidad.<br />

– Los casos más graves deben tratarse con colirio o<br />

pomada de antibióticos.<br />

– En los portadores de lentillas se recomienda la suspensión<br />

temporal de su uso, además de un tratamiento<br />

antibiótico que proporcione cobertura frente<br />

a Pseudomonas y la no oclusión del ojo.


Es una patología poco frecuente, que suele ser bilateral<br />

y recurrente.<br />

EXPLORACIÓN CLÍNICA<br />

– Biomicroscopia: opacidades epiteliales corneales centrales,<br />

punteadas, blanco-grisáceas, que pueden teñirse<br />

o no con fluoresceína. Elevan el epitelio y no se<br />

acompañan de otros signos corneales o conjuntivales<br />

(fig. 2.1 a y b).<br />

2<br />

Q UERATOPATÍA PUNTEADA SUPERFICIAL<br />

DE T HYGESON<br />

C. Merino de Palacios<br />

ACTUACIÓN<br />

– Lágrimas artificiales muy abundantes durante el día,<br />

con pomada lubricante por las noches.<br />

– En caso de no ser suficiente, se administran corticoides<br />

suaves en dosis bajas.<br />

– En último caso, puede ponerse una lente de contacto<br />

terapéutica.<br />

– Seguimiento: durante los brotes, cada semana, y después<br />

cada 3-12 meses.<br />

Figura 2.1. Queratitis punteada de Thygeson. a) Se aprecian los infiltrados ovalados intraepiteliales. b) En períodos de exacerbación<br />

de la enfermedad, los infiltrados se elevan y pueden captar fluoresceína. En los períodos de remisión son infiltrados<br />

gruesos y no se tiñen con fluoresceína.<br />

137


MOTIVO DE CONSULTA<br />

El paciente acude por sensación de cuerpo extraño, a<br />

veces asociado a lagrimeo, que se acentúa en ambientes<br />

hostiles y que cursa de forma crónica y bilateral.<br />

EXPLORACIÓN CLÍNICA<br />

– Biomicroscopia: se puede observar desde un menisco<br />

lagrimal reducido (inferior a 1 mm y sin aspecto<br />

convexo), con tiempo de rotura lagrimal disminuido<br />

(bajo fluoresceína y tras parpadeo se rompe dicha película<br />

en menos de 10 segundos), hasta tinción punteada<br />

en córnea y conjuntiva con fluoresceína o rosa<br />

de Bengala en la fisura interpalpebral, a veces con<br />

exceso de moco y filamentos corneales (fig. 3.1 a, b<br />

y c).<br />

– Prueba de Schirmer: se coloca una tira de papel de filtro<br />

para Schirmer en la unión del centro y del tercio<br />

lateral del párpado inferior en ambos ojos durante<br />

138<br />

3<br />

S ÍNDROME DE SEQUEDAD OCULAR<br />

F. J. Monescillo López<br />

5 minutos, con anestesia o sin ésta. El ojo seco presenta<br />

menos de 5 mm de humedad en la tira una vez<br />

retirada del ojo.<br />

CAUSAS<br />

– Idiopático.<br />

– Fármacos: anticonceptivos orales, antihistamínicos,<br />

betabloqueantes, fenotiacinas, atropina.<br />

Figura 3.1. a, b y c. Se observa la rotura de la película lagrimal de forma precoz, mediante tinción de fluoresceína.


– Infiltración de glándulas lagrimales por tumores, sarcoidosis,<br />

fibrosis por radiación, etc.<br />

– Enfermedades del colágeno: síndrome de Sjögren,<br />

artritis reumatoide, granulomatosis de Wegener, lupus<br />

eritematoso.<br />

– Déficit de vitamina A por desnutrición o malabsorción.<br />

– Cicatrices conjuntivales.<br />

TRATAMIENTO<br />

– El tratamiento se basa en el empleo de lágrimas artificiales,<br />

en diferentes preparados y con posología variable<br />

dependiendo de la gravedad del cuadro. Así, en<br />

casos más acentuados se aumenta la administración<br />

(si se aumenta la frecuencia es conveniente que sea<br />

sin conservantes) y si es aún más grave se emplean<br />

pomadas, aunque éstas producen una visión borro-<br />

CÓRNEA <br />

sa inicial. En un escalón más avanzado puede utilizarse<br />

depósitos de lágrimas artificiales asociadas a<br />

lágrimas en colirio.<br />

– Pueden usarse agentes mucolíticos como la N-acetilcisteína,<br />

2-4 veces al día, sobre todo en casos de queratitis<br />

filamentosa, junto a la retirada de los filamentos.<br />

– En casos más avanzados puede llevarse a cabo la<br />

oclusión de los puntos lagrimales de forma temporal,<br />

mediante tapones de colágeno o silicona, pegamentos<br />

de cianoacrilato, o sutura del orificio, o de forma<br />

definitiva mediante electrocauterización y, si se produce<br />

recanalización, puede extirparse el punto o una<br />

porción del canalículo.<br />

– Las cámaras de humedad constituyen otra posibilidad,<br />

principalmente en pacientes comatosos, que<br />

incluyen desde gafas de natación, hasta cobertura de<br />

plástico transparente o gafas de cámara húmeda.<br />

139


EXPLORACIÓN CLÍNICA<br />

– Biomicroscopia: punteado corneal superficial en la<br />

zona de la hendidura palpebral o el tercio inferior, que<br />

se tiñe con fluoresceína (fig. <strong>4.</strong>1). Puede llegar a producirse<br />

ulceración (fig. <strong>4.</strong>2 a, b y c).<br />

CAUSAS<br />

– Parálisis del nervio facial, deformidades palpebrales<br />

(cicatrices, ectropión, fibrosis cicatrizal por traumatismos<br />

o causticaciones), cirugía palpebral previa<br />

(ptosis, blefaroplastia), proptosis grave (oftalmopatía<br />

tiroidea, masa orbitaria), lagoftalmía nocturna y enfermedades<br />

como el Parkinson son causas frecuentes de<br />

exposición corneal (fig. <strong>4.</strong>3).<br />

140<br />

Q UERATOPATÍA POR EXPOSICIÓN<br />

Figura <strong>4.</strong>1. Queratitis punteada por exposición, que afecta<br />

prácticamente toda la superficie corneal. Mediante<br />

tinción con fluoresceína puede observarse el punteado<br />

fino difuso superficial.<br />

4<br />

C. Merino de Palacios<br />

Figura <strong>4.</strong>2. a) Úlcera corneal por exposición. Se observa<br />

neovascularización corneal superior. b) Úlcera corneal<br />

por exposición. c) Erosión corneal superficial y queratopatía<br />

punteada difusa en un ojo expuesto. Tinción<br />

con fluoresceína.


Figura <strong>4.</strong>3. Lagoftalmos después de reconstrucción orbitocraneofacial<br />

postraumática.<br />

– Cualquier situación que impida la oclusión completa<br />

de los párpados conlleva la exposición continua de la<br />

córnea al ambiente produciendo sequedad y, como<br />

consecuencia, queratopatía.<br />

ACTUACIÓN<br />

CÓRNEA <br />

– Lo más importante es corregir el trastorno subyacente.<br />

– Hay que aplicar abundantes lágrimas artificiales y<br />

pomada lubricante.<br />

– En algunos casos conviene ocluir los párpados por las<br />

noches con tiras adhesivas.<br />

141


ETIOLOGÍA<br />

Sus factores predisponentes son la alteración del epitelio<br />

corneal y el exceso de moco en la película lagrimal.<br />

– Síndrome de ojo seco (es la causa más frecuente), por<br />

defecto acuoso de la lágrima.<br />

– Queratoconjuntivitis límbica superior (hipertiroidismo,<br />

inflamación conjuntival tarsal y bulbar superior,<br />

pannus corneal superior).<br />

– Erosión corneal recurrente, abrasión corneal.<br />

– Estados posquirúrgicos (cirugía de catarata, queratoplastia<br />

penetrante).<br />

– Queratopatía ampollar.<br />

– Queratopatía neurotrófica (por desnervación, en el<br />

herpes zoster oftálmico o el herpes simple).<br />

– Oclusión ocular prolongada.<br />

– Blefarospasmo esencial, ptosis.<br />

MOTIVO DE CONSULTA<br />

Enrojecimiento ocular, sensación de cuerpo extraño o<br />

de ardor, dolor (moderado/intenso) que empeora con<br />

el parpadeo, fotofobia y blefarospasmo.<br />

EXPLORACIÓN CLÍNICA<br />

Es importante considerar la forma, el tamaño y la localización<br />

de los filamentos, así como la patología ocular<br />

asociada. Los filamentos son hebras de epitelio y moco<br />

adheridos a la superficie corneal por un extremo<br />

(fig. 5.1). Estos filamentos se tiñen con fluoresceína y<br />

sus extremos libres se mueven con el parpadeo (fig. 5.2).<br />

142<br />

5<br />

Q UERATOPATÍA FILAMENTOSA<br />

A. Bengoa González<br />

Figura 5.1. Filamentos epiteliales y mucosos adheridos<br />

a la superficie corneal.<br />

Figura 5.2. Se observa la queratopatía punteada superficial<br />

por el defecto acuoso de la película lagrimal. Los<br />

filamentos captan fluoresceína.<br />

Son frecuentes la queratitis punteada superficial y la<br />

disminución de la película lagrimal (fig. 5.3).<br />

DIAGNÓSTICO<br />

– Mediante lámpara de hendidura bajo tinción con<br />

fluoresceína.<br />

– Antecedentes (descartar los padecimientos oculares<br />

anteriormente señalados).


Figura 5.3. Queratopatía filiforme en parálisis facial<br />

periférica.<br />

TRATAMIENTO<br />

– Tratar la patología ocular subyacente.<br />

– Bajo anestesia tópica, retirar los filamentos con pinzas<br />

finas o hisopo.<br />

CÓRNEA <br />

– Lubricación ocular (asociada a veces a N-acetilcisteína).<br />

• Lágrimas artificiales en gotas sin conservantes, con<br />

frecuencia.<br />

• En gel (carbómero como principio activo). Su pauta<br />

es menos frecuente que las gotas.<br />

• En pomada por la noche.<br />

• Soluciones hipertónicas (cloruro de sodio al 5 %):<br />

gotas durante el día y pomada por la noche.<br />

– Si los anteriores tratamientos fracasan, considerar lente<br />

de contacto terapéutica (si no existen contraindicaciones<br />

puede utilizarse durante meses), incluso la<br />

obstrucción temporal o permanente de los canalículos<br />

lagrimales.<br />

Si no se elimina la causa subyacente, mantener la lubricación<br />

ocular de forma crónica.<br />

143


ETIOLOGÍA<br />

También denominada queratopatía fotoeléctrica aguda<br />

(oftalmía eléctrica), se presenta en los soldadores (por<br />

el arco voltaico), por exposición a las radiaciones ultravioletas<br />

o a las lámparas solares sin la protección ocular<br />

adecuada.<br />

MOTIVO DE CONSULTA<br />

Los síntomas pueden ser dolor ocular moderado, sensación<br />

de cuerpo extraño, ojo rojo, fotofobia, lagrimeo,<br />

visión borrosa, pero también dolor ocular intenso acompañado<br />

de blefarospasmo, que obliga al paciente a permanecer<br />

casi inmóvil, y a veces de manifestaciones neurovegetativas<br />

(náuseas, vómitos, etc.). Estos síntomas<br />

aparecen después del período de latencia, que es de 6-<br />

12 horas desde la exposición.<br />

144<br />

6<br />

Q UERATOPATÍA POR LA LUZ ULTRAVIOLETA<br />

A. Bengoa González<br />

EXPLORACIÓN CLÍNICA<br />

Por lo general los ojos no se pueden abrir espontáneamente,<br />

por lo que ha de instilarse una gota de anestésico<br />

tópico para disminuir el blefarospasmo.<br />

Se observa una queratitis punteada superficial (zona<br />

interpalpebral) que se tiñe con fluoresceína, acompañada<br />

a veces de edema corneal leve, miosis bilateral<br />

que reacciona levemente y gran hiperemia conjuntival<br />

(fig. 6.1 a y b).<br />

También puede haber eritema en párpados y en áreas<br />

faciales, así como edema palpebral (fig. 6.2).<br />

DIAGNÓSTICO<br />

– Mediante lámpara de hendidura y tinción de fluoresceína.<br />

Buscar cuerpos extraños corneales y subtarsales.<br />

Figura 6.1. a) Tras instilación con anestésico tópico para disminuir el blefarospasmo y la secreción lagrimal, se observa una<br />

queratopatía punteada superficial en la zona interpalpebral, además de leve edema corneal. Obsérvense la miosis y la<br />

hiperemia conjuntival. b) Lesiones epiteliales de la zona interpalpebral que captan fluoresceína.


Figura 6.2. Eritema en la región frontal, los párpados y<br />

otras regiones faciales. Obsérvese la hiperemia conjuntival<br />

bilateral después de instilación tópica de anestésico<br />

para disminuir el intenso blefarospasmo.<br />

– Antecedentes de empleo de soldadura, lámpara de<br />

cuarzo sin gafas adecuadas.<br />

TRATAMIENTO<br />

CÓRNEA <br />

En urgencias, antibiótico tópico (gotas o ungüento), ciclopléjico<br />

al 1 %, vendaje compresivo durante 24 horas<br />

y analgésicos orales. Generalmente curan en 24-48<br />

horas.<br />

Al destapar los ojos, comenzar tratamiento antibiótico<br />

tópico 3 veces al día durante 4-5 días.<br />

145


Se caracteriza por destrucción epitelial y trastorno en la<br />

curación del epitelio, debido a la pérdida de sensibilidad<br />

de la córnea.<br />

ETIOLOGÍA<br />

– Procesos infecciosos. Infecciones oculares por herpes<br />

zoster y herpes simple (las más comunes), lepra<br />

(fig. 7.1).<br />

– Procesos neurológicos<br />

• Cualquier técnica quirúrgica o radioterápica que<br />

actúe de forma yatrogénica sobre el ganglio trigeminal<br />

o el nervio trigémino afectará la vía sensitiva<br />

corneal (fig. 7.2).<br />

• Ictus, compresión tumoral o aneurisma.<br />

• Afectación del VII par craneal.<br />

– Terapia tópica<br />

• Anestésicos, AINE, betabloqueantes, lentes de contacto<br />

(fig. 7.3).<br />

– Procesos posquirúrgicos<br />

• Cirugía refractiva, queratoplastia penetrante, extracción<br />

de catarata (fig. 7.4).<br />

– Procesos congénitos. Disautonomía familiar, síndrome<br />

de Möbius.<br />

MOTIVO DE CONSULTA<br />

Ojo rojo y sensación de cuerpo extraño. Si presenta<br />

dolor, éste es leve o moderado.<br />

EXPLORACIÓN CLÍNICA<br />

– Inicialmente se manifiesta por una disminución de la<br />

producción lagrimal, queratopatía punteada superficial<br />

acompañada de hiperemia conjuntival y pérdida<br />

146<br />

7<br />

Q UERATOPATÍA NEUROTRÓFICA<br />

A. Gálvez Ruiz, A. Bengoa González<br />

Figura 7.1. Queratopatía neurotrófica en paciente con<br />

queratitis estromal antigua por herpes. Gran adelgazamiento<br />

corneal y bordes sobreelevados. La paciente apenas<br />

presentaba dolor.<br />

Figura 7.2. Queratopatía neurotrófica en un paciente<br />

sometido a radioterapia.<br />

de brillo corneal. Resulta de gran ayuda comprobar la<br />

pérdida de sensibilidad corneal con una torunda estéril<br />

antes de realizar instilación con anestésico.


Figura 7.3. Queratopatía neurotrófica en un paciente<br />

tratado durante un período prolongado con AINE tópicos.<br />

Presentaba dolor moderado.<br />

Figura 7.<strong>4.</strong> Queratopatía neurotrófica en un paciente<br />

sometido a trasplante de córnea 11 años antes.<br />

– En estadios más evolucionados se aprecia una úlcera<br />

central, redondeada, sobreelevada y de coloración<br />

blanquecino-grisáceo, adelgazamiento e incluso perforación<br />

corneal.<br />

DIAGNÓSTICO<br />

– Identificar la causa subyacente.<br />

– Explorar la secreción lagrimal y la motilidad palpebral.<br />

– Si no se encuentran otras causas debe descartarse<br />

una lesión ocupante de espacio en el sistema nervioso<br />

central (TC y RM).<br />

TRATAMIENTO<br />

CÓRNEA <br />

– Casos leves e iniciales: lágrimas artificiales, pomada<br />

lubricante por las noches y oclusión mecánica ocular.<br />

– Ante defectos epiteliales amplios, añadir un antibiótico<br />

tópico como profilaxis de la sobreinfección. En<br />

algunos casos puede ser necesaria una tarsorrafia.<br />

– Medidas adicionales: oclusión de los puntos lagrimales<br />

y lentes de contacto terapéuticas (buena opción<br />

en la parálisis facial siempre que se haga un estricto<br />

seguimiento, pero no en la parálisis del trigémino por<br />

su elevado riesgo de infección).<br />

– Perforaciones pequeñas: adhesivo tisular de cianoacrilato<br />

y lente terapéutica (fig. 7.5).<br />

Figura 7.5. Pequeña ulceración corneal en una queratopatía<br />

neurotrófica tratada con adhesivo tisular de cianoacrilato.<br />

– Perforaciones grandes: puede ser necesaria la queratoplastia.<br />

– El trasplante de membrana amniótica consigue buenos<br />

resultados en la reepitelización.<br />

147


MOTIVO DE CONSULTA<br />

Dolor agudo y recurrente al despertar o por la noche al<br />

abrir los ojos.<br />

EXPLORACIÓN CLÍNICA<br />

Alteraciones del epitelio corneal, que comprenden desde<br />

rugosidades (fig. 8.1 a y b), hasta abrasión corneal. A<br />

veces no se objetiva el defecto epitelial por su rápida<br />

epitelización. Pueden aparecer otros signos sin llegar a<br />

la pérdida completa del epitelio, como puntos epiteliales<br />

o microquistes o incluso un patrón en huella dactilar<br />

en ciertas distrofias corneales.<br />

CAUSAS<br />

La erosión corneal recurrente se debe a una mala adhesión<br />

del epitelio a sus capas más profundas, a veces con<br />

ligera predisposición personal, distrofias y a veces el<br />

antecedente de abrasión corneal previa.<br />

TRATAMIENTO<br />

Se dispone de varios escalones terapéuticos, desde los<br />

más suaves hasta los más enérgicos:<br />

– En los episodios agudos y principalmente en el primero<br />

se debe tratar como cualquier abrasión corneal,<br />

con oclusión de 24-48 horas, junto con ciclopléjico y<br />

antibiótico.<br />

– Tras la curación del cuadro se debería mantener lubricación<br />

ocular al menos 3 meses con la aplicación de<br />

lágrimas artificiales y/o soluciones salinas hipertónicas<br />

(cloruro sódico al 5 %).<br />

148<br />

8<br />

E ROSIÓN CORNEAL RECURRENTE<br />

F. J. Monescillo López<br />

Figura 8.1. a) Alteración del epitelio con mala adhesión<br />

a la estroma corneal. b) Obsérvese el área de mala adhesión<br />

epitelial que circunda a las rugosidades epiteliales.<br />

– Si hay epitelio arrugado, aglutinado y no útil, se debe<br />

retirar para una epitelización de novo.<br />

– Si el curso continúa con recurrencias frecuentes,<br />

debería plantearse la aplicación de alguna de las<br />

siguientes terapias:


1. Uso de lente terapéutica.<br />

2. Punción de la estroma anterior para facilitar la<br />

adhesión epitelial, aunque este procedimiento<br />

debería aplicarse en los casos en que se localizan<br />

por fuera del eje visual.<br />

CÓRNEA <br />

3. Otras terapias consisten en la instilación de suero<br />

autólogo, la colocación de membrana amniótica, la<br />

fotoadherencia con láser Nd:YAG y la queractectomía<br />

fototerapéutica con láser excímer.<br />

149


Opacidad corneal blanca o grisácea formada por depósitos<br />

cálcicos, distribuidos sobre una banda extensa en<br />

su tercio medio o de forma más localizada (fig. 9.1).<br />

Puede aparecer como un trastorno secundario, en ojos<br />

gravemente lesionados, tras traumatismos, causticaciones,<br />

enfermedad ocular crónica (uveítis crónica, queratitis<br />

intersticial, edema corneal o queratitis de larga<br />

evolución, ptisis), aceite de silicona en afáquico, glaucoma,<br />

o ser de origen idiopático (fig. 9.2 a, b y c). También<br />

se presenta por causas menos frecuentes, como la<br />

exposición crónica a tóxicos farmacológicos, irritantes<br />

(fig. 9.3 a y b) o en enfermedades sistémicas que cursan<br />

con hipercalcemia.<br />

MOTIVO DE CONSULTA<br />

Disminución de visión, sensación de cuerpo extraño,<br />

Dellen en casos graves, y dolor. Puede ser asintomática.<br />

150<br />

Q UERATOPATÍA EN B ANDA.<br />

D EPÓSITOS CÁLCICOS CORNEALES<br />

Figura 9.1. Queratopatía en banda en paciente con hipercalcemia.<br />

9<br />

A. Bengoa González, B. Sarmiento Torres<br />

EXPLORACIÓN CLÍNICA<br />

Opacidad corneal formada por depósitos de hidroxiapatita<br />

o de carbonato cálcico en el epitelio, la membrana<br />

de Bowman o la estroma superficial.<br />

En estadios incipientes se localiza en los meridianos<br />

nasal y temporal adyacentes al limbo, extendiéndose a<br />

través de toda la córnea, dando una banda blanco-grisácea<br />

en la fisura interpalpebral separada del limbo por<br />

córnea clara.<br />

Puede haber otros signos debidos a afecciones oculares<br />

crónicas.<br />

ESTUDIO CLÍNICO Y PRUEBAS<br />

COMPLEMENTARIAS<br />

– Antecedentes: deben investigarse traumatismos anteriores,<br />

enfermedades oculares, exposición a irritantes<br />

o a productos tóxicos, enfermedades sistémicas.<br />

– Biomicroscopia, PIO, exploración del nervio óptico.<br />

– Si se descarta la causa ocular de la queratopatía en<br />

banda, posteriormente debe realizarse una analítica<br />

bioquímica completa.<br />

TRATAMIENTO<br />

– Tratar la causa subyacente si es posible.<br />

– Si el síntoma principal es dolor o molestias: pomadas<br />

lubricantes.<br />

– Si las molestias no ceden y hay gran obstrucción de<br />

la visión está indicada la quelación del calcio en consulta<br />

o quirófano:


Figura 9.2. a) Calcificación corneal tras traumatismo.<br />

b) Calcificación tras sufrir causticación ocular por álcali.<br />

c) Queratopatía en banda tras un proceso inflamatorio<br />

crónico ocular.<br />

• Se empapa una hemosteta con 150 mg/ml de ácido<br />

etilenodiaminotetracético (EDTA) disódico diluido en<br />

proporción de 1:4 con una solución salina normal.<br />

• Bajo anestesia tópica, se raspa el epitelio con bisturí<br />

y se frota con la hemosteta hasta disolver los depósitos<br />

de calcio (5-45 minutos) (fig. 9.4).<br />

CÓRNEA <br />

Figura 9.3. a) Calcificación corneal en queratopatía neurotrófica<br />

provocada tras la instilación crónica con colirio<br />

anestésico doble. Se requirió lente de contacto hasta<br />

realizar una queratoplastia penetrante. b) Depósitos cálcicos<br />

en el limbo en un paciente con insuficiencia renal<br />

que recibía tratamiento con diálisis. Estos pacientes presentan<br />

algunas veces sensación de cuerpo extraño.<br />

Figura 9.<strong>4.</strong> Restos cálcicos y erosión corneal después<br />

de quelación de los depósitos cálcicos en consulta.<br />

• Pomada antibiótica, ciclopléjico tópico, vendaje compresivo<br />

durante 24 horas y analgésicos orales.<br />

151


Infección ulcerativa corneal de inicio clínico insidioso.<br />

Desde la agresión vegetal o inoculación del hongo hasta<br />

que el paciente acude al servicio de urgencias pueden<br />

transcurrir días o semanas.<br />

MOTIVO DE CONSULTA<br />

Irritación ocular, sensación de cuerpo extraño, fotofobia<br />

y lagrimeo, síntomas que aumentan progresivamente<br />

hasta provocar intenso dolor y disminución de la visión.<br />

ETIOLOGÍA<br />

– Pueden estar causadas por: levaduras (Candida, la más<br />

típica), hongos filamentosos (tabicados, como Fusarium,<br />

Aspergillus, Penicillum) y hongos dismórficos (Histoplasma,<br />

raramente afecta la córnea).<br />

– Factores de riesgo:<br />

a) Traumatismo con material vegetal (generalmente<br />

por hongos filamentosos). Sospechar ante pequeños<br />

traumatismos en jardineros, jornaleros o cualquier<br />

persona en contacto continuo con materia<br />

vegetal (fig. 10.1 a y b).<br />

b) Enfermedad ocular crónica subyacente o con tratamientos<br />

corticoideos tópicos durante largos períodos<br />

de tiempo. Con frecuencia se asocian etiológicamente<br />

a Candida (fig. 10.2 a y b).<br />

c) Se pueden presentar como sobreinfección en la<br />

queratitis herpética ulcerativa y en casos de intensa<br />

sequedad ocular.<br />

EXPLORACIÓN CLÍNICA<br />

– Infiltrado corneal de coloración blanco-grisácea en la<br />

estoma, con bordes difusos o formados por filamentos.<br />

152<br />

10<br />

Q UERATITIS MICÓTICA<br />

A. Gálvez Ruiz, A. Bengoa González<br />

Figura 10.1. a) Queratomicosis por Pseudoallescheria<br />

boydii. Obsérvese el infiltrado<br />

central con anillo inmune alrededor y otro<br />

infiltrado satélite. b) Queratomicosis por<br />

Fusarium resistente a tratamiento. Gran<br />

infiltrado blanquecino de bordes filamentosos<br />

y abundante hipopión.<br />

– En estadios iniciales, el epitelio corneal se encuentra<br />

íntegro y algo sobreelevado sobre el resto de la<br />

superficie corneal. Gran hiperemia conjuntival e<br />

intensa inflamación desproporcionada al tamaño del<br />

infiltrado.


Figura 10.2. a) Queratomicosis por Candida en un<br />

paciente VIH-positivo ingresado en la unidad de cuidados<br />

intensivos. b) El mismo paciente meses después<br />

del tratamiento.<br />

– Ante el aumento de la inflamación, aumentan el tamaño<br />

y la profundidad del infiltrado. Puede haber ulceración<br />

(defecto epitelial con adelgazamiento estromal)<br />

e infiltrados satélite alrededor.<br />

– Puede observarse un anillo inmune alrededor de la<br />

úlcera, gran reacción en la cámara anterior y placa de<br />

fibrina endotelial con pliegues en la membrana de<br />

Descemet. Es frecuente el hipopión, incluso en úlceras<br />

pequeñas.<br />

– Descematocele y perforación ante la ausencia de tratamiento<br />

y el adelgazamiento progresivo de la estroma.<br />

DIAGNÓSTICO<br />

– Raspado del lecho corneal para tinción y cultivo. En<br />

infecciones profundas puede ser necesaria la biopsia.<br />

– Tinciones de Gram, Giemsa, plata de metenamina,<br />

Gomori o modificada de Grocott.<br />

– Los medios de cultivo más usados son: agar-chocolate<br />

a temperatura ambiente, agar-sangre y Sabouraud.<br />

DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL<br />

Infiltrados bacterianos (historia clínica del paciente),<br />

Acanthamoeba, queratitis por herpes y por micobacterias<br />

atípicas.<br />

TRATAMIENTO<br />

CÓRNEA <br />

– Los infiltrados o úlceras corneales de etiología desconocida<br />

deben tratarse como bacterianas hasta que<br />

se disponga de los resultados de los cultivos. Ante<br />

casos de alta sospecha se recomienda hospitalización<br />

del paciente e instauración de tratamiento para hongos.<br />

– Natamicina al 5 % (1 gota cada hora), de elección en<br />

hongos filamentosos, o anfotericina B al 0,075-0,3 %<br />

(1 gota cada hora), de elección en Candida. Ciclopentolato<br />

tópico y no oclusión del ojo.<br />

– No utilizar corticoides o retirarlos si se administraban.<br />

– Se aconseja un desbridamiento diario de la úlcera al<br />

menos los primeros días.<br />

– El género Candida responde bien a la combinación de<br />

anfotericina B tópica y flucitosina oral (100-150/kg/día).<br />

– La anfotericina B (1-1,5 mg/kg i.v.) y el fluconazol (200-<br />

400 mg/día i.v.) sistémicos pueden usarse ante la progresión<br />

incontrolada de la infección.<br />

– En caso de perforación corneal inminente o progresión<br />

de la enfermedad al limbo puede ser necesaria la<br />

queratoplastia.<br />

La disminución del dolor, del hipopión, del tamaño de<br />

los infiltrados y de la desaparición de las lesiones satélite<br />

es un signo favorable de evolución.<br />

La respuesta al tratamiento es lenta y la resolución<br />

puede tardar semanas o meses.<br />

153


MOTIVO DE CONSULTA<br />

Paciente portador de lentes de contacto, generalmente<br />

blandas, con mala higiene de ellas o productos de limpieza<br />

en malas condiciones, que acude con ojo rojo de<br />

larga evolución y dolor muy intenso.<br />

EXPLORACIÓN CLÍNICA<br />

Inicialmente afectación epitelial y subepitelial con punteado,<br />

velamiento, granularidad, microquistes, líneas<br />

epiteliales elevadas o seudodendritas, con queratoneuritis<br />

radial (queratitis radial) y edema de estroma.<br />

Tardíamente aparece un infiltrado estromal anular y a<br />

veces central pero de menor intensidad, con infiltrados<br />

satélite, sobre los que pueden desarrollarse erosiones<br />

epiteliales recurrentes (figs. 11.1 y 11.2).<br />

154<br />

Q UERATITIS POR A CANTHAMOEBA<br />

Figura 11.1. Irregularidad epitelial y múltiples infiltrados<br />

estromales con patrón dendritiforme en paciente<br />

con queratitis por Acanthamoeba. Nótese la queratoneuritis<br />

radial en el sector nasal.<br />

11<br />

F. J. Monescillo López<br />

Figura 11.2. Mismo paciente tras unos días de tratamiento<br />

con clorhexidina y biguanida. Defecto epitelial<br />

paracentral inferior y nasal de menor extensión en imagen<br />

con luz azul cobalto.<br />

DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL<br />

– Queratitis por herpes simple: hay antecedentes previos<br />

de otros episodios de herpes y generalmente las<br />

dendritas son más tfpicas y con menos dolor.<br />

– Úlcera micótica: con tinción se ven las hifas y crecen<br />

en agar de Sabouraud.<br />

– Úlcera bacteriana (tipo Pseudomonas): evolución más<br />

aguda, crece en cultivos bacterianos y responde a<br />

antibióticos.<br />

PRUEBAS COMPLEMENTARIAS<br />

– Raspado corneal para tinciones de Giemsa, Schiff y<br />

Gram. Si es posible, realizar tinciones con calcoflúor.<br />

– Cultivo en agar no nutritivo con Escherichia coli. Cultivo<br />

y frotis de lentes de contacto y estuche.


– Si éstos son negativos o el cuadro no mejora con el<br />

tratamiento, realizar biopsia corneal.<br />

TRATAMIENTO<br />

Es prolongado (6-12 meses) y a veces poco eficaz. Se<br />

utilizan, de forma aislada o en combinación, los<br />

siguientes fármacos:<br />

– Propamidina en combinación con colirios de polimixina<br />

B-neomicina-gramicidina, alternándolas cada 30-<br />

60 minutos los 3 primeros días y cada hora durante el<br />

día y cada 2 horas por la noche el resto de la semana.<br />

– Imidazoles: miconazol tópico al 1 % o cotrimazol al<br />

1 % cada 2 horas o ketoconazol 200 mg por vía oral 2<br />

veces al día.<br />

– Polihexametileno-biguanida, generalmente en combinación<br />

con propamidina, alternándose cada 30-60<br />

minutos los 3 primeros días y cada hora el resto de la<br />

semana.<br />

Asociados a:<br />

– Suspensión de lentes de contacto.<br />

– Ciclopléjico.<br />

– Analgésicos orales según necesidad.<br />

En caso de fracaso médico está indicado la queratoplastia<br />

penetrante, aunque presenta un importante<br />

índice de recurrencias.<br />

Seguimiento diario hasta la mejoría franca.<br />

CÓRNEA <br />

155


La infección primaria por herpesvirus puede afectar<br />

cualquier parte del organismo, como los ojos, el área<br />

nasolabial, la piel o los órganos genitales, además de<br />

ser la causa del síndrome denominado fiebre de origen<br />

desconocido. El hombre es el único huésped natural de<br />

los herpesvirus. Generalmente un niño desarrolla la<br />

infección primaria y un adulto la infección recurrente,<br />

pudiendo ser ambos portadores asintomáticos. El período<br />

de incubación es de 3-9 días para los que manifiestan<br />

la enfermedad. La mayoría de las infecciones oculares<br />

causadas por herpes simple son recidivas que, a<br />

su vez, son causadas por múltiples factores, como estrés<br />

físico y emocional, traumatismos oculares, fiebre, menstruación<br />

y exposición a la radiación ultravioleta.<br />

La infección por herpesvirus ha de considerarse una<br />

enfermedad que provoca un proceso infeccioso y una<br />

reacción inmune.<br />

MOTIVO DE CONSULTA<br />

Hiperemia conjuntival, generalmente unilateral, sensación<br />

de cuerpo extraño, dolor o picor, fotofobia, lagrimeo,<br />

visión borrosa, exantema cutáneo vesicular periocular.<br />

En la enfermedad estromal, la iritis y la uveítis vírica<br />

pueden presentarse con dolor intenso.<br />

EXPLORACIÓN CLÍNICA<br />

Afectación ocular primaria<br />

Se caracteriza por afectación conjuntival, reacción folicular<br />

aguda con adenopatía preauricular y dendritas en<br />

156<br />

12<br />

H ERPES SIMPLE<br />

A. Bengoa González, R. Seoane Prieto<br />

la conjuntiva bulbar, pudiendo también acompañarse<br />

de lesiones vesiculares palpebrales (fig. 12.1 a y b).<br />

La queratitis dendrítica sigue a la conjuntivitis. Es una<br />

queratitis atípica ya que se caracteriza por múltiples<br />

Figura 12.1. a) Aspecto de una erupción cutánea vesiculosa<br />

causada por herpes simple. b) Herpes en párpado<br />

inferior. Obsérvense las vesículas en borde palpebral.


lesiones punteadas o microdendritas que pueden confluir<br />

para formar una lesión dendrítica grande o una<br />

úlcera serpiginosa (fig. 12.2 a, b y c).<br />

Figura 12.2. a) Queratopatía punteada superficial.<br />

Pequeñas dendritas que confluyen para formar una dendrita<br />

grande. b) Confluencia de varias dendritas que<br />

determinan un aspecto serpiginoso. c) Gran lesión dendrítica<br />

corneal ramificada clásica.<br />

Afectación ocular recurrente<br />

Puede afectar los párpados, la conjuntiva, la córnea y el<br />

tracto uveal.<br />

La localización más frecuente de la afectación ocular<br />

recurrente por herpes simple es la córnea y generalmente<br />

es unilateral.<br />

Infección epitelial corneal<br />

CÓRNEA <br />

a) Punteada. Se pueden ver lesiones punteadas múltiples<br />

al igual que en la afectación primaria.<br />

b) Dendrítica. En cualquier parte de la córnea, pueden<br />

presentarse lesiones de forma estrellada o dendrítica.<br />

La sensibilidad corneal se encuentra disminuida<br />

y suele asociarse a una reacción folicular conjuntival<br />

(fig. 12.3).<br />

c) Geográfica. Ulceración geográfica o ameboide. Suele<br />

respetar la estroma (fig. 12.4).<br />

Enfermedad estromal. Inflamación de la estroma causada<br />

por mecanismo inmunológico tipo II (por anticuerpos)<br />

o IV (hipersensibilidad).<br />

a) Queratitis disciforme. Enfermedad estromal no necrosante<br />

que se caracteriza por edema de la estroma en<br />

forma de disco, conservando la integridad epitelial.<br />

Discreta reacción en cámara anterior y precipitados<br />

Figura 12.3. Lesiones corneales en afectación recurrente<br />

por herpes simple, algunas con forma estrellada y otra<br />

dendrítica. Obsérvense en la forma dendrítica los bordes<br />

de la lesión enrollados, la base deprimida y los bulbos<br />

terminales.<br />

157


ATLAS URGENCIAS EN OFTALMOLOGÍA<br />

158<br />

Figura 12.<strong>4.</strong> Úlcera dendrítica que ha progresado hasta<br />

formar una úlcera geográfica. La lesión epitelial central<br />

es mayor que en las lesiones dendríticas.<br />

queráticos endoteliales. La presión intraocular (PIO)<br />

puede estar elevada. No hay necrosis ni neovascularización<br />

(fig. 12.5. a y b).<br />

Figura 12.5. a) Queratitis disciforme de localización central.<br />

b) El mismo paciente. Obsérvese el edema estromal<br />

central sin afectación epitelial.<br />

b) Queratitis intersticial no necrosante. Edema estromal,<br />

generalmente localizado, que presenta neovascularización<br />

profunda. En estadios inactivos los vasos<br />

no están perfundidos, denominándose vasos fantasma,<br />

que pueden volver a reperfundirse en períodos<br />

inflamatorios agudos e incluso llegar al sangrado.<br />

Puede evolucionar a formas necróticas (véase capítulo<br />

16).<br />

c) Queratitis intersticial necrosante. Inflamación estromal<br />

e infiltración blanca y densa con zonas de adelgazamiento,<br />

rodeada de tejido cicatrizal y neovascularización,<br />

que afecta toda la córnea o parte de ella.<br />

Puede acompañarse de reacción inflamatoria aguda<br />

en cámara anterior, hipopión y elevación de la PIO<br />

(fig. 12.6).<br />

Figura 12.6. Queratitis intersticial necrosante causada<br />

por herpes. Obsérvese la infiltración blanca y densa, con<br />

zonas de inflamación estromal y otras de adelgazamiento,<br />

además de neovascularización. Presentaba además reacción<br />

moderada en cámara anterior.<br />

Queratouveítis. Generalmente unilateral.Turbidez corneal<br />

que implica una disminución de la agudeza visual,<br />

fotofobia, lagrimeo y dolor producido por la inflamación<br />

y la elevación de la PIO. Puede aparecer después<br />

de un episodio de queratitis epitelial o estromal.<br />

Hay edema corneal, inyección ciliar y conjuntival, reacción<br />

de la cámara anterior entre moderada o intensa,<br />

iritis y precipitados queráticos (fig. 12.7). Es frecuente<br />

la atrofia sectorial o difusa del iris.


Figura 12.7. Queratouveítis en la que se aprecian inflamación<br />

estromal, turbidez corneal, reacción en cámara<br />

anterior moderada y precipitados endoteliales. Presenta<br />

una midriasis farmacológica.<br />

Queratopatía metaherpética/queratopatía neurotrófica.<br />

Es el resultado de infecciones herpéticas recurrentes<br />

que producen hipoestesia corneal y que contribuyen<br />

a la formación de úlceras que no cicatrizan.<br />

Comienzan como pequeñas erosiones corneales, que<br />

se convierten en grandes defectos epiteliales ovales de<br />

localización central o paracentral, acompañadas en ocasiones<br />

de turbidez estromal (fig. 12.8 a y b).<br />

DIAGNÓSTICO<br />

– Examen de los párpados, exploración con lámpara de<br />

hendidura, medición de PIO, comprobación de la<br />

sensibilidad corneal.<br />

– Antecedentes de episodios previos, fiebre, estado de<br />

inmunodeficiencia, uso reciente de corticoides tópicos<br />

o sistémicos.<br />

Generalmente el diagnóstico del herpes y su afectación<br />

ocular es clínico, aunque ante una duda diagnóstica<br />

puede plantearse más adelante raspado corneal para<br />

tinción con Giemsa e incluso el cultivo del virus.<br />

TRATAMIENTO<br />

– Lesiones palpebrales. Si no afectan el borde libre,<br />

con pomada de sulfato de cinc al 1 ‰, 3 veces al día, o<br />

pomada antibiótica de eritromicina o bacitracina. Si<br />

afectan el borde libre palpebral se añade pomada oftál-<br />

CÓRNEA <br />

Figura 12.8. a) Defecto epitelial trófico paracentral inferior.<br />

Obsérvese la inflamación estromal adyacente. b)<br />

Defecto evidente con fluoresceína.<br />

mica de aciclovir tópico en el ojo como medida profiláctica.<br />

Otros cuadros, como la conjuntivitis por herpes,<br />

se trata igualmente con aciclovir tópico.<br />

– Infección primaria. Aciclovir oral 200 mg 5 veces al<br />

día durante 7-10 días o Valaciclovir 500 mg 2 veces<br />

al día durante 7-10 días.<br />

– La infección epitelial por herpes simple se trata con<br />

pomada oftálmica de aciclovir tópico, considerando<br />

la posibilidad de desbridar las lesiones con aplicador<br />

de punta de algodón para disminuir la carga viral de<br />

la úlcera, la cicatrización estromal y la formación de<br />

dendritas fantasma.<br />

– Si hay afectación estromal, siempre que no exista<br />

enfermedad epitelial activa, se tratará con corticoides<br />

tópicos suaves con la dosis mínima eficaz, además de<br />

tratamiento antivírico tópico profiláctico y ciclopléjico.<br />

No se ha demostrado la eficacia del aciclovir sis-<br />

159


ATLAS URGENCIAS EN OFTALMOLOGÍA<br />

témico asociado a este tratamiento. En caso de lesión<br />

grave de la estroma corneal pueden añadirse corticoides<br />

sistémicos al tratamiento, que se reducirán<br />

rápidamente.<br />

– La queratitis estromal inmune y la queratouveítis responden<br />

bien a corticoides tópicos. Debe emplearse<br />

terapia antivírica profiláctica simultánea en dosis similares<br />

para prevenir la infección vírica recurrente. El<br />

empleo de corticoides no debe utilizarse ante queratitis<br />

epitelial infecciosa ya que puede potenciar la<br />

infección. Si la reacción inflamatoria requiere el uso<br />

de corticoides, será una vez se haya administrado el<br />

tratamiento antivírico durante varios días y la infección<br />

esté respondiendo favorablemente.<br />

– La lesión epitelial que no se resuelve después de varias<br />

semanas de tratamiento antiviral, debe sospecharse<br />

toxicidad antiviral, lesión epitelial trófica o ambas,<br />

retirarse el tratamiento antivírico y aplicar lágrimas<br />

artificiales sin conservantes, antibióticos tópicos con<br />

oclusión o sin ésta. Si no se resuelve más adelante<br />

puede plantearse lente de contacto terapéutica, tarsorrafia<br />

o injertos tectónicos. Ante perforaciones inmi-<br />

160<br />

Figura 12.9. Pequeña perforación corneal de ulceración<br />

herpética que se cerró con adhesivo tisular de cianoacrilato.<br />

nentes o perforaciones pequeñas, el adhesivo tisular<br />

de cianoacrilato es efectivo (fig. 12.9).<br />

– El tratamiento quirúrgico se reserva para los casos<br />

con gran fibrosis estromal y disminución de la agudeza<br />

visual.


El herpes zoster es la reactivación dermatómica, meses,<br />

años o décadas más tarde, de la infección primaria causada<br />

por el virus varicela-zoster. Cuando el dermátomo<br />

afectado corresponde al nervio trigémino produce el síndrome<br />

clínico denominado herpes zoster oftálmico.<br />

MOTIVO DE CONSULTA<br />

– Dolor cutáneo lancinante, disestesia o hiperestesia<br />

sobre el dermátomo afectado (primera rama del V par<br />

craneal) y vesículas. Las lesiones no cruzan la línea<br />

media, son unilaterales.<br />

– Fiebre, náuseas.<br />

– Alteraciones visuales, ojo rojo y dolor ocular.<br />

EXPLORACIÓN CLÍNICA<br />

– Exantema papulovesiculoso en la primera rama del<br />

trigémino (fig. 13.1).<br />

– La afectación ocular es muy variada: conjuntivitis, queratitis<br />

punteada, seudodendritas (fig. 13.2 a y b), queratitis<br />

disciforme, necrosante, neurotrófica, blefaritis,<br />

dacrioadenitis, uveítis, vitritis, retinitis, glaucoma, parálisis<br />

musculares, escleritis, episcleritis (fig. 13.2 c). La<br />

afectación ocular puede ocurrir meses o años después<br />

de la erupción.<br />

– También se producen cefaleas y es relativamente frecuente<br />

la neuralgia postherpética.<br />

DIAGNÓSTICO<br />

– El diagnóstico suele ser clínico.<br />

– Anamnesis: antecedentes de episodios previos de herpes<br />

zoster, inmunodepresión, VIH, uso de drogas intravenosas,<br />

preferencias sexuales.<br />

13<br />

H ERPES ZOSTER OFTÁLMICO<br />

C. Merino de Palacios, R. Seoane Prieto<br />

Figura 13.1. Lesiones vesiculares en fase<br />

de costra, típicas del herpes zoster oftálmico.<br />

Las lesiones afectan un solo dermátomo<br />

y nunca cruzan la línea media.<br />

– Estudio ocular: biomicroscopia, oftalmoscopia, medición<br />

de PIO.<br />

– Diagnóstico de laboratorio: cultivo de lesiones cutáneas<br />

u oculares.<br />

DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL<br />

– Herpes simple: pacientes más jóvenes, menor duración<br />

(menos de 3 semanas), más recidivante, no respeta<br />

línea media, no se limita a un dermátomo, dendritas<br />

verdaderas más finas con bulbos terminales que<br />

se tiñen bien con fluoresceína y empeoran con los<br />

corticoides.<br />

161


ATLAS URGENCIAS EN OFTALMOLOGÍA<br />

162<br />

Figura 13.2. a) Queratitis por herpes zoster. Las lesiones<br />

pueden adoptar formas seudodendritiformes que<br />

no deben confundirse con las dendritas verdaderas producidas<br />

por el herpes simple. b) Conjuntivitis y queratopatía<br />

punteada superficial con aspecto dendrítico en<br />

el herpes zoster. c) Episcleritis tras herpes zoster oftálmico.<br />

TRATAMIENTO<br />

– General: aciclovir, 800 mg, 5 veces al día, durante 10<br />

días. Es efectivo si se administra durante los 7 primeros<br />

días, sobre todo en las primeras 72 horas.<br />

Valaciclovir, 500 mg, 2 comprimidos al día cada 8 horas<br />

durante 7 días, en las primeras 72 horas tras la aparición<br />

de las lesiones.<br />

– Lesiones cutáneas:<br />

• Sulfato de cinc 1 ‰, 3 veces al día.<br />

• Pomada de antibiótico (p. ej., bacitracina), 2 veces<br />

al día.<br />

– Lesiones oculares:<br />

• Conjuntivitis: compresas frías y pomada de eritromicina,<br />

2 veces al día.<br />

• Queratitis epitelial punteada y queratitis dendrítica:<br />

no se ha demostrado beneficio claro con el tratamiento<br />

antivírico ni corticoideo tópico. El aciclovir<br />

sistémico suele ser suficiente. Es conveniente<br />

aplicar lubricantes.<br />

• Queratitis por exposición: lubricantes y pomada de<br />

eritromicina, 4 veces al día.<br />

• La infiltración de la estroma anterior, la queratitis<br />

disciforme, la queratitis intersticial y la escleroqueratitis<br />

responden a los corticoides tópicos.<br />

• Uveítis: corticoides más ciclopléjico.<br />

• Retinitis, coroiditis, neuritis óptica, parálisis de par<br />

craneal: aciclovir sistémico y prednisona (60 mg,<br />

3 días; 40 mg, 3 días; 20 mg, 4 días, y suspender).<br />

• Dolor: se han probado diversos tratamientos: levodopa,<br />

cimetidina, capsaicina tópica, amitriptilina e<br />

incluso bloqueo del ganglio estrellado.<br />

– Neuralgia postherpética: analgésicos. La utilidad de<br />

los corticoides es discutible.<br />

– Seguimiento: en la primera semana, si existe afectación<br />

ocular; si no, en 1-2 semanas. Después del cuadro<br />

agudo se debe revisar cada 3-6 meses.


MOTIVO DE CONSULTA<br />

– Dolor, sensación de cuerpo extraño, fotofobia, pérdida<br />

de visión, secreción, ojo rojo.<br />

EXPLORACIÓN CLÍNICA<br />

– Biomicroscopia:<br />

• Los infiltrados consisten en opacidades focales<br />

blanquecinas en la estroma corneal, que pueden<br />

abscedarse (fig. 1<strong>4.</strong>1 a y b).<br />

• Otros signos posibles son inyección ciliar, adelgazamiento<br />

corneal, edema e inflamación estromal<br />

alrededor del infiltrado, signos inflamatorios en<br />

cámara anterior, hipopión, secreción mucopurulenta<br />

14<br />

I NFILTRADO CORNEAL INFECCIOSO/ ÚLCERA<br />

CORNEAL<br />

C. Merino de Palacios, F. J. Monescillo López<br />

(fig. 1<strong>4.</strong>1 c), pliegues en la membrana de Descemet<br />

e, incluso, descematocele (fig. 1<strong>4.</strong>3 b).<br />

• Si tiene defecto epitelial, se tiñe con fluoresceína y<br />

se llama úlcera (fig. 1<strong>4.</strong>2).<br />

Figura 1<strong>4.</strong>1. a) Absceso corneal. Se aprecia una zona redondeada con infiltración de la estroma adyacente. La lesión es fluoresceína-negativa<br />

porque no existe erosión corneal suprayacente. b) Absceso corneal que afecta la totalidad de la córnea. c)<br />

Infiltrado corneal con hipopión, edema corneal e intensa reacción conjuntival con inyección ciliar.<br />

163


ATLAS URGENCIAS EN OFTALMOLOGÍA<br />

FACTORES DE RIESGO<br />

– Utilización de lentes de contacto. Véase capítulo 19.<br />

– Cualquier enfermedad de la superficie ocular que altere<br />

los mecanismos de defensa: postherpética, traumatismo,<br />

queratopatía ampollar, exposición, ojo seco,<br />

sensibilidad corneal disminuida, radiaciones, posquirúrgico,<br />

trasplante de córnea, etc.<br />

ETIOLOGÍA<br />

– Bacteriana. Es la causa más común. En general todas<br />

las infecciones corneales son bacterianas hasta que<br />

se demuestre lo contrario.<br />

• Streptococcus pneumoniae: supuración ovalada de la<br />

estroma blanco-amarillento y aumento de opacidad,<br />

rodeada por córnea relativamente clara<br />

(fig. 1<strong>4.</strong>3 a y b).<br />

• Pseudomonas: los hallazgos más típicos son el exudado<br />

mucopurulento espeso difícil de separar de la<br />

córnea, la necrosis con licuefacción y el aspecto de<br />

vidrio esmerilado semiopaco de la estroma adyacente<br />

(fig. 1<strong>4.</strong>4 a, b y c). Puede progresar rápidamente,<br />

incluso llegar a perforarse en 48 horas. Se<br />

da, sobre todo, en portadores de lentes de contacto.<br />

• Staphylococcus aureus: hay que diferenciar la úlcera<br />

infecciosa de la úlcera marginal por hipersensibilidad<br />

(úlcera marginal catarral), que es autoinmune<br />

y se asocia a blefaritis (fig. 1<strong>4.</strong>5 a y b).<br />

164<br />

Figura 1<strong>4.</strong>2. Úlcera corneal. Hay una erosión corneal<br />

profunda, con gran adelgazamiento e infiltración de la<br />

estroma adyacente.<br />

Figura 1<strong>4.</strong>3. a) Úlcera corneal producida por neumococo.<br />

Se aprecia una úlcera de gran profundidad. La<br />

secreción es purulenta y se observa el nivel de hipopión<br />

acompañante. La córnea adyacente se conserva relativamente<br />

clara. b) Absceso corneal por neumococo. El<br />

adelgazamiento corneal ha llegado a producir un descematocele.<br />

• Otros: se han logrado cultivar numerosas bacterias:<br />

Corynebacterium (fig. 1<strong>4.</strong>6 a y b), Moraxella, Fusarium,<br />

etc.<br />

– Micótica. Se debe pensar en ella tras un traumatismo,<br />

sobre todo vegetal. El infiltrado tiene los bordes en<br />

encaje y suele estar rodeado por lesiones satélite.<br />

Sobre todo están causados por Candida albicans y Aspergillus.<br />

Produce pocos síntomas. Véase capítulo 10.<br />

– Acanthamoeba. Muy doloroso. El infiltrado tiene forma<br />

de anillo. Se produce en pacientes portadores de<br />

lentes de contacto blandas con poca higiene o con<br />

antecedente de haber nadado con las lentes puestas.<br />

Los quistes se tiñen con PAS y Giemsa. Véase capítulo<br />

11.<br />

– Virus herpes simple. Puede haber vesículas palpebrales<br />

o dendritas en el epitelio corneal. Con frecuencia


Figura 1<strong>4.</strong><strong>4.</strong> a) Úlcera producida por Pseudomonas aeruginosa.<br />

Obsérvense el exudado mucopurulento espeso y<br />

adherente y la necrosis con licuefacción corneal. b) El<br />

mismo paciente, un mes más tarde. Ya no se aprecia la<br />

secreción, pero la estroma adyacente aún presenta un<br />

aspecto de vidrio esmerilado semiopaco. c) Absceso por<br />

Pseudomonas. El aspecto en anillo es típico.<br />

hay antecedentes de enfermedad ocular recurrente o<br />

herpes ocular. Véase capítulo 12.<br />

– Micobacterias atípicas. Se producen sobre todo por<br />

heridas penetrantes o injertos corneales. Los cultivos<br />

tardan 8 semanas.<br />

DIAGNÓSTICO<br />

– Anamnesis: es muy importante conocer los antecedentes,<br />

tipo de traumatismo si lo hubo, tratamientos<br />

anteriores, uso de lentes de contacto, etc.<br />

– Biomicroscopia: tinción con fluoresceína para ver si<br />

hay defecto epitelial. Comprobar tamaño, profundidad,<br />

ubicación y reacción inflamatoria en cámara anterior.<br />

– Raspado corneal y cultivos en úlceras e infiltrados con<br />

sospecha de causa infecciosa. Véase Apéndice (Tomo 11).<br />

DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL<br />

CÓRNEA <br />

Figura 1<strong>4.</strong>5. a) Absceso por Staphylococcus aureus. Se<br />

diferencia de los infiltrados marginales por hipersensibilidad<br />

a estafilococo, porque suelen ser únicos, más<br />

centrales y cursan con mayor inflamación, incluso con<br />

edema corneal. b) Úlcera marginal autoinmune por hipersensibilidad<br />

a estafilococos (úlcera marginal catarral).<br />

Habitualmente son múltiples y más pequeñas y pueden<br />

confluir originando una infiltración en forma de semiluna.<br />

Es típico el limbo claro.<br />

– Úlcera estéril, no infecciosa: síndrome de ojo seco,<br />

traumatismos, colagenopatías, erosiones epiteliales<br />

de causas diversas. Pueden ser asintomáticas y cursar<br />

sin hiperemia.<br />

– Hipersensibilidad a estafilococos: infiltrados corneales<br />

periféricos, sobre todo bilaterales, múltiples, que<br />

165


ATLAS URGENCIAS EN OFTALMOLOGÍA<br />

dejan una zona clara entre éstos y el limbo. A veces se<br />

produce defecto epitelial.<br />

– Reacción inmune a lentes de contacto o soluciones:<br />

son semejantes a las anteriores.<br />

– Cuerpo extraño o anillo de óxido residual: pueden<br />

cursar con inflamación de estroma, edema e infiltrado<br />

estéril. Se soluciona al retirar el cuerpo extraño.<br />

ACTUACIÓN<br />

– Antibiótico. Tras la toma de cultivos se administra un<br />

antibiótico de amplio espectro.<br />

• Tópico:<br />

Combinación estándar: aminoglucósido reforzado<br />

+ cefalosporina reforzada.<br />

Fluorquinolonas:<br />

Ciprofloxacino (1 gota/2 horas 2 días, después<br />

1 gota/4 horas).<br />

Ofloxacino (1 gota/2 horas 2 días, después 1 gota/4<br />

horas).<br />

• Inyección subconjuntival.<br />

– Ciclopléjico. Por ejemplo, atropina o colirio de ciclopléjico,<br />

1 gota/8 horas para evitar sinequias poste-<br />

166<br />

Figura 1<strong>4.</strong>6. a) Úlcera corneal por Corynebacterium.<br />

b) El mismo paciente, bajo tinción con fluoresceína.<br />

riores y reducir el dolor por relajación del músculo<br />

ciliar.<br />

– No usar lentes de contacto.<br />

– Medicación analgésica oral si es necesario: paracetamol.<br />

– Corticoides. Se recomienda utilizarlos una vez iniciado<br />

el tratamiento antibiótico.<br />

– Hospitalización si se requieren antibióticos sistémicos<br />

o en caso de dificultad o sospecha de incumplimiento<br />

terapéutico.<br />

– Hipersensibilidad a estafilococos:<br />

• Leve: calor seco, higiene ocular y palpebral y pomada<br />

de eritromicina.<br />

• Moderada: añadir corticoides tópicos (dexametasona,<br />

4 veces al día).<br />

• Recurrencias frecuentes: antibiótico sistémico (tetraciclina<br />

o doxiciclina o eritromicina).<br />

– Seguimiento:<br />

• A diario para ver el tamaño de la úlcera, variación<br />

de los síntomas, magnitud del defecto epitelial y de<br />

la reacción en cámara anterior.<br />

• Si mejora se disminuyen las dosis de antibióticos.<br />

• Si no mejora se hacen nuevos cultivos (o los primeros<br />

si no se habían recogido muestras). Incluso<br />

se debe realizar biopsia corneal, si la situación se<br />

agrava y persisten los cultivos negativos.<br />

• Trasplante corneal en caso de perforación corneal<br />

presente o inminente.<br />

• Se advierte a los pacientes que vuelvan a urgencias<br />

en caso de empeoramiento del dolor y de la visión.<br />

• Pueden quedar leucomas corneales como secuela<br />

(fig. 1<strong>4.</strong>7).<br />

Figura 1<strong>4.</strong>7. Leucoma postúlcera con neovascularización.


MOTIVO DE CONSULTA<br />

– Asintomático, hallazgo casual.<br />

– Sensación de cuerpo extraño, fotofobia, lagrimeo y/o<br />

blefarospasmo.<br />

Degeneración marginal<br />

de Terrien (fig. 15.1)<br />

Superior<br />

Varones<br />

Unilateral o bilateral<br />

Ausencia de inflamación<br />

Ausencia de dolor<br />

Epitelio intacto<br />

Progresión lenta<br />

Circunferencial<br />

Depósitos lipídicos<br />

Astigmatismo contra la regla, ectasia<br />

Perforación 15 %, por traumatismo<br />

Tratamiento<br />

Corregir astigmatismo<br />

Protectores oculares tipo escudo<br />

15<br />

A DELGAZAMIENTO CORNEAL<br />

PERIFÉRICO/ ÚLCERA MARGINAL<br />

C. Merino de Palacios<br />

Úlcera de Mooren<br />

Nasal o temporal<br />

Unilateral o bilateral<br />

Inflamación<br />

Dolor<br />

Ulceración<br />

Progresión lenta o rápida<br />

Central y circunferencial<br />

Ausencia de depósitos<br />

Borde socavado<br />

Perforación en casos graves<br />

EXPLORACIÓN CLÍNICA<br />

– Por biomicroscopia se observa un adelgazamiento corneal,<br />

con úlcera o infiltrado estériles o sin ellos.<br />

CAUSAS<br />

Antibiótico tópico, gotas<br />

Ciclopléjico<br />

Esteroides tópicos (dexametasona)<br />

Esteroides sistémicos<br />

(prednisona 60-100 mg / día, p.o.)<br />

Inmunosupresores<br />

Protectores oculares<br />

– Las tres causas más importantes de adelgazamiento<br />

corneal periférico son:<br />

Enfermedad del colágeno<br />

(fig. 15.2)<br />

Variable<br />

Unilateral o bilateral<br />

Inflamación presente o ausente<br />

A veces dolor<br />

Ulceración presente o ausente<br />

Circunferencial<br />

Ausencia de depósitos<br />

Patología sistémica<br />

Puede perforarse<br />

Pomada de eritromicina<br />

Lubricantes<br />

Ciclopléjico<br />

Esteroides sistémicos<br />

(prednisona 60-100 mg/día, p.o.)<br />

Inmunosupresores<br />

Protectores oculares<br />

167


ATLAS URGENCIAS EN OFTALMOLOGÍA<br />

– Otras causas de adelgazamiento periférico con infiltrados<br />

marginales o sin ellos son (véanse capítulos<br />

correspondientes):<br />

• Degeneración en surco. Ocurre en ancianos, por<br />

fuera del arco senil, junto al limbo. Es asintomática<br />

y cursa sin inflamación ni vascularización. No se<br />

ulcera ni se perfora y no es progresiva, por lo que no<br />

requiere tratamiento.<br />

• Degeneración marginal pelúcida. Adelgazamiento<br />

inferior, sin inflamación, que produce astigmatismo<br />

en contra de la regla por ectasia. Debe hacerse diagnóstico<br />

diferencial con el queratocono.<br />

• Dellen. Adelgazamiento por desecación corneal.<br />

• Hipersensibilidad a estafilococos (úlcera marginal<br />

catarral). Infiltrados periféricos corneales, blan-<br />

168<br />

Figura 15.1. Degeneración marginal de Terrien. En este<br />

caso la zona afectada comienza en la periferia inferior,<br />

aunque lo más típico es el inicio por la zona superior.<br />

El epitelio está intacto y no existe inflamación.<br />

Figura 15.2. Úlcera marginal en paciente con artritis<br />

reumatoide.<br />

quecinos, separados del limbo por una zona de córnea<br />

transparente, que pueden estar levemente adelgazados.<br />

Típicamente se acompaña de blefaritis.<br />

• Síndrome de ojo seco. En casos graves puede cursar<br />

con úlceras periféricas en la córnea.<br />

• Queratopatía por exposición o neurotrófica. Úlcera<br />

oval estéril en el sector inferior de la córnea.<br />

• Escleroqueratitis. La ulceración corneal conlleva<br />

dolor ocular intenso irradiado a la sien y/o la mejilla<br />

debido a la escleritis.<br />

• Queratoconjuntivitis primaveral. Ulceración corneal<br />

estéril superior, acompañada de papilas gigantes<br />

en la conjuntiva tarsal superior y/o papilas límbicas.<br />

• Rosácea ocular. Aparecen infiltrados que pueden<br />

dejar adelgazamiento residual en la mitad inferior<br />

de la córnea.<br />

• Úlceras autoinmunes de causa desconocida (fig. 15.3<br />

a y b).<br />

Figura 15.3. a) Úlcera marginal autoinmune de etiología<br />

no filiada. b) Úlcera marginal autoinmune posiblemente<br />

por hipersensibilidad a estafilococos.


DIAGNÓSTICO<br />

– Antecedentes: enfermedades sistémicas, síndrome de<br />

ojo seco, utilización de lentes de contacto.<br />

– Biomicroscopia: tinción con fluoresceína, búsqueda<br />

de signos que orienten a una patología u otra (infiltración,<br />

uveítis, hipopión, escleritis, sequedad ocular),<br />

medición de la PIO.<br />

– Fondo de ojo: para descartar patologías que cursan<br />

con alteraciones en esta localización (colagenopatías,<br />

escleritis posterior).<br />

– Cultivos: cuando se sospecha infección.<br />

– Estudio de anticuerpos para descartar enfermedades<br />

del colágeno.<br />

DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL<br />

CÓRNEA <br />

– Úlcera o infiltrado infeccioso: con opacificación blanco-grisácea<br />

de la estroma, ulceración, secreción, inyección<br />

conjuntival y/o reacción en cámara anterior. Véase<br />

capítulo 1<strong>4.</strong><br />

169


La queratitis intersticial es una inflamación de la estroma<br />

corneal sin afectación primaria del epitelio o del<br />

endotelio, que puede conducir a vascularización, fibrosis<br />

y adelgazamiento corneal.<br />

ETIOLOGÍA<br />

Se asocia a múltiples causas, sífilis congénita, también<br />

en la sífilis adquirida, TBC, síndrome de Cogan, vasculitis<br />

sistémica, poliarteritis nudosa, herpes simple, herpes<br />

zoster, enfermedad de Lyme y lepra.<br />

MOTIVO DE CONSULTA<br />

Dolor agudo, fotofobia intensa, lagrimeo, visión borrosa<br />

y ojo rojo.<br />

EXPLORACIÓN CLÍNICA<br />

– Signos agudos: infiltración estromal, edema corneal<br />

y vascularización profunda (fig. 16.1 a y b).<br />

– Signos antiguos: cicatriz profunda central estromal de<br />

densidad variable y vasos fantasma (no perfundidos),<br />

adelgazamiento estromal e incluso aplanamiento<br />

corneal (fig. 16.2 a, b y c).<br />

– Otros signos: células y flare en cámara anterior, inyección<br />

conjuntival, precipitados queráticos endoteliales<br />

(tabla 1).<br />

ESTUDIO CLÍNICO Y PRUEBAS<br />

COMPLEMENTARIAS<br />

Para las formas activa y antiguas no tratadas previamente.<br />

170<br />

16<br />

Q UERATITIS INTERSTICIAL<br />

A. Bengoa González, T. Gracia García-Miguel<br />

– Antecedentes: enfermedad venérea en la madre durante<br />

el embarazo, enfermedad venérea del paciente, acufenos,<br />

vértigo, sordera, antecedentes de queratitis herpética<br />

o herpes zoster.<br />

– Exploración: buscar estigmas de infección sifilítica,<br />

tanto ocular como sistémicos; lesiones cutáneas hipopigmentadas<br />

o anestesiadas, pliegues cutáneos engro-<br />

Figura 16.1. a) Queratitis intersticial herpética. Se aprecian<br />

infiltración estromal, edema corneal, vascularización<br />

superficial y profunda. b) Obsérvese el adelgazamiento<br />

estromal que provoca el aplanamiento corneal<br />

en esa zona.


sados, signo de cola de ceja y pérdidas de pestañas<br />

como en la lepra.<br />

– Estudio de fondo de ojo bajo dilatación: buscar focos<br />

de coriorretinitis en «sal y pimienta», atrofia óptica,<br />

neuritis óptica, pars planitis, etc.<br />

Se continuará el estudio posteriormente con pruebas<br />

serológicas para lúes, TBC, enfermedad de Lyme, VSG,<br />

anticuerpos antinucleares (ANA), factor reumatoide.<br />

TRATAMIENTO<br />

– Enfermedad aguda:<br />

• Ciclopléjicos tópicos.<br />

• Corticoides tópicos (la PIO debe controlarse y tratarse<br />

si está elevada).<br />

CÓRNEA <br />

Figura 16.2. a) Cicatriz estromal en una queratitis estromal herpética, en la que se aprecian vasos fantasma. Este paciente<br />

acudió con molestias, siendo el inicio de una reagudización de la inflamación pasada. Obsérvese que algunos vasos comenzaban<br />

a reperfundirse. b) Vasos fantasma distribuidos por toda la córnea en un paciente con queratitis intersticial por sífilis<br />

congénita. c) Cicatrización estromal en antigua queratitis intersticial por herpes simple.<br />

TABLA 1. OTROS SIGNOS CLÍNICOS EN ENFERMEDADES CON QUERATITIS INTERSTICIAL<br />

Sífilis congénita<br />

Bilateral, primera o<br />

segunda décadas<br />

de la vida<br />

Sector de conjuntiva<br />

bulbar inflamado<br />

Turbidez corneal con<br />

vascularización<br />

profunda<br />

Signos agudos<br />

o signos antiguos<br />

(véase el texto)<br />

Sífilis adquirida<br />

Unilateral y sectorial<br />

(también en TBC)<br />

Es signo tardío, puede<br />

acompañarse de atrofia<br />

óptica, cicatrices<br />

coriorretinianas, fondo<br />

en “sal y pimienta”<br />

Síndrome de Cogan<br />

Bilateral<br />

Infiltrados en estroma<br />

anterior similares<br />

a los de Chlamydia<br />

y adenovirus<br />

Zumbido de oídos,<br />

vértigo y sordera<br />

Herpes simple<br />

Queratitis estromática<br />

no necrosante (edema<br />

corneal + precipitados<br />

granulomatosos)<br />

Queratitis estromática<br />

necrosante (edema<br />

corneal + infiltrados<br />

blancos estromales con<br />

neovascularización<br />

o sin ella)<br />

Herpes zoster<br />

Varias semanas<br />

después de infección<br />

aguda<br />

Edema corneal<br />

localizado,<br />

neovascularización<br />

corneal profunda,<br />

infiltrados lipídicos<br />

• Tratamiento de la enfermedad subyacente (p. ej.,<br />

luética: penicilina sistémica).<br />

Este tratamiento debe detener la lesión, quedando<br />

la córnea casi clara, siempre dependiendo de la<br />

extensión de la vascularización en el momento del<br />

diagnóstico.<br />

– Enfermedad antigua inactiva. Valorar posteriormente<br />

el trasplante corneal.<br />

La indicación y el tratamiento de la infección sifilítica<br />

se encuentran en el capítulo correspondiente a Sífilis<br />

congénita y adquirida (volumen II).<br />

Si se sospecha un síndrome de Cogan, se debe remitir<br />

al paciente al otorrinolaringólogo para su valoración y<br />

tratamiento.<br />

171


Adelgazamiento corneal focal periférico, adyacente a<br />

una lesión elevada en la córnea o la conjuntiva, causado<br />

por insuficiente recubrimiento lagrimal y pobre<br />

humidificación de la superficie corneal.<br />

ETIOLOGÍA<br />

Ampolla de filtración conjuntival en cirugía de glaucoma,<br />

hiposfagma, pterigión, pinguécula, quemosis postoperatorias,<br />

calcificaciones corneales periféricas, episcleritis,<br />

masas límbicas (fig. 17.1).<br />

MOTIVO DE CONSULTA<br />

Asintomática o sensación de cuerpo extraño.<br />

EXPLORACIÓN<br />

Adelgazamiento corneal (por deshidratación estromal),<br />

con preservación de todas las capas corneales.<br />

172<br />

Figura 17.1. Gran adelgazamiento corneal periférico<br />

provocado por ampolla de filtración tras cirugía de glaucoma.<br />

17<br />

D ELLEN<br />

A. Gálvez Ruiz<br />

Puede acumularse fluoresceína en la depresión, pero el<br />

área se tiñe muy poco (fig. 17.2 a y b).<br />

TRATAMIENTO<br />

– Lágrimas artificiales, antibiótico tópico y pomada lubricante<br />

por la noche (si es necesario, parche compresivo<br />

24 horas). La lubricación se mantiene hasta que la<br />

lesión desaparezca.<br />

– En la medida de lo posible también se actuará sobre<br />

la patología causante.<br />

Figura 17.2. a) Adelgazamiento corneal por deshidratación<br />

de la estroma. No se produce pérdida de capas corneales<br />

por lo que a veces no se capta la fluoresceína.<br />

b) Captación de fluoresceína en Dellen por pingueculitis.


Trastorno corneal caracterizado por un adelgazamiento<br />

progresivo de la estroma central o paracentral, que provoca<br />

protrusión apical, astigmatismo miópico irregular<br />

y disminución de la agudeza visual (fig. 18.1). Se manifiesta<br />

en la pubertad o en la tercera década y, después<br />

de una progresión rápida, puede estacionarse, aunque<br />

a menudo con recaídas.<br />

Se puede asociar a síndromes de Down y Marfan, atopia<br />

y portadores de lentes de contacto.<br />

MOTIVO DE CONSULTA<br />

– Disminución de visión y distorsión de imágenes.<br />

– En fases avanzadas no se toleran las lentes de contacto,<br />

que producen fotofobia, lagrimeo y dolor si existe<br />

defecto epitelial.<br />

Figura 18.1. Queratocono de rápida progresión en un<br />

paciente de 32 años que acudió a urgencias con agudeza<br />

visual de movimientos de manos.<br />

18<br />

Q UERATOCONO<br />

A. Bengoa González, B. Sarmiento Torres<br />

– Al producirse un adelgazamiento corneal progresivo,<br />

de hasta una tercera parte del grosor, puede romperse<br />

la membrana de Descemet y provocar el paso de<br />

humor acuoso hacia la estroma corneal y el epitelio,<br />

dando lugar a un hydrops agudo o hidropesía corneal aguda<br />

(fig. 18.2 a y b). El hydrops agudo puede ocasionar una<br />

disminución brusca de la visión, lagrimeo profuso,<br />

fotofobia y dolor.<br />

Figura 18.2. a) Hidropesía aguda. Gran edema corneal<br />

por rotura aguda de la membrana de Descemet.<br />

b) Hidropesía aguda que afecta toda la córnea.<br />

173


ATLAS URGENCIAS EN OFTALMOLOGÍA<br />

EXPLORACIÓN CLÍNICA<br />

– Astigmatismo miópico progresivo, generalmente bilateral,<br />

de presentación y evolución asimétricas.<br />

– Mala agudeza visual corregida con gafas. Mejoría de<br />

la agudeza visual con estenopeico o con lentes de<br />

contacto.<br />

– Mediante biomicroscopia<br />

• Adelgazamiento paracentral (mayor en el vértice de<br />

la protrusión) y abombamiento corneal.<br />

• Estrías de Vogt: líneas verticales de tensión corneal<br />

en estroma, presentes en el 60 % cuando la curvatura<br />

corneal es superior a 52 dioptrías.<br />

• Anillo de Fleischer: epitelio pardusco en capa epitelial<br />

basal debajo del cono.<br />

– Reflejo en «gota de aceite» en la oftalmoscopia; «sombras<br />

en tijeras» en la retinoscopia; miras distorsionadas<br />

en la queratometría.<br />

– Signo de Munson (abultamiento del párpado inferior<br />

al mirar hacia abajo) (fig. 18.3).<br />

– Erosiones corneales superficiales, cicatrización corneal<br />

en portadores de lentes de contacto y en casos<br />

graves.<br />

– Hydrops agudo (edema corneal súbito por rotura de la<br />

membrana de Descemet).<br />

DIAGNÓSTICO<br />

– Diagnóstico de sospecha mediante biomicroscopia,<br />

refracción, retinoscopia, queratometría.<br />

174<br />

Figura 18.3. Signo de Munson. Obsérvese la figura en<br />

V que provoca el cono en el párpado inferior al mirar<br />

hacia abajo.<br />

– Antecedentes: duración y ritmo de pérdida de visión,<br />

cambio frecuente de corrección de gafas, menor tolerancia<br />

a las lentes de contacto, problemas médicos<br />

subyacentes, alergias, etc.<br />

DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL<br />

– Queratoglobo: protrusión y adelgazamiento de toda<br />

la córnea, mayor en la periferia. Puede complicarse<br />

con un hydrops agudo (fig. 18.4).<br />

– Degeneración marginal pelúcida: adelgazamiento corneal<br />

inferior, bilateral, en forma de media luna. Puede<br />

complicarse con un hydrops agudo.<br />

Figura 18.<strong>4.</strong> Queratoglobo.<br />

TRATAMIENTO<br />

– Corrección con gafas en casos muy precoces y con<br />

astigmatismo irregular muy bajo.<br />

– Lentes de contacto, generalmente rígidas permeables<br />

(tratamiento de elección en el 80 % de los queratoconos).<br />

– Queratoplastia penetrante si no se toleran lentes de<br />

contacto, en fase avanzada o en caso de gran cicatriz<br />

corneal.<br />

– Hydrops agudo (generalmente no produce perforación<br />

corneal):<br />

• Ciclopléjico al 1 %.<br />

• Parche compresivo (24-48 horas), en ocasiones.<br />

• Ungüento de cloruro sódico al 5 % cada 12 horas<br />

hasta la resolución del cuadro.<br />

• Seguimiento cada 1-2 semanas hasta la resolución<br />

completa (3-6 meses).


MOTIVO DE CONSULTA<br />

C OMPLICACIONES DE LAS LENTES<br />

DE CONTACTO<br />

Dolor, fotofobia, visión borrosa y enrojecimiento ocular<br />

tras el uso de lentes de contacto.<br />

EXPLORACIÓN Y ETIOLOGÍA<br />

Pueden producirse diversas lesiones:<br />

– Úlcera infecciosa. Lesión blanquecina, con defecto<br />

epitelial y márgenes mal definidos, intensa reacción<br />

inflamatoria y secreción purulenta. A veces se acompaña<br />

de edema de la estroma corneal, células en cámara<br />

anterior e hipopión. Por orden de frecuencia, se ha<br />

de pensar primero en un germen grampositivo, seguido<br />

muy de cerca por gramnegativos, especialmente<br />

Pseudomonas aeruginosa, y por último en los hongos y<br />

Acanthamoeba (fig. 19.1).<br />

Figura 19.1. Úlcera corneal infecciosa con defecto epitelial<br />

en portador de lente de contacto.<br />

19<br />

I. Gómez Ledesma, A. Gálvez Ruiz<br />

– Queratitis por Acanthamoeba. Es más frecuente en usuarios<br />

de lentes de contacto, aunque la incidencia es<br />

muy baja también en estos casos. El cuadro comienza<br />

con una queratopatía punteada e infiltrados epiteliales<br />

o subepiteliales, que evolucionan a una ulceración<br />

franca con infiltrados anulares, uveítis anterior y,<br />

en ocasiones, hipopión.<br />

– Infiltrado corneal. Opacidades blanquecino-grisáceas<br />

en estroma anterior o epitelio, más frecuentes en periferia<br />

corneal, con tamaño y número variables, sin<br />

defecto epitelial. Suelen ser de menor tamaño que las<br />

úlceras corneales y en general los infiltrados no se<br />

acompañan de dolor. Se producen como una respuesta<br />

a la hipoxia, toxicidad o hipersensibilidad de los<br />

conservantes o como respuesta a las toxinas del estafilococo<br />

(fig. 19.2).<br />

– Queratopatía punteada superficial. A menudo queratitis<br />

infrapupilar. Se produce por hipersensibilidad a<br />

los conservantes de las soluciones, tras el uso excesivo<br />

de las lentes de contacto o por alteración de la<br />

lágrima por ojo seco. La localización central, en las<br />

posiciones horarias de las 3.00 y las 9.00, indica un<br />

problema mecánico asociado (figs. 19.3 a y b y 19.4 a<br />

y b).<br />

– Seudoqueratoconjuntivitis límbica superior. Queratitis<br />

puntiforme superficial superior, infiltrados subepiteliales<br />

y conjuntiva bulbar superior inflamada sin<br />

filamentos en la córnea. En ocasiones, pannus corneal<br />

extenso (fig. 19.5).<br />

– Conjuntivitis alérgica. Hiperemia conjuntival, tenue<br />

reacción papilar conjuntival, a veces, acompañada de<br />

queratitis punteada superficial e infiltrados corneales.<br />

Tanto ésta como la anterior se producen por hiper-<br />

175


ATLAS URGENCIAS EN OFTALMOLOGÍA<br />

176<br />

Figura 19.2. Infiltrado corneal con epitelio intacto.<br />

Figura 19.3. a y b) Queratopatía punteada superficial tras el uso de lentes de contacto.<br />

sensibilidad o toxicidad a los conservantes (tiomerosal)<br />

(fig. 19.6).<br />

– Conjuntivitis papilar gigante. Papilas gigantes en la<br />

conjuntiva tarsal superior. Se produce por una reacción<br />

de hipersensibilidad a los depósitos de las lentes<br />

de contacto, al cabo de meses o años del uso (fig.<br />

19.7).<br />

Existen otras complicaciones, como erosiones corneales,<br />

neovascularización corneal secundaria a hipoxia que<br />

suele ser asintomática, o el síndrome de la lente apretada,<br />

que se caracteriza por dolor agudo, de instaura-<br />

Figura 19.<strong>4.</strong> a) Queratopatía punteada superficial con afectación típica en sonrisa. b) La misma imagen con fluoresceína.


Figura 19.5. Seudoqueratoconjuntivitis límbica superior<br />

con infiltrados y pannus corneal.<br />

Figura 19.6. Hiperemia conjuntival en conjuntivitis alérgica<br />

tras el uso de lentes de contacto.<br />

ción brusca, con hiperemia conjuntival intensa, edema<br />

corneal y, a veces, reacción en cámara anterior.<br />

DIAGNÓSTICO<br />

La exploración con lámpara de hendidura y el cuadro<br />

clínico orientan al tipo de lesión. Es posible dudar a<br />

veces ante un infiltrado y una úlcera. Ante cualquier<br />

duda diagnóstica en un infiltrado corneal, se tratará<br />

como una infección.<br />

Cuando se sospeche una infección corneal se debe realizar<br />

una toma de una muestra corneal con espátula<br />

estéril para cultivo y para tinción. Dado que el material<br />

disponible es mínimo, en las úlceras corneales hay que<br />

priorizar las pruebas según el aspecto clínico e incluir<br />

medio para cultivo de Acanthamoeba si se sospecha ésta.<br />

También se enviarán al laboratorio las lentes de contacto,<br />

el estuche y los líquidos de mantenimiento.<br />

TRATAMIENTO<br />

CÓRNEA <br />

Figura 19.7. Hipertrofia papilar tras el uso de lentes de<br />

contacto.<br />

– Infiltrado corneal. Retirar la lente e indicar lágrimas<br />

artificiales, en algún caso corticoides tópicos. Se produce<br />

una mejoría espectacular tras la retirada de la<br />

lente y el tratamiento. Si no es así, debe dudarse del<br />

diagnóstico.<br />

– Úlcera infecciosa. Retirar la lente y aplicar fluorquinolonas<br />

o antibióticos fortificados (de cefazolina y<br />

tobramicina) tópicos, una gota cada 5 minutos la primera<br />

hora y después cada hora durante 2 días. A las<br />

48 horas replantear el tratamiento según la evolución<br />

clínica y los resultados de laboratorio.<br />

– Queratitis por Acanthamoeba. Retirar la lente y aplicar<br />

biguanidas y diamidinas cada hora de día y de<br />

noche, los primeros 2 días; los 3 días siguientes, cada<br />

hora sólo durante el día y después disminución gradual.<br />

177


ATLAS URGENCIAS EN OFTALMOLOGÍA<br />

– Queratopatía punteada superficial. Lágrimas artificiales.<br />

Ante una lesión mecánica producida por lentes de<br />

contacto rígidas, con queratitis en las posiciones horarias<br />

de las 3.00 y las 9.00, se utiliza colirios con ácido<br />

hialurónico y se sustituye la lente, seleccionando adecuadamente<br />

su forma y curvatura. A veces hay que suspender<br />

por completo el uso de lentes de contacto.<br />

– Seudoqueratoconjuntivitis límbica superior y conjuntivitis<br />

alérgica. Suspender el uso de lentes de contacto<br />

temporalmente, lágrimas artificiales, utilizar<br />

soluciones sin conservantes.<br />

– Conjuntivitis papilar gigante. Retirada temporal de las<br />

lentes de contacto, corticoides tópicos en principio<br />

178<br />

y estabilizadores de los mastocitos secundariamente.<br />

Posteriormente hay que valorar el cambio del tipo de<br />

lente de contacto, realizando una higiene adecuada y,<br />

en algunos casos, la retirada definitiva de éstas.<br />

– La neovascularización corneal se trata en pacientes<br />

fáquicos con trasplante de córnea, suspendiendo el<br />

uso de las lentes temporalmente, y, si es extensa, con<br />

corticoides tópicos, valorando el cambio de lente.<br />

– Síndrome de la lente apretada. Retirar la lente, aplicar<br />

antiinflamatorio no esteroideo tópico y valorar el<br />

cambio de lente.<br />

– Erosión epitelial. Aminoglucósidos tópicos, no oclusión.


Las distrofias corneales son trastornos hereditarios,<br />

progresivos y bilaterales, que ocurren en las cuatro primeras<br />

décadas de la vida y conllevan opacificación de<br />

la córnea.<br />

MOTIVO DE CONSULTA<br />

– Disminución de la visión, episodios recurrentes de<br />

dolor, fotofobia y lagrimeo.<br />

DISTROFIAS ANTERIORES<br />

Frecuencia<br />

Herencia<br />

Edad<br />

Lesiones<br />

Progresión<br />

Tratamiento<br />

Recurrencia<br />

en injerto<br />

20<br />

D ISTROFIAS CORNEALES<br />

Distrofia de Cogan<br />

Más frecuente<br />

No<br />

>30 años<br />

Mapa, punto, huella<br />

dactilar<br />

No<br />

De erosiones<br />

HAD: herencia autosómica dominante.<br />

C. Merino de Palacios<br />

Distrofia<br />

de Reis-Bücklers<br />

HAD<br />

Primera infancia<br />

Opacidades centrales<br />

Sí<br />

Queratoplastia<br />

Frecuente<br />

EXPLORACIÓN CLÍNICA<br />

– Distrofias anteriores. Se caracterizan por las erosiones<br />

corneales recurrentes, ya que afectan el epitelio y<br />

la estroma anterior (fig. 20.1 a y b).<br />

– Distrofias estromales. Se caracterizan por alteraciones<br />

visuales (fig. 20.2 a y b).<br />

– Distrofias endoteliales. Se producen alteraciones<br />

endoteliales que dan lugar a descompensaciones corneales,<br />

con edema, ampollas y erosiones corneales<br />

(fig. 20.3 a y b). La distrofia endotelial de Fuchs se<br />

describe más detalladamente en el capítulo 21.<br />

Distrofia de Meesmann<br />

Muy rara<br />

HAD<br />

Primera década<br />

Vesículas epiteliales<br />

difusas<br />

No<br />

No suele precisar<br />

Distrofia de Schnyder<br />

HAD<br />

Segunda década<br />

Opacidad con cristales<br />

de lípidos<br />

Sí<br />

Queratectomía<br />

Tardía<br />

179


ATLAS URGENCIAS EN OFTALMOLOGÍA<br />

Herencia<br />

Edad<br />

Lesiones<br />

Tratamiento<br />

180<br />

Figura 20.1. a) Distrofia corneal anterior. b) Distrofia cristalina de Schnyder.<br />

DISTROFIAS ESTROMALES<br />

Reticulares<br />

HAD<br />

Variable<br />

Líneas ramificadas<br />

Queratoplastia<br />

HAD: herencia autosómica dominante; HAR: herencia autosómica recesiva.<br />

Figura 20.2. a) Distrofia reticular. b) Distrofia granular.<br />

Granulares<br />

HAD<br />

Primera década<br />

Opacidades del centro a la periferia<br />

No llegan al limbo<br />

Queratoplastia<br />

Maculares<br />

HAR<br />

Variable<br />

Opacidades mal delimitadas<br />

Llegan al limbo<br />

Queratoplastia


DISTROFIAS ENDOTELIALES<br />

Herencia<br />

Edad<br />

Lesiones<br />

Tratamiento<br />

Distrofia polimorfa posterior<br />

HAD<br />

Muy temprana<br />

Formaciones en la membrana de Descemet<br />

No suele precisar<br />

Figura 20.3. a) Distrofia posterior. b) Distrofia posterior en la hija de la paciente anterior.<br />

Distrofia endotelial de Fuchs<br />

HAD<br />

> 50 años<br />

CÓRNEA <br />

Pliegues en la membrana de Descemet, edema, ampollas<br />

Del episodio agudo<br />

181


MOTIVO DE CONSULTA<br />

Disminución de la agudeza visual, sensación de cuerpo<br />

extraño y, en ocasiones, dolor que puede ser intenso.<br />

EXPLORACIÓN<br />

Es una enfermedad lentamente progresiva. Comienza<br />

con un edema corneal de la estroma posterior, que después<br />

se localiza en la estroma anterior y en el epitelio<br />

(fig. 21.1). Tras un edema epitelial persistente, es posible<br />

observar ampollas epiteliales, que en ocasiones<br />

están rotas y producen un intenso dolor.<br />

Puede existir un leucoma difuso en la estroma anterior<br />

por evolución crónica (fig. 21.2).<br />

182<br />

D ISTROFIA ENDOTELIAL DE F UCHS<br />

Figura 21.1. Edema estromal y epitelial en una distrofia<br />

de Fuchs.<br />

21<br />

A. Gálvez Ruiz, I. Gómez Ledesma<br />

Figura 21.2. La evolución crónica de la distrofia de Fuchs<br />

puede producir pannus y cicatrización leucomatosa corneal.<br />

ETIOLOGÍA<br />

Es una distrofia endotelial, que comienza con una acumulación<br />

de colágeno en la superficie posterior de la<br />

membrana de Descemet y con protuberancias endoteliales<br />

centrales, que puede estabilizarse (córnea guttata)<br />

o evolucionar con pérdida progresiva de células endoteliales<br />

y alteraciones corneales (distrofia endotelial de<br />

Fuchs; fig.21.3).<br />

DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL<br />

Queratopatía ampollar de la afaquia o seudofaquia (fig.<br />

21.4): antecedente quirúrgico previo (véase capítulo 22).<br />

TRATAMIENTO<br />

– Cloruro sódico al 5 % en colirio durante el día y pomada<br />

por la noche.


Figura 21.3. Edema corneal estromal en la distrofia de<br />

Fuchs.<br />

– Las ampollas epiteliales rotas dolorosas deben tratarse<br />

como desepitelizaciones corneales.<br />

– Queratoplastia penetrante en casos avanzados.<br />

CÓRNEA <br />

Figura 21.<strong>4.</strong> Tras una cirugía de catarata, la distrofia de<br />

Fuchs puede evolucionar más rápidamente.<br />

183


Se produce por una descompensación endotelial de la<br />

córnea.<br />

MOTIVO DE CONSULTA<br />

– Disminución de la visión, dolor, fotofobia, lagrimeo y<br />

ojo rojo, en paciente intervenido de catarata.<br />

EXPLORACIÓN CLÍNICA<br />

– Biomicroscopia: edema corneal con ampollas, con<br />

neovascularización corneal o sin ella y, a veces, córnea<br />

guttata preexistente (fig. 22.1 a y b).<br />

– Medir la presión intraocular (PIO).<br />

– Oftalmoscopia: se debe buscar edema macular quístico<br />

o inflamación vítrea.<br />

ETIOLOGÍA<br />

– Lesión del endotelio corneal.<br />

– Inflamación intraocular.<br />

– Contacto corneal por vítreo o cristalino.<br />

– Distrofia corneal preexistente.<br />

DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL<br />

– Distrofia corneal endotelial.<br />

DIAGNÓSTICO<br />

– Se sospecha mediante biomicroscopia, oftalmoscopia.<br />

– Antecedentes de cirugía de catarata.<br />

184<br />

22<br />

Q UERATOPATÍA AMPOLLAR<br />

DE LA AFAQUIA/ SEUDOFAQUIA<br />

C. Merino de Palacios<br />

Figura 22.1. a) Queratopatía ampollar en un paciente<br />

operado de catarata. Se aprecia el edema corneal con<br />

una gran ampolla central. b) <strong>Córnea</strong> guttata.<br />

TRATAMIENTO<br />

– Colirio de cloruro de sodio al 5 % cada 6 horas durante<br />

el día y en ungüento por las noches.<br />

– Disminuir la PIO si está elevada (evitar derivados de<br />

adrenalina, que podrían producir edema macular quístico).


– Si existen defectos epiteliales: pomada de antibiótico.<br />

Por ejemplo: pomada de eritromicina, colirio ciclopléjico<br />

(si hay dolor) y parche compresivo 24 horas.<br />

– Trasplante corneal, si hay dolor intenso o alteración<br />

importante de la visión.<br />

CÓRNEA <br />

– Seguimiento: revisión a las 24-48 horas si se ha utilizado<br />

parche compresivo. Si no, cada 2 a 6 meses,<br />

según los síntomas.<br />

185


1. COMPLICACIONES DEL LASIK<br />

DEFINICIÓN<br />

LASIK (laser-assisted in situ keratomileusis). Técnica<br />

utilizada en cirugía refractiva.<br />

a) COMPLICACIONES POSTOPERATORIAS<br />

PRECOCES<br />

Desplazamiento del colgajo<br />

– Estrías (fig. 23.1): pueden causar astigmatismo irregular<br />

y disminución de la AV. El tratamiento debe ser<br />

inmediato y consiste en levantar el colgajo, lavar el<br />

lecho estromal con suero salino balanceado (BSS), y<br />

reposicionar el colgajo.<br />

– Colgajo completamente suelto: el tratamiento es urgente.<br />

Se debe limpiar bien el lecho estromal con BSS y una<br />

186<br />

C OMPLICACIONES DE LA CIRUGÍA CORNEAL<br />

Figura 23.1. Estrías corneales por desplazamiento del<br />

colgajo en paciente operado con LASIK.<br />

23<br />

T. Gracia García-Miguel, B. Sarmiento Torres<br />

hemosteta con el fin de eliminar una posible epitelización<br />

precoz. Posteriormente se recoloca el colgajo<br />

con una espátula de ciclodiálisis. El ojo se debe ocluir<br />

durante 24 horas. Si al retirar la oclusión el colgajo<br />

continúa suelto, se debe suturar con nylon 10/0.<br />

Crecimiento epitelial en la interfase<br />

El epitelio adopta diferentes formas (en dedo de guante,<br />

islas, etc.) (fig. 23.2 a y b). Puede pasarse por alto,<br />

Figura 23.2. a) Crecimiento epitelial en la interfase.<br />

b) Nidos epiteliales en la interfase.


a menos que se demuestre un crecimiento constante,<br />

produzca melting estromal, interfiera en el eje visual o<br />

cause astigmatismo. En estos casos hay que levantar el<br />

colgajo, raspar el lecho corneal y la superficie posterior<br />

del colgajo, y reponer éste.<br />

Infección intralamelar<br />

El tratamiento debe ser inmediato y agresivo. Si la infección<br />

es inmediata a la cirugía, se debe levantar el colgajo,<br />

realizar un cultivo para bacterias y hongos, irrigar<br />

y limpiar con una solución bactericida, reponer el colgajo<br />

y tratar con antibióticos fortificados.<br />

Queratitis lamelar difusa<br />

También denominado “síndrome de arenas del Sahara”<br />

(fig. 23.3), es una inflamación difusa no infecciosa de<br />

la interfase del corte corneal, probablemente de etiología<br />

autoinmune. Se han establecido 4 estadios evolutivos:<br />

Figura 23.3. Queratitis lamelar difusa o “síndrome de<br />

arenas del Sahara”, con afectación corneal central.<br />

1. Primer día del postoperatorio: inflamación fina granular<br />

en la periferia del colgajo.<br />

2. Primero-segundo días del postoperatorio: afectación<br />

del centro del colgajo y, por lo tanto, del eje visual.<br />

3. Tercero-cuarto días del postoperatorio: inflamación<br />

en cúmulos del centro del colgajo. Paciente sintomático:<br />

visión borrosa y disminución de la AV.<br />

<strong>4.</strong> Queratitis lamelar grave, cicatrización, melting estromal.<br />

El tratamiento debe ser intensivo con corticoides tópicos<br />

(fluorometalona al 1 % cada hora). Si el cuadro no<br />

mejora o el paciente presenta un estadio 3, se debe<br />

levantar el colgajo e irrigar el lecho corneal con BSS.<br />

Ectasia corneal<br />

Favorecida por el adelgazamiento corneal producido por<br />

el LASIK. Habitualmente afecta a pacientes no diagnosticados<br />

de queratocono o degeneración marginal<br />

pelúcida en el estudio prequirúrgico, o a pacientes<br />

sometidos a múltiples reintervenciones. Tratamiento:<br />

queratoplastia penetrante.<br />

Inestabilidad de la película lagrimal<br />

Se manifiesta como sensación de cuerpo extraño, sequedad,<br />

etc. El tratamiento se debe realizar con lágrimas<br />

artificiales.<br />

Conjuntivitis aguda<br />

Figura 23.4 a y b.<br />

CÓRNEA <br />

Figura 23.<strong>4.</strong> a y b) Conjuntivitis aguda postoperatoria.<br />

187


ATLAS URGENCIAS EN OFTALMOLOGÍA<br />

Absceso corneal<br />

Figura 23.5.<br />

Hemorragias prerretinianas<br />

Secundarias al aumento de la PIO inducido por la succión<br />

del microqueratomo.<br />

Desprendimiento vítreo posterior<br />

Posiblemente también debido a la succión del microqueratomo.<br />

Desprendimiento de retina<br />

Se ha observado un aumento en la incidencia de desprendimiento<br />

de retina tras el empleo de LASIK respecto<br />

a la incidencia en pacientes no operados.<br />

b) COMPLICACIONES POSTOPERATORIAS<br />

A LARGO PLAZO<br />

– Visión de halos en ambientes poco iluminados (midriasis).<br />

– Disminución de la sensibilidad al contraste.<br />

188<br />

Figura 23.5. Absceso corneal en paciente operado con<br />

LASlK.<br />

2. COMPLICACIONES DEL TRASPLANTE<br />

DE CÓRNEA<br />

Hemorragia supracoroidea expulsiva<br />

Suele ser una complicación intraoperatoria, pero también<br />

puede aparecer en el postoperatorio inmediato,<br />

hecho que es más frecuente que en otras cirugías (1 %)<br />

(véase capítulo de Glaucoma). En el tratamiento es especialmente<br />

importante evitar la salida del contenido intraocular<br />

mediante compresión hasta que se tomen las<br />

medidas definitivas oportunas. También conviene controlar<br />

la presión arterial y la frecuencia cardíaca, evitar<br />

maniobras de Valsalva y mantener la cabeza elevada<br />

sobre el nivel del tórax.<br />

Problemas relacionados con la sutura: Seidel<br />

Se debe sospechar siempre que el paciente presente<br />

una cámara anterior estrecha tras la cirugía.<br />

– Si el Seidel se debe a que un punto se ha roto o está<br />

suelto (fig. 23.6):<br />

• Si la cámara anterior es amplia, puede tratarse inicialmente<br />

con una lente de contacto, vigilando muy<br />

de cerca la evolución.<br />

Figura 23.6. Sutura corneal rota en paciente con trasplante<br />

corneal.


• Si la cámara anterior es estrecha, se debe resuturar.<br />

– Si el Seidel se debe a una discordancia entre el botón<br />

corneal y la córnea receptora, se debe plantear la<br />

posibilidad de reintervenir.<br />

– Si existe una incarceración del iris en la herida quirúrgica,<br />

es importante liberarlo porque puede originar<br />

una inflamación crónica, un rechazo o un cierre<br />

angular.<br />

• Si la incarceración es secundaria a un Seidel leve,<br />

solucionando éste suele liberarse el iris.<br />

• Si es secundaria a un punto que lo atrapa, se debe<br />

repetir el punto.<br />

Atalamia (fig. 23.7)<br />

Por lo general es secundaria a un problema en la sutura.<br />

En caso de que la sutura esté íntegra y no haya<br />

Seidel, la atalamia puede ser debida a:<br />

– Hemorragia supracoroidea con hipotonía: suele resolverse<br />

espontáneamente. En caso de persistencia de<br />

la atalamia, se debe plantear la realización de un drenaje<br />

coroideo para evitar la lesión endotelial del trasplante.<br />

– Iridociclitis postoperatoria con disminución de la producción<br />

de humor acuoso.<br />

– Aumento de la presión intraocular por bloqueo pupilar.<br />

Figura 23.7. Atalamia posquirúrgica en paciente con<br />

trasplante corneal.<br />

Defecto epitelial (fig. 23.8)<br />

Algunos cirujanos desepitelizan de forma sistemática<br />

el injerto corneal, por lo que no debe extrañar la exis-<br />

tencia de un defecto epitelial en los primeros 6 días del<br />

postoperatorio.<br />

Otras causas de defecto epitelial agudo pueden ser la<br />

existencia de un Dellen o la reactivación de una queratitis<br />

herpética. Si se sospecha esta última, es necesario<br />

realizar un cultivo. En los casos restantes se debe instaurar<br />

tratamiento tópico con antibióticos. Si el defecto<br />

persiste, se añade una lente terapéutica.<br />

Absceso corneal<br />

Suele aparecer a los 6 meses de la queratoplastia, pero<br />

también pueden ser precoces. A veces se asocian a hipopión<br />

y/o secreción purulenta. Se deben tratar como<br />

cualquier infección corneal grave, siendo importante la<br />

obtención de cultivos.<br />

Endoftalmitis<br />

Los síntomas referidos por el paciente, la semiología y<br />

el tratamiento son los mismos que en cualquier otra<br />

endoftalmitis. Sólo conviene recordar que, como el injerto<br />

se ha preservado en gentamicina, es posible que<br />

el germen sea resistente a este antibiótico.<br />

Queratitis/queratouveítis herpética<br />

CÓRNEA <br />

Figura 23.8. Defecto epitelial en paciente operado de<br />

queratoplastia penetrante.<br />

Uno de los dilemas que se plantean con frecuencia es<br />

si nos encontramos ante una recidiva herpética o ante<br />

un rechazo del injerto. Es más, la primera situación<br />

puede llevar a la segunda.<br />

189


ATLAS URGENCIAS EN OFTALMOLOGÍA<br />

– Si aparece una úlcera dendrítica o geográfica en la<br />

unión injerto-receptor, el diagnóstico es claramente<br />

de recidiva herpética.<br />

– Si aparece una queratitis estromal con inflamación,<br />

edema, precipitados queráticos y efecto Tyndall, el<br />

diagnóstico es más difícil. Resulta, por lo tanto, imprescindible<br />

realizar cultivos. El tratamiento empírico<br />

consiste en la asociación de corticoides y antivirales<br />

tópicos 8 veces al día. La inyección subtenoniana de<br />

corticoides está contraindicada. Una vez recibido el<br />

resultado del cultivo debe optarse por la terapia definitiva<br />

(ambas sustancias son epiteliotóxicas).<br />

Nota: recuérdese que los pacientes sometidos a trasplante<br />

de córnea por queratitis herpética suelen estar<br />

bajo tratamiento antiviral oral profiláctico.<br />

Hifema<br />

La presencia de hifema en el primer día del postoperatorio<br />

no es rara en pacientes con córneas fuertemente<br />

vascularizadas o cuando ha habido manipulación del<br />

iris durante la cirugía. El tratamiento debe ser el mismo<br />

que en los hifemas traumáticos, salvo en caso de hifema<br />

completo, en el que el lavado debe ser precoz por<br />

el mayor riesgo de lesión endotelial.<br />

Rechazo del injerto<br />

El paciente consulta por disminución de visión, dolor,<br />

enrojecimiento y fotofobia.<br />

Es importante tener en cuenta el tiempo transcurrido<br />

desde la cirugía. Para que un injerto sea inmunológicamente<br />

rechazado deben haber transcurrido al menos<br />

10 días. Si ha pasado menos tiempo, puede tratarse de<br />

un rechazo hiperagudo (excepcional) o de un fallo del<br />

injerto por defecto en su manipulación.<br />

El edema corneal (fig. 23.9) persistente tras queratoplastia<br />

penetrante no atribuible a otras causas (traumatismo,<br />

aumento de la presión intraocular, hipotonía,<br />

inflamación grave, defecto epitelial amplio, etc.)<br />

debe hacer sospechar la existencia de un rechazo del<br />

injerto establecido (fig. 23.10 a y b). El tratamiento es<br />

el mismo que el del rechazo endotelial (véase más adelante).<br />

190<br />

Figura 23.9. Edema corneal (queratopatía bullosa) en<br />

paciente con trasplante de córnea.<br />

Los signos indicativos de rechazo corneal incipiente (fig.<br />

23.11) pueden ser:<br />

– Línea epitelial irregular y ondulada que se tiñe con<br />

fluoresceína y rosa de Bengala (Línea de rechazo epitelial).<br />

Figura 23.10. a y b) Rechazo establecido del botón corneal.


Figura 23.11. Rechazo agudo de trasplante corneal. Los<br />

neovasos han invadido el botón corneal.<br />

Suele aparecer a los 3 meses de la cirugía. Es autolimitado,<br />

pero debe tratarse con corticoides ya que<br />

puede inducir un rechazo endotelial.<br />

– Precipitados subepiteliales similares a los que aparecen en<br />

la queratoconjuntivitis epidémica, pero limitados al<br />

injerto. Suelen aparecer a los 10 meses de la cirugía.<br />

Pueden indicar un rechazo generalizado de bajo<br />

grado por lo que deben tratarse con corticoides tópicos.<br />

CÓRNEA <br />

– Línea blanca en la estroma (línea de rechazo endotelial o<br />

línea de Khodadoust) (fig. 23.12), precipitados queráticos<br />

pigmentados dispersos o lineales. Es el patrón más<br />

frecuente de rechazo, y su evolución puede ser rápida.<br />

El tratamiento consiste en corticoides tópicos horarios,<br />

metilprednisolona subtenoniana, siempre que no<br />

existan antecedentes de queratitis herpética, y prednisolona<br />

oral (1 mg/kg/día).<br />

Figura 23.12. Línea de rechazo endotelial del injerto<br />

(línea de Khodadoust) entre las VI y las IX horas, asociada<br />

a invasión del botón corneal por neovasos.<br />

191

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