MITOS MARITALES - Centro Psiologico ANIMUS
MITOS MARITALES - Centro Psiologico ANIMUS
MITOS MARITALES - Centro Psiologico ANIMUS
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
“CONFORMESE<br />
CON LO QUE TENGA”<br />
MITO 24<br />
Contrariamente a algunos de los mitos que hemos examinado, en los cuales es obvio que las ideas<br />
que sustentan no solamente son erróneas sino francamente contraproducentes, este Mito es engañoso.<br />
Todo matrimonio requiere adaptaciones, ajustes y la capacidad de pasar por alto diversas provocaciones y<br />
molestias. Debemos aceptar el hecho de que nuestros cónyuges estan propensos a tener algunos hábitos,<br />
manierismos y modos de conducta que es poco probable que cambien. O uno aprende a convivir con<br />
estas molestias menores y aceptarlas, o se convierte en un regañón incesante.<br />
Hay quienes tienen muy buenos matrimonios pero como sus cabezas estan llenas de expectativas<br />
románticas imposibles (mito 2), perciben erróneamente que las relaciones estan en mal estado. En<br />
muchos de estos casos, lo que realmente tienen resulta ser muy superior a lo que terminan consiguiendo.<br />
Si pudiéramos persuadir a estos perfeccionistas o románticos a abandonar sus esfuerzos idealistas y estar<br />
satisfechos con lo que tienen, estarían en situación mucho mejor.<br />
Por otra parte, estoy convencido de que existen incontables matrimonios que pueden enriquecerse<br />
y realizarse significativamente, transformando uniones fastidiosas en algo plenamente vital y<br />
satisfactorio. Aquellos que creen que nada pueden hacerse para mejorar estos casos, estan generalmente<br />
equivocados. Uno de los aspectos más gratificantes de mis actividades profesionales es el numero de<br />
matrimonios conflictuados (que probablemente habrían continuado debatiéndose o se hubieran separado),<br />
que pude ayudar a transformar en relaciones que bien valía la pena preservar.<br />
Un caso propósito<br />
Simón y Cindy habían ido a dos consejeros matrimoniales. Sus diez años de matrimonio habían<br />
sido turbulentos. El consejo matrimonial sólo había empeorado las cosas. “La primera consejera que<br />
vimos era una persona muy dulce, pero todo lo que hizo, por lo que pude observar, fue sentarse allí y<br />
cloquear comprensivamente. El segundo consejero nos incitó a pelear delante de él. Nos dio unos palos<br />
acolchados y dijo que nos golpeáramos. Con esto solo logro que nos tuviéramos aun mas rabia.<br />
Mientras Cindy me contaba estas experiencias, Simón estaba asintiendo con su cabeza. Entonces,<br />
se manifestó él:<br />
Simón: Sí, sus colegas son realmente unos tarados. Así que ¿Por qué tendría que pensar que Ud. es<br />
diferente? Por lo que a mi respecta. Ud. es culpable hasta que se pruebe que es inocente.<br />
Francamente creo que Ud. los terapeutas son todos una manga de farsantes.<br />
Cindy:¡Simón, como te atreves a insultar así al Doctor!<br />
Lazarus: Tiene todo su derecho de estar aséptico y desafiante. Yo sentiría lo mismo en sus zapatos.<br />
Pero solo conocí a Simón durante diez minutos, mientras que Ud. Cindy, lo conoce hace mas<br />
de diez años. Capto mucha rabia en él y diría que su estilo es repugnante. ¿Es así en otras<br />
relaciones, o solo aquí conmigo?<br />
Cindy: Ud. dio en el clavo. Estuve viviendo con esto durante diez años. No sabe comportarse como<br />
un ser humano. ¿Por qué cree que tanta gente lo odia? ¿Por qué cree que tiene problemas con<br />
el jefe en su trabajo? Actúa, piensa y siente como si tuviera cinco años. El problema con él es<br />
que no se siente por dentro como un hombre, se ve como un chico. ¡Y sabe como rebajar a la<br />
gente!<br />
Simón: Eso ya lo oí antes.<br />
Lazarus: Disculpe, Cindy ¿Cómo sabe que Simón siente como un niño y piensa como si tuviera<br />
cinco años? ¿El le dijo eso?<br />
Cindy: Es mas que obvio.<br />
Lazarus: Simón, ¿Ud. realmente se siente más como un chico que como un hombre?<br />
Simón: Creo que sí a veces.