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Año 2. Nro. 59. C . actualidad a diario, se entrega gratuitamente con el diario Crítica de la Argentina del 12 de abril 2009. Prohibida su venta por separado.
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Cucurto
Comer
Beber
Moda
Chiches
actualidad a diario
Hugh
Laurie
“Creo que tengo
un daño cerebral
permanente”.
La ciudad
de la peste
La vida en Charata:
cómo enfrentan el
dengue pobres y ricos.
Whisky del
Estado
La historia de la bebida
que fabrica la petrolera
estatal uruguaya.
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“Vivo
en una
burbuja”
Por quinto año al frente de la
serie House, el inglés Hugh
Laurie no tiene registro de su
éxito ni su popularidad: no
camina por la calle y sólo sale de
Los Ángeles para visitar a su
familia y su mujer en Londres.
Destila humor inglés y contra lo
que podría pensarse, odió hacer
Shakespeare en teatro.
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Por robert Hayes/IFa
Hugh Laurie, Lisa Edelstein y Robert Sean
Leonard ya promedian la quinta temporada
del popular, innnovador drama médico
House, en el que el protagonista resuelve
misterios en los que el villano es la enfermedad
y el héroe es el irreverente, controversial doctor que
no confía en nadie y menos en sus pacientes. Hace un mes se
emitió el capítulo número 100 del programa, que es uno de
los pocos que no ha sentido el impacto del bajón de audiencia
en los Estados Unidos: Lost, por ejemplo, perdió un 26%.
El Doctor Gregory House mantiene su mal trato con los
enfermos y sigue negociando con su dolor físico; mientras el
bastón parece puntuar su brutalmente honesto comportamiento.
A medida que su conducta puede bordear lo antisocial,
el brillo de House crece como diagnosticador. Especialista
en enfermedades infecciosas, se supera en el desafío de resolver
rompecabezas médicos y salvar vidas. Con su pensamiento
no convencional y sus instintos se gana un gran respeto no
sólo entre sus colegas de ficción sino que es uno de los héroes
modernos del público.
House ha guiado a un grupo de elite de jóvenes expertos que
lo ayuda a desentrañar los misterios del diagnóstico, y supo
ser un buen amigo y confidente para el oncólogo James Wilson
(Leonard). Tiene, también, una química volatil entre House
y la doctora Lisa Cuddy (Edelstein), decana de Medicina y
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administradora del hospital; los dos están en permanente
conflicto por las obligaciones de House y su conducta no convencional.
–Usted y su co protagonista Robert Sean Leonard tienen
experiencia haciendo Shakespeare en un escenario. ¿han discutido
hacer algo juntos fuera de House?
–Sí. Los miércoles a la hora del almuerzo vamos a hacer
Trabajos de amor perdido en el estacionamiento… No, no
tengo planes inmediatos. ¿Me preguntás en teatro? No. El
escenario es el primer amor de Robert y la television es más
o menos como su amor número 14, para ser honesto. Yo solamente
tuve una experiencia en escena, y la odié más de lo que
las palabras pueden expresar.
–¿Por qué?
–Ocho veces por semana parado en el mismo lugar haciendo
lo mismo, te vuelve loco. Incluso creí que me estaba volviendo
loco.
–Entonces, hacer el mismo papel pero en diferentes historias
fue refrescante.
–Sí, pero una vez que estás adentro, estás adentro. Quiero
decir, estos muchachos… hay uno, creo que en Cats, que hizo
el mismo papel durante 16 años. Yo no quiero eso.
–Usted dijo hace un tiempo que no quería que House a
ablandara, pero a la vez se ha visto más de su lado personal
en cada temporada, como el interior de su casa y la aparición
de sus padres.
–Sí, hemos pasado más tiempo con el House doméstico,
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pero la idea general de hacerlo como un gruñón con corazón
de oro es, en algunos aspectos, demasiado fácil. Creo que
House es y debe ser una situación más compleja que eso.
–¿Vamos a ver más de sus padres?
–No, al menos lo que yo sé es que aparecen una sola vez.
Pero no estoy en la habitación del guionista y en sus maquinaciones.
–A veces House muestra tristeza de una manera muy leve,
con una emoción imperceptible. ¿Es una lucha actuada?
–No, de hecho no actúo eso. En la mayoría de los casos,
actúo lo que está escrito, y no hago eso por darle un toque sino
porque es lo que está escrito. House está excepcionalmente
bien escrito. Cada semana, tenemos una lectura, y David
Shore pregunta: "¿Qué piensan de esto?" Yo digo: "Lo imprimiría
en papel azul, así queda más lindo". Eso es todo lo que
puedo decir, porque la mayoría de las veces creo que los guiones
son exquisitos. Mi esposa, de hecho, los lee por placer.
Tengo una pila entera de libretos y los va a leer todos porque
son maravillosos; y ella también quiere saber qué va a pasar
en la historia, pero básicamente son geniales para leer.
Entonces, la mayor parte de las veces yo solo actúo lo que está
escrito y trato de figurarme en cada momento lo que hay después
y cuál es la mejor manera de hacerlo.
–Todos tratamos de justificar la conducta de House. ¿Recibe
comentarios positivos?
–Las fallas morales y sociales de House están mitigadas por
su talento como doctor. Si fuera incluso un uno por ciento
7
menos talentoso, sería intolerable. Creo que lo que un montón
de gente está diciendo es: "Quisiera que hubiera alguien con
quien pudiera contar para que me de una respuesta más allá
de cómo es esa persona". Podría ser lindo o no, pero si puede
dar una respuesta, eso es todo. Cuando estás cara a cara con
la muerte, querés lo mejor independientemente de su naturaleza.
–¿Qué puede contar sobre el resto de la temporada?
–Honestamente, no puedo contar demasiado, porque no
me lo dicen.
–¿Cuánto más adelante puede ver?
–Yo miro solo unos diez minutos adelante en mi vida. Esa
es usualmente mi forma de actuar. Que no tenga energías
para proyectos futuros es en parte porque tengo que resolver
muchos problemas en un segundo. También tengo muy poca
memoria. Alguien me pregunta sobre lo que pasó en el capítulo
anterior y yo honestamente no puedo responderle. Creo
que tengo un daño cerebral permanente.
–¿Qué quiere que pase entre House y Cuddy?
–Bueno, son por supuesto personajes de ficción y como
espectador me gustaría que encontraran una suerte de paz.
Son dos personajes solitarios. Me gustaría que encontraran
la paz. Como actor, estoy menos interesado en lo que pasa que
en cómo pasa. El genio de David Shore (el creador y guionista
de la serie) está en la manera de ejecutar algo. Como dijo
alguien una vez, la idea es el diez por ciento. Está todo en la
ejecución y en cómo está hecho. Aquel beso fue una escena
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hermosamente escrita. Fue no convencional, no previsto y por
sobre todo un hermoso momento. Ese es su talento. Eso es lo
que busco, el cómo y no el qué.
–Pienso que House es un tipo feliz debajo del juego, pero eso
va contra la corriente, ¿no?
–Podría ser. Tal vez, con la decisión de aceptarlo podría
volverse feliz. Por ahí tenés razón. Por ahí él es feliz pero no lo
va a aceptar o reconocer.
–Yo creo que disfruta siendo inteligente y mandando a la
gente a la mierda.
–Creo que hay algo de verdad en eso.
–Recientemente leí The Gun Seller (su novela, publicada
como Una noche de perros en España) y creo que el protagonista
podría ser un personaje fantástico para usted.
–Ese era el plan. De hecho se lo vendí a MGM, que luego
salió del negocio. United Artist primero y MGM después. Ya
me sé una parte del truco, la de rebajar a poderosas corporaciones
solo a comprar mi libro.
–¿Pensó que podía pasar?
–No lo sé. Tengo esperanzas. Todavía
tengo mucha simpatía por
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mi libro y todavía creo que hay una buena historia ahí.
–Hizo una voz en Monsters vs. Aliens.
–Sí, de una cucaracha. Podrías decir "qué apropiado".
Cuando mirás alrededor y te preguntás "¿quién podría actuar
esta cucaracha?", mi nombre está primero en la lista.
–Es un papel divertido.
–Sí, no lo sabe pero lo es. Es un personaje cómico inconsciente
de que lo es.
–En su trabajo, ¿ha visto a menudo la brillantez como excusa
para comportarse mal?
–Es una buena pregunta. Y sí, lo ví. No tan seguido. Más a
menudo veo mal comportamiento y pienso "no sos lo suficientemente
bueno como para portarte de ese modo"... La verdad,
lo he visto pero no muy seguido. Raramente. Mi
experiencia general es que la mayoría de la
gente, a ambos lados de la cámara, es bastante
agradable y colabora con el grupo. Sé que la imagen
popular es la de las prima donnas pataleando
afuera y adentro de sus trailers, negándose a
hacer esto, aquello o lo otro. Pero no he visto
mucho de eso; un par de veces, no mucho más.
Por supuesto que en cuanto suceda te voy a dar
los nombres.
–¿Y si les agarra un ataque?
–Sería inexcusable si estás casado con alguna de
ellas, o si estás tratando de hacer negocios… pero
como parte del público… He visto ciertas performances
que me hicieron pensar que realmente no
Voy de casa al
trabajo. No tengo
la sensación de
estar teniendo
algún impacto, en
realidad, porque
no lo veo”.
9
me importa cuánto costó esa persona, o la gente alrededor de esa
persona, si el resultado es ese. Algo maravilloso, una maravillosa
música, o actuación o lo que sea. He pensado que valía la pena.
Por supuesto, yo no soy el que paga el precio.
–¿Tiene la sensación de que House se está transformando en
un nombre familiar?
–En realidad, no. Supongo que es un gran paso empezar a
pensar las cosas en esos términos. Vivo en una especie de
burbuja, yendo de casa al trabajo, solo haciendo la serie. No
tengo la sensación de estar teniendo algún impacto, en realidad,
porque no lo veo.
–¿Qué piensa del final de ER?
–Sólo tristeza. Yo adoro esa serie. De hecho, el episodio en
el que Omar Epps muere –no puedo recordar la
temporada, creo que fue la cuarta– fue una de
las horas más sensacionales que he visto por
television. Es un montaje muy diferente. Ellos
tienen un gran elenco y no han sido un grupo
estable de gente. ¿Queda alguno desde el principio?
Es una propuesta diferente. Me da mucha
tristezas, fue una serie maravillosa, que deja
muy buenos recuerdos.
–¿Su familia todavía vive en Londres?
–Sí. Mi esposa ahora está acá, pero mis hijos
en Londres.
–Ahora que parece que la serie va a durar un
tiempo, ¿han hablado de mudarse a Los Ángeles
full time?
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–Bueno, sobre eso, que la serie vaya a quedarse un tiempo,
nunca se sabe. Pero sí, ha habido muchas conversaciones. Yo
estoy convencido de que el día que ponga un depósito para
una casa será el día en que se cancele el programa. Es inevitable.
De hecho, la primera temporada estuve en un hotel los
primeros tres meses porque estaba tan convencido de que
íbamos a quedar afuera que no desarmé las valijas. Tenía una
valija semi llena. Pensaba que iba a ser de un momento a
otro.
–¿Por qué estaba tan inseguro sobre el éxito de la serie?
¿Pensó que el público norteamericano no iba a conectar con
House?
–En parte eso. Y también que, estadísticamente, el número
de programas que pasan de un piloto a una temporada es uno.
No sé qué es, pero es extraño. Entonces, asumí que íbamos a
quedar afuera.
–¿Está preparado para lo opuesto a eso, para estar adentro
diez o quince años?
–No sé. El personaje de House puede ser muy inestable
como para hacer eso. Ahora mismo, la historia parece no estar
tan concentrada en el personaje, y no parece fácil lograr estabilidad
o el procedimiento habitual de este tipo
de programas de sacar y poner gente. Entonces,
no sé si hay programa para quince años. Estoy
pensando en el elemento autodestructivo de
House: es como un tipo parado en la cornisa, y
hay sólo determinada cantidad de tiempo que
uno puede estar parado en una cornisa. ¡Tenés
que saltar o volver adentro! No podés estar ahí
quince años porque el público va a empezar a
decir "¡Saltá de una vez, vamos!" Empieza a aser
frustrante.
–Considerando que su familia todavía vive
tan lejos, ¿cuál es la clave para balancear su vida
profesional y la personal?
–No tengo la clave. Si vos la tenés, por favor
dámela, porque yo no la tengo. Es muy difícil.
Me maravillo constantemente de cómo han
crecido mis hijos, lo maduros que están siendo sobre esto.
Me preocupa la paternidad a distancia, pero ellos están siendo
tan generosos y tan tranquilos… debe ser porque son
ingleses y no van revelar el daño psicológico hasta sus tardíos
cuarenta.
–¿Qué edad tienen ahora?
–El más grande 18, luego 16 y 13. Creo que ya tengo derecho.
–¿Hablan seguido por teléfono?
–Los llamo todos los días. A la mañana aquí, que es la
noche allá.
–¿Y usted ya no vive en un hotel?
–Tengo un departamento. Ellos me visitan y yo voy a
Londres cuando puedo. Si tenemos libre el día de Acción de
Gracias, tengo cuatro días para ir. Voy en cuanto puedo, es
sólo un montón de horas de vuelo.
–¿Qué piensan sus hijos de su carrera y de su fama?
–No lo sé, de nuevo, porque –repito– son ingleses, y no van
a decírmelo. Pero creo que están bien con esto. Mi principal
objetivo es no avergonzarlos. Si puedo lograr eso, entonces
está todo bien. House empezó a pasarse en Inglaterra y ellos
Mis hijos están
siendo generosos...
Debe ser que son
ingleses y no van a
revelar el daño
psicológico hasta
los 40”.
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parecen llevarlo bien. No están muy avergonzados.
–¿Sabe cómo es recibida la serie en Inglaterra?
–No. Parece estar yendo muy bien. Está en una cadena
pequeña y no la ve una enorme cantidad de gente, pero está
en crecimiento progresivo, yo creo que está yendo bien.
–¿Es extraño para sus compatriotas verlo actuar en los
Estados Unidos?
–Imagino que sí. Me asombraría que no les resultara raro.
Tiene que ser muy extraño para el público inglés y probablemente
no… es una barrera, francamente. Es una barrera para
creer en el personaje, y puedo entender eso completamente.
Hay tantas otras cosas buenas en el programa que yo espero
que puedan sortear eso.
–¿Le está pasando que lo paren en la calle?
–No, pero solo porque no estoy nunca en la calle. Yo vivo
acá, en el set. De hecho, tengo una cama en la esquina, en el
trailer. No voy a ningún lugar fuera de este lugar y mi departamento.
–¿Por qué nunca sale?
–Porque estoy trabajando. Yo trabajo unas 16 horas por día.
No tengo otra vida. Tal vez cuando empiecen a escribir escenas
que no me incluyan.
–Teniendo que controlar el acento inglés,
¿cuánta tensión significa para su voz? ¿Hay
algún otro desafío físico?
–Lo del acento es duro. Es mi lucha más dura.
Estuve siempre pensando en este asunto extra
en el que realmente no debería estar pensando.
Pero aquí estamos. Yo firmé sobre la línea, y es
mi culpa. Yo me puse en esta posición.
–House compró una moto. Luce muy bien
sobre ella, ¿ha manejado motos?
–Manejo motos todos los días desde que tenía
12 años. Es mi medio de transporte tanto en
Inglaterra como acá.
–¿Sabían que era amante de las motos cuando
firmó el contrato? ¿Es por eso que le dieron a
House una moto?
–Lo sabían. Y el guionista que introdujo la moto es también
él un rider. Fue una cuestión de hermandad–de–dos ruedas.
–¿Es verdad que atravesó una pared de vidrio cuando estaba
grabando el piloto en Vancouver y se cortó un ojo?
–Sí. Me tuvieron que hacer cinco puntos en aquel ojo, sí.
–¿Cómo reaccionó la gente cuando House entró al hospital
con aquel corte en el ojo?
–Era muy pronto para decir nada, fue durante el piloto y
nadie sabía quién era House. Y el tipo puso cinco prolijos
puntos ahí. Afortunadamente era viernes y pude estar de
nuevo trabajando el lunes. No retrasé el trabajo.
–¿Hay posibilidades de verlo en otro Blackadder (una histórica
serie británica) aquella será la única vez?
–Lo veo improbable.
–¿Tiene planes para el paréntesis entre una temporada y
otra?
–Pasar el tiempo con mi familia.
–Este año cumplió 50.
–Sí.
–¿Cómo lo lleva, y cómo vive House los cincuenta?
–No sé sí House puede llevarlo bien. Yo estoy muy bien.
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el canalla sentimental
Esperando a James
Quiero tener un hijo.
Estoy impaciente por
tener un hijo. Estoy desesperado
por tener un hijo.
Siento que se me escapa la
vida y no quiero irme sin
dejar un hijo.
Quiero que mi hijo se llame
James. James a secas.
James como debí llamarme
yo, como me llaman mis hermanos.
Jaime es un nombre
atroz, un nombre sumiso, de
chofer, de mayordomo. Yo
soy un mayordomo, sólo que
no tengo claro quién es mi
amo. Creo que soy un
mayordomo de mí mismo.
Quiero que James sea
gay. Sé que no depende de
mí, pero si pudiera elegir, lo
haría gay, condenadamente
gay, felizmente gay, todo lo
gay que no pude ser yo. No
es improbable que lo sea. En
mi familia no son infrecuentes
los genes alegres.
Abundan. A veces se esconden,
a veces irrumpen con
insolencia, pero están por
todos lados. O sea que
James, con suerte, saldrá
gay. Dios quiera. Sería lindo
tener un hijo muy gay.
Quiero que James nazca
en una ciudad propicia para
la felicidad. Es decir que no
quiero que nazca en Lima ni
en ninguna ciudad, aldea o
caserío peruano. Quiero que
nazca en Dublín, en
Estocolmo o en
Copenhague. Lo lógico y
natural sería que naciera en
Dublín porque de allí vienen
mis antepasados, ilustres
borrachos tacaños. Nunca
entenderé cómo y por qué
un señor irlandés se subió a
un barco, huyendo sabe
Dios de qué, y terminó arro-
jado meses después en el
puerto del Callao, que era
como irse al infierno sin
haberse muerto. Nunca
debió ese señor huir de su
isla flemática y afincarse en
el país gris. Mucha desdicha,
muchas suertes torcidas,
mucha infelicidad soterrada,
muchos destinos castrados,
mutilados, se desprendieron
de esa incomprensible
decisión que tomó
el caballero irlandés.
Quiero que James sea
peluquero, diseñador de
modas o decorador de interiores.
Quiero que sea muy
bello y que persiga ciegamente
la belleza y sólo la
belleza. Quiero que sólo crea
en lo que se puede ver y
tocar y que se ame a sí
mismo más que a todos los
prójimos sumados y hacinados.
Quiero que sea egoísta,
ególatra, egocéntrico. Quiero
que esté absolutamente fascinado
de conocerse. Quiero
que sus manos le dan más
placer que las de cualquier
otra criatura humana.
Quiero que James no se
parezca en nada a mí y se
parezca completamente a su
madre.
El problema es que no sé
quién debería ser su madre.
Aquí es cuando las cosas
se enredan y me dan ganas
de llorar como una quinceañera,
que es la única manera
de llorar que conozco.
Lo natural, predecible y
políticamente correcto sería
que la madre de James
fuese Sofía, la madre de mis
dos hijas. No hay una madre
más de putamadre que ella.
Es bella, elegante, refinada,
irresistible. Me sigue pare-
12
ciendo una mujer a la que
tenía que perseguir por
medio mundo, a la que tenía
que robar de los brazos de
su novio francés, quien se
quiso matar por despecho y
no supo ejecutar cabalmente
su empresa suicida (ya se
sabe que los franceses no
son buenos en el oficio de
matar).
¿Por qué no estoy convencido
de que Sofía debe ser
la madre de James?
Porque Sofía está felizmente
instalada en Lima y, si consiguiera
convencerla de
dejarse embarazar de nuevo
por mí, no dudo de que ella
elegiría, sin negociar un
ápice, que los nueve meses
preñada y el parto a gritos
tendrían lugar en Lima,
acompañada de sus amigas,
de sus hijas, de su madre.
James sería entonces peruano,
nacería contagiado de
ese virus incurable, estaría
condenado a padecer esa
enfermedad corrosiva que
es la pertenencia a la bárbara
tribu instalada a orillas del
Pacífico. James no debe ser
peruano en ningún caso.
James debe crecer lejos del
Perú. James, si queremos
que sea verdaderamente
James, debe ver el Perú
como yo veo a esa araña en
la esquina del techo de mi
casa: como una amenaza
peligrosa.
Lo siento por Sofía, pero
no será ella la madre de
James.
¿Quién será entonces la
madre?
No lo sé todavía, pero
ando buscándola con cierta
impaciencia porque sé que
no me queda mucha vida, y
no escribo esto por frivolidad,
lo sé porque lo sé, lo sé y no
hagan preguntas.
Le pedí a Princesa
Austríaca, besándonos de
madrugada en Madrid, que
fuese la madre de James.
Princesa Austríaca, ennoviada
con argentino millonario, se
deshizo en una carcajada y
me dio un beso de despedida
y nunca más supe de ella,
sólo me quedan las fotos que
nos hicimos en bicicleta por el
Retiro.
Le pedí a Mariposa Inmortal,
volando por el Caribe, que me
dejara entrar en ella, que alojase
en su vientre alado al
pequeño James, que viniese
conmigo a Dublín o
Copenhague a parir a nuestro
benjamín. ¿Le haríamos la circuncisión?,
preguntó
Mariposa Inmortal. Pensé
entonces que había encontrado
a la madre perfecta. Por
supuesto, respondí. Es una
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cuestión de higiene y de
estética y de respeto a las
tradiciones familiares.
Mariposa Inmortal estuvo de
acuerdo en que un pene circuncidado
es moralmente
superior a uno encapuchado.
Todo parecía confluir
favorablemente. Pero
Mariposa Inmortal rompió a
llorar y dijo que en los próximos
cinco años no podía ser
madre porque así se lo había
dicho su bruja pitonisa:
“Mariposa, me ha dicho la
Virgen, que se me ha aparecido
sentada sobre mi cabeza
(y no pesaba nada la
Virgencita), que no debes ser
madre en los próximos cinco
años, porque si quedas preñada
en esos cinco años
abortarás un feto sin ojos”.
Mariposa Inmortal nunca
osaría desobedecer a su
bruja pitonisa y a la Virgen
que se le sentó encima.
Cinco años es demasiado
tiempo para mí. En cinco
años estaré muerto o casi
muerto. En cinco años seré
cenizas o carne podrida o
ese tipo que agoniza detrás
de las cortinas atendido por
una enfermera gorda filipina
que se come mi gelatina.
Hay que capturar el
momento. Es ahora o
nunca. Tengo que secuestrar
a una mujer, llevarla
conmigo a Copenhague y
ponerla a parir.
Le he pedido a Escritora
Maldita que me haga el
favor. Escritora Maldita es
bella, es loca, es maldita, no
le tiene miedo a nada.
Escritora Maldita está dispuesta
a ser la madre de
James en Dublín, en
Copenhague, en Estocolmo
o adonde yo la lleve.
Escritora Maldita tiene apenas
veinte años y, si bien no
encuentra apetecible mi
cuerpo estragado, sí se deja
tentar por la idea de escapar
a una monarquía escandinava
y parir a mi hijo idealmente
gay.
El problema parecía
resuelto: Escritora Maldita y
yo haríamos el amor, haríamos
el amor tantas veces
como fuesen necesarias
para que ella quedase preñada,
esperanzada, esperando
a James. Luego escaparíamos
a Copenhague, no
a Dublín ni a Estocolmo, a
Copenhague ciertamente.
¿Por qué a Copenhague?
Una vez vi a Gwyneth
Paltrow diciendo que
Copenhague es la ciudad
más bella del mundo. Creo
que es una verdad irrefutable
y científicamente demostrable
que la Sra. Paltrow es
13
Por jaime bayly
la criatura viva más hermosa
del planeta. Lo que me lleva
a la conclusión de que
James no debe nacer en
Dublín, como sus antepasados
borrachos y tacaños,
James debe nacer en
Copenhague y ser un súbdito
leal del Reino de
Dinamarca y la Corona
Danesa (moneda con la cual
he de pagar el parto).
Todo estaba bien pensado:
James, gay, peluquero,
danés, hijo de Escritora
Maldita, inmediatamente circuncidado.
No me moriría
sin concederme esa menuda
extravagancia.
Lo diré sin rodeos: quiero
tener un hijo porque cuando
mi verga desaparezca de la
faz de la tierra me gustaría
cederle la posta a otra verga
salida de mi verga, de modo
que el mundo no eche de
menos a mi verga y la de
James se ocupe de procurar
felicidad y consuelo a quienes
se hallen urgidos de ella.
Esta mañana he comprado
los pasajes en SAS.
Escritora Maldita y yo viajaremos
a Nueva York y luego
a Copenhague el primero de
agosto y nos alojaremos en
un hotel con vistas a los jardines
Tivoli.
Hace un momento me
llamó Escritora Maldita
desde Lima y me dijo llorando
(las cosas en Lima suelen
decirse llorando) que no
le habían dado la visa para
entrar a Europa, que James
no podría nacer en
Copenhague porque una
maldita-gorda-danesaestreñida
le había negado
el sello en su pasaporte rojo
peruano.
No llores, Escritora
Maldita, le dije. Nos casaremos
en Nueva York, te pasaré
la ciudadanía norteamericana
y cuando te la den, iremos
a Copenhague a
encontrarnos con James.
Escritora Maldita se quedó
feliz, pensando que nos
casaremos en Nueva York el
próximo verano. Yo me
quedé triste porque sé que
no me alcanzará el tiempo
para que las autoridades
migratorias norteamericanas
le expidan el pasaporte a
Escritora Maldita: el asunto
es lento, toma años, lo sé
porque lo he vivido.
Hace un momento desperté
sobresaltado y até
cabos. Cuando Sofía quedó
embarazada en Georgetown
el año 92, yo sólo podía
escuchar una canción,
“Tears in Heaven”, que
Clapton escribió el año 91,
devastado por la muerte de
su hijo Conor, de cuatro
años, que cayó del piso 53 y
fue llevado ya muerto al hospital
Lenox. Cuando Sofía
quedó embarazada en
Miami el año 94, yo sólo
podía escuchar una canción
de Annie Lennox, “Why?” El
fin de semana pasado viajé
a Boston y sin saber por qué
elegí dormir en el hotel
Lenox de Back Bay.
Lenox, Lennox, Lenox:
James nacerá entonces en
el hospital Lenox de
Manhattan. De momento, la
madre será Escritora Maldita.
Pero si Mariposa Inmortal y
Princesa Austríaca cambian
de opinión y se suman a la
aventura, tendré un hijo con
cada una de ellas y los tres
se llamarán James.
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moda real
relaciones exteriores
Enfrente del
edificio de la
Cancillería,
en Plaza San
Martín,
también zona
turística, se
mezclan
extranjeros y
vecinos.
Fotos:
patRiCio pidal
pRoduCCiÓn:
MaRía FeRnanda
Mainelli
sigitas, 25; es de lituania.
Camisa Zara, zapatillas
Converse y gafas Mango.
No recuerda la marca de
jean ni los precios de la ropa.
Tiene una cámara Nikon.
14-19-Moda Calle-120409.indd 14 08/04/2009 09:05:59 p.m.

Rina, 25; es de ChiCago.
El vestido lo trajo de
Chicago (no recuerda el
precio), la cartera la compró
en Buenos Aires a $150, las
sandalias son Polo Ralph
Lauren y las gafas, Chanel.
14-19-Moda Calle-120409.indd 15 08/04/2009 09:06:10 p.m.

Rubén, 57 años. No recuerda dónde compró
su equipo de ciclista. La bicicleta es italiana,
la tiene desde hace años y ya no se consigue.
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MeRCedes, 24 años.
Jean Levi's (comprado
en el outlet a $190);
musculosa de $20 sin
marca, zapatillas Pony
(unos $150); collar
comprado "a un hippie" por
la calle, también a $20;
cartera Isadora ($70).
14-19-Moda Calle-120409.indd 17 08/04/2009 09:06:30 p.m.

MaRía antonia, 29 años y
enRique, 40. son españoles.
María Antonia: vestido de la
marca Uterque (una nueva
tienda de la misma empresa
que tiene Zara), sandalias
compradas en la tienda de
Milán Mauro Leone, cartera
Yves Saint Laurent, sombrero
comprado en Nueva York.
Enrique: remera Abercrombie
& Fitch, jean Meet the Point y
gafas Ray Ban.
14-19-Moda Calle-120409.indd 18 08/04/2009 09:06:42 p.m.

iván, 23 años.
La remera la compró en la
ciudad de Santa Fe (en donde
vive) a $70, el pantalón lo
consiguió por $60 en un local
de Caballito (por la calle
Avellaneda). el saco también lo
compró en Santa Fe y no
recuerda el precio, las zapatillas
($200) son de un local de la
calle Florida, en Buenos Aires.
14-19-Moda Calle-120409.indd 19 08/04/2009 09:06:54 p.m.

el dato snob
Kitty para adultos
El dibujito japonés cumple 35 años y si nació como
motivo infantil hoy mujeres de la edad de la gatita la
llevan en los objetos más chic.
En un principio fue un
modesto monedero de
vinilo, después papel de
carta, sticker o gomita de
borrar, pero su simpleza y
candidez mezcladas con
actitudes traviesas hicieron
que millones de niñas de
todo el mundo comenzaran
a reproducirla en las
portadas de cuadernos y
carpetas. Con los años se
multiplicó en cuanto objeto
se pueda pensar: ropa,
peluches, carteras, bolsos,
cafeteras, tostadoras,
discmans, televisores,
teléfonos fijos, inalámbricos
y celulares, computadoras
portátiles, linternas,
cargadores de móviles,
cámaras digitales, máquinas
de coser, I-phone, radios,
relojes, memorias USB,
cartucheras, reproductores
de MP3 y MP4, bolsas de
dormir, espejos, perfumes,
faxes, dispensers de agua,
cubeteras, pantuflas,
cámaras digitales, zippo con
incrustaciones de cristales
de Swarovski, instrumentos
musicales, ventiladores,
bijouterie, colchas y aunque
el lector no lo crea con su
carita también se fabricaron
lentes de contacto.
Pero lo más importante no
son los millones que ganaron
Sanrio (la empresa creadora
de Hello Kitty) y otras
multinacionales que usaron
su imagen, sino la forma en
que la gatita se convirtió en
una verdadera estrella uni-
versal de la pantalla chica,
el cine, la moda y hasta en
un referente social (ni
Angelina Jolie llegó tan lejos
como ella): fue protagonista
de dibujos animados y películas,
como Hello Kitty y la
nueva sombrilla de Mimmy;
John Galliano, a la cabeza
de Dior, la vistió para una
producción de la versión
nipona de la revista Vogue,
Dolce & Gabbana diseñó
remeras con su estampa,
Converse la usó para un
modelo de sus famosas
zapatillas. La nombraron
embajadora de Unicef y
embajadora de Turismo de
Japón y hasta un centro
materno del hospital Hau
Shen de Taiwan fue enteramente
decorado, en 2006,
con su imagen.
Su forma sirvió para galletitas
dulces, piezas de sushi
y Mac Donald’s, alguna vez,
hizo más feliz su cajita incluyéndola
en juguetes y accesorios
rosas.
Se convirtió en icono pop,
también fue punk, emo y
aún no se conoce que se
haya convertido en flogger,
pero sobre todo atravesó a
varias generaciones, entre
las cuales hoy se encuentran
mujeres adultas que no
pueden resistirse a sus
encantos: Kitty es linda,
simpática, tierna, moderna,
algo reservada (no tiene
boca así que su sonido es
el silencio y no habla ningún
idioma en particular sino
20
todos), inocente y a la vez,
traviesa.
La firma de cosméticos
Mac quiso aprovechar esta
popularidad que no conoce
culturas, ni edades, ni fronteras
ni sexo —si hasta en un
momento se discutió sobre
su ambigüedad sexual—,
para lanzar una línea de
maquillaje y accesorios inspirada
en la gatita de origen
nipón.
Mac se asoció a Sanrio
para crear una línea con
fuerte preponderancia del
rosa y el negro, y para la cual
incluyó seis tonos de Lipstick
($90), seis tonos de Lipglass
de gloss brillante ($90), dos
acondicionadores de labios
($94) y dos sombras de ojos
cuádruples ($237) que pueden
ser acentuadas por delineadores
con base de glitter
($106) o por máscaras de
20-21-Dato Snob-120409.indd 20 09/04/2009 12:11:53 a.m.

pestañas ($84). Además hay
rubores ($110 y $132) en
tonos rosas y durazno y por
último, esmaltes de uñas
($72) en tonos rosado brillante,
gris y blanco cremoso. La
línea viene acompañada por
un conjunto de accesorios
como pulseras, portacosméticos
de diferentes tamaños,
pinceles, llaveros, espejos,
carteras y bijouterie con
incrustaciones de cristales
de Swarovski, todo en negro
y de estilo psicodélico, muy
al tono de las mujeres de
más de 30 años, que ya no
pasarán por viejas patéticas
al llevar objetos Kitty en sus
carteras.
Jennifer Balbier, vicepresidenta
de Mac considera que
Kitty “personifica a un verdadero
ícono de la belleza:
nadie tiene más estilo y es a
la vez increíblemente linda,
como para atraer a un rango
de consumidoras que va de
los 7 a los 74 años”. “Es
coqueta, algo rockera, juguetona
y nunca se puede estar
seguro de lo que está pasando
en su mente”, opina
Balbier, al tiempo que reconoce
que desde Mac se
intentó “reflejar esa cualidad
misteriosa de una manera
dulce, pero también su estilo
travieso, a través de los colores
que contiene una paleta
de rosados con incorporación
de negro, para agregarle
sofisticación”.
Por su parte, James Gager,
Director creativo de la firma
opina que Mac y Kitty son
fenómenos de la cultura pop
y que juntos reúnen a “un
rango enormes de personas,
modas, artículos de fácil
acceso y alta costura”. “Hello
Kitty nunca había tenido su
propia línea de cosméticos y
nosotros pensamos que
muchas mujeres que llevan
adentro algo de esta gatita
también querrían ser dueñas
de maquillaje con su marca”,
afirma.
Mac reconoció en Kitty a
una verdadera embajadora,
que cuenta con la devoción
21
de niñas, adolescentes y
mujeres y hombres, pero
también de celebridades
como Christina Aguilera,
Drew Barrymore, Diddy,
Courtney Love, Cameron
Díaz, Maria Carey, Carmen
Electra, Heide Klum, Lidsay
Lohan, Sarah Jessica Parker,
Britney Spears, quienes se
han declarado abiertamente
fanáticas de la gatita.
Kitty nació en Londres el 1
de noviembre de 1974, bajo
el signo de Escorpio. Este
año y gracias a una genética
envidiable, llega a los 35 tal
cual como se la conoció:
blanca y radiante.
Como parte de los festejos,
la exposición relojera y joyera
de Basel, Suiza, expuso una
muñeca realizada con 1.939
diamantes, 403 zafiros y
1.000 perlas, convirtiéndose
así en una de las Kitty más
caras de la historia: cuesta
125 mil euros.
Su biografía indica que
vive con sus padres y abuelos
y que, como Mirtha
Legrand, tiene una hermana
gemela, Mimmy, quien no es
tan famosa como ella. Se
sabe también que es alta
como cinco manzanas ypesa
como tres, y que su frase
favorita parece un slogan de
Facebook: “¡Nunca se tiene
demasiados amigos!”.
20-21-Dato Snob-120409.indd 21 09/04/2009 12:12:12 a.m.

La ciudad d
Mustafá Desuque y Ernesto Rodríguez están en los extremos soc
un barrio pobre y subsiste con changas. Los dos conviven con el den
22-27-Dengue-120409.indd 22 08/04/2009 10:17:54 p.m.

de la peste
os sociales de Charata, Chaco. Uno es un famoso médico, el otro vive en
el dengue, como buena parte de este lugar, el más duro de la epidemia.
22-27-Dengue-120409.indd 23 08/04/2009 10:18:03 p.m.

Florencia HalFon-laksman
Fotos de eduardo carrera
“
El mosquito que transmite el dengue no discrimina",
se escucha repetir a las autoridades
sanitarias de la localidad chaqueña de
Charata desde hace semanas, cuando se hizo
visible que el bicho se había instalado en la
ciudad y se estaba reproduciendo. Las cifras extraoficiales
denuncian 11 mil casos en esa provincia pero las autoridades
sanitarias reconocen alrededor de 3.500, el 42% de ellos en
Charata. Aunque el estado de la vivienda, en el que influye la
condición socioeconómica, es uno de los puntos fundamentales
para evitar la difusión de la enfermedad, la epidemia le
pegó a ricos y pobres.
Charata es la ciudad cabecera del departamento
de Chacabuco y está ubicada en una
región de tierras fértiles que creció económicamente
con el cultivo de soja. Allí, cerca de 35
mil habitantes conviven en las condiciones más
diversas: hay tanto asentamientos como mansiones;
y el hambre está tan instalado en la ciu-
dad como el Catangé, un flamante hotel cuatro
estrellas, ubicado al costado de la ruta provincial
94.
Mustafá Desuque y Ernesto Rodríguez tienen
dengue. Lo supieron el sábado pasado, cuando
despertaron con síntomas parecidos: 40 grados
de fiebre, vómitos, y un insoportable dolor muscular.
Es difícil pedirles
que combatan el
mosquito a los
que no tienen
para comer”, dice
el doctor
Desuque.
34
Desuque es una eminencia en la medicina de Charata y vive
con su mujer en una casa de cuatro ambientes en el centro
de la ciudad, con un patio de seiscientos metros cuadrados.
Tiene 71 años y una hija abogada. Rodríguez hace changas y
duerme con su ex esposa en una casa precaria al costado de
la vía, en los alrededores del Barrio Esperanza, cerca del
basural. Tiene 39 años y diez hijos, de los cuales seis no terminaron
el colegio.
"Esta enfermedad te debilita por completo, por eso la llaman
`la rompehuesos´. Me cuesta hasta darme vuelta en la
cama", grafica Desuque, director de la Obra Social de
Empleados de Comercio (Osecac), quien se vio obligado a
interrumpir las tareas en su consultorio privado por la picadura
del Aedes aegypti.
Este verano, el doctor paseó por la Patagonia
con Fátima, su mujer, y una semana después de
su regreso empezaron los indicios de la infección.
"No sabía a qué atribuirlos, porque no se me ocurría
pensar en el dengue, hasta que me visitaron
mis colegas y me di cuenta de qué se trataba",
explica sentado a la mesa, en el living de su casa;
a un lado, el retrato de sus tres nietos, y al otro,
una pecera incrustada en la pared.
Rodríguez, en cambio, apenas comenzó con los
síntomas se acercó a una de las carpas sanitarias
que el Ministerio de Salud de la Nación instaló en
la plaza céntrica del pueblo. "Sentía una molestia
que no había vivido jamás. El dolor en el cuerpo
era tremendo", coincide con Desuque.
Advertidos por el alerta que vive toda la provin-
22-27-Dengue-120409.indd 24 08/04/2009 10:18:13 p.m.

médico. Mustafá Desuque, un reconocido doctor de la ciudad, sufrió la enfermedad.
cia, los dos hombres solían protegerse con repelente, pero un
descuido resultó suficiente. "Se me ocurre que tal vez me picó
mientras cruzaba las vías del tren, porque tengo que pasar por
ahí al menos dos veces por día", aventura Desuque, y precisa
que siete de cada diez de los habitantes del pueblo se atienden
en el hospital público y que el total de enfermos en la localidad
asciende a más de 7 mil. "Es difícil pedirles que se ocupen de
combatir el mosquito a aquellos que no tienen para comer.
Acá hay un bolsón de gente pobre", opina. Para el cirujano,
quien supo ser jefe de guardia del Hospital de Morón, en la
provincia de Buenos Aires, los vecinos con mayores recursos
corren con ciertas ventajas: "La gente pudiente no tiene cacharros
en el patio ni necesita tener fuentones de
agua, donde es más fácil que se críen las larvas
del mosquito. Además, sin duda tenemos mayor
información al respecto".
Sin embargo, en la familia de Rodríguez encontraron
la parte llena del vaso: "Me parece que los
pobres somos más fuertes y soportamos más el
dolor. La gente de plata no aguanta tanto", analiza
Delia, la dueña de casa, y aclara: "Nosotros
tenemos que salir a juntar vidrio, hierro y cosas
para vender porque si no, nos quedamos sin nada
y morimos todos juntos".
Recién después de una semana de suplicio, los
dos hombres empiezan a reponerse, pero saben
que deben cuidarse al menos por los próximos
Me parece que los
pobres somos más
fuertes y
soportamos más el
dolor. La gente de
plata no aguanta
tanto”.
25
seis meses, porque una nueva picadura en ese lapso puede
infectarlos con el dengue hemorrágico, sin contar que la primera
infección baja las defensas lo suficiente como para que
cualquier otra enfermedad sea peligrosa. Desuque sigue inapetente
-"Hace cuatro días que no como nada", dice-, aunque
se obliga a hidratarse con aguas saborizadas, mientras que
Rodríguez ya logra levantarse mejor: "Me animé a comer un
pedazo de pan y disfrutar con mis hijos de unas rondas de
mate", cuenta el changarín antes de la siesta, las cuatro horas
sagradas, entre la una y las cinco de la tarde, en que los charatenses
silencian la ciudad.
Antes de despedirse, el médico avisa que los fumigadores ya
pasaron por su casa pero teme que el veneno no
alcance en los hogares más necesitados. "Para
que sea efectivo, se tiene que fumigar en todo el
pueblo", advierte, y se despide explicando por
qué decidió quedarse en Charata, cuando algunos
habitantes se mudaron a provincias vecinas
y su hija le reclamaba que se instalara con ella
en Buenos Aires: "Sería muy cómodo irme y que
se embromen los demás. Yo nací acá y le aconsejo
a la gente que no se vaya. Si nos vamos los
médicos, ¿qué hacen los enfermos?"
La carpa
"La peluquera está con dengue", anuncia un
cartel escrito a mano, pegado en la puerta de
22-27-Dengue-120409.indd 25 08/04/2009 10:18:19 p.m.

Monik Unisex, un local a tres cuadras de la calle central del
pueblo. Hace diez días que Mónica Dari no puede moverse ni
dentro de su casa, y mucho menos salir para atender su peluquería.
Por eso decidió mandar a su hijo Leandro a pegar un
papel donde se advirtiera a sus clientes que el dengue la había
dejado de cama, con vómitos, fiebre, sarpullido y un dolor de
espalda que no la dejaba respirar. "Me asusté por la intensidad
del malestar. Llegué a llorar del sufrimiento", relata ella, todavía
en cama pero más cerca de la recuperación.
No pudo trabajar y eso significa una semana sin hacer dinero,
pero su mayor su preocupación por estos días se centra en
su hija Betiana, de 15 años: "Hace un par de días que se levanta
con los síntomas del dengue. Dice que es una gripe pero yo
creo que la picó el bicho, como me pasó a mí y a todos los
vecinos de mi cuadra", se lamenta Mónica.
Myriam Lupercia tiene 29
años y carga en brazos a su hija
Lourdes, de 5, en la entrada de la
carpa sanitaria. No es su primera
visita a esa guardia: ya estuvo
hace una semana desesperada
por el dolor de huesos. Se gana la
vida limpiando casas y no quiso
faltar a su trabajo ni un solo día,
a pesar de su padecimiento.
Cuando le recetaron calmantes,
creyó que su pesadilla había terminado,
pero la ilusión se desvaneció
en cuanto fue a buscar a
Lourdes al jardín de infantes y la
vio llorando a los gritos porque
sentía algo similar a un taladro
Miriam, que ya
está enferma,
carga a su hija de
cinco años. “Voy a
tener que pedir
unos días, no tengo
con quién dejar a
la nena”.
26
funcionando en su cabeza. "Si se lo agarró, voy a tener que
pedirle unos días a mi patrona, porque no tengo con quién
dejar a la nena", dice asustada, después de enterarse de que no
hay vacuna para prevenir el dengue.
Zulema Lisondo es auxiliar de enfermería y asiste en el quirófano
del hospital público Enrique V. de Llamas. Tampoco
quiso dejar su puesto de trabajo aunque los análisis de laboratorio
le confirmaron que está infectada. "Estamos colapsados
y no podemos darnos el lujo de no venir", justifica y señala:
"Me sentí mal y me hice los estudios. Ahora tomo algunas
precauciones para que no se contagien mis compañeros". Es
que la única forma de contagiarse la enfermedad es a través
del mosquito, que también puede estar sano e infectarse al
picar a un enfermo. Sin embargo, ni las autoridades municipales,
ni las provinciales o las nacionales ordenaron el aisla-
22-27-Dengue-120409.indd 26 08/04/2009 10:18:35 p.m.

miento de las primeras víctimas, dado que Sandra Mendoza,
ministra de Salud de Chaco y esposa del gobernador Jorge
Capitanich, se negó a reconocer públicamente el riesgo que
representaba el brote para sus habitantes, hasta que el sol le
demostró que una mano no alcanzaba para taparlo.
Mientras que a comienzos de febrero había cerca de 200 casos
notificados, el director de Epidemiología del Ministerio de Salud
de la Nación, Juan Carlos Bossio, aseguró esta semana que hay
trece provincias afectadas por dengue importado de países del
norte y otras seis con transmisión autóctona: la cifra oficial a
mediados de semana rondaba los ocho mil casos confirmados.
El baile
Los jóvenes no están exentos del peligro de ser picados por el
vector del dengue. Los especialistas aseguran que los niños son
27
más propensos a las picaduras porque están más tiempo al aire
libre. Los adolescentes de Charata, por su parte, la tienen mas
fácil: salen de noche, cuando el mosquito ataca menos.
Como si se tratara de una premonición, hace poco menos de
un año los bolicheros del sudoeste chaqueño descubrieron un
nuevo tema musical en el repertorio de las discotecas: "El baile
del dengue". Creado por DJ Loco, se trata de un tema con
ritmo de marcha que mezcla zumbidos de mosquito al compás
de la música y desde entonces causa sensación entre los habitantes
del pueblo. Algunos lo eligieron como ringtone para sus
celulares. Vecinos de la zona aseguran que, cuando se difundieron
los primeros casos, los abanderados del humor negro
salieron a la calle con el estéreo del auto a todo volumen, mientras
le daban play al tema de moda.
En Charata -donde ya fallecieron tres mujeres que padecían
dengue, aunque todavía no se conoce
si fue eso lo que las llevó a la
muerte-el oportunismo también es
plaga, sobre todo en los negocios.
Mientras que un repelente familiar
en crema se vende a 10 pesos en la
Ciudad de Buenos Aires, algunas
farmacias y estaciones de servicio
Hace poco
menos de un año,
los bolicheros
chaqueños
descubrieron
“El baile del
dengue” en las
discotecas.
de Charata lo cobran entre 12 y 14.
Lo mismo sucede con el
Paracetamol, la droga más requerida
por los chaqueños en el último
mes, porque es la única que calma
los intensos dolores de cabeza que
genera la mordedura del dengue.
Como suele suceder, la tragedia
tiene sus dosis de farsa.
22-27-Dengue-120409.indd 27 08/04/2009 10:18:49 p.m.

tras cartón
Los pescadores del Sur
La mano pintaba jodida:
dos días de paro
docente, un feriado en
el diome, un viernes
impoluto y un fin de
semana largo, larguísimo…
¿Qué iba a hacer con mis
críos en un depto de dos
ambientes? Serían los días
más insoportables de mi
vida. Así que hice la gran
Chacho Alvarez y me rajé.
¡Que al paro docente lo
soporten los padres con
vocación!
Me fui al superconsti y
me tomé un tren hacia
Bahía Blanca, a la casa de
mi querido amigo, Chicho
López, el editor atolondrado
de poesía que deberían
conocer las masas. Y es
que, señores, la lectura
desprolija e indiscriminada
de poesía descalibra a la
gente. Con solo decirles
que mi querido Chicho
piensa que Alejandro
Rubio, Martincito
Gambarotta, Daniel Durand,
Seba Morfes y otros luzers
importantes son seres
imprescindibles porque…
¡escriben poesía!
Pero si me senté en este
cyber carísimo del centro
de Monte Hermoso es para
hablarles de los poetas de
verdad, los de carne y
hueso, los que son
capaces de luchar contra
un tiburón, un rey pulpo de
cincuenta brazos, y se
meten cinco mil leguas
submarinas más allá del
espigón: los amigos de mi
amigo.
El Hugo, el Pelado, alias
Alexis y el Aldo, a ellos los
conocí en la playa de
Monte Hermoso y desde
que los conocí mi vida
cambió para siempre.
Estábamos con mi amigo el
Chicho, contando gaviotas
en la playa, criticando a
Susana Villalba. La playa
vacía en abril, los turistas
se habían ido a la concha
de su hermana y un día
ventoso con sol le hacía
sacar la cabecita a las
sardinelas, a los pejerreyes,
a las palometas, a los
lenguados y las
pescadillas, cuando de
pronto, zas… Imaginen que
esto que escribo es una
película y de pronto ven en
el horizonte marítimo una
camioneta echando mudas
ráfagas de polvo de arena.
Una rastrojera de esas que
ya no se usan más, pero
equipada. Nos tocaron
bocina para no pisarnos y
las cuatro ruedas colearon
y murió a la vera de la
espuma del mar.
Unos muñecos nos
levantaron la mano a unos
cien metros de nosotros y
sacaron una red de
quinientos metros de largo.
Se pusieron unos trajes de
neoprene y se
sumergieron en las aguas
heladas de nuestra ex
Patagonia querida;
nuestras ex cien mil
hectáreas que tiene
Benetton. ¿Cómo es
posible que un muñeco
de Italia tenga cien mil
hectáreas en una tierra de
mapuches? ¡Un disparate!
Benetton, ambicioso e hijo
de mil putas, acaparador,
desde esta paginita, te
reto a duelo. Algo que nos
pertenece a todos, la tierra,
que debe ser para que las
28
familias se alimenten y no
para esquilar ovejas o
plantar soja.
Pero no me senté para
hacer política sino para
elogiar, demostrarles mi
admiración a esos tres
grandes patriotas del mar: los
pescadores furtivos de Monte.
Nos gritaron al Chicho y a
mí: “¡Gallego!... y el negrito
que está al lado, vengan a
ayudarnos. Hoy vamos a
invitar a todo el barrio con
lenguados”.
Comenzamos a arrastrar la
red más grande que vi en mi
vida, una red que tenía unos
rulemanes pesados como
neumáticos, que no entendía
cómo podía cargar la
rastrojera. “¡Hasta el
espigón, no para nadie!”,
gritó nuestro líder natural, El
Hugo, con el agua hasta la
nariz. Nos arengaba
mientras nos temblaban los
huevos como a vizcacha
camorrera. Muchachos, les
puedo asegurar que no hay
nada más frío que el agua
del mar en abril. ¡Los turistas
no son boludos!
“¿¡Para qué vas al
gimnasio todos los días!?”,
le gritaba El Hugo al Alexis,
gran nadador y levantador
de mancuernas en el gym.
Y cuando salimos del
28-29-Cucurto-120409.indd 28 08/04/2009 09:30:41 p.m.

agua el lenguado más chico
tenía seis kilos. Llevamos
mucho a la playa y la gente
del barrio se arremolinaba
en busca de un pescado
salvador.
Pues, valga una
aclaración: en Monte la
pesca disminuyó un 90%
debido a esos barcos que
usan palas gigantes y se
llevan hasta la espuma.
Fuimos los héroes de Monte
Hermoso, alias Monte. Cinco
niñas treintañeras se
acercaban admiradísimas,
con ganas de agitar el bote,
con ganas de casarse con
un pescador de manos
peludas. Lo único que
teníamos que hacer era
invitarlas a comer pescado
frito y chau, les bajábamos la
caña de nuestro machismo a
prueba de balas.
Pero de pronto, Alexis nos
dijo: “¡Vamos a la
Desembocadura del Sauce
a continuar nuestra lucha
contra el mar y las grandes
empresas de la pesca!”
“¡Sí, sí, vamos a hacerle un
29
piquete a la Empresa Redes
de Arrastre, de Bahía
Blanca!” “¡Sí, vamos,
convoquemos a todas las
lanchitas de Bahía y
hagámosles un piquete!”
La Desembocadura del
Sauce, supe después, es un
río que muere en el mar,
pero el mar no le gana al río.
Y ahí van los grandes
barcos de Benetton u otros
dueños del sur a descargar
los miles de millones de
pescados que le roban al
mar por día. Íbamos en la
Washington CuCurto
rastrojera rayando la playa,
solos, ni un alma. Sólo
médanos y de pronto, zas
—imaginen que están en
una película—, aparece un
cartel de De Narváez contra
la inseguridad. Qué mala
pata, pensé para adentro,
encontrarse con un cartel de
De Narváez en el desierto...
Llegamos a la
desembocadura y había un
barco de bandera coreana,
meta afanar cornalitos de
nuestra competencia. ¡Era
un exterminio, un genocidio
marino lo que estaban
cometiendo esos coreanos
del orto!
Con la rastrojera a todo lo
que da y gritando como
indios, nos metimos al mar,
nosotros, los silenciados
pescadores de este país,
tus hermanos, hermano,
date cuenta; los que
soportamos el viento y el
frío y salimos con una
lanchita a las tres de la
mañana para regalarle
pescados al rioba. No
somos camioneros ni
trabajamos en un
supermercado, somos los
pescadores de la pesca
artesanal del sur de la
Argentina contra el Capitán
de Greenpeace que odia a
las ballenas.
Y le arrojamos piedras y
arpones y con la red
envolvimos el barco y con la
rastrojera motor de avión lo
arrastramos hasta las dunas
y le entramos a dar con todo
a los coreanitos ladrones. Y
había unas coreanitas
re-buenas que querían
conocer a unos pescadores
de verdad, de esos que son
parte del mar.
28-29-Cucurto-120409.indd 29 08/04/2009 09:30:44 p.m.

los discos de
gabriel rolón*
“Soy un poco cerrado”
busca en una
buena canción?
¿Qué
—Como buen
analista, me gusta el
discurso. Me gusta cuando
se puede ver la idea
melódica que recorre el
tema. Tengo una colección
de música folclórica, con
intérpretes más modernos,
como Lorena Astudillo, y
clásicos como Mercedes
Sosa. Y mucha música
clásica. Mi mujer es
violinista. Estoy rodeado de
música académica
irremediablemente. No
tengo un disco de Shakira
o Chayanne. Soy un poco
cerrado, intolerante con lo
que no me gusta.
—¿El último disco que
compró?
—Uno de Ariel Ramírez,
él solo con el piano. Muy
bueno.
— ¿Es investigador o va
a lo que le gusta?
—No compro algo para
ver qué pasa. Es como salir
con una mina que te gusta
poco para ver si es
interesante más adelante.
Las sorpresas gratas me
las dan los demás. Que
me presentan cosas como
los Fain Mantega: un dúo
de flauta y piano,
conmovedor e
impresionante lo que tocan.
Me morí. Yo soy menos
arriesgado.
—¿Alguna rareza?
—Escucho mucho La
zurca. Es un grupo que
mezcla flamenco, tango y
algo de música uruguaya.
Y Demoliendo Tangos, el
grupo de Federico Mizrahi
y Luis Longhi, que tiene un
estilo Piazzolesco. Son
excelentes. La zurca lo
Ariel Ramírez.
“El último
que me
compre.
Recomendable”.
Mozart. “Un
infaltable. La
música de
cámara es lo
que más
escucho en mi
casa”.
Fain Mantega.
“Conmovedor
e impresionante
lo que tocan.
Me morí al
escucharlos”.
regalo siempre, a todo el
mundo. Nunca me hizo
quedar mal.
— ¿A que músico te
gustaría tener como
paciente?
—Daniel Baremboim. Si
ser uno de los mejores
pianistas del mundo es
30
difícil, imagínate también
lograr estar entre los
mejores directores de
orquesta. Y alcanzar las
dos cosas, además de
tener un espíritu de lucha y
hacer de la música un
discurso universal...
—¿Algún gusto que le de
vergüenza admitir?
—No puedo
avergonzarme de algo que
me gusta. Hay momentos
en los que tengo ganas de
escuchar a Sandro o los
boleros cantados por Luis
Miguel, que los canta
fenómeno. De Cristian
Castro, que me parece que
tiene una voz
impresionante, no me gusta
todo, pero lo que me gusta,
lo escucho sin ningún tipo
de pudor.
—¿Sus infaltables?
—Agri por dos, de Pablo
y Antonio juntos. Grupo
Sudestada, algún
compilado de Piazzolla (si
no encuentro La Suite
Lumiere), el Réquiem de
Mozart y el concierto para
dos clarines de Bach.
Obviamente, Gardel.
—Es obvio, ¿no?
—Todo tipo que entienda
de música tiene que ser
fanático de Gardel. No
podés decir “me gusta el
fútbol, pero no me gustaba
Maradona”. Cuando
alguien hace las cosas con
ese grado de perfección no
podés hacer otra cosa que
sentirte maravillado. Otra
cosa es lo que a uno le
gusta. Ravel es genial, pero
a mí no me gusta, no lo
disfruto tanto.
— ¿Su canción favorita
de Gardel?
—Como canción me
gusta Soledad y como
interpretación me gusta Sus
ojos se cerraron. Es
inigualable. Puede haber
alguno igual, pero no mejor.
*Psicoanalista y
conductor radial.
30-Discos-120409.indd 30 08/04/2009 09:47:46 p.m.
DiEGO SANDSTEDE

uscador
Interiores
Como hay que ponerle mucha onda
a la intimidad y a la hora de los bifes
la bombacha con el elástico vencido
no corre, La Braga acaba de lanzar
Candy Collection, la nueva línea de
ropa interior femenina compuesta de
corpiños y bombachas que quitan la
respiración sin dejar de lado lo lúdico.
La Braga propone
conjuntos estampados
de animal print, florales,
rayas y dibujos
abstractos en colores
vibrantes en materiales
como lurex, algodón,
microtul, seda, fibrana y
lycra. Entre aniñada y
hot, La Braga diseñó
modelitos divertidos para llevar como
la última capa de piel.
www.labraga.com.ar
Festín de ojotas
¡Qué bueno darse una panzada de
Havaianas! Para eso habrá que
darse una vueltita por San Pablo,
Brasil, donde la firma acaba de
inaugurar su primer concept store del
mundo.
Ubicado en una de las zonas más
exclusivas de esa ciudad, en el local
de Havaianas —de 300 metros
cuadrados— se puede disfrutar de
los placeres simples: el techo está
integrado por un mosaico de
claraboyas que deja pasar el brillo de
la luz. Además, Natura, la firma de
cosmética más importante de Brasil,
creó para el local una fragancia
exclusiva.
En el Espacio Havaianas es el único
lugar del mundo donde se pueden
encontrar los más de 350 modelos
de la marca y la nueva colección de
carteras, toallas y accesorios.
Espacio Havaianas:
Rua Oscar Freire 1116.
Miranda! no es virtual
Pertenecer a las comunidades virtuales puede
traer varios beneficios: reencontrarse con el
mejor amiguito de la salita azul, saber lo que hace
un ex sin que ese mismo ex sepa que se lo está
espiando y hasta acceder a shows gratuitos organizados
por la misma red. Tal es el caso del segundo
Secret Show que armó MySpace en Buenos
Aires para todos sus usuarios y que esta vez estará
a cargo de Miranda!
El martes 14 de abril a las 19 en Niceto Club
todos los “amigos” de esta red podrán acceder al
show gratuito de Miranda!, la banda electro- popmelodramática-argentina,
integrada por Ale Sergi
en voz y teclados, Juliana Gattas en voz, Lalo
Fuentes en guitarra y Nicolás Grimaldi en bajo.
La forma de participar es por lo menos curiosa:
para poder entrar, hay que llevar previamente la
impresión del propio perfil en MySpace (ver aparte).
Mitos argentinos
Crónicas argentinas, el nuevo libro del escritor y periodista chileno Juan Pablo
Meneses, es un ejemplo más de que un blog puede convertirse en un libro
entrañable. En su blog, el autor proponía analizar los mitos argentinos de siempre. Y
se sumaron miles de argentinos obsesionados justamente por sus mitos. “Como si
se tratase de un gigantesco diván, abierto todo el año y las 24 horas, los
comentaristas fueron entregando su versión personal del Che, el tango, los taxis,
Maradona, la educación, el psicoanálisis, Evita, la Patagonia y los inmigrantes”,
explica el autor. Pero además Meneses se encontró personalmente con una docena
de individuos anónimos que opinaban en su blog, lo que le permitió también escribir
un ensayo sobre el significado de los comentarios en la red.
31
Este tipo de comunidades virtuales estableció nuevas
formas de comunicación y la posibilidad de relacionarse
con otras personas incluso sin conoceras;
pero también son un nuevo instrumento de marketing
de bajo costo para publicitarse o difundir trabajos. En
tal sentido, en la Argentina, MySpace se convirtió en
una comunidad propicia para difundir música: por día
unas 100 bandas o músicos crean sus perfiles.
Atento a esta tendencia, MySpace ya organizó el
recital de Babasónicos, en sintonía con los que la
misma red ya hizo en España con The Smashing
Pumpkins, en los Estados Unidos con The Killers, en
México con Café Tacuba y en Japón con Lily Allen.
El recital de Miranda! es gratuito y exclusivo
para usuarios de MySpace, quienes deberán
presentar su perfil impreso en Niceto Vega 5510 el
lunes 13 de 12.30 a 19.
31-Buscador-120409.indd 31 08/04/2009 11:59:19 p.m.

“El rock s
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se olvidó del amor”
Cantante de culto, productor de sus propios
trabajos, Gabo Ferro prescinde de las
grandes discográficas y sin embargo su
popularidad crece, como su leyenda, aquella
que arranca cuando dejó de estar al frente de
la banda hardcore Porco. Está ofreciendo
una serie de recitales y protagonizará una
puesta de Four Walls, de John Cage.
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Por Cristian alarCón
Fotos leandro sánChez
Hace muchos años, cuando era el líder de una
banda hardcore, escatológica y tan ruidosa
como un tractor de gritos y lata, Gabo Ferro
solía desnudarse en el escenario. Lo hacía
con tal hábito que aún hoy cuando busca
grabaciones viejas de su pasado rockero le cuesta encontrar
una en la que esté vestido. Casi todas las crónicas sobre este
performer, cantante, escritor, historiador y poeta que se ha
vuelto un sujeto de culto para miles de fans comienzan con
una escena mítica en la que el se queda mudo en medio de un
recital de Porco y sale corriendo por la avenida Callao para
recluirse en los estudios académicos y volver, seis años más
tarde, convertido en un ángel que entona salmos de amor. Pero
ninguna crónica dice la verdad: él nunca corrió, el jamás huyó;
es más, no es que se haya quedado mudo. Simplemente cambió
de piel. Así suena su voz, como la última expresión de un ser
que vino de la muerte. Que murió alguna vez, y sin embargo
aquí está, con la guitarra, bajo una luz cenital que apenas
muestra sus ojos mapuches, la barba encanecida, la nariz
pequeña, la boca que al abrirse pareciera partir los ojos de los
que lo miran encandilados, silenciosos. Mudos, todos. Canta
él. El amor amante.
Gabo Ferro no tiene fans; tiene amantes. Las personas que
dicen gustar de su música, ir a todos sus conciertos, hacerse
de cada uno de sus cinco discos –tres ediciones especiales, uno
con DVD incluído–, cuando confiesan su preferencia no dicen
"me gusta", dicen: "Lo amo". Es frecuente. Su fama –si la hay–
no está sustentada en la manteca gruesa que unta la industria
discográfica en las radios y medios para promocionar artistas
de temporada. Su trascendencia parece fundada en pilares
clásicos, de una modernidad perdida, revolucionarios por su
profundidad sincera, y no por un planteo estético desmesurado
o una imagen construida con lo que el mismo llama "lo pro"
de la producción en la industria cultural. La producción de
Gabo va por dentro, y a lo largo. Su propia vida es un material
que lo construye como la greda.
Cosa de hombres
La performance de Gabo Ferro es una fiesta que tiene dos
formas: él con su banda, seis músicos que lo acompañan mientras
él toca la guitarra y canta. Él y su guitarra acústica. En su
primer disco hubo banda. En el último, solo su guitarra. El
show es ese chico de jean, remera, zapatillas de caña, sentado
con su instrumento ante un público que solo interviene, como
en un concierto de música clásica, para aplaudir en cada intervalo
entre canción y canción. Su primer disco, en el 2005, se
llamó Canciones que un hombre no debería cantar, que es lo
que le dijo Edith Piaf sobre Jacques Brel cuando lo escuchó
entonar Ne me quittez pas. Son doce temas en los que se anuncia
una voz única, casi andrógina: potente, feroz y virginal, su
timbre sostiene palabra y discurso: las letras de sus canciones
son el corazón de su obra. El amor comienza a ser el tema que
le gana al artista aún ante su discurso más folk y de protesta,
donde el contenido importa siempre. En sus letras hay amor
y muerte, despecho y desengaño, repertorio romántico que
viaja hasta el más cortés de los amores del siglo XVIII. Uno de
los personajes preferidos de la literatura para Gabo es la ena-
34
morada y trágica mujer que creó Chordelos De Laclos, que fue
interpretada en el cine por Michel Pfeiffer en Relaciones
Peligrosas. Es tan imposible el amor de la dama que su amante
joven se suicida.
–¿Por qué te gusta tanto?
–Es un personaje romántico que vive en una sociedad rococó.
La obra es de fin del siglo XVIII y el personaje de Madame
de Tourvel, sufre como loca porque ella se enamora en un
medio donde el amor es solo performativo. Le van a faltar 30
o 40 años a la civilización para que el amor esté circulando.
Ella tiene una sensibilidad vanguardista con su propia historia.
Ahora ya no somos vanguardia los que amamos de esa manera.
Somos retardados de la historia. Aquellos que elegimos
comprometernos y perdernos de ciertas cosas, o que esas cosas
se pierdan de nosotros seremos un clásico en un bajo profundo
a lo largo de toda la historia.
–Uno de los temas de tu primer disco se convirtió en un clásico
para los que te escuchan: "Calvas margaritas". ¿Qué lo
inspiró?
–"Calvas.." es el tema que en vivo o termino rompiendo una
cuerda, o una guitarra vuela como una serpentina, siempre
pasan cosas extrañas. Es una canción sobre la impotencia,
donde uno trata de que el azar y el esoterismo manipulen la
realidad en beneficio del amor de uno. "Me quiere, no me
quiere", y cuento al revés para que me de que me quiera. Como
si esas cosas cambiaran la realidad. Es la fantasía del amor en
la vida cotidiana.
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Mataderos. Ferro volvió a vivir al barrio en el que se crió.
–¿Es difícil proponer desde una palabra devaluada como el
amor?
–La palabra amor fue como un canto rodado: se fue llenando
de mierda. Y desde el rock, porque el rock, cuya base era
paz y amor, amor libre, bla, bla, bla, se olvidó del amor, que
fue importado por la industria a diferentes géneros y subgéneros
de la música y la literatura. A mí me interesa sacar todo
ese pedregullo que se fue juntando. Pero estoy seguro de que
el amor es una columna basal y central para todos nosotros.
Mucho más ahora, en pleno acoso del ser es tener, el tiempo
es dinero.
La política
Hay una escena familiar que funda la búsqueda del niño Gabo
en un mundo que no lo satisface porque guarda en sí el germen
de la traición, y porque a la vida y al amor, los circunda la
muerte. Es una disputa entre parientes justo el día en que se
les ocurrió casarse a sus padres, un papá de tradición socialista
nacido y criado en el corazón de Mataderos y una madre de
familia peronista. La ceremonia comenzó poco, muy poco
antes de que un comunicado oficial anunciara que a las 20.25
del 26 de junio de 1952 murió la abanderada de los humildes,
Eva Perón.
–¿Qué pasó entonces?
–Interrumpen la boda para anunciar esto, y en la fiesta,
donde había peronistas y antiperonistas hubo parientes que
empezaron a repartir habanos porque había muerto "la puta".
Los peronistas ofendidos los agarraron a las piñas. O sea, la
familia fue parida en medio de un debate.
Gabo nació segundo hijo varón a fines de los sesenta.
35
Demasiado chico para vivir la actividad que apenas percibía
en su casa. Supo, por ejemplo, que una vez se fundieron porque
la familia le bancó el viaje a unos amigos que tuvieron que
salir del país. Intuyó que su padre nunca militó por algún tipo
de acuerdo silencioso en el que primaba la seguridad de la
familia. Y se recuerda jugando con una bandera de montoneros
que su hermano escondía detrás de los muebles de la casa.
Vivían donde él lo hace ahora, en un boulevard de casonas
viejas que limita con los mataderos históricos del barrio. Su
padre fue durante cuarenta años el gerente del club Chicago
y treinta y tantos, hasta que cerró sus puertas, el jefe de personal
del frigorífico Lisandro de la Torre.
Es miércoles. Recién termina la siesta. En la esquina de la
casa un grupo de linyeras ha armado una ranchada que parece
llevar un tiempo. Más allá, los obreros de una metalúrgica
la mantienen tomada. En la puerta hay un cartel que dice:
"basta de mentiras". La calle Murguiondo, al fondo, parece
desierta. A media cuadra cuatro obreros lavan los camiones
que transportan medias reces. Gabo se sienta el suelo a pedido
del fotógrafo, contra la pared. Pasa un carrito de cartonero
con un caballo viejo. Los niños saludan. "Hola amigo", dicen.
Este fue el territorio de Gabo. Volvió a él, y a la casa de sus
padres después de la separación que lo llevó a escribir en un
pocos meses, mientras hacía el duelo por un amor lesivo, doce
canciones de amor cruentas y hermosas. El disco se llama
Amar, temer, partir y es la consagración total de su obra al
tema que la rige y alimenta.
–El primer flaneur permitido era por esos lados –dice Gabo
y camina por la avenida.– Era muy estimulante. Por la cantidad
de cosas armadas en mi adolescencia, el salir a caminar e
32-38-Gabo-120409.indd 35 08/04/2009 11:39:30 p.m.

de Culto. Trabaja al
margen de las
grandes
discográficas y su
popularidad se
extiende.
intentar perderme era de mucho estímulo. La idea de que la
fantasía está en la realidad misma.
–¿Qué te sorprende ahora que lo volvés a caminar?
–La cotidianeidad de tomarte un colectivo y salir de acá.
Caminando llegabas a Alberdi, estar acá era el campo. Caballos.
Tenía amigos de "la Oculta". Podía tener un amigo que era el
hijo de un matarife y tenía un Mercedes Benz blanco, y a la vez
un pibe de la oculta que la mamá planchaba ropa.
–¿El erotismo lo descubriste en la calle?
–El erotismo estaba en la calle, en los libros, en el teatro, en
todos lados. Siempre fui una especie de Madre Teresa del erotismo.
Creo que todo tiene su parte erótica y yo se la encontraba
a todo, eso no quiere decir obseso. El eros estaba en todas
partes. Mi tía me mandó una fotografía en la que le tocaba las
tetas, porque ella tiene unas tetas muy grandes.
La muerte, o no querer la vida
Gabo Ferro es un cantante queer. Es decir, sus canciones son
de un registro no solo andrógino, sino que el juego del amor
36
va más allá: en las letras se encarga de romper los esquemas
del género llevando lo masculino y lo femenino a un estadio
superior en el que es capaz de enamorarse de "una niña costurera
y un niño carpintero", uno de sus clásicos. "Me enamoraré
de una buena costurera, una buena mujer con cuerpo de
niño y manos bien dispuestas. Yo la amaré y la protegeré. De
todo el terror de la naturaleza. Ella me amará y coserá para mi
los mejores vestidos para mis muñecas. Ella será sabia y sabrá
sonreir cuando le griten niño costurera, dirá que nada importa
si estamos enteros. Niño costurera, niño carpintero". Es un
tema de su segundo disco, Todo lo sólido se desvanece en el
aire, cuya tapa desafía las reglas del marketing industrial resistiéndose
a la foto típica del artista y colocando en su lugar un
texto que cita a Marx y Engels para pararse frente a la industria
musical, de la que renegó tras su ida de la banda hardcore. Esa
austeridad artística parece profundizarse con el tiempo en el
camino de Ferro: no solo es el productor de sus discos y se
mantiene al margen de los contratos con las grandes discográficas
que querrían tenerlo en sus catálogos, sino que además
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cada vez más prescinde de la "producción" a la hora de tocar
lo suyo.
–Te vi dos veces. La primera con la banda, en el Konex. Luego,
con la guitarra en el ND. La espectación del público parece más
intensa cuando estás solo.
–En la industria le dan tanta importancia a la pro–ducción,
a todo lo "pro". Prefiero que sea todo "pre". Y por eso elijo tocar
solo con la guitarra, para poner un poco más el valor en el
hombre y menos el valor en la electricidad, en la técnica.
De esa posición política "pre" a la decisión de hacer un disco
defintivamente dedicado al amor hubo apenas un año. El
manifiesto ahora sí tuvo su rostro en pleno canto, y en primer
plano. De pelo aún largo –como lo tenía cuando cantaba versos
como "me arrancaré los pelos del pubis por ti Evaristo/ Me
arrancaré los pelos del culo también por ti", en Porco– Gabo
dice en estado de enamoramiento en el primer tema: "Para
traerte a casa he escrito un cuento. Un cuento que ha germinado
entre el deseo y el tiempo. Donde un cazador lastima a
una paloma dormida. No tira para matarla, tira solo para
37
herirla". Si en ese disco Gabo Ferro toma la decisión confesa
de cantarle al amor, el camino que inicia y continúa hasta hoy
lo lleva a dar la vuelta completa al sentimiento más universal,
hasta acercarse, como solo un romántico que parece salido de
los rincones ingleses en los que se vareaban Shilley y Lord
Byron en pleno siglo XIX, a la muerte.
Nada más parecido a la muerte que una separación dolorosa.
El duelo resulta tan dramático para el enamorado como la
misma partida. Gabo no quiere hablar ya de la traición y el
engaño que lo dejó sin casa y sin amante; del infierno que lo
llevó a escribir las doce canciones de Amar, temer, partir. Ha
dicho que se trató de una "arquitectura de mentiras", una
"construcción de deshonestidad complejísima". De ese edificio
derrumbado por el engaño Ferro pasó a un retiro en la casa
paterna. Volvió a Mataderos.
–¿Cómo fue regresar al barrio y deshacerte de los recuerdos?
–Tengo como una casa aparte donde tenía mi biblioteca. Y
preferí no quedarme con nada de lo que tenía, apenas los discos
y los libros. Un amigo dice que tengo el mapa fóbico hiperactivo,
todo me remite a... Todo está pregnado y preñado de
historia, por eso no quiero nada de lo viejo. Me apropio de los
lugares no muy fácilmente, y cuando lo hago, es mío, los pregno
con mucho amor. A no ser que crea que ya no es mío, entonces
lo dejo ir.
–¿Cómo entendés esa relación tan cercana entre amor y
muerte?
–En el hardcore yo trabajaba la escatología. Eramos adolescentes.
Fuimos la primera generación sin instrucción de prevención
contra el VIH SIDA. Sin exagerar, nos encontrábamos
mucho más en hospitales, sanatorios y velorios que en fiestas
y muchas veces la erótica se encontraba en esos lugares de
duelo, se cruzaba el deseo y la erótica con la muerte. Había
levantes en entierros, en velorios, en sanatorios. Es la tristeza
de esa generación, que se abría a la erótica y el deseo en un
momento en el que el Estado no se hacía cargo de lo que estaba
pasando. No sabía cómo atenderlo.
–¿Y esto se expresa en canciones?
–Mis nuevas canciones son sobre la muerte. Hay varias muertes,
muchas muertes: hay una muerte vulgar, y hay grandes
muertes. En algun costado la vida y la muerte pueden estar en
manos de uno mismo. Lo sé porque cuando a mi me pasó todo
eso, yo sabía que no quería matarme, pero sabía que no quería
vivir más. Ahí creo que anidó la idea de una muerte que uno no
quiere para sí, y en ese sentido no es la vida. Pero no querer la
vida: ¿es la muerte? Es lo que me estoy preguntando.
–No deja de ser romántico.
–Sin duda que sí. Y creo que el romanticismo sin duda es mi
lugar.
Sangre y cortejo
Sus primeras visiones estéticas llegaron cuando estaba en el
comienzo del secundario, una escuela pública pero de elite de
la que no quiere hablar: son cruentas imágenes de la guerra
civil española. Rojos muertos. Masacres. Esa sangre que se
puede oler todavía en ramalazos tibios mezclados con el olor
a bosta de las vacas que van a morir al matadero, parece haber
sido siempre una marca. La sangre, es el tema que investigó
en su tesis de maestría como historiador, y que, otra vez ligada
al romanticismo, no se aparta del camino del artista, sino que
parece completarlo. La publicó como libro este año: se llama
32-38-Gabo-120409.indd 37 08/04/2009 11:39:48 p.m.

Barbarie y Civilización, Sangre, monstruos y Vampiros durante
el segundo gobierno de Rosas. Aunque Ferro se recibió primero
de Profesor de Inglés y vivió de dar clases por hora
durante años, después de pasar cuatro años al frente de Porco,
se entregó como un místico a la lectura de los papiros originales
de su credo, a la carrera académica entre 1997 y 2004.
–¿Cómo eras investigando?
–Era un ratón de biblioteca auténtico. Uno de los cubiles de
la Biblioteca Nacional era ya mi departamento de un ambiente.
Pasaba allí de nueve de la mañana hasta la noche. Era mi
casa. Me conocían. En un momento de mi carrera académica
gané varios premios y becas, era como que me salían cosas
cosas cosas bárbaras pero al final yo tenía una melancolía en
bajo profundo que me hacía sentir mal.
Gabo Ferro regresó a la música después de decir "no" incontables
veces. Sus amigos del rock lo reclamaban pero él, atrincherado
en la lectura de viejos libros y archivos demonónicos,
resistía en la historia. Aún así, en ese devenir académico el
artista se construyó un universo especial. Lo reconoce en el
prólogo de su libro su director de tesis, José Emilio Burucúa:
"Este ensayo se ubica en un límite muy remoto de cualquier
historiografía que uno pudiese pensar". La búsqueda de respuestas
a las metáforas de la sangre usadas durante el gobierno
de Rosas lo lleva a la literatura sin remedio. En el análisis
de los relatos góticos que anunciaban al restaurador como un
vampiro debe volver una y otra vez a los escritores románticos,
de Dumas, a Víctor Hugo, a Mármol, y por supuesto a Esteban
Echeverría, el autor de El Matadero. Hasta en ese libro sondea
Ferro uno de sus grandes temas: el amor no correspondido, la
fatalidad del desamor que condena al vampiro. Es el mismo
que deberá interpretar en su última proyecto, una puesta en
el Centro Experimental del Teatro Colón de la obra Four Walls,
del compositor de música contemporanea John Cage. Hace
varios años que el coreógrafo que dirigirá la pieza, Carlos
Trunsky, va a los conciertos de Ferro. Lo eligió, junto a la pianista
Haydée Schvartz para ser la única voz de una obra clave
en la historia de Cage, un lugar que en Estados Unidos ocupó
–también con Schvartz– Jack Bruce, el cantante de la mítica
banda Cream.
–¿Qué te resulta interesante de Four Walls?
–Cage con ella escribe una obra romántica, contraria a lo
que es su búsqueda sonora, porque atravesaba un momento
muy especial en 1944: conoce al coreógrafo Merce Cuningham
–con quien luego pasan la vida componiendo– y se enamora
de él; Cage se sentía muy mal por estar engañando a su mujer
y por estar enamorándose de un hombre. En el guión original
se desata un reclamo de pasión de parte de alguien que no lo
están cortejando como quisiera, como cree que debería ser, y
hay una muerte. Esa "ars dramática" que se despliega cuando
interpreto mis canciones acá está en base a alguien que se está
poniendo en otro lugar.
Friendly
Los amantes de Gabo Ferro pudieron verlo este año recién
hace una semana, en una de las salas del Centro Cultural
Konex, donde seguirá presentándose todos los domingos de
abril a las nueve de la noche. El último encuentro había sido
el año pasado, cuando llenó el ND Ateneo con las canciones
de Amar, Temer, Partir e hizo llorar a una multitud sin otra
cosa que su guitarra y su voz. La audiencia es heterogénea.
38
Aunque sus canciones enarbolen la militancia de género y
sean odas melodramáticas, no es que su público esté lleno de
"locas". Lejos están los veinteañeros y treintañeros que lo
siguen, de parecerse el estereotipo enaltecido por el síndrome
gayfriendly del que está supuestamente dotada la ciudad de
Buenos Aires.
–¿Qué opinás de la Buenos Aires gayfriendly?
–Money Friendly. Podría ser pederastian friendly: toda
aquella cosa que traiga dinero va a estar bien. Sobre todo porque
el gay es un personaje que se lleva muy bien con este nuevo
Buenos Aires. Es superficial. Es frívolo. Maneja una política
de la condescendencia y de la fachada básicamente. Es limpio.
Se lleva muy bien con todo lo de centro y derecha. Es por naturaleza
gringo friendly. Conozco muchos putos y muchas tortas
que los cagan a palos en la ciudad de Buenos Aires por ser
putos y tortas. Me alarma suponer que cuando a un hombre
le gusta un hombre sea gay. Ser gay implica no solo la erótica,
sino una manera de pararte frente a la política, la cultura.
Comerte todas las vergas del mundo no te hace gay.
–¿Por qué usás "puto" y "torta"?
–Para nombrar lo que es diverso y diferente se usan términos
medicos, como homosexual, o insultos: tragasable, balinazo,
comechingón. Pero no hay un sustantivo que no vaya a lo
médico, a lo criminal o a lo insultante. Entonces, por una cuestión
de urgencia del idioma uso la menos peor y la que me
gustaría que se vacíe de esa carga.
A Gabo Ferro lo impresiona pensar en el año que se le viene.
A Four Walls y un disco con nuevas canciones –tiene más de
veinte ya compuestas– le suma la edición de dos libros. Uno
de ellos es un trabajo con la cantante Flopa, y con el artista
plástico Ral Veroni, que saldrá en junio por Ediciones Asunto
Impreso. El otro es el resultado de otra investigación histórica
al límite: esta vez de la sangre pasó al concepto de "degenerado".
Rastreó su aparición, su uso y sus interpretaciones en el
cuantum académico de fines del siglo XIX y principios del XX
y rastreó su presencia en las películas argentinas de la década
del cuarenta. El diez de julio estrena en el Colón, y durante la
segunda mitad del año se va de gira por segunda vez a España.
Gabo luce tranquilo; casi casi satisfecho, aún siendo el más
romántico de los amantes.
–Es trabajo, deseo, camino y buena fortuna –dice.
–Hablás como mi maestro chino de acupuntura.
–Bueno, lo cierto es que yo soy un místico de toda mi vida.
–¿Encontrás algo espiritual en el amor?
–Es el diálogo amoroso. El amor es esotérico. Llamalo
inconsciente o como quieras.
–Eso implica una cuestión de fe en torno al amor. En el último
disco transmitís el resultado de las heridas del amor. ¿Cómo
saliste de eso?
–Hay una frase de poster que tienen los gringos que es I
want to believe. En eso se puede ir la vida; en creer o en querer
creer. Pero sin duda, estoy absolutamente seguro que
quiero estar en ese campo, en el de creer que el amor es así.
No quiero no creer. Sé que es lo peor. Tanto sea en el proceso
de saber que el amor me salva, me cuida, me atiende, me
satisface, me colma, me alimenta, me hace feliz, o en el de
creer que el amor me hace todo eso. Pero nunca decir nunca
el amor. Me va a provocar un vacío esotérico, de fe, de confianza
que me puede producir un efecto dominó y no dejarme
parar hasta la muerte.
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aviso master.indd 3 08/04/2009 23:55:53

autos
La marca Chery ya se
había presentado en la
Argentina con la
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propuesta, QQ, saldrá al
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compacto en el exterior (sus
medidas son 3,55 metros de
largo 1,49 de ancho y 1,48 de
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Chery QQ
Un chico
nuevo
el alto nivel de equipamiento,
su llamativo y redondeado
diseño, junto con una gran
economía en el consumo, le
permiten ajustarse a las
demandas de los clientes de
este tipo de modelos.
Los colores se alejan de los
estándares tradicionales, pero
siguen la tendencia del
segmento de los pequeños.
Se trata de tonalidades
40
juveniles que tiñen también
los paragolpes, las barras
portaequipajes, las molduras
lateras y el spoiler trasero. Un
típico primer auto.
Así la compañía Chery-
Socma (en la que Franco
Macri es accionista)
competirá con modelos como
el Kia Picanto o el poderso
Ford Ka. Aunque sin fecha
fija, el lanzamiento está
previsto para este año,
teniendo en cuenta que en los
mercados en los que ya
circula (principalmente Asia y
Europa) no le costó esfuerzo
ser reconocido como una
buena opción para las
exigencias de la ciudad.
Con un precio que se
estima estará entre los 7.200
y los 8.200 dólares, el auto,
diseñado en China, pretende
40-41-Autos-120409.indd 40 08/04/2009 09:16:08 p.m.

ser la revolución del mercado
argentino. Se podrá ver en
dos motores, nafteros ambos:
uno de tres cilindros y de 51
CV y otro de cuatro cilindros
y 67 CV, que será la versión
más potente de la familia. En
definitiva, se entiende que
tiene una buena relación
peso-potencia, lo que le da
linda reacción (sin ser una
locura, obviamente).
Aunque el fuerte de este
modelo, claro está, es el bajo
consumo: 800 cc en el primer
caso y 1,1 litro en el segundo.
EL Chery QQ tiene
encendido electrónico, caja
mecánica de cinco
velocidades, cinco puertas,
capacidad para cinco
pasajeros cómodos, tracción
delantera y un baúl de 190
litros de almacenamiento.
41
En el interior, se destaca un
equipamiento que incluye aire
acondicionado, apertura
desde el interior del baúl y la
tapa del tanque de nafta,
levanta vidrios eléctricos
delanteros y traseros con
sistema “one touch” y cierre
central con comando a
distancia.
A eso se suman los
elementos de seguridad,
como la alarma luminosa
contra robo con bloqueo de
motor, las barras de acero
laterales en las puertas, la
carrocería con zona de
deformación programada, la
columna de dirección
colapsable, la jaula de
seguridad en la zona del
habitáculo y paragolpes con
sistema de absorción de
impactos.
40-41-Autos-120409.indd 41 08/04/2009 09:16:16 p.m.

tecno
A la mesa
El mueble-pantalla que deslubró en la última de
James Bond —de hecho, el único gadget llamativo
de la película— ya tiene sus sucesoras.
Por Federico KuKso
Los autos, los gadgets,
las botas, los aviones,
los libros, los
personajes, los films, la
memorabilia, los actores, la
acción", se lee en el sitio
web. Aún no abrió en
Londres el Museo de
James Bond, pero en www.
thebondmuseum.com ya
pica el anzuelo, la
zanahoria para atraer a los
visitantes.
Porque no importa el
número de la secuela ni los
actores que
protagonizaron las
consecutivas aventuras del
personaje inventado por
Ian Fleming. Los
espectadores recordarán
siempre los gadgets
primero y la trama
después. Aunque en el
caso de la entrega número
22, la reciente y fallida
Quantum of solace, ni eso
ocurre: los pocos chiches
electrónicos con los que se
envolvió Daniel Craig
fueron lo suficientemente
atractivos como para hacer
olvidar, sin mucho esfuerzo,
el argumento (la lucha de
Bond contra una
organización llamada
Quantum con agentes
infiltrados en todas partes).
Dentro de ellos, sin
embargo, deslumbró uno y
sólo uno; y se convirtió en
uno de esos artefactos que
al mostrarse en pantalla
inducen al espectador en
una especie de trance
tecnofílico. Y eso que fue
sólo una mesa, pero no
una mesa cualquiera: la
mesa/pantalla táctil usada
por MI-6 como centro de
operaciones y en donde M
y los suyos ponían y
sacaban, de acá para allá,
textos, imágenes estáticas
y animaciones, accediendo
en tiempo real a la
información en la base de
datos de todos los
sistemas de inteligencia del
mundo. Así, al instante, sin
cuelgues, sin apagones.
Como era de esperar —al
fin y al cabo, para eso está
en la película— cumplió con
su efecto cinematográfico:
impacto, sorpresa, deseo,
envidia, sin siquiera existir
en la realidad.
Más bien, y para ser
precisos, existe pero no es
42
como la pintan en el film. La
mesa táctil que tal vez más
se le acerca es la ya clásica
Surface de Microsoft que,
con sólo apoyar y mover los
dedos, permite expandir
fotos, reproducir videos y
mucho más, claro,
certificando que el mouse y
el teclado tiene los días
contados.
Cuando esta pantalla
horizontal apareció hace
unos meses, un poco más
de un año, fue todo un hit. Y
si bien no llegó a los
hogares impulsó bastantes
ráfagas de aplausos. Tan
es así que ya se está
produciendo su
continuación, la Microsoft
SecondLight, que permitiría
proyectar imágenes por
encima de la mesa, tendrá
más resolución y contará
con la incorporación de
sensores infrarrojos para
detectar movimientos hasta
ahora no detectados, como
se puede ver acá: http://
fon.gs/secondlight.
"La tecnología
touchscreen es mucho más
amigable, implica una
interfase que le permite al
usuario tener una
navegación intuitiva", señala
Pablo Spinelli, CEO de
e-touch (www.etouch.com.
ar), una empresa dedicada
desde 2006 a desarrollar
equipos que actúan como
puntos de información
interactivos. BMW, por
ejemplo, los utiliza para que
el cliente arme el auto con
sus preferencias de color,
equipamiento y opcionales
y solicitar así una cotización
acorde a su gusto.
42-43-Tecno-120409.indd 42 08/04/2009 11:02:11 p.m.

"Toda la tecnología táctil
implica una relación más
privada, más cercana con
la tecnología —continúa
Spinelli—. El equipo se
convierte en un medio entre
el consumidor y la
empresa".
La llamada "tecnología
háptica" (o sea, táctil), así,
logró lo que nadie pudo
desde 1975: cambiarle la
cara e imagen a las
computadoras con la
imposición de mediaciones
más naturales y no tan
aparatosas como el
teclado, mouse y lápiz
óptico. Por eso se habla de
un cambio de paradigma
tecnológico y del amanecer
de la dictadura de las
yemas de los dedos.
Todo lo que se pretende
cool y elegante (dos
máximas que predominan
43
actualmente en el diseño
tecnológico) es —debe
ser— touch: de mesas
como las del Proyecto
TocaTú (www.tocatu.com.ar)
y la Maximum Multitouch
Table PC a celulares
"iPhonizados" y
controladores musicales
(como el Jazzmutant.com).
"La tecnología táctil
explota una ilusión —indica
Dean Chang, director
general de tecnología para
Immersion Corp.—. Se
piensa que se está
interactuando con algo que
es físico o real como una
foto, un mapa, cuando en
verdad sólo se trata de una
computadora del otro lado".
Lo crucial para los
ingenieros detrás de esta
tecnología es, entonces,
crear una "sensación de
tacto". Sería el sueño del
vendedor: que los
consumidores pudieran
sentir un producto, una tela,
una planta, una fruta, sin
siquiera tocarla.
Ya lo había dicho Robert
Stone, uno de los capos de
la realidad virtual: "Una
interfaz intuitiva entre el
hombre y la máquina es
una que requiere poco
entrenamiento y brinda un
estilo de trabajo muy similar
al usado por el ser humano
cuando interactúa con
ambientes y objetos de su
vida diaria. En otras
palabras, el humano
interactúa con elementos
de su tarea mirando,
sosteniendo, manipulando,
hablando, escuchando y
moviendo, usando mucho
de sus habilidades
naturales como le son
apropiadas".
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Por Leonardo Haberkorn
Fotos de Leonardo Maine
manga de ladrones del primero hasta
el último". En aquella entrevista que se
hizo famosa en 2002 por aquel exabrupto
luego enjuagado en lágrimas, el
“Una
entonces presidente de Uruguay Jorge
Batlle también dijo otra cosa: no podía ser que el Estado uruguayo
perdiera millones de dólares por fabricar whisky.
Ese año el déficit fue de 2,7 millones de dólares.
La historia de cómo el Estado oriental llegó a tener su propio
whisky es toda una metáfora del desarrollo al estilo latinoamericano.
En ella se destilan tres ingredientes principales: los vaporosos
anhelos de un presidente que soñó con que Uruguay tuviera
un combustible propio, el brazo todopoderoso de las multinacionales
del petróleo y el gusto por el whisky que distingue a
los uruguayos.
44
Todo comenzó casi cien años atrás, cuando el presidente era
el tío abuelo del explosivo Jorge Batlle.
José Batlle y Ordóñez, el más influyente de los gobernantes
uruguayos, creía que el alcohol sería el combustible del futuro.
Pensaba que sustituiría al petróleo. Soñaba con un "carburante
nacional" que le diera independencia económica al
Uruguay.
En 1912 creó el Instituto de Química industrial, una dependencia
estatal a la que le encomendó desarrollar un combustible
en base a alcohol. La misión era clave para un país que
hasta hoy nunca encontró una gota de petróleo propio.
Sentada en su escritorio de la Facultad de Humanidades de
Montevideo, la historiadora María Laura Martínez relata que
en 1917 se comenzaron a hacer pruebas de diversos combustibles
que mezclaban alcohol y nafta, y ya en 1923 se consiguió
fabricar uno que funcionaba. Ese año se hicieron diversos
ensayos exitosos: el auto del propio presidente Batlle y
Ordóñez, un Renault, y los de otros importantes políticos (un
44-48-Escabio-120409.indd 44 08/04/2009 11:17:01 p.m.

Buick, un Ford y un Studebaker) fueron movidos con un carburante
local que mezclaba alcohol y nafta en mitades.
Sin embargo, cuando el éxito estaba al alcance de la mano,
las experiencias se suspendieron. La historiadora Martínez
dice: "El proceso se diluyó a pesar de que los resultados parecían
haber sido satisfactorios".
Una idea brillante
En 1931, Batlle y Ordóñez tuvo más suerte con otro de sus
sueños. Ese año se creó Ancap, una empresa estatal a la que
se le confiaron tres monopolios: la refinación de petróleo, la
destilación de alcohol y la elaboración de portland.
Que el Estado tuviera el monopolio alcoholero era un viejo
sueño de Batlle y Ordóñez, quien creía con enorme entusiasmo
en las virtudes de las empresas públicas. Pretendía que las
ganancias del negocio no escaparan al exterior, y también
mejorar el precio que se le pagaba a los agricultores por los
cultivos empleados para hacer alcohol.
45
El
escabio
estatal
Ancap, la petrolera estatal del
Uruguay, anunció que en junio
comenzará a vender nafta
mezclada con un cinco por ciento
de etanol, para ahorrar petróleo y
beneficiar el medio ambiente.
Hace cien años que el estado
uruguayo se propuso inventar un
carburante nacional en base a
alcohol. Nunca –hasta ahora– lo
logró y en su lugar terminó
fabricando whisky.
Cuando se creó Ancap, se le volvió a encomendar que desarrollara
un combustible uruguayo que, basándose en el alcohol,
fuera capaz de sustituir al petróleo.
Como esas investigaciones se suponían caras y deficitarias,
se tuvo una idea explosiva: que Ancap fabricara bebidas alcohólicas
cuya venta dejara ganancias que permitieran financiar
el desarrollo del carburante nacional.
El tema se discutió en el Parlamento. El entonces diputado y
futuro presidente Luis Batlle Berres (sobrino de Batlle y Ordóñez,
padre de un niño llamado Jorge Batlle) dijo en la Cámara que
había que apostar al alcohol, "un combustible líquido cuya producción
depende únicamente de la capacidad agrícola del país".
Pero el diputado socialista Emilio Frugoni exhibió su temor
de que el alcoholismo –ese "terrible flagelo social"– se propagara
como consecuencia de que el Estado fabricara y promocionara
sus propias bebidas alcohólicas.
A Frugoni le respondió el diputado Arturo González Vidart:
con el Estado controlando la industria alcoholera, se podría
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llevar al público a una "evolución de las costumbres" en el
beber. El Estado haría que los orientales comenzaran a tomar
más vino, cerveza y jugos de fruta "en lugar de líquidos destilados
de alta graduación alcohólica".
Grapa y caña
Una parte del plan se cumplió a la perfección. En 1932 Ancap
ya estaba fabricando sus propias bebidas alcohólicas. Se
empezó por la grapa. En 1934 se sumó la caña. Las bebidas
eran de buena calidad, una novedad en el mercado uruguayo.
En 1936 ya se fabricaba toda la caña y la grapa que se consumían
en el país y hasta se exportó a la Argentina.
Pero la segunda parte del plan se olvidó por completo. La
historiadora Martínez, que ha estudiado el asunto, explicó
que Ancap nunca intentó desarrollar un combustible basado
en el alcohol. En 1939, el gobierno intervino la empresa y el
interventor, el coronel José Trabal, fue categórico en su dictamen:
"Ni siquiera se ha estudiado jamás, con alguna base
seria, el problema vital del Carburante Nacional". Trabal,
según recoge Martínez en sus investigaciones, acusó a Ancap
de haber "defraudado el interés nacional".
Pero la intervención de Trabal concluyó y nada cambió.
Ancap siguió importando petróleo y refinándolo, repartiéndose
el mercado con las grandes empresas petroleras, con las
cuales había firmado acuerdos secretos. "Uno tiene que ser
cuidadoso con las conclusiones que saca, pero yo creo que aquí
hubo un problema de intereses", dice la historiadora.
En 1942, el gobierno volvió a reclamarle a
Ancap que hiciera un carburante nacional en
base a alcohol porque el petróleo escaseaba
como consecuencia de la Segunda Guerra
Mundial. Pero el entonces gerente general de la
compañía, Carlos Vegh Garzón, consideró que
no valía la pena. Sus excusas se revelan hoy
como muy falsas para el análisis histórico. Dijo
que faltaba materia prima, pero bien se podía
plantar más cereales o comprarle maíz a la
Argentina, que tenía grandes excedentes que
vendía a bajo precio.
"A uno le queda la sensación de que siempre
hubo un entramado de intereses que no dejaron
que el carburante nacional funcionara", insiste
la historiadora Martínez.
En aquellos un uruguayo llamado Alejandro
Muzzolón había inventado un carburador especialmente diseñado
para funcionar con una mezcla de alcohol y nafta. Este ingenio
fue probado con éxito, pero nunca pudo ser fabricado en serie
debido a la oposición de las petroleras y la desidia de las autoridades
uruguayas. Muzzolón escribió un libro contando su pesadilla.
Allí narra que un jerarca de Ancap le confió una vez: "No podemos
hablar del alcohol carburante porque es mala palabra".
En cambio, lo que nunca se detuvo fue la fabricación de
bebidas alcohólicas. Convertida ya en un fin en sí misma y sin
ninguna vinculación con el olvidado carburante nacional, la
producción siguió adelante.
Whisky sanitario
La tercera parte del plan tampoco salió del todo bien. Si
bien el estándar de calidad que se fijó Ancap ayudó a que la
producción local de licores mejorara, el Estado no logró que
Que el Estado
tuviera el
monopolio
alcoholero era un
viejo sueño del
presidente Batlle
y Ordoñez”.
46
los uruguayos bajaran su alto consumo de bebidas de alta
graduación alcohólica, whisky en particular, un hábito que
aún hoy continúa.
Hoy se bebe más whisky en Uruguay que en cualquier otro
país del Cono Sur. En América del Sur, los uruguayos solo son
superados por Colombia y Venezuela, que hoy compite por el
primer puesto en todo el mundo.
En promedio cada uruguayo toma bastante más de un litro
de whisky por año. El país tiene tres millones de habitantes y
en 2008 se vendieron 4,4 millones de litros de whisky en
almacenes, autoservicios, supermercados y bares en localidades
de más de 5.000 habitantes, dijo Gustavo Rodríguez, de
la consultora Id Retail, que monitorea el mercado de bebidas
espirituosas.
Pero Rodríguez explicó que el consumo real es aún mayor,
porque estas cifras no toman en cuenta lo que se vende en los
free shops de las localidades fronterizas, como el Chuy. Estas
tiendas tienen prohibido vender a los uruguayos, pero lo
hacen en forma habitual. "Y por cada botella que se vende en
un bar o un supermercado, se venden diez en los free shops",
dice Rodríguez.
Este altísimo consumo de whisky tiene una explicación
lógica según Celso Domínguez, propietario de la licorería Los
Domínguez, la más tradicional de Montevideo.
"Las bebidas alcohólicas que se fabricaban en Uruguay
siempre fueron de muy mala calidad, insalubres en muchos
casos. El vino era malo, artificial. Los padres y los abuelos de
los bodegueros que hoy ganan medallas iban
presos dos por tres por las chanchadas que se
mandaban", relata. "Entonces, ante ese panorama,
el público se refugió históricamente en el
whisky importado".
Por eso, el consumo de whisky en Uruguay es
mucho mayor que en el resto de los países de la
región. "En Argentina –continúa Domínguez–
siempre hubo buen vino, buena ginebra, buen
fernet, por eso el consumo de whisky siempre fue
mucho más bajo".
Con ese panorama, no fue raro que Ancap
comenzara a fabricar whisky, además de caña,
grapa y cognac. La primera partida se vendió en
1946. Un par de años más tarde también se
comenzó a producir ron.
Hubo algunas críticas, pero la empresa siguió
adelante. Silvio Moltedo, vicepresidente de la compañía en
1953, dijo entonces: "A veces se toma el término de 'bebidas
destiladas' como una mala palabra para la institución, pero
debemos hablar claro. Si la Ancap no fabrica bebidas destiladas,
las bebidas destiladas vienen del extranjero y se venden
dentro del país, y si no vienen del extranjero por la aduana,
vienen de contrabando, sin tener más finalidad que la del
lucro. Por el contrario, si las bebidas destiladas las hacemos
desde el Estado, tienen como finalidad básica y primordial
que (…) sean higiénicas porque nos interesa primero la salud
del consumidor y después evitar que haya fuga de divisas".
En aquellos años de vacas gordas, la fabricación de brebajes
alcohólicos estatales no era una rareza: era la expresión de
un modelo que veía al Estado participando en toda actividad
económica. El hoy diputado del Frente Amplio Juan José
Bentancor trabajó décadas en la refinería de petróleo de
44-48-Escabio-120409.indd 46 08/04/2009 11:17:12 p.m.

Ancap. "Fabricar whisky hoy puede parecer exótico, pero para
nosotros no lo era. Ancap tenía también una estupenda bodega
que hacía vinos y hasta una zapatería que nos reparaba el
calzado a todos los empleados".
Partidas distintas
La aparición de un whisky barato y condiciones sanitarias
garantizadas por el Estado fue un éxito comercial y las ventas
crecieron: de 3.000 litros en 1960 se pasó a 332.000 en 1970.
Había dos marcas: el Añejo se hacía con maltas uruguayas,
el Mac Pay con escocesas.
No era fácil hacer whisky en una dependencia del Estado.
Respetando las normas que rigen a la administración pública,
las maltas escocesas usadas para elaborar el Mac Pay se importaban
mediante licitaciones a quien ofrecía el mejor precio en
cada ocasión.
"Eso hacía que tuviéramos muchos altibajos, no lográbamos
la uniformidad del producto, las partidas no eran todas iguales",
recuerda Ricardo Petrone, quien trabajó en la fábrica
entre 1983 y 2008, primero como gerente de comercialización,
luego como gerente general.
Petrone recordó que en los años 80 se firmó un acuerdo con
una firma escocesa para que siempre proveyera a Ancap de la
misma malta para hacer el Mac Pay. La calidad del producto
se uniformizó y mejoró. Las ventas en 1988 llegaron al récord
de 2.076.000 litros. "Pero –recuerda Petrone– teníamos unos
47
líos tremendos con el Tribunal de Cuentas, que pretendía que
volviéramos a comprar por licitación".
Para ese entonces, el whisky ya había superado a la grapa y a
la caña, y se había transformado en la bebida alcohólica más
vendida por Ancap. El Mac Pay llegó a ser líder del mercado.
"No es un mal whisky, su calidad es aceptable, e incluso es
mejor que los escoceses más baratos", dice Celso Domínguez.
"Pero la marca se impuso como líder gracias a una campaña
publicitaria muy intensa y muy costosa, que pagamos todos
los uruguayos con el precio de nafta de Ancap". En la voz
todavía se le nota un poco de bronca.
Caipirinha uruguaya
El orgullo de ser el número uno no duró mucho. En los años
90 pasaron muchas cosas: el precio del dólar bajó y los whiskys
escoceses se hicieron más accesibles; se crearon los free
shops en la frontera; otras marcas uruguayas irrumpieron en
el mercado; el Mercosur hizo que el whisky argentino
Criadores entrara a Uruguay con arancel cero. Cada uno de
esos factores jugó en contra y la fábrica estatal de bebidas
alcohólicas comenzó a dar pérdidas.
En un intento por recuperar terreno, la compañía apeló al
marketing: la grapa Ancap fue rebautizada San Remo y la
caña pasó a llamarse "de los Treinta y Tres". Además, Ancap
lanzó al mercado nuevos productos, como Bella Flor, con
seguridad la única caipirinha estatal del mundo.
44-48-Escabio-120409.indd 47 08/04/2009 11:17:19 p.m.

Pero los números siguieron siendo rojos. En 2002, cuando
Jorge Batlle era presidente y la crisis económica puso al
Uruguay al borde de la bancarrota, la fábrica de bebidas alcohólicas
fue separada de Ancap y con el nombre de CABA
(Compañía Ancap de Bebidas y Alcoholes) pasó a ser administrada
por el derecho privado. No fue, sin embargo, una privatización
ya que Ancap conservó el 100% de las acciones.
"Lo hicimos para aumentar la eficiencia", dice Pablo Abdala,
entonces integrante del directorio de Ancap y hoy diputado
del opositor Partido Nacional. "Además relanzamos al Mac
Pay con una campaña publicitaria que anduvo bárbaro. Nos
ayudó mucho que el dólar había subido mucho y encarecía
mucho a los whiskys escoceses. Dejamos de dar pérdidas y
hasta tuvimos alguna ganancia".
Pero en los últimos dos años el dólar volvió a
bajar y los whiskys importados recuperaron
terreno. Hoy, según la consultora Id Retail,
Ancap retiene apenas el 8% del mercado whiskero
uruguayo. Son unos 350.000 litros anuales,
una sexta parte de lo que se llegó a vender en los
años 80. Según Domínguez, la mayor parte de
los actuales clientes de Mac Pay son bebedores
que han visto caer sus ingresos y "tienen que bajar
un cambio".
Petrone, el ex gerente general, se siente muy
orgulloso de la calidad de cognac Juanicó que
fabrica Ancap, una bebida a la que considera de
primer nivel en cualquier lugar del mundo. El
Cada uruguayo
toma más de un
litro de whisky
por año. Bastante
más que otros
países de la
región.
48
Mac Pay, en cambio, le parece un producto correcto y "competitivo".
Sabe que cuando se creó Ancap la idea era destinar
las ganancias que dieran las bebidas para financiar el elusivo
carburante nacional. "Pero el propio devenir de las cosas fue
modificando ese propósito. Es muy difícil obtener fondos con
el margen que dejan unas bebidas que están en el mercado y
deben competir con otras marcas".
"¿Este tema le interesa a alguien?, pregunta a través de su
celular el presidente de la empresa, Raúl Sendic (hijo del fallecido
líder tupamaro de igual nombre). Le asombra que un
periodista lo interrogue por la fábrica de bebidas alcohólicas.
De todos los negocios que tiene Ancap, explica, CABA es el
menor. En una época trabajaron en esa dependencia casi
1.200 personas, hoy quedan apenas 60.
Pero Sendic asegura no hay intenciones de
cerrar ni de vender la fábrica. "Hemos logrado
estabilizarla. Venía dando pérdidas, pero el año
pasado dio un pequeño superávit. Nuestro plan
es seguir adelante, sin grandes inversiones".
Para el presidente de Ancap el esfuerzo por
introducir un 5% de alcohol en la nafta que se
vende en Uruguay es un asunto más interesante
que los avatares de la pequeña fábrica de whisky.
Hace mucho tiempo que un tema dejó de
estar relacionado con el otro. Para bien o para
mal, Ancap ya sabe que puede fabricar whisky.
Lo del alcohol carburante, en cambio, hace un
siglo que está por verse.
44-48-Escabio-120409.indd 48 08/04/2009 11:17:28 p.m.

tiempo
Simple, bello, funcional
Los diseños de Frank Muller, Roger Tallon,
Philippe Starcke o Issey Miyake que deslumbraron
hasta a los suizos.
El mejor diseño habla en
francés, italiano y
japonés. No hay con
qué darle. Y los suizos,
maestros indiscutibles en el
savoir faire relojero, no
tienen más remedio que
mirar de reojo y tragarse las
ganas de gritar de envidia
cuando ven las soluciones
que los diseñadores
-gráficos, textiles,
industriales, de interiores-
han encontrado para
resumir las relaciones entre
forma y función en el
pequeño universo de un
artefacto de pulsera
destinado a medir los
tiempos. Esas piezas que
se roban todas las miradas.
Claro que hay una larga
lista de marcas suizas que
sentaron las bases del
design relojero moderno,
desde la gota de oro clásica
de Movado -un modelo de
los años cincuenta con
cuadrante negro y como
único indicador, un aplique
dorado en las doce- hasta
los juegos tipográficos de
Frank Muller, que distorsiona
los tamaños de los números
arábigos en sus cajas
rectangulares, pasando por
la gracia minimalista de la
gráfica Mondaine, en relojes
de color negro, blanco y un
touch de colorado. Y sólo
por citar algunos, que ni
siquiera se encuentran entre
la liga de las grandes casas
históricas.
Por el lado francés, los
modelos Lip son un ícono
indiscutible por su
originalidad, su audacia y su
variedad: pocas colecciones
se atreven a balancearse
entre semejantes extremos,
por miedo a perder
identidad. Esta marca tiene
modelos esenciales creados
en los setenta por Roger
Tallon (la cabeza creativa
detrás del diseño de los TGV,
los trenes de alta velocidad
franceses), autor de su línea
más emblemática, Mach
2000, que debutó en 1973.
Aquellos son sus
protuberantes esferas de
colores -pulsadores y
corona- ubicados en una
caja asimétrica de sólido
acero inoxidable. Ahora que
la marca desembarcó en
Estados Unidos por primera
vez en sus 142 años de
historia, los Mach 2000
volvieron a la primera línea,
acompañados por
DarkMaster, uno de los
modelos más futuristas de la
marca que, lógicamente, no
puede verse ahora menos
que vintage y que tiene
funciones de cronógrafo.
Tallon fue uno de varios otros
diseñadores prominentes,
arquitectos y decoradores
que ficharon con Lip para
colaborar en distintas
colecciones que terminarían
transformándose, cada una,
en una usina de objetos de
culto. Hoy mueve la batuta
una mujer, Prisca Briquet, a
cargo de la dirección de
diseño, desde la cual se
reeditan -con precios que no
suelen superar los 300
euros- las colecciones
vanguardistas de los setenta.
En Italia hay mucho para
49
destacar, pero quizá es
Alessi la marca que
incursionó con
extraordinario resultado en
el diseño relojero que más
se conoce por estas
pampas, sobre todo gracias
a sus divertidos accesorios
de cocina, esos que los
argentinos solían traer de
los viajes cuando el mundo
era otro. Fundada en 1921
en Omegna, tienen en su
staff unos 200 diseñadores
entre los que se encuentra
Enzo Mari, Jasper Morrison,
Ettore Sottsass, Ron Arad y
Philippe Starck. Entre sus
productos hay una pequeña
línea de relojes delgados
que ofrecen funciones de
alta precisión garantizadas
por mecanismos japoneses.
Al creador de los interiores
del Faena Hotel le gustaron
tanto los relojes que creó
una etiqueta propia, Montres
Philippe Starck, desde la
cual presenta una serie de
piezas que llevan su
impronta de excelencia.
Desde Japón,
diseñadores como Issey
Miyake produjeron algunas
de las series más
innovadoras de relojes de
pulsera, tarea para la cual
también fueron convocados
arquitectos, diseñadores
industriales y de interiores,
así como artistas plásticos.
El diseño de la línea TO es
uno de los más notables,
con su monocromía
decidida a dejar en manos
de los reflejos de la luz la
personalidad cambiante de
cada pieza, elegantes e
incuestionables. Pero sin
duda la serie más famosa es
Twelve (diseñada por Naoto
Fujasawa y desarrollada a
nivel industrial por el gigante
Seiko), que ya lleva unos
años en el mercado y es cita
obligada en cada
enumeración de las
bondades del diseño
industrial contemporáneo y
nipón. Piezas como esa,
emblemáticas del diseño
relojero moderno, sintetizan,
con tres adjetivos, el abc del
mejor diseño: simple, bello,
funcional. Lo demás es puro
cuento.
49-Relojes-120409.indd 49 08/04/2009 08:01:27 p.m.

Sexista. Así la llamaron por
buscar una pornografía
que le gustara a las
mujeres. Su socio y pareja
es argentino.
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Porno
para ellas
La sueca Erika Lust dirige cine erótico con mirada femenina y ambiente chic, en el que
hay más mini Coopers que limusinas. También acaba de publicar una divertido manual
para las mujeres que quieren saber —y disfrutar— más de la pornografía.
Por Fernanda nicolini
Para explicar por qué decidió ponerse a dirigir cine
erótico para mujeres, Erika Lust describe una de las
escenas que le quedaron grabadas cuando, de adolescente,
se dio cuenta de que las películas para
adultos le molestaban mucho más de lo que la excitaban:
“La chica entra a la habitación, descubre a su novio con su
mejor amiga, y en vez de enojarse, ¡decide que lo mejor es unirse
a la fiesta! Obviamente me parecía una situación ridícula, basada
en fantasías masculinas que no me representaban en nada:
¿dónde estaba retratado el placer femenino?”
Erika es sueca, tiene 32 años y estudió Ciencias Políticas pero
trabajó varios años en cine y publicidad. De ahí que su mirada
sobre el cine porno no sea la de una mera espectadora que una
noche decide alquilarse una triple x para reconocer, con frustración,
que a los pocos minutos no puede parar de bostezar, sino la
de alguien que se asomó a uno de los reductos machistas más
impenetrables (paradójico este adjetivo, ¿no?), y embebida de sus
lecturas post feministas, decidió hacer algo para que la cuestión
no fuera tan aburrida: tomar una cámara y arremeter contra el
monopolio del porno hecho por hombres y para hombres.
“Cada tanto me fijaba qué se producía en el rubro erótico. Y
como veía que no evolucionaba, supe que la solución era hacer yo
misma el producto que a mí y a mis amigas nos gustaría ver”,
cuenta. Corría el año 2004 y, para ese entonces, Erika ya se había
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instalado en Barcelona —que en principio sólo iba
a ser una ciudad de residencia provisoria donde
estudiar español— y había conocido al argentino
Pablo Dobner, quien además de su pareja y padre
de su hija, sería su socio en la productora Lust
Films.
Así se metió en el gueto y, con la idea de revertir
las reglas del género, elaboró una suerte de manifiesto
estético: “Frente a una mamada hasta el
fondo de la garganta, propongo sexo oral practicado
a la chica; frente a mansiones de lujo, propongo
una habitación con interiorismo moderno;
frente a los mafiosos, traficantes, espías, militares,
carceleros, propongo a chicos normales a nuestro
alrededor; frente a las rubias putas, las ninfómanas,
las lesbianas que follan con tíos, agentes secretas asesinas,
propongo mujeres modernas, trabajadoras, emancipadas; frente
a los coches deportivos, motos acuáticas, helicópteros y jets
privados, propongo un iPhone , una Mac, un Mini, una Vespa;
frente a un cine donde las mujeres están siempre dispuestas,
propongo otro donde haya que ganarse el sexo porque ‘no me
abro de piernas sólo porque tú me lo pidas’”, enumera desde su
oficina de Barcelona.
Y aunque los chicos de la industria protestaron y hasta la tildaron
de sexista y retrógrada por filmar para mujeres —¡lo que
implicaba discriminarlos a ellos!—, a Erika no le fue nada mal:
su opera prima Cinco Historias Para Ellas (en la que no hay rubias
pérfidas aullando ni detectives musculosos, pero sí chicas gozando
con orgasmos reales) ganó premios en festivales de Barcelona,
Berlín, Nueva York y Toronto. Después vino Barcelona Sex Project
(“una película con elegantes escenas de masturbación”) y está
previsto que en octubre de este año se estrene Seis voces femeninas.
“Somos muchas mujeres dirigiendo cine adulto, incluso
existen los Feminist Porn Awards en Toronto, o sea que el fenómeno
ya es mundial y no hay quien nos pare”.
—¿No había porno para mujeres porque las mujeres no lo
consumen o porque no se pensó en ellas como consumidoras?
—No había porque los que definen qué es el porno son los
hombres. Pero creo que les ha llegado el momento de dejarnos
a las mujeres entrar y participar en ese mundo secreto. Como
ya pasó con la política, las mujeres queremos acceso a ese coto
privado masculino y en cuanto lleguemos queremos cambiar
cosas, porque ¡no estamos contentas! ¡No estamos satisfechas!
—¿Cuáles son los principales clichés que intentás desterrar
con tus películas?
—Las mujeres queremos ver a hombres modernos que com-
partan nuestros valores y que nos resulten atractivos,
no hace falta que sean príncipes azules. Y
no queremos ver personajes femeninos que pertenecen
al imaginario colectivo masculino y a su
mundo fantástico ideal sexual: putas; babysitters
adolescentes cachondas; alumnas con coletas,
minifaldas y chupa-chups; ninfómanas; anima-
Somos doras del equipo que se follan a todo el banquillo;
camareras multiorgásmicas; vigilantes de la playa
neumáticas… ¡Noooooo! ¡Ya basta de putificarnos
de esa manera en vuestro cine porno, chicos!
O mejor dicho, seguid haciendo ese cine, habrá a
quien le guste, yo y otras mujeres modernas queremos
vernos reflejadas a nosotras mismas en
nuestro nuevo cine para adultas. Queremos ver a
la dueña de un restaurante, a una ejecutiva inteligente, a una
jefa de Estado, a una madre soltera, a una madre casada, a una
diseñadora gráfica, a la empleada de una erotic boutique...
Queremos ver a mujeres normales protagonizando historias de
sexo reales, con buenos guiones, donde la intimidad sea la clave,
donde conozcamos a los personajes antes de verles follando.
—¿Pero no se podría pensar un cine porno unisex?
—Se podría pensar, igual que podríamos pensar en un fútbol
unisex, pero a veces es más fácil segregar nuestros hobbies.
Además del costado combativo, Erika también desarrolló una
faceta didáctica para aquellas mujeres que nunca se animaron
a ver películas eróticas. Como parte de la cruzada, acaba de
publicar Porno para mujeres, un manual de iniciación —con un
cómico tono de autoayuda— que se plantea preguntas como
¿Se puede ser feminista y que te guste el porno, o son cosas
incompatibles? ¿El porno es una perversión o puede ayudarnos
a aprender cosas sobre la sexualidad? ¿Crea adicción o puede
hacernos disfrutar más en la cama? ¿Es sucio y mata el deseo o
ayuda a despertar nuestra líbido? ¿Tenemos que protestar contra
el porno y prohibirlo o debemos participar en este fenómeno
masculino, para cambiarlo y modelarlo a nuestro gusto? Y,
obviamente, las responde (se puede comprar o leer el primer
capítulo en www.pornoparamujeres.com).
Con el combo del libro y las películas, Erika espera que las
mujeres se conviertan, al menos, en masturbadoras informadas:
“Mujeres que no sienten culpa con el placer sexual y saben
dónde buscar sus ayudas para el orgasmo, entre ellas el buen
porno para una buena masturbación. En resumen: saben lo que
quieren y cómo conseguirlo”.
—¿Y vos mirás porno?
—Últimamente tengo mucho trabajo en Lust Films y con mi
hija Lara, o sea que bastante poquito.
muchísimas
mujeres dirigiendo
cine adulto.
El fenómeno es
mundial”.
Para ver
Las películas eróticas recomendadas por Erika Lust:
Un clásico imprescindible: Tras la Puerta Verde (de los hermanos Mitchell, 1972)
Lo mejor de los 70: el cine de Russ Meyer.
La más divertida: Garganta Profunda (de Gerard Damiano, 1972)
La más estética: Aria (de Godard, Altman, entre otros, 1987)
Algún título destacable del cine reciente: Nine Songs (de Michael Winterbottom, 2004)
Un título imprescindible para ellas: Cinco Historias para Ellas (mi película)
Una buena película para ver en pareja: Short Bus (de John Cameron Micthell, 2006)
Los títulos preferidos del cine erótico: La serie de Emanuelle y El Amante, de Bertollucci.
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mi viaje
La otra ruta del vino
No sólo en Mendoza se puede hacer una viaje al estilo Entre Copas, visitando
bodegas y terruños, y probando todo. Salta, desde Cafayate hasta Cachi, es un
viaje inolvidable.
Por ELisABETH cHEcA
No es para turistas
obvios en patota,
Salta es una meca
para viajeros sensibles del
mundo, que la están
descubriendo. Bowles
distinguía muy bien la
diferencia entre turistas y
viajeros. Ante todo, Salta, la
ciudad, está muy
cambiada. Linda. Y es el
punto de partida de una
ruta del vino no muy
explorada por ahora, o al
menos no tanto como la de
Mendoza.
En la ciudad resulta
esencial visitar el Museo de
Alta Montaña, donde se
encuentran los hallazgos de
1999 en el volcán de
Lullaillaco: las momias de
esos chicos que se
sacrificaban a los dioses en
la cultura Inca. Las momias
crearon en algún momento
cierta inquietud entre los
pueblos originarios. Tienen
razón: a nadie le gustaría
que exhibieran el cadáver
de algún antepasado,
aunque sea en un museo.
Pero hay que decir, de
todos modos, que la
información es muy precisa
y el museo está bien
montado. Estremecedores
esos ritos de la muerte, los
chicos con sus posesiones,
que fueron encontrados a
más de cinco mil metros
de altura, conservados
por el frío.
El museo está en la
amplia plaza 9 de Julio,
diseñada según el clásico
esquema de las ciudades
coloniales, con la iglesia, el
Cabildo y su recova ahora
bien iluminados. En las
calles céntricas se pueden
pispear algunos patios de
las viejas casas con
resabios de arquitectura
colonial, mora y andaluza,
patios con aljibe y azulejos.
Muchas de estas casas
donde vivían y viven los
patricios salteños fueron
convertidas en galerías o
shoppings; otras en hoteles,
como la vieja casa de
Patrón Costas, donde se
instaló el Hotel Portal de la
Plaza, austero y confortable.
Otro hotel boutique a tener
en cuenta es Legado
Mítico, de 11 habitaciones,
con amplios espacios, entre
ellos un patio mágico, y
todas las habitaciones
diferentes e inspiradas en
figuras emblemáticas: el
Básicos
Micro: semicama, $195; cama,
$315.
Aéreo: Aerolíneas Argentinas,
desde $ 624; Lan, desde $604.
Alojamiento
En la ciudad hay una amplia oferta
hotelera. Desde modestos lugares
hasta hoteles boutique y cinco
estrellas. Hay hostels por $45. El
hotel Colonial cobra desde $170
hasta $ 300 la doble. Hay Bed &
Breakfast sofisticados a alrededor
de $300.
-Los circuitos turísticos incluyen en
general caminos de cornisa no
asfaltados. Se tarda mucho de un
punto a otro, hay que avanzar
despacio. El paisaje compensa.
54
gaucho, la capitana, el colla,
el poeta… todos los salteños
son poetas, pero no todos
son el Cuchi. Menos
novelesco pero bien
confortable —ahora con una
buena gastronomía de
fusiones novoandinas—, el
Sheraton se encuentra en
una ubicación estratégica:
frente al monumento a
Güemes. En la amplia
piscina climatizada se puede
nadar con la ciudad a los
pies.
La bulliciosa calle
Balcarce, conocida como la
Balcarce, es el centro de la
movida para autóctonos y
foráneos, merodeadores
nocturnos de sus peñas y
restaurantes. Las peñas
devinieron híper turísticas y
excesivamente ruidosas.
Para escuchar el verdadero
folclore ni piense en ir a
Valderrama, hace mucho
que ya fue. Hay que imitar a
los salteños o algunos
turistas iniciados y visitar La
Casona del Molino —un taxi
desde el centro no es caro
y es seguro—, un lugar
donde músicos
espontáneos con guitarra y
bombo tocan para ellos
mismos, sin alborotos, en
cualquiera de los salones
de la vieja casa o en el
patio. Y hay buena
gastronomía folclórica,
especialmente el locro y las
empanadas. No es caro;
depende del vino.
Al día siguiente se puede
visitar y regatear en la feria
de artesanías y en el
Mercado Provincial de
Artesanías, menos lujurioso.
Hay de todo: desde mantas
y aguayos antiguos hasta
truchadas.
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Los caminos
La ruta del vino comienza
en Cafayate, en los Valles
Calchaquíes. Son unas tres
horas desde Salta y se
puede pedir el traslado en
los hoteles o investigar en
las paradas de la plaza o
en agencias de turismo que
proliferan como hongos en
el centro. El viaje es posible
a partir de los 200 pesos. El
camino resulta espectacular
—especialmente cuando se
entra a los valles—, un
paisaje majestuoso a mitad
de camino entre el Gran
Cañón del Colorado, el
Sahara y Afganistán.
Cafayate tiene su plaza,
nada glamorosa, con unos
bares adormecidos al
mediodía y absolutamente
silenciosos a la noche. Las
ofertas de los locales de
artesanías son mucho más
caras que en Salta y menos
interesantes. Allí no compre,
beba. Es el centro de las
grandes y las pequeñas
bodegas salteñas, para
investigar y probar estos
vinos tan diferentes al resto
de las enologías patrias.
Tienen terruño, y el terruño
no solo implica el suelo y la
amplitud térmica dada por la
altura —los viñedos crecen a
partir de 1750 metros y hasta
los 3100 —, también incluye
Bodegas. El Esteco es una
de las escalas de lujo.
También valen la pena las
pequeñas bodegas
familiares, que reciben con
queso y vino.
55
a los hacedores del vino
como Arnaldo Etchart, en su
bodega Yacochuya, con
viñedos a 2000 metros de
altura, donde se asoció con
el famoso enólogo francés
Michel Rolland. Se impone
probar su torrontés San
Pedro de Yacochuya, el
blend tinto firmado por
Rolland. En Yacochuya
también está en
construcción, junto a los
viñedos propios, la bodega
de Palo Domingo. Ambas
son bodegas familiares de
diferente origen.
Etchart fue el dueño de la
bodega que lleva su apellido,
ahora en manos de Pernod
Ricard. El vino emblemático
de Bodegas Etchart, además
de sus diferentes tipos de
torrontés, es el Arnaldo B.,
que diseñara Rolland a
finales de los 80 y que
muchos consideran el primer
vino argentino moderno.
Domingo Hermanos empezó
solo con vinos de
damajuana, que aun se
siguen produciendo, y
después encaró la
elaboración de vinos finos.
Uno de los hermanos
Domingo tiene un
establecimiento donde
elabora buenísimos quesos
de cabra, que tan bien le
van al torrontés.
En el pueblo de Cafayate
hay que visitar dos
bodegas: Nanni, la primera
bodega salteña de cultivos
orgánicos, y Porvenir de los
Andes, la del ex gobernador
Romero.
Con suerte se puede
visitar la pequeña,
pequeñísima bodega de
José Chavo Figueroa,
instalada en una casa
donde esta mítica figura del
vino salteño produce, con la
marca Gualiama, un malbec
raro, encendido e ignoto.
Cerca del centro se
encuentra Finca Las Nubes,
otra bodega familiar también
instalada en una casa, la de
los mendocinos Mounier,
quienes reciben a los
visitantes con sus buenos
vinos y quesos de cabra.
En Cafayate hay ahora
buenas propuestas hoteleras:
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desde el cinco estrellas Patios
de Cafayate, junto con
Bodega El Esteco, donde
ofrecen un spa de vino y otros
luxes en un marco colonial
opulento, hasta Viñas de
Cafayate, un simpático hotel
boutique de discreto encanto
y superconfortable ubicado
junto a viñedos de torrontés.
Con sus uvas elaboran el vino
para los huéspedes. En 2008
abrió el hotel Alto La Luna,
algo alejado del centro, en
Tolombón. Es una vieja casa
reciclada, con galerías y
patios en estilo colonial y
piscina climatizada.
La aventura Calchaquí
impone subir hasta Molinos, a
cafayate. Es la primera escala. Los grandes edificios coloniales son parte del paisaje.
unas tres horas de Cafayate
por caminos complicados.
Desde los hoteles organizan
el traslado. Una opción más
barata pero más riesgosa:
negociar en la plaza de
Cafayate. Es otro viaje
espectacular en el que se
atraviesan pueblos
fantasmales con casas de
adobe y paisajes alucinantes,
como el de la Quebrada de
las Flechas. Molinos es un
antiguo pueblo blanco y
solitario, con una posada del
siglo XVIII, Hacienda de
Molinos, que fuera la casa del
último gobernador realista. La
posada está en manos de
Cecilia Patrón Costa y fue
56
reciclada impecablemente.
Es lugar para eternizarse. Allí
mismo, en el patio encantado,
se pueden probar todos los
vinos salteños con los
mejores tamales y
empanadas, cazuelas de
cordero y chivito.
A solo media hora de
Molinos —según el estado del
camino— se encuentra
Colomé, la posada del suizo
Donald Hess, de un lujo
absoluto y una estética
refinada, rodeada de cultivos
biodinámicos. En las mesas de
Colomé se sirve una
gastronomía exquisita donde
brillan sobre todo los
productos de la propia granja,
que acompañan los
excelentes vinos de la bodega.
En abril se inaugura el
museo dedicado a un solo
artista: James Turrell, con
instalaciones lumínicas.
Colomé ofrece una promoción
especial para celebrar la
inauguración del museo,
entre el 15 de mayo y el 30
de junio: tres noches al precio
de dos en una habitación
Junior Suite, dos almuerzos y
tres cenas a la carta, vista a
la Bodega más antigua de la
Argentina, cabalgatas,
actividades al aire libre,
degustación de vinos y la
visita al museo.
La vuelta de Colomé a
Salta es otra aventura:
opcional pasar por Cachi,
una antigua ciudad dominada
por el pico nevado del mismo
nombre, una de las mayores
alturas de Salta. Un nuevo
hotel y Spa en las
inmediaciones, La Merced del
Alto, tambien construido a
semejanza de las haciendas
coloniales, brinda la
posibilidad de alojarse, comer
bien y de allí encarar la recta
Tin-Tin, que atraviesa el
Parque Nacional Los
Cardones —un espacio raro,
solitario, estremecedor—, y
finalmente la travesía por la
Cuesta del Obispo, con una
altura máxima en la Piedra
del Molino a 3.345 metros. El
paisaje es deslumbrante y
vertiginoso, especialmente si
se conduce entre nubes. Las
hojas de coca ayudan a
bancarse la altura.
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copas
Por ElisabEth ChECa
los productores de
Pisco -"pájaro" en
quechua- son militantes
apasionados, están en un
momento óptimo gracias a
la moda de la cocina
peruana. Es, sobre todo, un
espíritu noble, un producto
del vino, cuidado hasta la
obsesión.
Los piscos eran un grupo
de alfareros preincaicos,
asentados en las cercanías
del puerto de Pisco. El Perú,
especialmente en la zona
del valle de Ica, fue el primer
lugar donde los españoles
plantaron la vid; resultó el
primer terruño americano en
gozar de la sombra de la
viña. Se afincaron en 1553,
con cepas oriundas de
Canarias plantadas por
decreto en las afueras de
Lima. Uvas criollas, como la
quebranta, que daban como
resultado vinos mediocres.
¿Qué hacer con esos vinos,
entonces? Destilarlos, pues.
Así se expandieron y
mutaron, por razones de
terruño, las uvas Moscatel,
Quebranta, Mollar y Negra.
Como siempre sucede,
tras un tiempo de esplendor
devino la crisis, con cada
razón en su momento.
España prohibió plantar más
parras (para proteger su
propia industria) y en 1629
vetó a las naves del
Atlántico transportar vinos
elaborados en Perú. La
expulsión de los Jesuitas, la
expansión del aguardiente
de caña, la gesta de la
la botella
bodega o. Fournier
Urban Uco tempranillo 2007, $28.
Pájaro de fuego
El Pisco, la gran bebida del Perú, es un destilado del
vino. Cómo se toma, desde el clásico Pisco Sour
hasta los macerados y los nuevos tragos.
Independencia, la guerra
con Chile, y la filoxera
hicieron el resto.
Después vendría la
reforma agraria del gobierno
peruano, prevaleció la
cosecha del algodón sobre
la vid y golpeó duramente a
las familias pisqueras.
Décadas de indiferencia
sumieron al Pisco al borde
de la extinción, hasta que la
disputa sobre su origen
sensibilizó al pueblo
peruano: los chilenos no
solo habían usurpado la
costa del sur de Perú,
aquella vieja historia con
heridas incurables de la
Guerra del Pacífico, por eso
le asignó a su noble bebida
el rol simbólico, reivindicativo
y patrio.
Mi primer Pisco Sour lo
bebí el siglo pasado en el
Hotel Bolívar, en el centro de
Rico, poco complicado, fresco, canchero, moderno. Desde el
nombre hasta la etiqueta Cada vez mejor los vinos del español
57
Lima, hotel literario en
absoluta decadencia. El
deslumbramiento. Era un
"catedra": la medida
máxima, una nube sutil, el
equilibrio de las cosas.
Ahora sólo tomo "capillas", la
medida más chica, y lo pido
seco. Muy dulce, se sube
raudamente a la cabeza,
especialmente por su falsa
inocencia. Esa nube, mama.
Y engorda.
Los estilos, las sutiles
diferencias, el abanico de
aromas y sabores hacen
que el Pisco, aunque es un
destilado de vino, un brandy,
no se parezca en nada ni a
la grapa ni al Marc de
Champagne, ni al Cognac,
ni al Armagnac. En primer
lugar, porque a diferencia de
los brandies europeos no
pasan por barrica, y en
cuanto a la grapa, nada que
ver, ya que esta se hace a
partir de los orujos.
Principales diferencias
entre los Piscos: el puro
varietal de uva Quebranta,
Mollar o Criolla es cauto en
aromas pero provocador de
una ardiente explosión en la
boca; el aromático, a base
de las uvas Moscatel,
Torontel o Italia; el Mosto
verde, con el vino recién
fermentado sutil y untuoso
hecho con Quebranta o con
Italia, mi preferido, y el
famoso acholado. El
acholado, un blend,
assemblage o corte, debe
su nombre, según el mito, al
hecho de que en las
antiguas haciendas el
propietario se quedaba con
la mejores variedades de
Quebranta, Italia o Moscatel.
En las parras quedaban los
restos, y cuando el capataz
preguntaba qué hacer con
esas uvas –algunas pasas,
otras picoteadas por los
pájaros–, se le contestaba
"ya Cholo, llévalas para
hacer tu pisco". Y bueno,
sabemos que las mezclas
conceden complejidad, tanto
a los vinos como al pisco y
la gente. En Perú, dicen
"quien no tiene de Inca tiene
de mandinga". Todos
felizmente acholados. En las
barras de los restó peruanos
en Buenos Aires se pueden
beber no sólo extraordinarios
Pisco Sour, sino también
piscos solos, macerados y
una amplia oferta de tragos
a base de pisco peruano.
Redundancia. El pisco es
peruano.
Manuel Ortega Fournier, instalado con espectacular bodega en
Valle de Uco. Un varietal expresivo, con solo tres meses de
crianza en roble. Está entre los mejores Tempranillos argentinos.
Por su relación calidad/ precio puede convertirse en cotidianeidad.
Bueno para guisotes, puchero, bacalao, jamón serrano.
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platos
Felicidad italiana
Por Silvina Pini
Cualquier parrilla o cantina
incluye un plato
de pasta en el menú
como si cualquiera pudiera
hacerlo bien, como si la
cocina italiana, por ser tan
popular, no fuera alta cocina.
Pero digámoslo de una
vez: la italiana es una de las
cocinas más refinadas.
Pocos platos dan tanto
como una pasta bien
hecha, con un tomate natural
en su punto justo de
madurez y un parmesano
estacionado recién rallado.
Claro que hace falta buena
mano: amasar la pasta fresca
con paciencia y amor y
tener ojo para elegir el
tomate con que se prepara
la conserva para todo el
año -aunque nos hagan
creer que hay tomate los
doce meses, en realidad
alcanza un grado de azúcar
justo cuando está maduro-.
Exactamente eso hace
Pedro Picceau -nacido en
Cerdeña-en su restaurante
de Campana, a 80 kilómetros
sobre la ruta 9. Quienes
han probado los platos que
ofrece desde hace catorce
años vuelven sin que les
importe el viajecito.
Ahora, Luciano Picceau
-el hijo de Pedro- ha abierto
junto con su novia Marcela
García, un segundo Italpast,
más cerca y con un acceso
más sencillo, en La
Reserva, un country en ciernes
en Cardales. La carta
es prácticamente la misma
que la de Campana y sigue
bajo el comando estricto de
Pedro. En el nuevo restau-
MARIO ChERRuTTI
italPaSt
Público: tutti frutti; golfistas,
familiones, parejas, countristas y
foráneos que se hicieron el viaje
especialmente.
terraza: si quiere sentir que la vida
es bella, almuerce en el deck y
después relájese mirando la
laguna y escuchando los teros y
caranchos.
Chiste ítalo-porteño: ¿cuál es la
ciudad más grande de Italia?
Buenos Aires.
Campana City: si quiere repetir, vaya
a la casa matriz en Dellepiane 1050.
Allí también venden pasta, pizzas y
quesos y, de paso, lo conoce a
Pedro, un cocinero de alma.
Criaturas: lárguelas a potrear por
las 350 hectáreas de campo
mientras se fuma un pucho en la
terraza.
temaiken: si es culo inquieto, en
vez de relajarse en el campo,
puede ir a Temaiken, que queda a
cinco minutos.
Estado de ánimo al pagar: felicidad.
Y si lo ataca la metafísica de la
siesta en el deck, alcanzará a
preguntarse por qué paga lo que
paga en otro sitios. Por suerte,
caerá dormido antes de
amargarse.
rante, el lugar suma un gran
atractivo a la cocina. Está
rodeado de campo, una
cancha de golf y una gran
laguna con puentes que se
ven desde los ventanales y
la enorme terraza. El salón
alargado, de madera blanca
y techo a dos aguas,
58
A sesenta kilómetros de Buenos Aires, en
La Reserva de Cardales, un lugar que es como
una embajada de Italia en el conurbano.
recuerda las construcciones
de campo. Allí se disponen
en dos niveles las
mesas alegres con toques
de color y sofisticadas lámparas
Tolomeo.
Imposible no empezar por
el antipasto italiano ($32,
para compartir) que trae
jamón crudo, morrones asados,
aceitunas rellenas,
berenjenas, tomates secos
y mortadela italiana con pistacchio,
todo de primerísima
calidad, elegido por los
Picceau como si fueran las
rosas de su jardín. Para
cuatro, incluye además porchetta
alla sarda, pata de
cerdo marinada en romero,
tomillo, laurel y horneada
durante doce horas y formaggi
e peperoni verdi,
ajíes verdes rellenos de
queso fundido con almendras
y hongos ($65).
Otra opción puede ser
alguna de las ensaladas,
como la D'Oro, nombrada
así por otro gran cocinero
ítalo argentino Norberto
D'Oro, amigo de la casa:
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ase de hojas verdes, nueces,
sarteneado de champiñones,
panceta y lomo ($24).
Después se impone una
pasta, aunque los riso (arroces),
carni e pesce no son
menos tentadores. La pasta
fresca es amasada en la casa
central, anche per la mamma
de Pedro, una señora sarda
que trajo de su isla natal los
gnochetti sardi alla
Campidana, pasta típica de
Cerdeña con salsa de tomates
y salchicha casera ($28).
Riquísimos lo ravioli dei carabinieri,
con masa de tinta de
calamar rellenos de centolla y
calabaza con crema de leche,
camarones y azafrán ($38); los
rigatoni aum aum -"ir de trampa"
en napolitano-, con salsa
de albóndigas, muzzarella de
búfala, berenjenas y tomates
frescos ($30) y los fettuccini
alla carbonara, cintas al huevo
con panceta, huevo y parmesano
($28). Estas útimas dos
recetas son de otro cocinero
italiano, Lelo Sorrento.
Los postres son un final a la
altura de las circunstancias.
Para dos, la degustazione di
dolci trae flan, helado, pannacotta
y tiramisú ($30) y para
cuatro, suma una torta de chocolate
y semifreddo di torroncino
($45). Los vinos, guardados
a temperatura y condiciones
apropiadas, garantizan un
buen servicio.
Invente cualquier excusa
para irse a comer a Cardales y
ser feliz por un rato.
Datos
Ruta 9, km. 61,5 Campana.
Tel. 03489-461444. Abierto de
martes a domingo al mediodía,
jueves, viernes y sábado, también
a la noche. Domingo al mediodía,
conviene reservar.
escapada gourmet
Tapas y flamenco por 50 pesos
Tiempo de gitanos es un restaurante decorado con colores
fuertes y muchos detalles, en el que sirven tapas y platos
españoles y show flamenco. La noche empieza a las nueve y
media, cuando se sirven las tapas frías y calientes (patatas
bravas, rabas, bolitas de zucchini con queso, aros de cebolla,
alioli, pantomaca, pallares al escabeche y pescaditos fritos). A
las diez y media se larga el cante y baile. Suelen ser cuatro
artistas en el tablao: dos bailaores, uno en cante y cajón y un
guitarrista, que hacen vibrar hasta las baldosas de la vereda. Lo interesante, para épocas en que se
restringen los gastos, es que en Tiempo de gitanos se puede comer y ver un buen show por $50, más una
bebida. Tienen otros menús con plato principal y postre por $70 y $90, más bebidas.
El Salvador 5575, Palermo. Tel. 4776-6143 www.tiempodegitanos.com.ar
Fast food japonés
En San Pablo hay miles de temakerías -pequeños locales al paso- porque allí vive la comunidad japonesa
más grande fuera del Japón, junto con la de Perú. El temaki es un cono de alga nori relleno de arroz y otros
ingredientes como salmón crudo o cocido, atún rojo, langostino, palta, mango, cebollín, hongos shiitake,
queso Philadelphia y kani kama, que se come con la mano. Kono, que acaba de abrir en Las Cañitas,
ofrece más de veinte variedades de temaki a un precio entre los 9 y 12 pesos. Tres temakis alcanzan para
quedar satisfecho, por lo que la primera ventaja es que es muy accesible. Además es rico, rápido y fácil.
Llega a la mesa sobre un triangulito de cartón. El wasabi ya está mezclado con soja en una botellita, junto
con salsa teriyaki. De postre se ofrecen triangulitos de masa crocante y frita rellenos de banana y dulce de
leche y de frutilla con nutella, muy buenos.
Arévalo 2919 entre Báez y Arce, Las Cañitas. Tel. 4778-1140 www.konotemakeria.com
el mozo
Angel Federico Mercado, 46 años, 4 meses en Al Este de Lila
–¿Cuanto hace que trabaja en
restaurantes?
–Hace treinta años.
–¿Dónde empezó?
–En Güerrín, la pizzería, a los
dieciséis años. Empecé como
lavaplatos, después aprendí
repostería sólo mirando lo que
hacían.
–¿Por que respostería?
–Porque siempre me gustó lo
dulce. Y como me entusiasmé,
hice un curso de repostero en la
empresa Calsa de La Paternal,
que fabricaba la mejor levadura y
lácteos.
–¿Y después volvió a trabajar
como mozo?
–Soy un loco de la gastronomía.
Volví a ser mozo porque me
gusta más estar en el salón que
en la cocina, porque tengo contacto
directo con la gente. Conocí
59
gente importante, me gusta charlar
y estar con el público.
–¿Atendió a alguien conocido en
Al este de Lila?
–Sí, al embajador Bielsa, que
comió un pescadito y me dijo "al
final me atendés en todos lados",
porque me conoció de cuando lo
atendía en Buenos Aires Grill.
–¿Tiene clientes de todos los
días?
–Los oficinistas que trabajan por
el centro; pero también atiendo
muchos turistas que pasean por
San Telmo. A los dos los hago
reír. A los chilenos les imito el
tono y se ríen a carcajadas. Hago
que los clientes se vayan contentos,
que es lo que me gusta de
este trabajo.
–¿Y eso se nota en las propinas?
–¡Claro que se nota! Y mucho.
Al Este de Lila, México 355,
San Telmo.
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Un pueblo
de locos
La vida en Uribelarrea, donde los
pacientes psiquiátricos tienen un
régimen abierto y forman parte de la
vida cotidiana de los vecinos.
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por cicco
Fotos de Guadalupe Gaona
Tal vez, por casualidad, usted escuchó hablar del
pueblo de Uribelarrea, a 82 kilómetros de Buenos
Aires, sobre la ruta 205. Es como un pequeño
botón metido entre San Miguel del Monte,
Cañuelas, Lobos y Las Heras. Tiene hasta himno
propio. Dice así: “Uribe, Uribelarrea, pueblo pequeño y trabajador,
que perdido en la llanura tienes abierto tu corazón, derrama
paz y ternura a todos los hombres con ilusión”.
Tal vez, por causalidad, usted escuchó que en 1972 Leonardo
Favio filmó allí Juan Moreira, y Alan Parker la utilizó como
escenario para Evita trece años más tarde. Y en 1997, la señal
TNT desembarcó a filmar la miniserie El hombre que secuestró
a Adolf Eichmann, con Robert Duval. También se registraron
capítulos de las novelas Ricos y famosos y Amor sagrado,
y Alejandro Agresti eligió a Uribe para dar un clima de
época a su largometraje de 1988, Boda secreta.
Tal vez se enteró que por estas calles anduvo Ceferino
Namuncurá, cuando era aún estudiante o tal vez leyó un
artículo sobre su historia donde se hablaba de cómo Miguel
Nemesio de Uribelarrea, director de la Municipalidad de
Buenos Aires en tiempos de Sarmiento, legó las 2.024 hectáreas
de su estancia Nuestra Señora de Luján —heredadas
de su madre—, para fundar una comunidad agrícola.
Nemesio era un contrera: cuando todo el país exigía precios
altísimos por la tierra, quiso que cada trabajador tuviera su
parcela a un precio de mercado de La Salada.
34
El pueblo le debe todo a Nemesio. En 1888, ordenó el trazado
de calles. Fundó dos colegios. Construyó la estación de
tren. Puso un telégrafo, un cementerio, un destacamento
policial y un correo. Legó 202 hectáreas, más cien mil ladrillos,
animales y herramientas a los salesianos para edificar su
escuela agrícola, aún hoy en plena actividad: la Don Bosco.
En 1890, durante sus bodas de plata, Nemesio levantó la
parroquia. Murió quince años más tarde, a la vuelta de la
iglesia, en una esquina hoy cubierta con chapas y árboles en
donde antes había habitaciones.
Tal vez escuchó hablar de estas historias. Tal vez, no. Pero
si alguna vez se le ocurrió visitar el pueblo, atraído por el
hechizo de sus casas coloniales, su tambo de cabras, su local
de cerveza artesanal, la estancia que era de Carlos Pellegrini
y hoy tiene trece habitaciones en suite distribuidas en tres
plantas, seguramente si lo visitó lo habrá sorprendido el recibimiento
en plena plaza principal. Una vez que usted se ha
bajado del auto, ha dejado la alarma sin activar, ha respirado
el aire agreste del pueblo, ha tenido un rápido parpadeo de
la pulpería El Palenque –una construcción de 1890 frente a
la plaza–, lo más probable es que usted sea bienvenido, en su
calidad de turista, por un puñado de locos. Es más fácil
encontrar locos en Uribe, que sierras en Córdoba, lobos marinos
en Mar del Plata o caracoles en Santa Teresita. Hay un
neuropsiquiátrico a una cuadra de la plaza principal, que
recibe locos de todo el país y al día de hoy no da abasto. Sin
ir más lejos, acaban de telefonear al director desde Carmen
de Patagones para pedir el traslado de uno, pero le explicaron
que estaban a tope: 98 internos y no hay más lugar .
salidas. El hospital
psiquiátrico del pueblo
recibe gente de todo el
país. No todos los internos
pueden salir por el pueblo.
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Nadie puede entrar al hospital Dardo Rocha, en Uribe, fundado
un 6 de junio de 1972, excepto, naturalmente, los 35 empleados,
entre enfermeros, psiquiatras y asistentes sociales. Nadie
puede entrar al Dardo Rocha, una ex escuela de monjas, luego
devenida en centro de atención para niños discapacitados y desde
1989, en uno de los cinco psiquiátricos del país que reúnen las
mismas características —los otros son el Ramos Mejía, el Romero,
el Cabré y el San Lucas—. Pero si bien nadie puede ingresar al
hospital —hay una puerta de chapa trancada y con custodia permanente—,
un puñado de internos tiene vía libre para salir. No
es la mayoría. No más de doce, según los registros.
Horacio Zabala es relativamente nuevo como director del
hospital. Ingresó al Dardo Rocha en agosto de 2008. Hasta
entonces, nada que ver con los psiquiátricos: Zabala es cirujano
especializado en urología. “Las primeras veces, me llamaban
para decirme: ‘El Topo no volvió al hospital, doctor.
No sabemos dónde está’. Y yo no podía dormir”. Zabala tiene
brazos peludos, voz de tenor, fuma Jockey largos y aplasta las
colillas como si fueran bichos. Vive en Cañuelas, pero pasa
48 horas semanales en el hospital. Su oficina está sobre la
planta baja, en la entrada. Desde aquí abajo se escucha una
multitud de pasos que se arrastran, haciendo crujir las maderas.
“Lo tuvimos que seguir al Topo durante la noche hasta
que nos dimos cuenta de que se quedaba en la casa de una
familia viendo la televisión. Claro, le daban mate cocido.
Galletitas. Y la cena. Y él se podía quedar ahí toda la vida”.
Zabala dice que, más allá de la historia del Topo, los internos
que tienen escapadas al pueblo son metódicos con su
rutina. “A veces, se van durante un día entero, pero vuelven
63
lugar común. “No
sé de dónde viene
lo de más loco que
una cabra”, se ríe
Horacio Martínez,
en su criadero.
a las 16 horas a tomar la medicación”, cuenta. Arriba, un
andar de pasos se detiene, da media vuelta y regresa al mismo
lugar de donde vino. Zabala parece duro, pero dice que los
internos lo ablandan. “No tengo ninguna duda de que como
personas, son superiores a nosotros. En el hospital, los que
están mejor ayudan a los demás. Les dan de comer, los acompañan
al baño. A mí, me dicen: ‘Doctor, ¿quiere que le haga
algún mandado?’ ‘Doctor, ¿quiere que le lave el auto?’ Yo
estoy acá y me siento como en mi casa. No hay agresión entre
los internos y una vez por mes festejamos todos los cumpleaños.
Yo antes vivía pendiente del celular. Ahora vivo pendiente
de los chicos. Me encariñé”.
Los chicos, en verdad, tienen un promedio de 27 años. El
más antiguo tiene 53. Ingresó a los doce, cuando este era un
hospital para niños discapacitados. A muchos de ellos —víctimas
severas de parálisis cerebral—, con el cambio de rótulo
los trasladaron. Los oligofrénicos conservaron el lugar y
su cama. En toda la historia del hospital, sólo hubo un episodio
con víctimas fatales. En 1998, un interno encendió un
papel bajo la cama, los colchones ardieron, dos pabellones
ardieron y cinco compañeros también.
Hoy en día, Zabala quiere darle una lavada de cara al Dardo
Rocha e incorporar un gabinete de terapia ocupacional.
“Queremos enseñarles un oficio a los chicos, como hacer
bijouterie, para que ellos puedan insertarse en el mercado”,
dice. Además, planifica poner aire acondicionado en el comedor
para el próximo verano. “Les pusimos un tanque australiano
en el patio. No sabés cómo lo disfrutan y qué correctos
que son para divertirse”.
60-65-Locos-120409.indd 63 08/04/2009 11:52:22 p.m.

A media cuadra del Rocha, se filma precisamente hoy una
publicidad para Wall Mart en la puerta de la escuela número
4. “Ni idea de por qué eligieron Uribelarrea para filmar, será
porque hay mucho ambiente antiguo. Es la primera vez que
venimos”, explica uno de los productores, rodeado de cables.
Algo habrá en Uribe que atrae a las grandes marcas. También
se filmaron aquí publicidades de Peugeot y de Sancor, entre
cientos y cientos de spots. El productor se detiene a reflexionar.
Están trabajando desde temprano captando la esencia
del pueblo de reojo. “Decime —pregunta a este cronista,
mirando a ambos lados—, el pueblo está lleno de limados,
¿no es cierto?”
Para los vecinos de Uribe, el Dardo Rocha es motivo de
orgullo. Cada vez que llega el intendente de Cañuelas —Uribe
forma parte de ese partido—, a nadie le llama la atención que
un interno esté de escolta de la bandera. “Nadie los va a sacar”,
dice María, una vecina. “Ya están instalados en el pueblo”.
Uribelarrea es la prueba de que los locos pueden llevar una
vida normal si son aceptados y tratados con respeto. Y los
locos son solidarios, bondadosos e incluso devuelven objetos
perdidos. “Cuando visité el pueblo con mi suegra, paramos a
comer y los locos nos golpeaban la ventana y nos hacían señas
—dice Adriana González, turista ocasional—. Mi suegra estaba
muy asustada. Cuando salimos a ver qué pasaba, era que
nos habíamos dejado las luces del auto encendidas. Los locos
nos avisaban a su modo”.
“A la gente que me pregunta por los locos que
están afuera —dice Juan Carlos Sandoval,
dueño de la Posta de Uribe, la pulpería almacén
frente a la plaza, antes propiedad del fundador
del pueblo—, yo les digo: ‘No son locos, son mi
valet parking’”. En su local, recibe cada fin de
semana a 180 personas por día, y entre longanizas
colgando, mulitas y cueros varios,
Sandoval tiene fotos junto a Susana Giménez,
Vittorio Gassman y Omar Shariff, de los tiempos
en que tenía restorán en la capital sobre la
calle Talcahuano. “Te voy a decir una cosa: los
locos te enseñan muchísimo. Tienen un corazón
increíble”. Sandoval cuenta que, una vez, un
loco llamado Martín devolvió una billetera
repleta de billetes. “Era de un gerente de la
bodega López”, hace memoria. “Tenía todas las tarjetas de
crédito que te imagines. Y Martín no tocó un peso. Al final,
el tipo le dio 20 pesosde regalo. Un poco barata la recompensa,
pero a él no le importó”.
Un día, en la pulpería, Sandoval concretó un milagro. En
una payada, lo hizo cantar a Rafael Reynoso, de San Nicolás,
porque él andaba mal de la garganta. La particularidad de
Reynoso, además de ser un interno del Dardo Rocha y de
tener un solo diente en pie, es que se trata de un sordomudo.
Si se le pregunta a Sandoval cómo hizo para hacerlo cantar ,
él se encoge de hombros: “Fue raro, pero algo le salió”.
Este cronista entrevista a José, oriundo de Lobos y sobrino
de la prostituta más famosa del lugar: la Tina. “Voy y vengo
del hospital a mi pueblo”, dice José, mientras vuelve de hacer
un mandado en el almacén. “Pero me quiero volver a Lobos.
Ya me cansé de acá. Allá las mujeres son más lindas. Che,
¿tenés dos pesos para cigarrillos?”
Somos cinco
oficiales para 16
mil hectáreas. Los
locos nunca
trajeron
problemas”, dicen
en la comisaría.
64
Como cabras
Uribe tiene locos y tiene también cabras que, históricamente,
han estado también más locas que algunos humanos. “Yo no
sé de dónde vendrá el dicho, supongo que es porque las
cabras, a diferencia de otros animales domésticos, conservan
sus instintos y son más difíciles de manejar”, conjetura
Horacio Martínez, dueño del Valle De Goñi, un tambo de
sesenta cabras, con pesebre para las adolescentes, nursery
para bebés, y restorán para los humanos que la visitan, con
oferta de quesos, dulce de leche y alfajores, todo, por decirlo
de algún modo, encabritado.
En verdad, si quiere tener una impresión de primera mano
del origen de la expresión “más loco que una cabra”, debería
verlo a Pepo, macho de raza Boer, en un corral junto a una
multitud hembras. “Así como lo ves ahora, Pepo está en plena
etapa de enamoramiento —aclara Martínez—, tiene 21 hembras
a su servicio”. Pepo se pasea por el corral acariciando con
la mejilla los culos de las hembras como si estuviera en un
shopping probándose ropa y poniendo la cara que uno suele
poner en esas ocasiones excepcionales donde acaricia un culo
con la mejilla. En un momento, la fotógrafa de esta revista
ingresa al corral para tomar imágenes más íntimas de
Martínez interactuando con sus cabras. Pepo la recibe con
regocijo y también se acaricia con la mejilla a su culo. Así
debe ser cómo, en la antigüedad, surgían las leyendas como
la del Minotauro. Algunos llamarían a esto
locura. Otros lo llamarían simplemente dicha.
De policías y de muertos
En Uribe, si hay un lugar verdaderamente aburrido
ese es el destacamento policial. Es tan
aburrido que lo han instalado en plena estación
de tren. “Acá no pasa nada”, dice el teniente Raúl
Enriquez, vestido de chomba, y encargado del
destacamento. “Somos cinco oficiales para 16
mil hectáreas y los vecinos dejan las motos, las
bicicletas y las casas con las puertas abiertas y
nada. Los locos son gente muy buena, nunca
nos trajeron problemas”.
No hay pregunta más aburrida para hacer en
el destacamento policial de Uribe que pedirles
que hablen sobre el último robo. Enriquez se
toma la cabeza. Lo consulta con Carlos Sherer, el sargento,
rubio y de uniforme. Ambos dudan. “Y, el último fue el robo
al ciber. Pero ya los identificaron a los tipos. Creo que fue el
único robo en toda la historia de Uribelarrea”.
En el destacamento tienen dos móviles y dos armas largas.
A veces, llega un vecino que dice que tuvo una discusión con
otro. Sherer y Enriquez lo miran, se toman la cabeza y se
aburren más. Nunca en Uribe dispararon un tiro. “Nunca, ni
uno”, dice Sherer y espanta una mosca. “Ni por error”.
Para buscar algo loco, no hay que rastrearlo en el destacamento
policial. Hay que buscarlo en el cementerio de Uribe.
Porque, si bien en los papeles Uribelarrea no tiene cementerio,
hay una reja oxidada y con candado y una bóveda en pie,
únicos vestigios de un cementerio que no está más. En esta
bóveda descansaba la familia Spina, la del carpintero del
pueblo. Pero hoy lo único que queda es la bóveda porque a
los cuerpos y al propio carpintero los tiraron unos vándalos
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a la calle y los prendieron fuego junto a los ataúdes. Bajo
tierra, aún se conservan cincuenta cuerpos enterrados.
“Cuando Nemesio Uribelarrea donó las tierras del cementerio,
el predio correspondía al partido de Lobos. Pero se dejó
de enterrar ahí también porque el camino era muy malo. Los
coches se caían a la zanja. Además, vos ponete a pensar –dice
Ignacio Marcos, el hombre que escribió la primera historia
de Uribe, la cual llamó simbólicamente Un pueblo de puertas
abiertas–, acá se muere una persona cada muerte de obispo.
¿Para qué queremos un cementerio?”
Uribe tiene contrastes aún en su vida cotidiana. Cuenta con
sala de primeros auxilios, pero funciona sólo por la mañana.
Cuenta con línea de micros, pero, caída la tarde, ninguno va
al interior de la provincia. “Tenés que enfermarte a la mañana,
si no estás frito. Y si no tenés auto, debés esperar a que
alguien te lleve”, dice Marcos.
“No, Uribelarrea es un pueblo que está lleno de historias
curiosas”, dice Germán Hergenrether, de Info Cañuelas, el
portal de la región donde se publican, de tanto en tanto, artículos
sobre Uribe. “Te cuento una sola: el cura, cada vez que
arroja el agua bendita, lo hace con una vinagrera”.
Se le pregunta a Sandoval, que casualmente tiene el boliche
frente a la parroquia, si a esta hora estará el cura. “¿El padre
Orlando?”, pregunta el dueño de El Palenque, mirando la
hora: 13:15hs, día lunes. “Sí, lo ví entrar hace un rato. Pero
mirá que si está durmiendo, te va a sacar a las patadas”.
Sabido esto, el cronista ingresa a la parroquia, golpea delicadamente
la puerta como si fuera un instrumento de cristal, y
aparece por la ventana una cabeza pálida y rasurada: el padre
Orlando. “¿Está durmiendo, padre?”, se le pregunta más delica-
65
orlando. El
sacerdote. Dos de
los internos, Ítalo y
Martín, comen con
él todas las
semanas.
damente aún. “Y a vos qué corno te importa”, responde el padre,
malísimo. “¿Qué sos, el comisario, vos?” Después de algunos
minutos de silencio, duda y perplejidad, el padre Orlando dice:
“¿Se van a quedar ahí? Entren a tomar un cafecito”.
Por dentro, el anexo de la parroquia donde vive Orlando
desde noviembre último —viene de la diócesis de San Justo,
es un revuelo. Hay cruces, estampitas, folletos y cajas sobre
la mesa. La Biblia no está junto al calefón, está junto a la
heladera. Por suerte, un loco lo ayuda a restablecer el orden.
“Perdonen chicos, pero estamos remodelando”, dice Orlando,
con el delantal manchado de lavar los platos. “Quiero que
vean esto —en medio del desorden, el padre levanta una reliquia
con un dije en la punta—. Esto es carne de Don Bosco.
Lo descubrí cuando llegué. Lo quiero poner en el altar”.
Nos cae bien, Orlando. Se le pregunta si hay locos que asisten
a su misa. “Si no vienen ni los sanos”, el padre se levanta
a traer Coca-Cola. “¡Qué van a venir los locos!”. Después dice:
“Yo no sé mucho de Uribe, recién acabo de llegar. De todos
modos, me parece que, con la ruta, se acabaron los pueblos.
Hoy en día, es todo como una sucursal de la capital”.
El padre Orlando lleva a las visitas a hacer un recorrido por
el interior de la capilla. “Aquí abajo —dice parado sobre una
placa—. Está enterrado Nemesio Uribelarrea, el fundador
del pueblo. Murió acá a la vuelta”.
Dos locos comen todas las semanas con el padre Orlando:
Ítalo y Martín. Él tiene su preferido. “Martín es un privilegiado.
Para mí, es un santo. Tenés que ver cómo reza y da la
acción de gracias. Si Dios se manifiesta en el Papa”, deduce el
padre Orlando, la cara regordeta inclinada al cielo, “decime,
¿por qué no se puede manifestar en Martín?”
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Diego se fue a Brasil por trabajo. Estará afuera todo
el fin de semana. Por eso estoy llegando sola -tortita
de chocolate en mano- a la casa de Vicky y su
marido: flamante matrimonio recién llegado de Mendoza,
donde el hombre de la casa -mejor conocido como rana
René por su particular vestimenta verde- trabaja la mitad
de la semana. La idea de venir sola no me entusiasmaba,
las cosas entre Vicky y yo siguen medio jodidas. ¿Pero qué
iba a hacer? Se supone que ambas queremos recomponer
las cosas. Lo primero que debo hacer es empezar a llamar
al marido por su nombre, ya no será más rana René. Vicky
me abre la puerta, le digo que está linda, que se ve feliz y esas cosas que
supongo que debo decirle.
–Gracias, Carito, mi amor –me da un beso sonoro y me recibe la torta.
Entro. Viven en un departamento en Barrio Norte. Sobra decir que
ascendió. No es un palacete pero es un poco más de lo que cualquiera
hubiese imaginado para Vicky: y cuando digo cualquiera me refiero
incluso a ella misma. René, en adelante Luis, sale a saludarme.
–Carolina, bienvenida.
Pregunto cómo estuvo el viaje, los dos lanzan exclamaciones al unísono:
–¡Bien!/¡Genial!/¡Fabuloso!/¡...oso! –y así. Vicky anuncia que tiene
fotos. Luego trae una bandeja con picadita. Luis trae vino. Sirve tres
copas de cuatro que había en la mesita ratona del living.
–Pensamos que vendrías con Diego –se disculpa Vicky.
–Está de viaje –digo yo. Ella hace un gesto de complicidad como si
pensara que es una disculpa.
–Está de viaje, Vicky, ¿por qué pensás que es mentira?
Vicky niega con la cabeza exagerada.
–¡No, no, no! –vuelve a exclamar. En esta casa habría que barrer
algunos signos de admiración. Qué efusividad, qué plomazo. Tomo vino
y veo que la cara de Luis, y más atrás la de Vicky, se transforman en
frunces gigantescos. ¿Qué mierda hice ahora?
–Ay, queríamos brindar –dice Vicky, en un gemido demasiado agudo
para ser real.
–Ok –digo. Luis me rellena la copa, se aclara la garganta y me mira
directo a los ojos.
–Por el principio de una larga amistad.
Qué brindis pedorro... ¡Salud!/¡lud! El coro gritón ataca de vuelta
sobre el tintineo de las copas. Vicky cruza y descruza las piernas, me
pregunto si le pica algo.
–Carito, todos nos han dicho que la fiesta estuvo fabulosa, ¿a vos qué
te pareció?
La verdad es que esa fiesta ya se me olvidó, ¿cuánto pasó ya? ¿Un
mes? La gente pregunta cada cosa... ¿Qué podría decir, además? ¿Que
la fiesta me pareció un bodrio?
–Estuvo muy bien, todo genial, Vicky.
–Y la luna de miel, Caro, vos te morís si te cuento lo que fue...
Luis estaba mirando de cerca la etiqueta del vino recién servido, como
si quisiese enterrársela en el entrecejo. Así, sentado como estaba, con
las piernas levemente abiertas, parecía verdaderamente una rana.
mi vida y yo
por carolina balducci
El ocaso de una larga amistad
–¿Ah sí? Qué bien –digo... A veces ni yo entiendo por
qué me ha durado tanto la mala onda con la pobre Vicky,
tan inocente y buena que es. Sigo tomando vino, quizá si
la visual se me abruma un poco puedo fingir emoción
sincera.
–Bueno, pero contame de Diego, ¿cómo están las
cosas?
Luis pide permiso, dice que va a ver cómo va la cena y
que así nos deja para que hablemos de cosas de chicas.
Vicky lo mira alejarse, arrobada. Yo me aclaro la garganta.
Ella se vuelve hacia mí.
–Sí, sí, ¿me decías?
–No decía nada.
–Claro, por eso, pero te preguntaba por Diego.
El angelito blanco de mi conciencia me dice dale, dale, hacete amiga, no
seas tan pelotuda, es Vicky no Doña Clotilde. El diablito rojo sólo quiere
emborracharse con ese vino que debe ser muy fino. ¿Quién ganará?
–¿Te acordás de Doña Clotilde? –le digo.
–¿La del chavo?
–La misma.
Vicky se ríe y de repente se para en seco.
–No vas a empezar con eso de la rana René...
–No, Vicky, por Dios, son dos programas muy distintos.
–Ok. Pero, igual, mejor contame de Diego.
–Qué se yo...
–Dale, contame.
Está bien, el angelito reacciona. Dejo la copa en la mesa y miro a mi
amiga dispuesta a abrirle mi corazón presuntamente enamorado.
–Es perfecto. Me encanta, no puedo quitarle las manos de encima y...
–¿Ya cogieron?
–No, pero hubo preámbulos. Todo muy prometedor.
–Genial, ahora tenés que enfocarte, Carito, éste tiene que ser.
–¿Que ser qué?
–Bueno, ya no sos una pendeja, Carolina, quiero decir que tenés que
hacer las cosas bien con este chico para que podás...
–¿Echarle el lazo al cuello al mes y medio como si estuviera hambrienta
de marido?
El diablito se arrebata. Trato de contenerlo con un buen trago de vino.
Vicky balbucea algo. El vino es como nafta para el angelito malo que
dicta frases a mi conciencia y además se ríe.
–Ja, es que como vos fundaste la religión de las treintonas desesperadas,
ahora querés propagar la palabra, ¿no?
Luis regresa al living, dice que la cena está servida. Vicky se levanta.
–¡Entonces cenemos!
Vuelve a aullar. Yo manoteo la botella de vino que quedó en la mesa
ratona y me la llevo al comedor. Está decidido, he entregado esta amistad
al diablito rojo y borracho que retoza en mi inconciente.
–¿Todo bien, Carito?
Me pregunta Luis, lanzándole una mirada mezquina a la botella de
vino. Yo relleno mi copa casi hasta el tope y camino al comedor.
–Todo bien –le digo–, perfecto.
c. actualidad a diario, es una publicación propiedad de Papel 2.0 s.a. Maipú 271, ciudad de Buenos aires.
registro de la propiedad intelectual 722.212. impresión: Kollorpress s.a. uruguay 126 - avellaneda. distribuidora sanabria s.a.
66-Balducci-120409.indd 66 08/04/2009 08:07:08 p.m.
ilustracion fidel sclavo

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