249 - Equipos de Nuestra Señora
249 - Equipos de Nuestra Señora
249 - Equipos de Nuestra Señora
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
QUINTA REUNIÓN: “CONSTRUIR EL MATRIMONIO”<br />
Comprobando el interés y la simpatía que suscita la<br />
noticia <strong>de</strong> que mil matrimonios <strong>de</strong> nuestros <strong>Equipos</strong> van a<br />
llegar en poco tiempo a la ciudad eterna, busqué una explicación<br />
<strong>de</strong> la profunda impresión que siempre causan los encuentros<br />
<strong>de</strong> los matrimonios cristianos. Recordé el último<br />
día <strong>de</strong> nuestra peregrinación a Lour<strong>de</strong>s en 1951; antes <strong>de</strong><br />
partir, los matrimonios, se dirigían a la Gruta para saludar a<br />
<strong>Nuestra</strong> <strong>Señora</strong>. A una cierta distancia, una religiosa mayor<br />
miraba a los matrimonios que llegaban en multitud apretujada.<br />
En su rostro se leía la alegría. Estaba conmovida, tenía<br />
lágrimas en sus ojos. No sé en qué pensaba: tal vez asistía<br />
a un milagro. Quinientos matrimonios en los que marido y<br />
mujer se arrodillaban juntos, oraban juntos, se confiaban<br />
juntos a la Inmaculada; sí, aquello <strong>de</strong>bía parecerle un gran<br />
milagro. Y sus lágrimas eran un homenaje a la omnipotente<br />
gracia <strong>de</strong>l Señor que hace estos milagros.<br />
En verdad, un hogar cristiano es algo muy bello, es<br />
más, una gran obra <strong>de</strong> Dios; el brillo <strong>de</strong>l sacramento, un reflejo<br />
<strong>de</strong> la inmensa ternura que une a Cristo con su Iglesia.<br />
Corréis el riesgo <strong>de</strong> estar habituados a esto, <strong>de</strong> <strong>de</strong>jar<br />
<strong>de</strong> admiraros, <strong>de</strong> <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> alabar a Dios por ello.<br />
Y sobre todo, tal vez por estar ro<strong>de</strong>ados <strong>de</strong> algunos <strong>de</strong><br />
esos matrimonios, corréis el riesgo <strong>de</strong> no ver la multitud <strong>de</strong><br />
matrimonios <strong>de</strong>silusionados, doloridos, <strong>de</strong>spedazados.<br />
Incluso si los veis, ¿no corréis el riesgo <strong>de</strong> olvidar que<br />
su <strong>de</strong>sgracia es no haber tenido la gracia que vosotros tenéis<br />
<strong>de</strong> conocer el Sacramento <strong>de</strong>l Matrimonio y sus riquezas?<br />
¿Sentís junto a ellos el profundo malestar que se siente<br />
cuando se es rico en medio <strong>de</strong> una multitud <strong>de</strong> miserables?<br />
¿Surge en vosotros la pregunta: “¿por qué nosotros y no<br />
ellos?” Son suficientes unos años para que en esos millones<br />
<strong>de</strong> matrimonios que todos los años se formalizan en todo el<br />
72 / ENS