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IGLESIA. BIZKAIA. ELEIZEA Documentos. Agiriak - Diócesis de Bilbao

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OBISPOS<br />

ALDIZKARI NAGUSIA / BOLETÍN OFICIAL (apirila • 1998 • abril)<br />

I N D I C E<br />

<strong>IGLESIA</strong>. <strong>BIZKAIA</strong>. <strong>ELEIZEA</strong><br />

<strong>Documentos</strong>. <strong>Agiriak</strong><br />

• Nota <strong>de</strong>l Obispo y su Auxiliar sobre el próximo Bake Topaketa: «Hacer la paz,<br />

también es evangelizar» (bilingüe) (26 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 1998)<br />

• Homilía <strong>de</strong> D. Ricardo Blázquez, en la celebración eucarística <strong>de</strong>l cincuentenario<br />

<strong>de</strong> Misiones Diocesanas (4 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 1998)<br />

• Homilía <strong>de</strong> D. Ricardo Blázquez en la Misa Crismal (9 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 1998)<br />

Información. Albisteak<br />

CAJA DIOCESANA DE COMPENSACIÓN<br />

• Acta <strong>de</strong> la reunión <strong>de</strong> la Permanente, celebrada el día 13 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 1998<br />

CRÓNICA DIOCESANA<br />

• Celebración eucarística por los 50 años <strong>de</strong> Misiones Diocesanas<br />

• Comienza la lectura implicativa <strong>de</strong>l II Plan Diocesano <strong>de</strong> Evangelización<br />

• Reapertura <strong>de</strong> las iglesias <strong>de</strong> San Martín (Zamudio) y San Severino (Balmaseda)<br />

• 44 catequistas en un curso <strong>de</strong> capacitación en las Vicarías III-VII<br />

• Memoria <strong>de</strong> «Lagungo», Centro <strong>de</strong> Orientación Familiar<br />

ELIZBARRUTIKO BARRIAK<br />

• Eukaristia ospakizuna Elizbarrutiko Misinoen 50. urteurrenean<br />

• Ebanjelizatzearen Elizbarrutiko Bigarren Egitasmoa lekuan lekuko egiteko<br />

irakurketea hasten da<br />

• San Martin (Zamudio) eta San Severino (Balmaseda) elizak barriro zabaltzea


ALDIZKARI NAGUSIA / BOLETÍN OFICIAL (apirila • 1998 • abril)<br />

• 44 katekista gaikuntzarako ikastaroan III. eta VII. Bikaritzetan<br />

• «Lagungo», Familientzako Aholkularitza Zerbitzuaren Txostena<br />

<strong>IGLESIA</strong>. ESPAÑA. <strong>ELEIZEA</strong><br />

<strong>Documentos</strong>. <strong>Agiriak</strong><br />

• Comunicado <strong>de</strong> la Comisión Episcopal <strong>de</strong> Pastoral Social para el Día <strong>de</strong>l Amor<br />

Fraterno: «La solidaridad da sentido a tu vida» (30 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 1998)<br />

<strong>IGLESIA</strong>. ROMA. <strong>ELEIZEA</strong><br />

<strong>Documentos</strong>. <strong>Agiriak</strong><br />

• Mensaje <strong>de</strong>l Papa Juan Pablo II para la XXXV Jornada Mundial <strong>de</strong> Oración por<br />

las Vocaciones: «El Espíritu y la Esposa dicen: ¡Ven!» (Ap 22,17) (24 <strong>de</strong> septiembre<br />

<strong>de</strong> 1997)<br />

• Discurso <strong>de</strong> Juan Pablo II a los Obispos <strong>de</strong> la archidiócesis <strong>de</strong> Barcelona y <strong>de</strong> las<br />

provincias eclesiásticas <strong>de</strong> Oviedo y Tarragona, durante su visita ‘ad limina’: «La<br />

sociedad no pue<strong>de</strong> permanecer indiferente ante la <strong>de</strong>gradación <strong>de</strong>l matrimonio y<br />

la familia» (19 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> 1998)<br />

• Discurso <strong>de</strong> Juan Pablo II con ocasión <strong>de</strong> la Asamblea Plenaria <strong>de</strong>l Pontificio Consejo<br />

<strong>de</strong> la Pastoral <strong>de</strong> Agentes Sanitarios: «Todo acto <strong>de</strong> asistencia al enfermo se<br />

transforma en acto <strong>de</strong> religión» (9-10 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 1998)<br />

• Carta <strong>de</strong> Juan Pablo II al car<strong>de</strong>nal Edward Idris Cassidy, Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la Comisión<br />

para las Relaciones Religiosas con el Hebraísmo (12 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 1998)<br />

• Documento <strong>de</strong> la Comisión para las Relaciones con el Hebraísmo: «Nosotros recordamos:<br />

una reflexión sobre la Shoah» (16 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 1998)


ALDIZKARI NAGUSIA / BOLETÍN OFICIAL (apirila • 1998 • abril)<br />

<strong>IGLESIA</strong>. <strong>BIZKAIA</strong>. <strong>ELEIZEA</strong><br />

<strong>Documentos</strong>. <strong>Agiriak</strong><br />

NOTA DEL OBISPO Y SU AUXILIAR<br />

SOBRE EL PRÓXIMO BAKE TOPAKETA<br />

(26 <strong>de</strong> abril)<br />

«Hacer la paz, también es evangelizar»<br />

Por tercer año consecutivo, convocamos el encuentro diocesano por la paz, Bake<br />

Topaketa, que se celebrará el domingo 26 <strong>de</strong> abril, en Urkiola. Nuestra invitación se dirige<br />

a vicarías y sectores, parroquias y comunida<strong>de</strong>s, colegios y grupos juveniles. Peregrinando<br />

unidos, hacemos diócesis.<br />

El lema <strong>de</strong> esta edición, “Hacer la paz, también es evangelizar”, recuerda una <strong>de</strong> las<br />

preocupaciones <strong>de</strong>l Segundo Plan Diocesano <strong>de</strong> Evangelización, que está en su última<br />

fase <strong>de</strong> elaboración. Confiamos que pueda ser promulgado en septiembre, al comenzar el<br />

año pastoral.<br />

La aspiración <strong>de</strong>l Plan es impulsar la evangelización misionera en una sociedad<br />

marcada por la exclusión social, la violencia y la increencia, dinamizando y renovando la<br />

vida cristiana <strong>de</strong> todo el Pueblo <strong>de</strong> Dios.<br />

Dentro <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong> elaboración <strong>de</strong>l Plan, se ha <strong>de</strong>tectado con niti<strong>de</strong>z la necesidad<br />

urgente <strong>de</strong> pacificación en un momento en el que la violencia, la intolerancia y la falta <strong>de</strong><br />

diálogo siguen dividiendo a la sociedad, a las familias y a la comunidad eclesial.<br />

Hemos <strong>de</strong>nunciado todo acto terrorista, especialmente los asesinatos, ya que queremos<br />

ser siempre eco fiel <strong>de</strong> la ley <strong>de</strong> Dios que nos dice: “¡No matarás!”, respeta la vida<br />

<strong>de</strong> tu hermano, que es toda persona sin distinción.<br />

Nuestra sociedad, que suspira hondamente por la paz, experimenta una y otra vez<br />

la dificultad para hallar las vías que conducen a ella; pero estas dificulta<strong>de</strong>s, lejos <strong>de</strong> <strong>de</strong>sanimarnos,<br />

<strong>de</strong>ben ser un aliciente para renovar nuestro compromiso por la construcción<br />

<strong>de</strong> la paz, difícil pero posible, ardua pero necesaria. La paz es al mismo tiempo don <strong>de</strong><br />

Dios y tarea confiada a nuestra responsabilidad.<br />

¿Qué pue<strong>de</strong> aportar nuestra Iglesia en esta tarea pacificadora? Des<strong>de</strong> la existencia<br />

<strong>de</strong> un pluralismo <strong>de</strong> opciones y sensibilida<strong>de</strong>s en nuestras comunida<strong>de</strong>s cristianas sobre<br />

este tema, es urgente favorecer el diálogo intraeclesial, teniendo como pistas <strong>de</strong> reflexión<br />

la doctrina <strong>de</strong> la Iglesia sobre la paz. Realizar este diálogo en nuestras comunida<strong>de</strong>s, será<br />

también una buena contribución a la sociedad, tan necesitada <strong>de</strong> ese mismo ejercicio social.<br />

El servicio <strong>de</strong> los cristianos a la vida y a la libertad <strong>de</strong> las personas será tanto más<br />

eficaz cuanto más acojamos en el corazón el Evangelio <strong>de</strong> la paz, <strong>de</strong>l amor y <strong>de</strong> la vida. El<br />

Padre <strong>de</strong>l Cielo hace a todos los hombres hermanos.


ALDIZKARI NAGUSIA / BOLETÍN OFICIAL (apirila • 1998 • abril)<br />

Des<strong>de</strong> nuestras comunida<strong>de</strong>s cristianas también <strong>de</strong>be existir una atención más activa<br />

y eficaz, con signos y gestos significativos, a todas las personas que sufren las consecuencias<br />

<strong>de</strong> la violencia.<br />

Junto a esas exigencias propias <strong>de</strong> la vida <strong>de</strong> nuestras comunida<strong>de</strong>s eclesiales, es<br />

necesaria una presencia pública más activa <strong>de</strong> miembros <strong>de</strong> la Iglesia diocesana en el<br />

compromiso por la pacificación <strong>de</strong> nuestro pueblo; una pacificación que urja una paz basada<br />

en el diálogo, en el respeto a todos los <strong>de</strong>rechos humanos y en la profundización <strong>de</strong><br />

la <strong>de</strong>mocracia, fomentando la reconciliación social y la tolerancia hacia las diferentes opciones<br />

políticas.<br />

Los ciudadanos vienen reclamando a los primeros responsables <strong>de</strong> la sociedad que<br />

les presenten horizontes <strong>de</strong> pacificación, que puedan ser recorridos por todos los amantes<br />

<strong>de</strong> la paz, basada en la justicia y en la convivencia <strong>de</strong>mocrática.<br />

El III Encuentro <strong>de</strong> la paz, el inminente Bake Topaketa, anticipa algunas claves <strong>de</strong>l<br />

Segundo Plan Diocesano <strong>de</strong> Evangelización. El encuentro en Urkiola expresa públicamente<br />

el compromiso <strong>de</strong> la <strong>Diócesis</strong> por la paz; y con la fuerza recibida <strong>de</strong> Dios po<strong>de</strong>mos<br />

afrontar los esfuerzos que nos exija diariamente.<br />

La oración, el diálogo, la escucha, el esfuerzo compartidos, la comida comunitaria y<br />

los momentos lúdicos, que realizan en esa jornada cristianos y cristianas <strong>de</strong> distintas sensibilida<strong>de</strong>s<br />

y proce<strong>de</strong>ncias diversas, son expresión <strong>de</strong>l empeño, firme y <strong>de</strong>cidido, <strong>de</strong> la<br />

Iglesia por contribuir a la pacificación y reconciliación <strong>de</strong> nuestro pueblo.<br />

Cuando en algunos sectores <strong>de</strong> nuestra sociedad asoma una mezcla <strong>de</strong> cansancio y<br />

escepticismo, invitamos a todas las personas <strong>de</strong> buena voluntad, especialmente a los<br />

miembros <strong>de</strong> las comunida<strong>de</strong>s cristianas, a participar en este encuentro por la paz en<br />

Urkiola.<br />

En este emblemático santuario, al que han peregrinado las generaciones que nos<br />

precedieron para pedir paz en las guerras, salud en las epi<strong>de</strong>mias, agua en las sequías,<br />

volvemos nosotros con la misma confianza y esperanza, sabiendo que ningún esfuerzo es<br />

inútil.<br />

La gravedad y urgencia <strong>de</strong>l tema y la experiencia positiva <strong>de</strong> las dos ediciones anteriores<br />

nos animan a invitaros a este encuentro por la paz.<br />

¡Nos veremos en Urkiola!<br />

!!!!!<br />

<strong>Bilbao</strong>, 29 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 1998<br />

Ricardo Blázquez<br />

Obispo <strong>de</strong> <strong>Bilbao</strong><br />

Carmelo Echenagusía<br />

Obispo Auxiliar


ALDIZKARI NAGUSIA / BOLETÍN OFICIAL (apirila • 1998 • abril)<br />

GOTZAINA ETA BERE LAGUNTZAILEAREN OHARRA<br />

APIRILAREN 26AN OSPATUKO DAN BAKE TOPAKETA DALA-TA<br />

«Bakea egin, Barri Ona zabaldu»<br />

Hirugarren urtez segidan, apirilaren 26an, Urkiolan ospatuko dan Bake Topaketa,<br />

bakearen al<strong>de</strong>ko elizbarruti ekitaldirako <strong>de</strong>ia luzatzen <strong>de</strong>utsuegu. Bikaritza eta eskual<strong>de</strong>,<br />

parrokia eta alkarte, ikastetxe eta gazteen tal<strong>de</strong>entzako <strong>de</strong>ia da. Alkarregaz erromes joanez,<br />

elizbarrutia egiten dogu.<br />

Aurtengo goiburuak, “Bakea egin, Barri Ona zabaldu”, egintza-ibilbi<strong>de</strong>aren azken<br />

txanpan dagoan Ebanjelizatzearen Elizbarrutiko bigarren Egitasmoaren ardura nagusienetariko<br />

bat gogoratzen <strong>de</strong>usku. Irailean, pastoral ekiturtearen hasieran, iragarriko dala<br />

itxaroten dogu.<br />

Egitasmoaren asmoa ebanjelizatze misiolaria bultzatzea da, gizarte baztarketeaz,<br />

indarkeriaz eta sinisgogortasunaz bustitako gizarte baten, Jaungoikoaren Herri osoaren<br />

kristau bizitza suspertuz eta barrituz.<br />

Egitasmoa egiterakoan, argi eta garbi ikusi izan da guztiz preminazkoa dala baketzea,<br />

indarkeria, intolerantzia eta alkarrizketarik ezak gizartea, familiak eta eliz alkartea<br />

banatzen dabezan une honetan.<br />

Ekintza terrorista guztiak salatu doguz, batez ere hilketak, “Ez dozu inor hilgo!”,<br />

errespetatu zure anai-arreben, hau da, gizon-emakume guztien, bizia, esaten <strong>de</strong>uskun<br />

Jaungoikoaren legearen eragile zintzo izan gura dogulako.<br />

Bake egarri haundia dauzan gure gizarteari, zaila egiten jako berau lortzeko behar<br />

dauzan bi<strong>de</strong> egokiak bilatzea; baina zailtasun honeek ez gaitue etsipenera eroan behar,<br />

eta bakea zabaltzearen al<strong>de</strong>ko gure konpromezua barritzeko eragingarri bihurtu behar<br />

dabe, bakea lortzea zaila eta neketsua dan arren, eskuratu daitekeen eta ezinbestekoa dan<br />

zerbait dana badakigulako. Bakea Jaungoikoaren doe eta gure ardurapean dagoan eginkizun<br />

da.<br />

Zer eskeini <strong>de</strong>ikeo gure Elizeak bakegintzari? Gure alkarteetan gai honi buruz aurkitu<br />

daikeguzan aukera eta sentsibilitate <strong>de</strong>sbardinetatik, preminazkoa da elizan bertan<br />

alkarrizketea bultzatzea, bakeari buruzko Elizearen irakatsiak gogoetarako oinarritzat<br />

hartuz. Alkarrizketa hau gure alkarteetan egitea ere, laguntasun e<strong>de</strong>rra izango da, honako<br />

gizarte jarduerea hain beharrezkoa dauan gizartearentzat. Gizon-emakumeen biziaren<br />

eta askatasunaren al<strong>de</strong>ko kristinauon zerbitzua askoz ere eraginkorragoa izango da gure<br />

bihotzean bakearen, maitasunaren eta biziaren Ebanjelioa hartzen badogu.<br />

Gure kristau alkarteek ardura ekintzaile eta eragileagoa ere eskeini behar <strong>de</strong>utse,<br />

seinale eta keinu esanguratsuekin, indarkeriaren ondorenak sufritzen dabezan lagun guztiei.<br />

Gure eliz alkarteen bizitzan berezkoak diran eskakizunokin batera, beharrezkoa da<br />

Elizbarrutiko eliztarren partehartze publiko ekintzaileagoa garatzea, gure herria baketzearen<br />

al<strong>de</strong>ko konpromezuan, hurrengo bi<strong>de</strong> hau jorratuz: alkarrizketan, giza eskubi<strong>de</strong><br />

guztien errespetuan eta <strong>de</strong>mokraziaren sakonketan oinarritutako bakea, gizarte adiski<strong>de</strong>tzeari<br />

eta politika aukera <strong>de</strong>sbardinendako tolerantziari eraginaz.


ALDIZKARI NAGUSIA / BOLETÍN OFICIAL (apirila • 1998 • abril)<br />

Herritarrek eskaera argi bat egiten <strong>de</strong>utse gizarteko arduradun nagusiei: zuzentasunean<br />

eta biziki<strong>de</strong>tasun <strong>de</strong>mokratikoan oinarritutako bakea maite daben guztiek ibili<br />

daikeezan baketze-bi<strong>de</strong>ak aurkeztu dagiezala.<br />

Bakearen al<strong>de</strong>ko III. Topaketak, gainean dogun Bake Topaketak, Ebanjelizatzearen<br />

Elizbarrutiko bigarren Egitasmoaren ardatz batzuk aurreratzen ditu. Urkiolan ospatuko<br />

dogun topaketeak agerian adierazoten dau Elizbarrutiaren bakearen al<strong>de</strong>ko konpromezua;<br />

eta Jaungoikoarengandik jasotako indarraz, egunero eskatzen <strong>de</strong>uskuzan ahaleginei<br />

aurre egin ahal izango <strong>de</strong>utsegu.<br />

Sentsibilitate <strong>de</strong>sbardinak daukezan eta hainbat lekutatik datozan kristinauek egun<br />

horretan burutzen dabezan otoitz, alkarrizketa, ahalegin bateratu, alkarte bazkari eta<br />

jolas-uneak, Elizeak gure herriaren baketze eta adiski<strong>de</strong>tzean laguntzeko egiten dauan<br />

ahalegin sendo eta segurua argi erakusten dabe.<br />

Gure gizarteko al<strong>de</strong> batzuetan nekea eta zalantza nabarmentzen diran honetan, <strong>de</strong>i<br />

egiten <strong>de</strong>utsegu borondate oneko gizon-emakume guztiei, batez ere kristau alkarteetako<br />

ki<strong>de</strong>ei, bakearen al<strong>de</strong>ko topaketa honetan parte hartu dagien Urkiolan.<br />

Gure aurreko belaunaldiak, gerratean bakea, izurriteetan osasuna eta siketetan ura<br />

eskatzera etorri izan dira santutegi ospetsu honetara, eta geu ere konfiantza eta itxaropen<br />

bardinaz goaz bertara, jakin badakigu-eta gure ahaleginak ez dirala alperrik.<br />

Gai hau larria da eta preminazkoa; gainera aurreko ekitaldi biak hain mese<strong>de</strong>garriak<br />

izan doguz; hori ikusita, bakearen al<strong>de</strong>ko topaketa honetara joateko <strong>de</strong>ia egiten<br />

<strong>de</strong>utsuegu.<br />

Urkiolan alkar ikusi arte!<br />

!!!!!<br />

Bilbo, 1998.ko martxoaren 29a.<br />

Ricardo Blázquez<br />

Bilboko Gotzaina<br />

Karmelo Etxenagusia<br />

Gotzain Laguntzailea<br />

HOMILÍA EN LA CELEBRACIÓN EUCARÍSTICA DEL<br />

CINCUENTENARIO DE MISIONES DIOCESANAS<br />

Queridos hermanos obispos, presbíteros, religiosos/as y seglares:<br />

Os saludo a todos con afecto. En vosotros quiero <strong>de</strong>s<strong>de</strong> aquí saludar hoy <strong>de</strong> forma<br />

especial a los misioneros <strong>de</strong> Ecuador, Angola y Ruanda, y <strong>de</strong> otros países, don<strong>de</strong> trabajan<br />

apostólicamente hijos e hijas <strong>de</strong> nuestra Iglesia diocesana.<br />

En la presencia <strong>de</strong>l Señor hacemos memoria <strong>de</strong> una historia entrañable, uniendo al<br />

recuerdo la gratitud, y al agra<strong>de</strong>cimiento la esperanza. Celebramos el cincuenta aniversa-


ALDIZKARI NAGUSIA / BOLETÍN OFICIAL (apirila • 1998 • abril)<br />

rio <strong>de</strong> Misiones Diocesanas, esa epopeya cristiana pionera en la Iglesia y realmente admirable,<br />

en la cual habéis tomado parte muchos <strong>de</strong> vosotros. Contemplamos el pasado sin<br />

nostalgias estériles; con amor repasamos un largo periodo <strong>de</strong> tiempo, durante el cual el<br />

Señor ha estado gran<strong>de</strong> con nosotros. “Voy a recordar la misericordia <strong>de</strong>l Señor, las alabanzas<br />

<strong>de</strong>l Señor, todo lo que hizo por nosotros el Señor, sus muchos beneficios a la casa<br />

<strong>de</strong> Israel” (Is 63,7).<br />

En la memoria agra<strong>de</strong>cida germina la esperanza; por esto, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el presente oteamos<br />

el futuro atentos a los <strong>de</strong>signios <strong>de</strong> Dios y con disponibilidad apostólica. Aunque han<br />

cambiado profundamente las situaciones tanto en nuestra diócesis como en las diócesis<br />

don<strong>de</strong> se ha <strong>de</strong>sarrollado nuestra colaboración, <strong>de</strong>seamos en esta Eucaristía ratificar<br />

nuestro compromiso misionero. Si en otros momentos dimos <strong>de</strong> nuestra abundancia, hoy<br />

queremos dar también <strong>de</strong> nuestra penuria; estamos seguros <strong>de</strong> que las raíces <strong>de</strong> la fe en<br />

nuestra Iglesia se revitalizan misteriosamente poniendo a disposición <strong>de</strong> otras Iglesias las<br />

personas que aquí también necesitamos.<br />

Cuando Misiones Diocesanas comenzaron su andadura no se había <strong>de</strong>smembrado<br />

aún la diócesis matriz <strong>de</strong> Vitoria. Después las diócesis, unidas en una fraternidad particular,<br />

ya que nacimos en el mismo parto, han llevado solidariamente esta empresa apostólica,<br />

que viene <strong>de</strong> lejos. La participación en la presente celebración <strong>de</strong> misioneros <strong>de</strong> Vitoria<br />

y San Sebastián expresa la responsabilidad compartida que <strong>de</strong>seamos continuar.<br />

El Evangelio, que hemos escuchado, nos invita a echar una mirada retrospectiva a<br />

los cincuenta años transcurridos, como hizo Jesús con la misión <strong>de</strong> los setenta y dos discípulos.<br />

Quedan en nuestro espíritu resonancias <strong>de</strong> aquel envío: “La mies es mucha y los<br />

obreros pocos” (Lc 10,2). “No llevéis bolsa ni alforja” (v. 4). “El Reino <strong>de</strong> Dios está cerca<br />

<strong>de</strong> vosotros” (v. 9). “Señor hasta los <strong>de</strong>monios se nos someten en tu nombre” (v. 17).<br />

“Alegraos <strong>de</strong> que vuestros nombres estén escritos en los cielos” (v. 20). “Has revelado (los<br />

misterios <strong>de</strong>l Reino) a los pequeños” (v. 21). ¡Dichosos vosotros porque habéis escuchado<br />

y creído en el Evangelio, porque os habéis puesto en camino como sus mensajeros, porque<br />

habéis visto signos <strong>de</strong> salvación en forma <strong>de</strong> sanación y <strong>de</strong> paz, <strong>de</strong> fraternidad y <strong>de</strong><br />

esperanza!<br />

1. “Con Cristo evangelizando” es el lema <strong>de</strong>l 5° “viernes solidario”, que vivimos ayer.<br />

Esta iniciativa sugerente, nos ha ayudado durante la Cuaresma a poner nuestra mirada<br />

en Dios y en los hermanos <strong>de</strong> los territorios <strong>de</strong> nuestras Misiones Diocesanas. El lema<br />

dice que unidos a Cristo po<strong>de</strong>mos evangelizar. El secreto y la fuente <strong>de</strong> todo misionero<br />

resi<strong>de</strong> en la comunión con Jesucristo, primer Evangelizador enviado a nuestro mundo<br />

por el Padre, único Salvador <strong>de</strong> la humanidad entera y buen Samaritano <strong>de</strong> todos los<br />

heridos <strong>de</strong> la tierra. Va naciendo y fortaleciéndose en nosotros el espíritu evangelizador a<br />

medida que unimos nuestra mirada a la <strong>de</strong> Jesús, que contemplaba a la humanidad como<br />

un rebaño al que falta pastor o como un campo que necesita obreros (cf. Lc 10,2; Mt 9,<br />

36-38).<br />

La mirada al mundo, convergente con la <strong>de</strong> Jesús a través <strong>de</strong> la comunión con Él<br />

por la fe y el amor, ha estado en el origen y en la continuidad <strong>de</strong> Misiones Diocesanas.<br />

Otras motivaciones −análisis sociales, solidaridad con los pobres y empobrecidos <strong>de</strong>l Tercer<br />

Mundo, distancia creciente entre el Norte y el Sur que dificulta la promoción <strong>de</strong> una<br />

humanidad como familia <strong>de</strong> hermanos y hermanas...− introducen modalida<strong>de</strong>s y exigencias<br />

concretas en la misión cristiana, pero no la fundamentan. El amor a Dios y el amor a<br />

los necesitados se fun<strong>de</strong>n sin fisuras y se refuerzan mutuamente. Muchos <strong>de</strong> los aquí presentes<br />

recordarán la vigorosa espiritualidad misionera, incluso el entusiasmo, <strong>de</strong>l semi-


ALDIZKARI NAGUSIA / BOLETÍN OFICIAL (apirila • 1998 • abril)<br />

nario <strong>de</strong> Vitoria, en cuyo ambiente fue gestándose y finalmente nació esta obra misionera,<br />

que constituye un capítulo excelente <strong>de</strong> nuestras diócesis.<br />

2. A través <strong>de</strong> Misiones Diocesanas, y por otros cauces, numerosos presbíteros, religiosos/as<br />

y seglares, han impreso a nuestra diócesis un sello eminentemente misionero.<br />

A todos queremos mostrar en esta celebración nuestra estima y gratitud.<br />

La actividad misionera es un intercambio <strong>de</strong> dones entre diversas diócesis <strong>de</strong>ntro<br />

<strong>de</strong> la misma Iglesia católica, que es comunión en el Señor. Los cristianos enviados por un<br />

obispo en nombre <strong>de</strong> la diócesis <strong>de</strong> origen y acogidos por otro obispo, que representa a la<br />

diócesis <strong>de</strong> <strong>de</strong>stino, establecen unos vínculos <strong>de</strong> fraternidad que a todos nos enriquecen.<br />

“Por la fuerza <strong>de</strong> esta catolicidad, cada grupo aporta sus dones a los <strong>de</strong>más y a toda la<br />

Iglesia, <strong>de</strong> manera que el conjunto y cada una <strong>de</strong> sus partes se enriquecen con el compartir<br />

mutuo y con la búsqueda <strong>de</strong> plenitud en la unidad” (Lumen gentium, 13).<br />

Nosotros, como diócesis <strong>de</strong> <strong>Bilbao</strong>, hemos recibido mucho en este intercambio. El<br />

trasiego constante <strong>de</strong> misioneros ha mantenido vivo en nuestra conciencia cristiana el<br />

encargo apostólico <strong>de</strong> Jesús: “Id y haced discípulos <strong>de</strong> todos los pueblos” (Mt 28,19).<br />

Frente a posibles tentaciones <strong>de</strong> repliegue sobre nosotros mismos, los misioneros han<br />

recordado a los <strong>de</strong>más hermanos en la fe las dimensiones católica y apostólica <strong>de</strong> la Iglesia.<br />

En el contacto personal con los misioneros se advierte frecuentemente una impronta<br />

especial: en ellos, como en todo evangelizador, la fe se fortalece transmitiéndola, y el<br />

tomar parte en los trabajos por el Evangelio es una gracia también para los apóstoles.<br />

A<strong>de</strong>más, el haber vivido en condiciones sociales y culturales diferentes introduce una<br />

sana relativización y un discernimiento <strong>de</strong> lo fundamental. La experiencia misionera<br />

comporta <strong>de</strong> ordinario un acopio <strong>de</strong> sabiduría humana y cristiana. El encuentro evangélico<br />

con los pobres y la participación sencilla en su vida es una llamada apremiante a la<br />

conversión <strong>de</strong>l corazón.<br />

Queridos hermanos, pidamos al Señor por intercesión <strong>de</strong> Nuestra Señora <strong>de</strong> Begoña,<br />

en cuya basílica estamos reunidos, que nos conceda una fe viva y contagiosa, generosidad<br />

para intercambiar los dones recibidos y clarivi<strong>de</strong>ncia para continuar siendo diócesis<br />

auténticamente misionera en la situación histórica presente.<br />

!!!!!<br />

4 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 1998<br />

Ricardo Blázquez<br />

Obispo <strong>de</strong> <strong>Bilbao</strong><br />

HOMILÍA DE D. RICARDO BLÁZQUEZ EN LA MISA CRISMAL<br />

La misa crismal está impregnada particularmente por la presencia <strong>de</strong>l Espíritu Santo.<br />

En esta celebración ben<strong>de</strong>cimos el óleo <strong>de</strong> los catecúmenos y <strong>de</strong> los enfermos, y consagramos<br />

el santo crisma, que se utilizará en los sacramentos <strong>de</strong>l bautismo y la confirmación,<br />

y en la or<strong>de</strong>nación sacerdotal. El Espíritu Santo unge y sella el corazón <strong>de</strong> los fieles<br />

a través <strong>de</strong> estos aceites sagrados. En las correspondientes unciones sacramentales actúa


ALDIZKARI NAGUSIA / BOLETÍN OFICIAL (apirila • 1998 • abril)<br />

“la unción espiritual” (“spiritalis unctio”) por antonomasia, es <strong>de</strong>cir, la unción que es el<br />

mismo Espíritu Santo.<br />

Esta celebración es, por tanto, una oportunidad para reconocer por la fe la presencia<br />

y la actuación <strong>de</strong>l Espíritu Santo en la vida <strong>de</strong> la Iglesia y en la historia <strong>de</strong> la humanidad.<br />

Como sabemos, el año 1998 está <strong>de</strong>dicado especialmente al Espíritu Santo <strong>de</strong>ntro<br />

<strong>de</strong>l itinerario <strong>de</strong> preparación al jubileo <strong>de</strong>l Año 2000, según las orientaciones <strong>de</strong>l Papa.<br />

“El Espíritu <strong>de</strong>l Señor está sobre mí, porque Él me ha ungido. Me ha enviado para<br />

dar la Buena Noticia a los pobres, para anunciar a los cautivos la libertad, y a los ciegos la<br />

vista; para dar la libertad a los oprimidos; para anunciar el año <strong>de</strong> gracia <strong>de</strong>l Señor” (Lc<br />

4,18-19). Todo cristiano ha sido ungido por el Espíritu Santo e incorporado a Jesús el<br />

Mesías; forma parte <strong>de</strong> la Iglesia, pueblo sacerdotal, profético y real. A<strong>de</strong>más, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong><br />

este pueblo algunos han recibido por la imposición <strong>de</strong> las manos el ministerio sacerdotal.<br />

Si en estas palabras me refiero sobre todo a los sacerdotes, todo tien<strong>de</strong> realmente a<br />

la edificación <strong>de</strong> la Iglesia como una fraternidad, al reconocimiento <strong>de</strong> la santidad <strong>de</strong><br />

Dios que es nuestra vida y a la difusión <strong>de</strong>l Evangelio cuyos <strong>de</strong>stinatarios privilegiados<br />

son los pobres, los pecadores y los sencillos <strong>de</strong> corazón.<br />

Vamos a renovar, queridos hermanos obispos y presbíteros, con gratitud y disponibilidad<br />

el carisma <strong>de</strong> Dios que está en nosotros por la imposición <strong>de</strong> las manos (cf. Tim<br />

1,6). Reavivamos el don recibido en la or<strong>de</strong>nación, conscientes <strong>de</strong> nuestra fragilidad y<br />

dispuestos “a volver con el corazón al Cenáculo, don<strong>de</strong>, perseverando en la oración con<br />

María y los hermanos, po<strong>de</strong>mos encontrar <strong>de</strong> nuevo el entusiasmo necesario para reanudar<br />

el trabajo <strong>de</strong>l servicio apostólico” (Carta <strong>de</strong> Juan Pablo II a los sacerdotes para el<br />

Jueves Santo <strong>de</strong> 1998, n. 6).<br />

«’El Espíritu <strong>de</strong>l Señor está sobre mí’ (Lc 4,18). El Espíritu Santo recibido en<br />

el sacramento <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n es fuente <strong>de</strong> santidad y llamada a la santificación, no sólo<br />

porque configura al sacerdote con Cristo Cabeza y Pastor <strong>de</strong> la iglesia y le confía la<br />

misión profética, sacerdotal y real para que la lleve a cabo personificando a Cristo,<br />

sino también porque anima y vivifica su existencia cada día, enriqueciéndola con<br />

dones y exigencias, con virtu<strong>de</strong>s y fuerzas, que se compendian en la caridad pastoral»<br />

(Pastores dabo vobis, 27).<br />

Nuestro sacerdocio está íntimamente unido al Espíritu Santo y a su misión, como<br />

ha subrayado el nuevo Ritual <strong>de</strong> ór<strong>de</strong>nes. La unción <strong>de</strong> nuestras manos con el santo<br />

crisma el día <strong>de</strong> la or<strong>de</strong>nación expresa la sigilación <strong>de</strong> nuestra persona con el Espíritu<br />

Santo y nos recuerda su llamada permanente.<br />

Por el “Espíritu <strong>de</strong> santidad” (Plegaria <strong>de</strong> or<strong>de</strong>nación <strong>de</strong> presbíteros) hemos sido<br />

configurados con Jesucristo para presidir en su nombre la comunidad cristiana. El Espíritu<br />

fortalece y vitaliza nuestro ministerio para que las acciones pastorales fructifiquen en<br />

el corazón <strong>de</strong> los hombres. Y el mismo Espíritu Santo nos renueva internamente y urge<br />

nuestra entrega sin reservas al ministerio confiado. Nuestro ser, nuestro actuar y nuestro<br />

vivir son <strong>de</strong> esta forma configurados, capacitados y plasmados por el Espíritu <strong>de</strong>l Señor,<br />

sumo Sacerdote y buen Pastor (cf. Pastores dabo vobis, 33).<br />

El Espíritu Santo es el protagonista <strong>de</strong> nuestra vida espiritual. Según la promesa <strong>de</strong><br />

Jesús nos acompaña en el testimonio <strong>de</strong>l Evangelio, nos sostiene en las pruebas, nos<br />

conduce a la verdad cada vez más hondamente percibida, nos otorga gozo y paz en medio<br />

<strong>de</strong>l mundo. Viviremos santamente, si cumplimos con atención al Espíritu las tareas pro-


ALDIZKARI NAGUSIA / BOLETÍN OFICIAL (apirila • 1998 • abril)<br />

pias <strong>de</strong>l ministerio sacerdotal. “Así pues, ejerciendo el ministerio <strong>de</strong>l Espíritu y <strong>de</strong> la justicia<br />

(cf. 2 Cor 3,8-9), se fortalecen en la vida <strong>de</strong>l espíritu, con tal que sean dóciles al Espíritu<br />

<strong>de</strong> Cristo, que los vivifica y conduce” (Presbyterorum ordinis, 12).<br />

“La esperanza no <strong>de</strong>frauda, porque el amor <strong>de</strong> Dios ha sido <strong>de</strong>rramado en nuestros<br />

corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado” (Rom 5,5). De forma semejante<br />

po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>cir: en nuestro ministerio no <strong>de</strong>sfallecemos porque la caridad pastoral ha<br />

sido <strong>de</strong>rramada en nuestros corazones por el Espíritu Santo recibido en la or<strong>de</strong>nación.<br />

En la caridad pastoral se resume nuestra fi<strong>de</strong>lidad al Señor.<br />

El amor pastoral nos invita a acercarnos a nuestra grey para conocerla y amarla,<br />

para cuidarla con diligencia y generosidad, para entregarnos sin reservas y servirla a<br />

ejemplo <strong>de</strong> Jesús. Las múltiples tareas que nos reclaman y a veces nos fatigan y agobian,<br />

son asumidas serenamente porque “el amor <strong>de</strong> Cristo nos apremia” (2 Cor 5,14).<br />

El buen pastor sale también a los cruces <strong>de</strong> los caminos (cf. Mt 22,9), para ir al encuentro<br />

<strong>de</strong> los que se han alejado, o se están alejando o se están acercando, o <strong>de</strong> los que<br />

nunca formaron parte <strong>de</strong> la Iglesia, para invitar a los excluidos y los extraños a la comunión<br />

con Dios y con los hermanos. Vayamos también a las encrucijadas don<strong>de</strong> se <strong>de</strong>bate<br />

el presente y el futuro <strong>de</strong> nuestra sociedad con atrevimiento y confianza. El Espíritu nos<br />

prece<strong>de</strong> abriendo las puertas al Evangelio, ya que actúa en la humanidad y en todo hombre<br />

que busca sinceramente la verdad. Todo hombre es “espera <strong>de</strong> Dios” (S. Weil) que no<br />

se apaga; ni la aparente indiferencia a los gran<strong>de</strong>s i<strong>de</strong>ales, ni la acomodación a <strong>de</strong>gustar<br />

las satisfacciones inmediatas <strong>de</strong> la vida, pue<strong>de</strong>n sofocar la aspiración a lo trascen<strong>de</strong>nte<br />

grabada en su ser. El “cor inquietum”, que escrutó genialmente S. Agustín, es un poco el<br />

corazón <strong>de</strong> todos. El clima <strong>de</strong>scontentadizo, que se percibe en nuestras socieda<strong>de</strong>s, es<br />

quizá el reverso <strong>de</strong> no haber encontrado lo realmente pacificador, lo único necesario.<br />

Como buenos pastores salgamos a los cruces <strong>de</strong> los caminos, según nos invita el II Plan<br />

Diocesano <strong>de</strong> Evangelización.<br />

Este mismo Plan quiere promover más intensamente en todos los cristianos y particularmente<br />

en los agentes <strong>de</strong> evangelización la espiritualidad. La espiritualidad cristiana<br />

no es otra cosa que vivir personalmente y hondamente las realida<strong>de</strong>s cristianas con el<br />

po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>l Espíritu Santo, que se une a nuestro espíritu (cfr. Rom 8,1 ss.). Es sintonizar<br />

con los sentimientos <strong>de</strong> Jesús. Es suplicar que la gracia <strong>de</strong> la Palabra nos sea comunicada<br />

en el encuentro con Dios. Es la vivencia cordial <strong>de</strong>l misterio <strong>de</strong> Dios en la vida diaria. Está<br />

en la fuente <strong>de</strong> una fe que irradia luz, contagia e invita vigorosamente.<br />

Evangeliza eficazmente el apóstol animado por el Espíritu. El trabajo apostólico es<br />

muy peculiar; reclama, por supuesto, preparación a<strong>de</strong>cuada y esfuerzo sostenido; pero<br />

comporta la conciencia viva <strong>de</strong> que si no actúa el Espíritu <strong>de</strong> Dios no llega nuestra palabra<br />

al corazón <strong>de</strong> los hombres ni son evangélicamente eficaces nuestros programas,<br />

papeles y reuniones. El Espíritu Santo es el agente principal <strong>de</strong> la evangelización;<br />

nosotros <strong>de</strong>bemos ser dóciles instrumentos suyos. Por esto, nuestro quehacer pastoral<br />

<strong>de</strong>be estar impregnado <strong>de</strong> intensa y sana espiritualidad.<br />

“Las técnicas <strong>de</strong> evangelización son buenas, pero ni las más perfeccionadas podrían<br />

reemplazar la acción discreta <strong>de</strong>l Espíritu. La preparación más refinada <strong>de</strong>l evangelizador<br />

no consigue absolutamente nada sin Él. Sin Él, la dialéctica más convincente es impotente<br />

sobre el espíritu <strong>de</strong> los hombres. Sin Él, los esquemas más elaborados sobre bases sociológicas<br />

o psicológicas se revelan pronto <strong>de</strong>sprovistos <strong>de</strong> valor... No es una casualidad<br />

que el gran comienzo <strong>de</strong> la evangelización tuviera lugar la mañana <strong>de</strong> Pentecostés bajo el<br />

soplo <strong>de</strong>l Espíritu” (Evangelii Nuntiandi, 75). La experiencia diaria como apóstoles en


ALDIZKARI NAGUSIA / BOLETÍN OFICIAL (apirila • 1998 • abril)<br />

nuestra sociedad ratifica cómo suscitar la fe y fortalecerla no está a nuestro alcance, ya<br />

que es obra <strong>de</strong> Dios, y nosotros somos “siervos inútiles” (cf. Lc 17,10). “Si el Señor no<br />

construye la casa, en vano se cansan los albañiles” (Sal 126,1). Esta persuasión no <strong>de</strong>be<br />

conducirnos a la indolencia, sino a situarnos en las dimensiones reales <strong>de</strong> la evangelización,<br />

a saber, en la necesidad indispensable <strong>de</strong> la gracia divina y en nuestra colaboración<br />

sacrificada y humil<strong>de</strong>.<br />

Los análisis histórico-culturales <strong>de</strong> la religión en nuestro tiempo pue<strong>de</strong>n sin duda<br />

proporcionar mayor luci<strong>de</strong>z a nuestras tareas, pero son previos o concomitantes. Lo fundamental<br />

acontece cuando el soplo <strong>de</strong> Cristo, es <strong>de</strong>cir su Espíritu, alienta en los mensajeros<br />

y en los oyentes. El Espíritu, en Pentecostés, suscitó la palabra y el testimonio, el valor<br />

y la confianza; y así <strong>de</strong>l anuncio <strong>de</strong> Jesucristo nació la fe en los que escucharon, y con<br />

la fe renació el corazón y comenzó una forma <strong>de</strong> vivir siguiendo las huellas <strong>de</strong> Jesús.<br />

Queridos hermanos, bendigamos a Dios Padre que a todos nos ha llamado a la fe y<br />

al conocimiento <strong>de</strong> Jesucristo que es el Evangelio en persona. Demos gracias a Dios porque<br />

por caminos distintos nos ha invitado a trabajar en su campo. Supliquemos al Señor<br />

unos para otros y todos unidos la gracia <strong>de</strong> la fi<strong>de</strong>lidad. Pidamos por cuantos −niños, jóvenes<br />

y enfermos− serán ungidos a lo largo <strong>de</strong>l año con estos aceites santos. Yo os <strong>de</strong>seo<br />

los frutos <strong>de</strong>l Espíritu: amor, gozo, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fi<strong>de</strong>lidad, mo<strong>de</strong>stia,<br />

dominio <strong>de</strong> sí (Gál 5,22-23). ¡Que María nos enseñe la docilidad al Espíritu!<br />

<strong>Bilbao</strong>, 9 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 1998<br />

Festividad <strong>de</strong> Jueves Santo


ALDIZKARI NAGUSIA / BOLETÍN OFICIAL (apirila • 1998 • abril)<br />

CAJA DIOCESANA DE COMPENSACIÓN<br />

Información. Albisteak<br />

ACTA DE LA REUNIÓN DE LA PERMANENTE<br />

CELEBRADA EL DÍA 13 DE MARZO DE 1998<br />

Después <strong>de</strong> estudiar las solicitu<strong>de</strong>s presentadas, se acordaron las siguientes:<br />

1. AYUDAS<br />

• PQ. SAN ESTEBAN, DE ETXEBARRI. Se le conce<strong>de</strong> un millón <strong>de</strong> pesetas<br />

(1.000.000), para ayudar a amortizar el crédito contraído para las obras <strong>de</strong> la<br />

Parroquia.<br />

• PQ. SAN JUAN EVANGELISTA, DE BERRIZ. Se le conce<strong>de</strong> un millón y medio<br />

<strong>de</strong> pesetas (1.500.000), para diversas obras a realizar en el templo parroquial.<br />

• PQ. SAN PEDRO, DE MURUETA-OROZKO. Se le conce<strong>de</strong>n dos millones <strong>de</strong> pesetas<br />

(2.000.000), para reparaciones en el interior <strong>de</strong>l templo parroquial.<br />

• PQ. SAN NICOLÁS DE BARI, DE ELANTXOBE. Se le conce<strong>de</strong> un millón <strong>de</strong> pesetas<br />

(1.000.000), para ayudar a amortizar el crédito que hace años le hizo el<br />

FM.<br />

• ERMITA SAN JUAN DE GASTELUGATXE. Se le conce<strong>de</strong> un millón y medio <strong>de</strong><br />

pesetas (1.500.000), para obras <strong>de</strong> reparación <strong>de</strong> la Ermita.<br />

• PQ. SAN PEDRO DE ROMAÑA, DE TRUCÍOS. Se le conce<strong>de</strong> un millón <strong>de</strong> pesetas<br />

(1.000.000), para diversas obras <strong>de</strong> reparación <strong>de</strong>l templo parroquial.<br />

• CASA CURAL DE LA PQ. SAN PEDRO DE ROMAÑA, DE TRUCÍOS. Se le conce<strong>de</strong>n<br />

cuatrocientas mil pesetas (400.000), para acondicionamiento <strong>de</strong> la misma.<br />

• PQ. SAN SEVERINO, DE BALMASEDA. Se le conce<strong>de</strong> un millón <strong>de</strong> pesetas<br />

(1.000.000), para obras en el interior <strong>de</strong>l templo parroquial.<br />

• ERMITA LA MAGADALENA, DE ZALLA. Se le conce<strong>de</strong>n quinientas mil pesetas<br />

(500.000), para el arreglo <strong>de</strong> la cubierta.<br />

• PQ. SANTA MARÍA, DE GÜEÑES. Se le conce<strong>de</strong> un millón <strong>de</strong> pesetas<br />

(1.000.000), para obras en el templo y casa cural.<br />

• PQ. LA INMACULADA CONCEPCIÓN, DE ARANGUREN-ZALLA. Se le conce<strong>de</strong><br />

un millón <strong>de</strong> pesetas (1.000.000), para el arreglo <strong>de</strong> la cubierta <strong>de</strong>l templo<br />

parroquial.


ALDIZKARI NAGUSIA / BOLETÍN OFICIAL (apirila • 1998 • abril)<br />

• PQ. VIRGEN DE MAR, DE SANTURTZI. Se le conce<strong>de</strong>n dos millones <strong>de</strong> pesetas<br />

(2.000.000), para obras en el templo parroquial.<br />

• PQ. SAN JUAN BAUTISTA, DE EA. Se le conce<strong>de</strong>n dos millones <strong>de</strong> pesetas<br />

(2.000.000), para la restauración <strong>de</strong>l retablo.<br />

• PQ. ANDRA MARI, DE MARKINA-XEMEIN. Se le conce<strong>de</strong>n tres millones <strong>de</strong><br />

pesetas (3.000.000), para obras <strong>de</strong> reparación en el templo parroquial<br />

• PQ. SAN MARTÍN, DE FICA. Se le conce<strong>de</strong>n cuatrocientas cincuenta mil pesetas<br />

(450.000), para acondicionamiento <strong>de</strong> la casa cural.<br />

• PQ. SAN MARTÍN, DE ARRIETA. Se le conce<strong>de</strong>n quinientas mil pesetas<br />

(500.000), para reparación <strong>de</strong> la torre <strong>de</strong>l templo parroquial.<br />

2. CONVENIOS DE PARROQUIAS Y SECTORES CON LA CAJA<br />

DIOCESANA DE COMPENSACIÓN<br />

La media <strong>de</strong> los presentados hasta la fecha supera el 5% <strong>de</strong> subida con relación al<br />

año anterior, lo que constituye una buena noticia ya que eso era lo presupuestado.<br />

3. ESTATUTO DE LA VIVIENDA<br />

El Consejo Diocesano <strong>de</strong> Asuntos Económicos, con el ánimo <strong>de</strong> impulsar y controlar<br />

el Plan Económico Diocesano 1996-2000, creó una Comisión <strong>de</strong> seguimiento para el<br />

citado Plan.<br />

En la priorización <strong>de</strong> asuntos a tratar se incluyó el “Estatuto <strong>de</strong> la Vivienda”, por ser<br />

un objetivo específico (Objetivo 5) <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l Plan y por ser un tema que está pendiente<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace años.<br />

Con el objetivo <strong>de</strong> conseguir la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong>l Estatuto <strong>de</strong> la Vivienda para el final <strong>de</strong><br />

este curso 1997-1998, es <strong>de</strong>cir, para el mes <strong>de</strong> junio próximo, la Comisión ha propuesto el<br />

siguiente calendario <strong>de</strong> trabajo:<br />

1. Preparación <strong>de</strong> anteproyecto y presentación a la Junta Permanente <strong>de</strong> la Caja<br />

Diocesana <strong>de</strong> Compensación: 13 <strong>de</strong> marzo (ya celebrada)<br />

2. Presentación al Servicio Vicarial <strong>de</strong>l Clero: marzo.<br />

3. Análisis, <strong>de</strong>bate y discusión: abril-mayo.<br />

4. Presentación y aprobación, si proce<strong>de</strong>, por Caja Diocesana <strong>de</strong> Compensación,<br />

Consejo Presbiteral, Consejo Diocesano <strong>de</strong> Asuntos Económicos, Consejo Episcopal<br />

y quien proceda: junio 1998.<br />

"""<br />

Sin más asuntos que tratar se da por terminada la reunión.


ALDIZKARI NAGUSIA / BOLETÍN OFICIAL (apirila • 1998 • abril)<br />

Crónica Diocesana ∗<br />

CELEBRACIÓN EUCARÍSTICA<br />

POR LOS 50 AÑOS DE MISIONES DIOCESANAS<br />

El pasado 4 <strong>de</strong> abril se celebró una eucaristía <strong>de</strong> acción <strong>de</strong> gracias, en la basílica <strong>de</strong><br />

Begoña, por los 50 años <strong>de</strong> Misiones Diocesanas. Fue un sencillo encuentro diocesano <strong>de</strong><br />

oración y fraternidad universal, lleno <strong>de</strong> pequeños signos y gestos, presidido por don Ricardo<br />

Blázquez.<br />

En el presbiterio <strong>de</strong> la basílica estuvieron presentes el pasado, el presente y el futuro<br />

<strong>de</strong> nuestras Misiones Diocesanas en las personas <strong>de</strong> sacerdotes, religiosas y seglares<br />

que han sido, son y serán misioneros en los diferentes territorios <strong>de</strong> Misiones Diocesanas<br />

(Angola, Zaire, Rwanda, Ecuador, Brasil, Venezuela y Chile).<br />

También estuvieron representados los familiares <strong>de</strong> misioneros y misioneras,<br />

corresponsales <strong>de</strong> la revista “Los Ríos”, grupos parroquiales <strong>de</strong> misiones y los grupos <strong>de</strong><br />

jóvenes que se preparan para ir a territorios <strong>de</strong> misión.<br />

Junto con el Obispo <strong>de</strong> <strong>Bilbao</strong>, don Ricardo Blázquez, y su Auxiliar, don Carmelo<br />

Echenagusía, estuvieron don Víctor Garaigordobil, Obispo emérito <strong>de</strong> Los Ríos, y Patxi<br />

Arraibi, dos vizcaínos <strong>de</strong> la primera expedición en 1948 a Los Ríos. También don Luis<br />

María <strong>de</strong> Larrea, Obispo emérito <strong>de</strong> <strong>Bilbao</strong>.<br />

Los últimos ganadores <strong>de</strong>l festival <strong>de</strong> la canción misionera y el coro <strong>de</strong> Afrovasca<br />

amenizaron el ambiente media hora antes <strong>de</strong>l comienzo <strong>de</strong> la eucaristía. Los dos angoleños<br />

y el zaireño también intervinieron con un bello canto durante la comunión.<br />

Durante la eucaristía se pidió perdón por las sombras <strong>de</strong> muchos momentos en estos<br />

cincuenta años. También se hicieron presentes el dolor <strong>de</strong>l hambre, <strong>de</strong> las cárceles y<br />

la guerra en Rwanda y Angola, y los estragos <strong>de</strong> las inundaciones en Ecuador.<br />

En la presentación <strong>de</strong> los dones, junto al pan estaba el arroz y el maíz simbolizando<br />

la inculturación. Sobre un mapa <strong>de</strong> América y África se colocó la cruz <strong>de</strong>l sufrimiento y la<br />

esperanza. Entre las ofrendas no faltó la revista “Los Ríos” que ha ido recogiendo la experiencia<br />

<strong>de</strong> estos años.<br />

Cada petición, cada ofrenda, cada acción <strong>de</strong> gracias, realizada por personas diferentes<br />

dio una dimensión muy participativa a la celebración.<br />

[En la sección Iglesia. Bizkaia. Eleizea, <strong>Documentos</strong>. <strong>Agiriak</strong>, se<br />

recoge la homilía pronunciada por don Ricardo Blázquez en esta<br />

eucaristía]<br />

"""<br />

∗ La información <strong>de</strong> esta Crónica Diocesana está elaborada por la Delegación <strong>de</strong> MCS.


ALDIZKARI NAGUSIA / BOLETÍN OFICIAL (apirila • 1998 • abril)<br />

COMIENZA LA LECTURA IMPLICATIVA DEL<br />

II PLAN DIOCESANO DE EVANGELIZACIÓN<br />

El documento para la lectura implicativa <strong>de</strong>l II Plan Diocesano <strong>de</strong> Evangelización<br />

está ya en manos <strong>de</strong> los consejos <strong>de</strong> parroquias, sectores, organismos, asociaciones, movimientos,<br />

comunida<strong>de</strong>s religiosas, etc. De hecho, se han realizado presentaciones públicas<br />

<strong>de</strong>l documento en algunas vicarías y se ha comenzado a trabajar sobre el texto en diversos<br />

ámbitos diocesanos.<br />

La Comisión <strong>de</strong> redacción y elaboración <strong>de</strong> este II Plan Diocesano ha visto conveniente<br />

la creación <strong>de</strong> una Secretaría permanente que cumpla cuatro funciones básicas<br />

durante este período <strong>de</strong> la lectura implicativa hasta la promulgación <strong>de</strong>finitiva <strong>de</strong>l Plan.<br />

La primera <strong>de</strong> estas funciones es aten<strong>de</strong>r a las cuestiones que surjan en los grupos eclesiales<br />

que realizan esta lectura implicativa. La segunda, encargarse <strong>de</strong>l seguimiento <strong>de</strong> la<br />

tarea que se está llevando a cabo. Las otras dos funciones son encauzar la articulación<br />

entre los diversos ámbitos locales y el diocesano, y avanzar en la redacción <strong>de</strong>finitiva <strong>de</strong><br />

este Plan Diocesano <strong>de</strong> Evangelización.<br />

Con el visto bueno <strong>de</strong>l Consejo Episcopal y <strong>de</strong>l Comité Ejecutivo <strong>de</strong>l Consejo Pastoral<br />

Diocesano, estas funciones han recaído en Carlos García <strong>de</strong> Andoin y Ángel M. Unzueta.<br />

"""<br />

REAPERTURA DE LAS <strong>IGLESIA</strong>S DE<br />

SAN MARTÍN (ZAMUDIO) Y SAN SEVERINO (BALMASEDA)<br />

Los días 19 <strong>de</strong> marzo y 25 <strong>de</strong> marzo se abrieron <strong>de</strong> nueva al culto las iglesias <strong>de</strong> San<br />

Martín, en Zamudio, y San Severino, en Balmaseda, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> que se realizaron importantes<br />

obras <strong>de</strong> restauración en ambos templos.<br />

Don Carmelo Echenagusía presidió la eucaristía en San Martín y don Ricardo Blázquez<br />

en San Severino. Los dos templos estuvieron llenos <strong>de</strong> fieles en la primera misa <strong>de</strong>spués<br />

<strong>de</strong> su reapertura.<br />

La iglesia <strong>de</strong> San Martín, junto a la torre <strong>de</strong> Malpica, conforman un conjunto monumental<br />

<strong>de</strong> relevancia artística. Su carácter monumental se <strong>de</strong>be tanto al interés arquitectónico<br />

<strong>de</strong>l edificio como <strong>de</strong>l contenido mueble <strong>de</strong>l interior.<br />

La iglesia <strong>de</strong> San Severino <strong>de</strong> Balmaseda está consi<strong>de</strong>rada como uno <strong>de</strong> los monumentos<br />

más bellos <strong>de</strong> Bizkaia. De estilo gótico, la construcción <strong>de</strong> este edificio se llevó a<br />

cabo en el siglo XV, aunque haya elementos <strong>de</strong> épocas posteriores como la torre <strong>de</strong>l siglo<br />

XVIII <strong>de</strong> estilo barroco.<br />

"""


ALDIZKARI NAGUSIA / BOLETÍN OFICIAL (apirila • 1998 • abril)<br />

44 CATEQUISTAS EN UN CURSO DE CAPACITACIÓN<br />

EN LAS VICARÍAS III Y VII<br />

En los últimos años, miembros <strong>de</strong> la Delegación diocesana <strong>de</strong> Catequesis han tenido<br />

una serie <strong>de</strong> encuentros con los responsables sectoriales <strong>de</strong> catequesis <strong>de</strong> las Vicarías<br />

III y VII. Al comienzo <strong>de</strong> este curso se realizó un cursillo básico <strong>de</strong> iniciación <strong>de</strong> cuatro<br />

días en el que tomaron parte más <strong>de</strong> 140 catequistas y candidatos a catequistas.<br />

Después <strong>de</strong> esta experiencia, los responsables sectoriales <strong>de</strong> catequesis <strong>de</strong>tectaron<br />

la necesidad <strong>de</strong> un proceso formativo también para los catequistas veteranos, los que ya<br />

llevaban un tiempo trabajando como catequistas <strong>de</strong> infancia, con la finalidad <strong>de</strong> encauzar<br />

una puesta al día.<br />

La Delegación <strong>de</strong> Catequesis en colaboración con el Instituto Diocesano <strong>de</strong> Teología<br />

y Pastoral, ha elaborado un proyecto formativo. Puesto que el catequista se sitúa en el<br />

ministerio eclesial <strong>de</strong> la Palabra, parecía a<strong>de</strong>cuado ahondar en el mensaje bíblico mediante<br />

unos encuentros <strong>de</strong> estudio. Para este 1998 se ha programado la formación en tres<br />

fases: primera, enero-febrero; segunda, abril-mayo; tercera, octubre-noviembre.<br />

La selección <strong>de</strong> los participantes en estos cursos bíblicos se ha realizado con el vicario<br />

episcopal territorial y a través <strong>de</strong> los responsables <strong>de</strong> catequistas <strong>de</strong> cada uno <strong>de</strong> los<br />

sectores. En total son 44 las catequistas y los catequistas que están participando en las<br />

sesiones <strong>de</strong> los martes y 11 en las <strong>de</strong> los sábados.<br />

"""<br />

MEMORIA DE “LAGUNGO”,<br />

CENTRO DE ORIENTACIÓN FAMILIAR<br />

“Lagungo”, Centro <strong>de</strong> Orientación Familiar, ha presentado su memoria anual <strong>de</strong><br />

activida<strong>de</strong>s, correspondiente al año pasado.<br />

En este tiempo han atendido 141 casos, <strong>de</strong> los que 112 fueron nuevos, 17 <strong>de</strong> años<br />

anteriores y 12 reinicios. Algo menos <strong>de</strong> la mitad <strong>de</strong> personas atendidas correspon<strong>de</strong> a<br />

familias domiciliadas en <strong>Bilbao</strong>. Es significativa la presencia <strong>de</strong> personas domiciliadas en<br />

Barakaldo y Basauri, aunque prácticamente hay <strong>de</strong> todas las zonas <strong>de</strong> Bizkaia.<br />

Cerca <strong>de</strong> la mitad <strong>de</strong> los casos han sido enviados por sacerdotes o parroquias o amigos<br />

o familiares que tienen noticia <strong>de</strong> las activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> “Lagungo”.<br />

Los motivos <strong>de</strong> consulta han sido variados: problemas <strong>de</strong> pareja, problemas psiquiátricos,<br />

problemas padres/hijos, problemas personales, información sobre nulidad<br />

canónica, etc.<br />

El total <strong>de</strong> sesiones <strong>de</strong>dicadas a aten<strong>de</strong>r casos los últimos cuatro años ha sido <strong>de</strong><br />

2101.<br />

La Fundación “Lagungo” creó el Centro <strong>de</strong> Orientación Familiar queriendo aportar<br />

al entorno social un Servicio que contribuya al bien <strong>de</strong> la Familia y <strong>de</strong> los cónyuges.<br />

El Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la Junta <strong>de</strong> Patronos fundadores <strong>de</strong> “Lagungo” es don Ricardo<br />

Blázquez, Obispo <strong>de</strong> <strong>Bilbao</strong>; el Director <strong>de</strong>l Consejo <strong>de</strong> Dirección es Javier Badiola Vigo, y<br />

el Subdirector, Patxi Otamendi Egiguren.


ALDIZKARI NAGUSIA / BOLETÍN OFICIAL (apirila • 1998 • abril)<br />

Elizbarrutiko Barriak ∗<br />

EUKARISTIA OSPAKIZUNA<br />

ELIZBARRUTIETAKO MISINOEN 50. URTEURRENEAN<br />

Joan dan apirilaren 4ean, Elizbarrutietako Misinoen 50 urteak dirala-ta, eskerroneko<br />

eukaristia bat ospatu zan, Begoñako Basilikan. On Ricardo Blázquez buru zala,<br />

zeinu eta keinuz betetako elizbarruti ekitaldi apal bat egin zan, otoitz eta anaitasun giroan.<br />

Basilikako aldarean gure Elizbarrutietako Misinoen lehena, oraina eta geroa batu<br />

tiran, Elizbarrutietako Misinoen lurral<strong>de</strong>etan (Angola, Zaire, Rwanda, Ekuador, Brasil,<br />

Venezuela eta Txile) misiolari izan diran, diran eta izango diran aba<strong>de</strong>, erlijiosa eta laikoek<br />

or<strong>de</strong>zkatuta.<br />

Misiolarien senitartekoak, “Los Rios” aldizkariaren barriemoileak, misinoetarako<br />

parroki tal<strong>de</strong>ak eta misinoetara joateko prestatzen diharduen gazteen tal<strong>de</strong>ak ere bertan<br />

egozan.<br />

On Ricardo Blázquez, Bilboko gotzaina, eta bere laguntzaileagaz batera, 1948. urtean<br />

Los Riosetara abiatu zan lehenengo tal<strong>de</strong>ko bizkaitar bi, Bittor Garaigordobil, Los<br />

Riosetako gotzain emeritua, eta Patxi Arraibi, egon ziran.<br />

Abesti misiolariaren jaialdiko azken irabazleek eta Afrovasca koruak girotu eben<br />

ekitaldia eukaristia has¡ baino ordu erdi lehenago. Angolar biek eta zairetarrak jaunartzeko<br />

unean ere parte hartu eben abesti e<strong>de</strong>r bategaz.<br />

Eukaristian parkamena eskatu zan berrogeita hamar urteotan egon diran iluntasunengaitik.<br />

Han azaldu ziran, baita ere, gosearen, Rwanda eta Angolako kartzela eta gerrearen,<br />

eta Ekuadorren jasandako uhole<strong>de</strong>ek eragindako sarraskien mina.<br />

Opariak aurkezterakoan, ogiagaz batera, inkulturazinoaren ezaugarri diran arroza<br />

eta artoa eroan ziran. Amerika eta Afrikako mapa baten oinazearen eta itxaropenaren<br />

kurutzea ipini zan. Eskeintzen artean, ez zan falta izan urteotako esperientzia batu dauan<br />

“Los Rios” aldizkaria.<br />

Lagun <strong>de</strong>sbardinek egindako eskaera bakoitzak, eskeintza bakoitzak, eskerroneko<br />

otoitz bakoitzak ospakizuna aberastu egin eben, jen<strong>de</strong> ugarik parte hartzeko aukerea izan<br />

eban-eta.<br />

[Iglesia Bizkaia. Elizea, <strong>Documentos</strong>. <strong>Agiriak</strong> sanean,<br />

On Ricardo Blázquezen Eukaristia honetako berbaldia<br />

irakurri daikezue]<br />

"""<br />

∗ Elizbarrutiko Barriak egitea GKetako Or<strong>de</strong>zkaritzaren ardurea da.


ALDIZKARI NAGUSIA / BOLETÍN OFICIAL (apirila • 1998 • abril)<br />

EBANJELIZATZEAREN ELIZBARRUTIKO BIGARREN EGITASMOA<br />

LEKUAN LEKUKO EGITEKO IRAKURKETEA HASTEN DA<br />

Ebanjelizatzearen Elizbarrutiko Bigarren Egitasmoa lekuan lekuko egiten lagunduko<br />

<strong>de</strong>uskun agiria parrokietako kontseilu, eskual<strong>de</strong>, erakun<strong>de</strong>, alkarte, mugimendu,<br />

komunitate erlijiosoek... eskuartean dauke. Izan ere, agiria aurkeztu izan da bikaritza<br />

batzuetan eta elizbarruti erakun<strong>de</strong> ugaritan has¡ dira testua lantzen.<br />

Elizbarrutiko Bigarren Egitasmo hau egiteaz eta idazteaz arduratu dan Batzor<strong>de</strong>ak<br />

egokitzat jo dau Idazkaritza iraunkor bat sortzea. Lau eginkizun nagusi izango ditu lekuan<br />

lekuko egiteko irakurketa honetatik Egitasmoa behin betiko aldarrikatu arte: irakurketa<br />

konprometitu hau egiten diharduen eliz tal<strong>de</strong>etan sortu daitekezan gorabehera<br />

guztiak aintzat hartu; egiten dihardugun lanaren jarraipenaz arduratu; lekuan lekuko<br />

gune <strong>de</strong>sbardin eta elizbarruti gunearen arteko loturea bi<strong>de</strong>ratu eta Ebanjelizatzearen<br />

Elizbarrutiko Egitasmo honen behin-betiko idazketan aurrera egin.<br />

Gotzain Batzarraren eta Elizbarrutiko Pastoral Kontseiluko Batzor<strong>de</strong> Eragilearen<br />

onespenaz, eginkizun honeek Carlos Garcia <strong>de</strong> Andoin eta Angel M. Unzuetak burutuko<br />

dabez.<br />

"""<br />

SAN MARTIN (ZAMUDIO) ETA SAN SEVERINO (BALMASEDA)<br />

ELIZAK BARRIRO ZABALTZEA<br />

Martxoaren 19an eta 25ean, Zamudioko San Martín eta Balmasedako San Severino<br />

elizak barriro zabaldu ziran elizkizunetarako, biotan barritze lan haundiak egin eta gero.<br />

On Karmelo Etxenagusia izan zan meza-buru San Martinen eta On Ricardo Blázquez<br />

San Severinon. Eliza biak eliztarrez gainezka egon ziran konponketa osteko lehen<br />

meza honetan.<br />

San Martin elizeak, Malpika dorreagaz batera, garrantzi artistiko haundiko monumentu-inguru<br />

bat osotzen dau. Elizea bera arkitektura al<strong>de</strong>tik interesgarria da, eta barruko<br />

altzari-edukinak ere aipagarriak dira.<br />

Balmasedako San Severino elizea Bizkaiko monumentu e<strong>de</strong>rrenetarikoena dala dinoe.<br />

Gotikoa, eliza hau XV. men<strong>de</strong>an eraiki zan, nahiz eta beranduagoko osagarri batzuk<br />

ere euki, esate baterako XVIII. men<strong>de</strong>ko dorre barrokoa.<br />

"""<br />

44 KATEKISTA GAIKUNTZARAKO IKASTAROAN<br />

III. ETA VII. BIKARITZETAN<br />

Azken urteotan hainbat topaketa izan dabe Katekesi Or<strong>de</strong>zkaritzakoek III. eta VII.<br />

Bikaritzetako eskual<strong>de</strong>etako katekesi arduradunekin. Ikasturte ponen hasieran, oinarrizko<br />

heziketa kurtsotxoa egin zan, eta katekista eta katekista izateko asmoa eben ehun<br />

eta berrogei lagunek egin eben lau egunetako ikastaroa.


ALDIZKARI NAGUSIA / BOLETÍN OFICIAL (apirila • 1998 • abril)<br />

Esperientzi horren ondoren, katekesirako eskual<strong>de</strong> arduradunok heziketa ibilbi<strong>de</strong><br />

baten preminea somatzen eben katekista “zaharrentzat” ere, hau da, katekista lanean<br />

ziharduen umearoko katekistentzako, euron eguneratzea −"aggiornamento"− bi<strong>de</strong>ratzeko.<br />

Katekesirako Or<strong>de</strong>zkaritzak, Elizbarrutiko Teologi-Pastoraltza Ikastegiagaz batera,<br />

heziketa egitasmo bat osotu dau. Katekistea Berbearen eliz zerbitzuan kokatzen danez,<br />

Bibliako mezua ikasketa-topaketa batzuen bi<strong>de</strong>z sakontzeko preminea ikusi genduan.<br />

1998. urte honetan hiru alditan banatu da heziketa egitaraua: lehenengoa, urtarrilaotsaila;<br />

bigarrena, apirila-maiatza; hirugarrena, urria-azaroa.<br />

Biblia ikastaro honetako partai<strong>de</strong>en aukeraketea, Lurral<strong>de</strong>ko Bikarioaren eta eskual<strong>de</strong><br />

bakoitzeko katekesirako arduradunen bitartez egin da. 44 katekistek parte hartzen<br />

dabe ikastaroan martitzenetako saioan eta 11 dira zapatuetan diharduenak.<br />

"""<br />

“LAGUNGO”,<br />

FAMILIENTZAKO AHOLKULARITZA ZERBITZUAREN TXOSTENA<br />

“Lagungo”, Familientzako Aholkularitza Zerbitzuak, urtero lez, iazko ekitaldiko<br />

ekintzen txostena aurkeztu dau.<br />

Sasoi honetan 141 kasu izan ditu eskuartean: 112 barriak, 17 beste urte batzuetakoak<br />

eta 12 barriro hartutakoak. Laguntza jaso dabenen artean, erdia inguru Bilbon bizi diran<br />

familiak dira. Esanguratsua da Barakaldo eta Basaurin bizi diranen kopurua ere, nahiz<br />

eta Bizkaiko al<strong>de</strong> guztietakoak egon.<br />

Erdiak, Lagungoren jardueraren barri dauken aba<strong>de</strong>, parrokia, lagun edo etxekoek<br />

bialdu izan dabez.<br />

Hainbat gairi buruzko aholkua eskatu <strong>de</strong>uskue: bikotearen arazoak, arazo psikiatrikoak,<br />

guraso/seme-alaba arazoak, arazo pertsonalak, ezkontzaren baliogabetasun kanonikoa,<br />

etab.<br />

Azken lau urteotan 2101 saio izan doguz, aurkezten <strong>de</strong>uskuezan kasuak aztertzeko<br />

eta bi<strong>de</strong>ratzeko.<br />

Lagungo Fundazinoak gizarteari, Familia eta senar-emazteen onerako izango dan<br />

Laguntza bat eskeintzeko asmoaz sortu eban Familientzako Aholkularitza Zerbitzua.<br />

“Lagungo”ren Sortzaile Nagusien Batzor<strong>de</strong>-Burua On Ricardo Blázquez, Bilboko<br />

Gotzaina da, Zuzendaritza Batzor<strong>de</strong>-Burua Javier Badiola Vigo da eta Zuzendarior<strong>de</strong>a,<br />

Patxi Otamendi Egiguren.


ALDIZKARI NAGUSIA / BOLETÍN OFICIAL (apirila • 1998 • abril)<br />

<strong>IGLESIA</strong>. ESPAÑA. <strong>ELEIZEA</strong><br />

<strong>Documentos</strong>. <strong>Agiriak</strong><br />

COMUNICADO DE LA COMISIÓN EPISCOPAL DE<br />

PASTORAL SOCIAL PARA EL DÍA DEL AMOR FRATERNO<br />

«La solidaridad da sentido a tu vida»<br />

Los Obispos <strong>de</strong> la Comisión Episcopal <strong>de</strong> Pastoral Social nos dirigimos a la comunidad<br />

cristiana y a la sociedad en el DÍA DEL AMOR FRATERNO, en la festividad <strong>de</strong>l<br />

JUEVES SANTO.<br />

Queremos compartir con todos nuestras preocupaciones e inquietu<strong>de</strong>s ante la falta<br />

<strong>de</strong> sentido trascen<strong>de</strong>nte y <strong>de</strong> solidaridad entre nosotros y en todo el mundo.<br />

Pensamos que reflexionar sobre el sentido <strong>de</strong> la vida no es sólo una cuestión filosófica,<br />

o un tema <strong>de</strong> tertulia, es un problema existencial −vital−, que pue<strong>de</strong> marcar fuertemente<br />

la vida, traumatizándola o iluminándola. El problema tiene, naturalmente, repercusión<br />

religiosa, porque si prescindimos <strong>de</strong> la trascen<strong>de</strong>ncia, po<strong>de</strong>mos quedarnos atrapados<br />

en un laberinto sin solución.<br />

Todos conocemos casos <strong>de</strong> personas que nunca encontraron sentido a su vida y se<br />

perdieron en la oscuridad <strong>de</strong> la noche. Es el problema <strong>de</strong> muchos jóvenes o <strong>de</strong> personas<br />

en paro que no saben qué hacer y se consumen en la monotonía, la vaciedad y el sinsentido.<br />

Algo <strong>de</strong> todo esto expresaba ya con fuerza el autor <strong>de</strong>l Eclesiastés.<br />

Por el contrario, conocemos también a personas que no sólo realizan su vida en positivo,<br />

sino que incluso orientan la vida <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más y le dan un pleno sentido. Hablaba<br />

Monseñor Romero <strong>de</strong> aquel beduino <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sierto que señalaba a la caravana sedienta la<br />

ruta cierta para encontrar el agua: “No por allí, por acá”. Pero ellos, siguiendo sus espejismos,<br />

no le hacían caso. Él insistía: “No por allá, sino por aquí”. Hastiados por tantas<br />

advertencias, un día le asesinaron. Él, agonizante, seguía repitiendo o señalando con la<br />

mano: “Por aquí, no por allá”.<br />

Necesitamos, tanto las personas como los pueblos, hombres-guía que nos prohíban<br />

los caminos equivocados, aunque sean tentadores, y nos señalen el camino recto, aunque<br />

sea difícil. Necesitamos guías que nos conduzcan hacia las fuentes <strong>de</strong> aguas vivas, no<br />

hacia los pozos <strong>de</strong> aguas contaminadas. Necesitamos hombres inspirados que nos expliquen<br />

no sólo para qué sirven los vasos, sino “para qué sirve la sed” (A. Machado), y si ésta<br />

pue<strong>de</strong> ser saciada <strong>de</strong>finitivamente o si tenernos que soportar la insatisfacción in<strong>de</strong>finida.<br />

La pregunta siempre se repite: ¿Tienen sentido nuestros trabajos, nuestras fatigas, nuestros<br />

dolores, nuestros placeres, nuestras diversiones? ¿Sirven para algo nuestras esperanzas,<br />

nuestras ilusiones y nuestras oraciones? ¿Para qué sirve nuestra vida? ¿Para qué<br />

sirve la sed? ¿El hombre no es más que un animal sediento?<br />

Agra<strong>de</strong>cemos a las personas que nos ayudaron a vivir con esperanza. Son personas<br />

estrellas, que nos guiaron hasta Belén, don<strong>de</strong> nace el Mesías, o hasta Jerusalén, don<strong>de</strong>


ALDIZKARI NAGUSIA / BOLETÍN OFICIAL (apirila • 1998 • abril)<br />

muere y resucita el Mesías, o hacia el Tercer y Cuarto Mundo, don<strong>de</strong> sigue naciendo, muriendo<br />

y resucitando el Mesías.<br />

Monseñor Romero, con su vida y con su muerte, fue un hombre-guía para su pueblo<br />

y para la humanidad. Moría señalando “el por aquí”, la ruta <strong>de</strong> la justicia y la solidaridad.<br />

Una mujer-guía en nuestra generación ha sido Teresa <strong>de</strong> Calcuta, que muere señalando<br />

el “por acá”, el camino <strong>de</strong> la solidaridad y <strong>de</strong>l amor misericordioso, no el camino <strong>de</strong><br />

la indiferencia o <strong>de</strong>l egoísmo. Podríamos citar innumerables ejemplos, entre los que <strong>de</strong>stacan<br />

los gran<strong>de</strong>s testigos <strong>de</strong> la caridad y la solidaridad. “Muchos Santos canonizados por<br />

la Iglesia dan admirable testimonio <strong>de</strong> esta solidaridad y sirven <strong>de</strong> ejemplo en las difíciles<br />

circunstancias actuales. Entre ellos <strong>de</strong>seo recordar a S. Pedro Claver, con su servicio a los<br />

esclavos <strong>de</strong> Cartagena <strong>de</strong> Indias, y a S. Maximiliano María Kolbe, dando su vida por un<br />

prisionero <strong>de</strong>sconocido en el campo <strong>de</strong> concentración <strong>de</strong> Auschwitz-Oswiecim” (Encíclica<br />

Sollicitudo rei socialis, 40). Son otras tantas estrellas que marcan el rumbo a seguir en<br />

medio <strong>de</strong> la noche.<br />

Cristo, fuente y luz para el hombre<br />

No sólo las personas pue<strong>de</strong>n orientarnos. También las instituciones, los acontecimientos,<br />

los movimientos. Pensemos en lo que ha significado para la humanidad ciertos<br />

movimientos culturales, políticos, sociales y religiosos. La Iglesia está llamada a ser un<br />

permanente punto <strong>de</strong> referencia para la humanidad.<br />

Quisiéramos aquí <strong>de</strong>stacar lo que ha supuesto para nuestro tiempo el Concilio Vaticano<br />

II, que ha sabido aportar, sin duda, una mayor riqueza a la reflexión sobre el sentido<br />

<strong>de</strong>l hombre y <strong>de</strong> la historia. Haciendo su análisis <strong>de</strong>l hombre mo<strong>de</strong>rno, escribe:<br />

«... No faltan, por otra parte, quienes, <strong>de</strong>sesperando <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r dar a la vida un<br />

sentido exacto, alaban la insolencia <strong>de</strong> quienes piensan que la existencia carece <strong>de</strong><br />

significación propia y se esfuerzan por darle un sentido puramente subjetivo...<br />

Cree la Iglesia que Cristo, muerto y resucitado por todos, da al hombre su luz<br />

y su fuerza por el Espíritu Santo a fin <strong>de</strong> que pueda respon<strong>de</strong>r a su máxima vocación...<br />

Bajo la luz <strong>de</strong> Cristo... el Concilio habla a todos para esclarecer el misterio <strong>de</strong>l<br />

hombre y para cooperar en el hallazgo <strong>de</strong> soluciones que respondan a los principales<br />

problemas <strong>de</strong> nuestra época» (Lumen gentium, 10).<br />

Des<strong>de</strong> la fe sabemos que Cristo es la respuesta última, Cristo es nuestro sentido y<br />

nuestra solución, el objeto último <strong>de</strong> nuestros <strong>de</strong>seos. Él es el único que pue<strong>de</strong> saciar<br />

nuestra sed <strong>de</strong>finitivamente, agua viva ofrecida a todos los samaritanos y samaritanas <strong>de</strong>l<br />

mundo.<br />

Ya sabemos para qué sirve y para qué no sirve, la sed. No para negociar con ella.<br />

Nuestro mundo consumista explota muy bien la sed <strong>de</strong>l hombre, incluso la provoca, pero<br />

no la sacia. Tampoco sirve para alimentar sentimientos <strong>de</strong> <strong>de</strong>sesperación, puesto que<br />

parece que nunca. pue<strong>de</strong> ser saciada. Ni para reírse escépticamente <strong>de</strong> los que esperan y<br />

buscan respuesta, conformándose con la pequeña satisfacción <strong>de</strong> un vaso <strong>de</strong> agua. Son<br />

estas actitu<strong>de</strong>s, las que abundan en nuestra cultura postmo<strong>de</strong>rna.<br />

La sed sirve para que busquemos las fuentes <strong>de</strong> la salvación, para que busquemos la<br />

Fuente original, que es Cristo. La sed sirve para que Cristo la pueda saciar con el agua<br />

viva <strong>de</strong> su Espíritu. Cristo es el mejor “beduino” que no sólo señala el camino <strong>de</strong> las fuentes,<br />

sino que ofrece el agua <strong>de</strong> la fuente.


ALDIZKARI NAGUSIA / BOLETÍN OFICIAL (apirila • 1998 • abril)<br />

Los sedientos que escuchaban a Cristo también lo mataron. Y cuando moría, seguía<br />

señalando el camino <strong>de</strong> las aguas. No por la violencia que mata, sino por el perdón que da<br />

vida; no por el orgullo que ciega, sino por la humildad que ilumina; no por la codicia que<br />

<strong>de</strong>spoja, sino por la pobreza que regala, no por el odio que divi<strong>de</strong>, sino por el amor que<br />

unifica. No vayáis más por ahí, por las leyes antiguas, sino por acá, por la ley nueva <strong>de</strong>l<br />

amor y <strong>de</strong>l Espíritu. No por allá, por la sinagoga o el Templo, sino por acá, por el templo<br />

<strong>de</strong> mí corazón. Aquí encontraréis el agua <strong>de</strong> la vida.<br />

Jesucristo, nuestra solidaridad<br />

De Jesucristo dice S. Pablo que es para nosotros “sabiduría, justicia, santificación y<br />

re<strong>de</strong>nción” (1 Co 1,30); también “él es nuestra paz” (Ef 2,14) y es nuestra salvación, lo<br />

lleva hasta en el nombre (cf. Hch 4,12). Él es la misericordia y el amor <strong>de</strong> Dios para nosotros<br />

−filantropía divina− (cf. Tt 2,4). Hoy podríamos <strong>de</strong>cir que Jesucristo es nuestra solidaridad.<br />

Tan solidario, sólo Dios. Tan solidario, Dios con nosotros, que, <strong>de</strong>jando su cielo y su<br />

gloria, se nos acercó, se puso a nuestra altura, se hizo como nosotros en todo, uno <strong>de</strong> los<br />

nuestros (cf. Flp 2,6-8). No es que se pareciera a nosotros, que estuviera algún tiempo<br />

con nosotros, que se adaptara a nuestras costumbres y formas <strong>de</strong> vida, sino que fue igual<br />

que nosotros, humanizado, el más perfecto <strong>de</strong> los hombres. “Tan humano, sólo Dios”.<br />

Asume nuestras impotencias y nuestras esperanzas. Siente como nosotros hasta las<br />

más dulces alegrías o hasta las más amargas lágrimas. Comparte nuestra suerte, en los<br />

éxitos y en los fracasos, hasta la gloria y hasta la muerte. Viene a redimirnos, pero no nos<br />

humilla. Nos regala dignidad y gran<strong>de</strong>za, Él se hace siervo y nos convierte en señores.<br />

Nos regala su Cuerpo y su Sangre...<br />

A la hora <strong>de</strong> regalar y compartir, nos ofrece el pan y los peces, el vino y el aceite,<br />

pero nos ofrece más, se ofrece a sí mismo, hasta su cuerpo, su sangre, su espíritu. Él se<br />

hace pan partido, para que le comamos; que podamos comulgar con Él y Él con nosotros,<br />

en unión transformante. Es la solidaridad más perfecta, que llega a la i<strong>de</strong>ntificación según<br />

el mo<strong>de</strong>lo trinitario. “El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo<br />

en él” (Jn 6,56). “Yo en ellos y Tú en mí, para que sean perfectamente uno” (Jn 17,23).<br />

Ésta es la solidaridad verda<strong>de</strong>ramente cristiana. “Un nuevo mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> unidad <strong>de</strong>l<br />

género humano, en el cual <strong>de</strong>be inspirarse en última instancia la solidaridad. Este supremo<br />

mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> unidad, reflejo <strong>de</strong> la vida íntima <strong>de</strong> Dios, Uno en tres Personas, es lo<br />

que los cristianos expresamos con la palabra ‘Comunión’. Esta comunión específicamente<br />

cristiana, celosamente custodiada, entendida y enriquecida con la ayuda <strong>de</strong>l Señor, es el<br />

alma <strong>de</strong> la vocación <strong>de</strong> la Iglesia a ser ‘Sacramento’, en el sentido ya indicado” (SRS, 40).<br />

Jueves Santo<br />

El Jueves Santo recordamos los ejemplos y los gestos más hermosos <strong>de</strong> solidaridad.<br />

Cuando Jesús habla <strong>de</strong>l amor extremado que tiene a los suyos y les dirige las palabras<br />

más amistosas y entrañables, está manifestando una solidaridad afectiva e intensa. Quiere<br />

meter a los suyos en su corazón, como una madre −"Hijitos míos" (Jn 13,33)−; son parte<br />

<strong>de</strong> sus entrañas, una solidaridad enteramente empática. Cuando exhorta a los discípulos,<br />

pi<strong>de</strong> por ellos y les promete protección −"No os <strong>de</strong>jaré huérfanos"−, está <strong>de</strong>mostrando<br />

una solidaridad lúcida y responsable. Cuando les sienta a la mesa y les lava los pies,


ALDIZKARI NAGUSIA / BOLETÍN OFICIAL (apirila • 1998 • abril)<br />

prueba una solidaridad servicial y dignificadora; ofrece al más pequeño la categoría <strong>de</strong><br />

señor. Cuando parte el pan y ofrece la copa, significando su cuerpo entregado y su sangre<br />

<strong>de</strong>rramada, muestra una solidaridad transcendida por el amor, una solidaridad oblativa.<br />

Y cuando se <strong>de</strong>ja comer y beber por sus amigos −"El que coma vivirá por mí"−, alcanza el<br />

grado máximo <strong>de</strong> solidaridad que nosotros llamamos comunión. Tocamos ya el núcleo <strong>de</strong><br />

lo que es la caridad cristiana, muy por encima <strong>de</strong> lo que enten<strong>de</strong>mos por solidaridad.<br />

Esta solidaridad da sentido a la vida, le marca una orientación, una meta, un estilo,<br />

un contenido, una verda<strong>de</strong>ra superación. Quien recorre este camino se sentirá liberado y<br />

seguro, pue<strong>de</strong> salvar a muchos y él mismo se salvará. No se hará ya tantas preguntas sobre<br />

el sentido <strong>de</strong> la vida, la vivirá. Y escuchará interiormente una palabra luminosa: “Yo<br />

soy el Camino, la Verdad y la Vida” (Jn 14,6).<br />

En el Año <strong>de</strong>l Espíritu, queremos animar a las comunida<strong>de</strong>s cristianas a <strong>de</strong>jarse<br />

fortalecer por la presencia <strong>de</strong>l Espíritu para ser signo <strong>de</strong> unión y <strong>de</strong> amor entre los hombres.<br />

Madrid, 30 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 1998<br />

LOS OBISPOS DE LA COMISIÓN EPISCOPAL DE PASTORAL SOCIAL


ALDIZKARI NAGUSIA / BOLETÍN OFICIAL (apirila • 1998 • abril)<br />

<strong>IGLESIA</strong>. ROMA. <strong>ELEIZEA</strong><br />

<strong>Documentos</strong>. <strong>Agiriak</strong><br />

MENSAJE DEL PAPA JUAN PABLO II PARA LA<br />

XXXV JORNADA MUNDIAL DE ORACIÓN POR LAS VOCACIONES<br />

(3 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 1998, IV Domingo <strong>de</strong> Pascua)<br />

«El Espíritu y la Esposa dicen: ¡Ven!» (Ap 22,17)<br />

Venerados hermanos en el Episcopado.<br />

Carísimos hermanos y hermanas <strong>de</strong> todo el mundo:<br />

El camino <strong>de</strong> preparación al Gran Jubileo <strong>de</strong>l 2000 pone este año la Jornada Mundial<br />

<strong>de</strong> Oración por las Vocaciones bajo la “nube luminosa” <strong>de</strong>l Espíritu Santo, que actúa<br />

perennemente en la Iglesia enriqueciéndola <strong>de</strong> aquellos ministerios y carismas que necesita<br />

para llevar a cumplimiento su misión.<br />

1. “Jesús fue conducido por el Espíritu al <strong>de</strong>sierto...” (Mt 4,1)<br />

Toda la vida <strong>de</strong> Jesús se <strong>de</strong>sarrolla bajo la acción <strong>de</strong>l Espíritu Santo; al comienzo es<br />

Él quien cubre con su sombra a la Virgen María en el misterio inefable <strong>de</strong> la Encarnación;<br />

en el río Jordán es también Él quien da testimonio <strong>de</strong>l Hijo predilecto <strong>de</strong>l Padre y quien<br />

lo conduce al <strong>de</strong>sierto. En la sinagoga <strong>de</strong> Nazareth, Jesús en persona afirma: “El Espíritu<br />

<strong>de</strong>l Señor está sobre mí” (Lc 4,18). Este mismo Espíritu, Él lo promete a los discípulos<br />

como garantía perenne <strong>de</strong> su presencia en medio <strong>de</strong> ellos. Sobre la cruz lo <strong>de</strong>vuelve al<br />

Padre (cfr. Jn 19,30), sellando <strong>de</strong> este modo, al amanecer <strong>de</strong> la Pascua, la Nueva Alianza.<br />

Él, el día <strong>de</strong> Pentecostés, por fin, lo <strong>de</strong>rrama sobre toda la comunidad primitiva para consolidarla<br />

en la fe y lanzarla por los caminos <strong>de</strong>l mundo.<br />

Des<strong>de</strong> entonces la Iglesia, cuerpo místico <strong>de</strong> Cristo, recorre los sen<strong>de</strong>ros <strong>de</strong>l tiempo<br />

impelida por el soplo <strong>de</strong>l mismo Espíritu, iluminando la historia con el fuego ardiente <strong>de</strong><br />

la palabra <strong>de</strong> Dios, purificando el corazón y la vida <strong>de</strong> los hombres con los ríos <strong>de</strong> agua<br />

viva que surgen <strong>de</strong> su seno (cfr. Jn 7,37-39).<br />

De este modo, se realiza su vocación a ser “pueblo congregado por la unidad <strong>de</strong>l<br />

Padre, <strong>de</strong>l Hijo y <strong>de</strong>l Espíritu Santo” (S. Cipriano, De Dominica Oratione, 23: CCL 3/A,<br />

105), y “<strong>de</strong>positaria <strong>de</strong>l misterio <strong>de</strong>l Espíritu Santo, que consagra para la misión a los que<br />

el Padre llama mediante su Hijo Jesucristo” (Pastores dabo vobis, 35).<br />

2. “Vosotros sois carta <strong>de</strong> Cristo... escrita con el Espíritu <strong>de</strong> Dios vivo... en<br />

tablas <strong>de</strong> carne que son vuestros corazones” (2 Cor 3,3)<br />

En la Iglesia cada cristiano comienza por el Bautismo a vivir bajo “la ley <strong>de</strong>l Espíritu<br />

que da vida en Cristo Jesús” (Rm 8,2) y, bajo la guía <strong>de</strong>l Espíritu Santo, entra en diálogo<br />

con Dios y con los hermanos, y conoce la extraordinaria gran<strong>de</strong>za <strong>de</strong> la propia vocación.


ALDIZKARI NAGUSIA / BOLETÍN OFICIAL (apirila • 1998 • abril)<br />

La celebración <strong>de</strong> esta jornada es una ocasión para anunciar que el Espíritu Santo<br />

<strong>de</strong> Dios escribe en el corazón y en la vida <strong>de</strong> cada bautizado un proyecto <strong>de</strong> amor y <strong>de</strong><br />

gracia, que sólo pue<strong>de</strong> dar sentido pleno a la existencia, abriendo el camino a la libertad<br />

<strong>de</strong> los hijos <strong>de</strong> Dios y capacitando para el ofrecimiento <strong>de</strong>l propio, personal e insustituible<br />

concurso al progreso <strong>de</strong> la humanidad en el camino <strong>de</strong> la justicia y <strong>de</strong> la verdad. El<br />

Espíritu no sólo ayuda a situarse con sinceridad ante los gran<strong>de</strong>s interrogantes <strong>de</strong>¡ propio<br />

corazón −<strong>de</strong> dón<strong>de</strong> vengo, a dón<strong>de</strong> voy, quién soy, cuál es el fin <strong>de</strong> la vida, en qué empeñar<br />

mi tiempo−, sino que abre el camino a respuestas valientes. El <strong>de</strong>scubrimiento <strong>de</strong> que<br />

cada hombre y mujer tiene su lugar en el corazón <strong>de</strong> Dios y en la historia <strong>de</strong> la humanidad,<br />

constituye el punto <strong>de</strong> partida para una nueva cultura vocacional.<br />

3. “El Espíritu y la Esposa dicen: ¡Ven!” (Ap 22,17)<br />

Estas palabras <strong>de</strong>l Apocalipsis nos llevan a consi<strong>de</strong>rar la relación fecunda entre el<br />

Espíritu Santo y la Iglesia <strong>de</strong> la que nacen las diversas vocaciones, y a recordar aquel<br />

“Pentecostés” en el que cada comunidad cristiana fue engendrada en la unidad, mo<strong>de</strong>lada<br />

por el fuego <strong>de</strong>l Espíritu en la multiplicidad <strong>de</strong> dones y enviada a llevar la Buena Nueva al<br />

corazón que la espera.<br />

En efecto, si es verdad que la llamada tiene su origen en Dios, es igualmente cierto<br />

que el diálogo vocacional se realiza en la Iglesia y por medio <strong>de</strong> La Iglesia. La fuerza <strong>de</strong>l<br />

Espíritu que impulsó a Pedro a ir a casa <strong>de</strong>l centurión Cornelio para llevarle la salvación<br />

(Act 10,19) y que dijo: “Separadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los llamo” (Act<br />

13,2), no se ha agotado. El Evangelio continúa difundiéndose “no sólo con palabras, sino<br />

también con po<strong>de</strong>r y con el Espíritu Santo” (1 Ts 1,5).<br />

El Espíritu Santo y la Iglesia, su mística Esposa, repiten también a los hombres y a<br />

las mujeres <strong>de</strong> nuestro tiempo su ¡Ven!<br />

da!<br />

¡Ven a encontrar el Verbo encarnado, que quiere hacerte partícipe <strong>de</strong> su misma vi-<br />

¡Ven a acoger la llamada <strong>de</strong> Dios, venciendo titubeos y rémoras! Ven y <strong>de</strong>scubre la<br />

historia <strong>de</strong> amor que Dios ha entretejido con la humanidad: Él quiere realizarla también<br />

contigo.<br />

¡Ven y saborea el gozo <strong>de</strong>l perdón recibido y otorgado! El muro <strong>de</strong> separación que<br />

existía entre Dios y el hombre, y entre los mismos seres humanos ha sido abatido. Se<br />

perdonan las culpas y el banquete <strong>de</strong> la vida está preparado para todos.<br />

Dichosos aquellos que, atraídos por la fuerza <strong>de</strong> la Palabra y marcados por los Sacramentos,<br />

pronuncian su “¡Heme aquí!”. Éstos se encaminan por el camino <strong>de</strong> la total y<br />

radical pertenencia a Dios, fuertes en la esperanza que no <strong>de</strong>frauda, “porque el amor <strong>de</strong><br />

Dios se ha <strong>de</strong>rramado en nuestros corazones por virtud <strong>de</strong>l Espíritu Santo que nos ha<br />

sido dado” (Rm 5,5).<br />

4. “Hay diversidad <strong>de</strong> dones, pero el Espíritu es el mismo” (1 Cor 12,4)<br />

En la vida nueva, que brota <strong>de</strong>l Bautismo y se <strong>de</strong>sarrolla mediante la Palabra y los<br />

Sacramentos, encuentran su sustento los dones, los ministerios y la diversas formas <strong>de</strong><br />

vida consagrada. Suscitar en el Espíritu nuevas vocaciones es posible cuando la comuni-


ALDIZKARI NAGUSIA / BOLETÍN OFICIAL (apirila • 1998 • abril)<br />

dad cristiana vive en actitud <strong>de</strong> total fi<strong>de</strong>lidad a su Señor. Esto supone un fuerte clima <strong>de</strong><br />

fe y <strong>de</strong> oración, un generoso testimonio <strong>de</strong> comunión y <strong>de</strong> estima en relación con los múltiples<br />

dones <strong>de</strong>l Espíritu, una pasión misionera que, venciendo los fáciles e ilusorios egoísmos,<br />

impulse a la donación total <strong>de</strong> sí por el Reino <strong>de</strong> Dios.<br />

Cada Iglesia particular está llamada al compromiso <strong>de</strong> promover el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> los<br />

dones y <strong>de</strong> los carismas que el Señor suscita en el corazón <strong>de</strong> los fieles. No obstante,<br />

nuestra atención en esta jornada, se dirige, <strong>de</strong> modo particular, a las vocaciones al sacerdocio<br />

y a la vida consagrada, por el papel fundamental que éstas tienen en la vida <strong>de</strong> la<br />

Iglesia y en el cumplimiento <strong>de</strong> su misión.<br />

Jesús, ofreciéndose a sí mismo al Padre en la cruz, ha hecho <strong>de</strong> todos sus discípulos<br />

“un reino <strong>de</strong> sacerdotes y una nación santa” (Ex 19,6) y los ha constituido como “un edificio<br />

espiritual”, “un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptos a Dios”<br />

(1 Pt 2,5). A ejercer este sacerdocio universal <strong>de</strong> la Nueva Alianza, “Él llamó a los Doce, a<br />

fin <strong>de</strong> que permanecieran con Él y también para enviarlos a predicar, con po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> expulsar<br />

a los <strong>de</strong>monios” (Mc 3,14-15). Hoy Cristo continúa su acción salvadora por medio <strong>de</strong><br />

los Obispos, <strong>de</strong> los sacerdotes, que “son, en la Iglesia y para la Iglesia, una representación<br />

sacramental <strong>de</strong> Jesucristo, Cabeza y Pastor, proclaman con autoridad su palabra, renuevan<br />

sus gestos <strong>de</strong> perdón y <strong>de</strong> ofrecimiento <strong>de</strong> la salvación” (Pastores dabo vobis, 15).<br />

“¿Cómo no recordar −a continuación− con gratitud al Espíritu Santo la multitud <strong>de</strong><br />

formas históricas <strong>de</strong> vida consagrada, suscitadas por Él y todavía presentes en el ámbito<br />

eclesial? Éstas aparecen como una planta llena <strong>de</strong> ramas que hun<strong>de</strong> sus raíces en el<br />

Evangelio y da frutos copiosos en cada época <strong>de</strong> la Iglesia” (Exh. Apost. Vita consecrata,<br />

5). La vida consagrada se sitúa en el corazón mismo <strong>de</strong> la Iglesia como elemento <strong>de</strong>cisivo<br />

para su misión, ya que expresa la íntima naturaleza <strong>de</strong> la vocación cristiana y la tensión<br />

<strong>de</strong> toda la Iglesia-Esposa hacia la unión con el único Esposo.<br />

Estas vocaciones, necesarias en todo tiempo, lo son todavía más hoy en un mundo<br />

marcado por gran<strong>de</strong>s contradicciones y tentado <strong>de</strong> marginar a Dios en las opciones fundamentales<br />

<strong>de</strong> la vida. Vienen a la mente las palabras evangélicas: “¡La mies es mucha,<br />

pero los obreros pocos! ¡Rogad al dueño <strong>de</strong> la mies que envíe obreros a su mies!” (Mt<br />

9,37-38; cfr. Lc 10,2). La Iglesia recoge cada día este mandato <strong>de</strong>l Señor y eleva con confiada<br />

esperanza sus oraciones al “dueño <strong>de</strong> la mies”, reconociendo que sólo Él pue<strong>de</strong> llamar<br />

y enviar sus obreros.<br />

Mi <strong>de</strong>seo es que la celebración anual <strong>de</strong> la jornada Mundial <strong>de</strong> Oración por las Vocaciones<br />

suscite en el corazón <strong>de</strong> los fieles una oración más insistente para obtener nuevas<br />

vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada, y reanime la responsabilidad <strong>de</strong> todos,<br />

en especial <strong>de</strong> los padres y <strong>de</strong> los educadores en la fe, en el servicio a las vocaciones.<br />

5. Dad razón <strong>de</strong> la esperanza que hay en vosotros (cfr. 1 Pt 3,15)<br />

En primer lugar os invito a vosotros, queridísimos Obispos, y con vosotros a los<br />

sacerdotes, a los diáconos y a los miembros <strong>de</strong> los Institutos <strong>de</strong> vida consagrada, a dar<br />

incansablemente testimonio <strong>de</strong> la plenitud espiritual y humana que impulsa a cada uno<br />

<strong>de</strong> vosotros a hacerse “todo para todos”, para que el amor <strong>de</strong> Cristo pueda alcanzar al<br />

mayor número posible <strong>de</strong> personas.<br />

Estableced relaciones apropiadas con todos los componentes <strong>de</strong> la sociedad; valorad<br />

las vocaciones ministeriales y carismáticas que el Espíritu suscita en vuestras comu-


ALDIZKARI NAGUSIA / BOLETÍN OFICIAL (apirila • 1998 • abril)<br />

nida<strong>de</strong>s, favoreciendo la complementariedad y la colaboración recíprocas; dad vuestro<br />

aporte para que cada uno crezca hacia la plena madurez cristiana. Que mirándoos a vosotros,<br />

gozosos servidores <strong>de</strong>l Evangelio, pue<strong>de</strong>n los jóvenes sentir la fascinación <strong>de</strong> una<br />

existencia enteramente <strong>de</strong>dicada a Cristo en el ministerio or<strong>de</strong>nado o en la opción radical<br />

<strong>de</strong> la vida consagrada.<br />

Vosotros, esposos cristianos, estad prontos a dar testimonio <strong>de</strong> la realidad profunda<br />

<strong>de</strong> vuestra vocación matrimonial: la armonía en el hogar, el espíritu <strong>de</strong> fe y <strong>de</strong> oración, el<br />

ejercicio <strong>de</strong> las virtu<strong>de</strong>s cristianas, la apertura a los otros, sobre todo a los más pobres, la<br />

participación en la vida eclesial, la serena fortaleza para afrontar las diarias dificulta<strong>de</strong>s,<br />

constituyen el terreno favorable para la maduración vocacional <strong>de</strong> los hijos. Consi<strong>de</strong>rada<br />

como “iglesia doméstica” la familia, sostenida por la gracia sacramental <strong>de</strong>l matrimonio,<br />

es la escuela permanente <strong>de</strong> la “civilización <strong>de</strong>l amor”, don<strong>de</strong> es posible apren<strong>de</strong>r, que<br />

sólo <strong>de</strong>l don libre y sincero <strong>de</strong> sí mismo, brota la plenitud <strong>de</strong> la vida.<br />

Y vosotros, educadores, catequistas, animadores pastorales y cuantos <strong>de</strong>sempeñáis<br />

funciones educativas, sentios, en el <strong>de</strong>sempeño <strong>de</strong> vuestro importante y laborioso servicio,<br />

cooperadores <strong>de</strong>l Espíritu. Ayudad a la juventud para que libere sus corazones y sus<br />

mentes <strong>de</strong> cuanto obstaculiza su camino; espoleadlos a dar lo mejor <strong>de</strong> sí mismos en una<br />

tensión constante <strong>de</strong> crecimiento humano y cristiano; mol<strong>de</strong>ad en ellos, con la luz y la<br />

fuerza <strong>de</strong> la palabra evangélica, los sentimientos más profundos, para que así puedan, si<br />

son llamados, realizar su vocación para el bien <strong>de</strong> la Iglesia y <strong>de</strong>l mundo.<br />

Este año, el camino <strong>de</strong> preparación al jubileo <strong>de</strong>l Año 2000, poniendo en el centro<br />

al Espíritu Santo, nos invita a prestar una atención particular al sacramento <strong>de</strong> la Confirmación.<br />

Por esto, en este momento, <strong>de</strong>seo dirigir unas palabras más concretas a aquellos<br />

que en este tiempo reciben dicho sacramento. Amadísimos, el Obispo, dirigiéndose a<br />

vosotros en el curso <strong>de</strong>l rito <strong>de</strong> la Confirmación, dice: “El Espíritu Santo que vais a recibir<br />

como don, como sello espiritual, completará en vosotros la semejanza con Cristo y os<br />

unirá más fuertemente, como miembros vivos, a la Iglesia”. Comienza, por tanto, para<br />

vosotros un tiempo privilegiado, durante el cual se os invita a cuestionaros y a cuestionar<br />

a la comunidad cristiana, <strong>de</strong> la que habéis sido hechos miembros vivos, sobre el sentido<br />

pleno que dar a vuestra existencia. Es un tiempo <strong>de</strong> discernimiento y <strong>de</strong> opción vocacional.<br />

Escuchad la invitación <strong>de</strong> Jesús: “Venid y veréis”. Dad vuestro testimonio <strong>de</strong> Cristo<br />

en la comunidad eclesial, según el <strong>de</strong>signio <strong>de</strong>l todo personal e irrepetible que Dios tiene<br />

sobre vosotros. Dejad que el Espíritu Santo, <strong>de</strong>rramado en vuestros corazones, os conduzca<br />

a la verdad y os haga testigos <strong>de</strong> la libertad auténtica y <strong>de</strong>l amor. No os <strong>de</strong>jéis sojuzgar<br />

por los fáciles y falaces mitos <strong>de</strong>l efímero éxito humano y <strong>de</strong> la riqueza. Al contrario,<br />

no tengáis miedo en recorrer los caminos exigentes y valientes <strong>de</strong> la caridad y <strong>de</strong>l<br />

compromiso generoso. Preparaos para “dar razón <strong>de</strong> la esperanza que hay en vosotros<br />

<strong>de</strong>lante <strong>de</strong> todos” (1 Pt 3,15).<br />

6. “El Espíritu viene en ayuda <strong>de</strong> nuestra flaqueza” (Rm 8,26)<br />

La Jornada Mundial por las Vocaciones se distingue, ante todo, por la oración por<br />

las vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada, manifestación culminante <strong>de</strong> un habitual<br />

clima <strong>de</strong> oración, <strong>de</strong>l que la comunidad cristiana no pue<strong>de</strong> prescindir. Queremos,<br />

también, este año dirigirnos con confianza al Espíritu Santo, a fin <strong>de</strong> que obtenga para la<br />

Iglesia <strong>de</strong> hoy y <strong>de</strong> mañana el don <strong>de</strong> numerosas y santas vocaciones:


ALDIZKARI NAGUSIA / BOLETÍN OFICIAL (apirila • 1998 • abril)<br />

Oración al Espíritu Santo<br />

Espíritu <strong>de</strong> Amor eterno,<br />

que proce<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l Padre y <strong>de</strong>l Hijo,<br />

te damos gracias por todas las vocaciones<br />

<strong>de</strong> apóstoles y santos que han fecundado la Iglesia.<br />

Continúa, todavía, te rogamos, ésta tu obra.<br />

Acuérdate <strong>de</strong> cuando, en Pentecostés,<br />

<strong>de</strong>scendiste sobre los Apóstoles reunidos en oración<br />

con María, la madre <strong>de</strong> Jesús,<br />

y mira a tu Iglesia que tiene hoy<br />

una particular necesidad <strong>de</strong> sacerdotes santos;<br />

<strong>de</strong> testigos fieles y autorizados <strong>de</strong> tu gracia;<br />

tiene necesidad <strong>de</strong> consagrados y consagradas,<br />

que manifiesten el gozo <strong>de</strong> quien vive sólo para el Padre,<br />

<strong>de</strong> quien hace propia la misión y el ofrecimiento <strong>de</strong> Cristo,<br />

<strong>de</strong> quien construye con la caridad el mundo nuevo.<br />

Espíritu Santo, perenne Manantial <strong>de</strong> gozo y <strong>de</strong> paz,<br />

eres tú quien abre el corazón y la mente a la divina llamada;<br />

eres tú quien hace eficaz cada impulso<br />

al bien, a la verdad, a la caridad.<br />

Tus “gemidos inenarrables”<br />

suben al Padre <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el corazón <strong>de</strong> la Iglesia,<br />

que sufre y lucha por el Evangelio.<br />

Abre los corazones y las mentes <strong>de</strong> los jóvenes,<br />

para que una nueva floración <strong>de</strong> santas vocaciones<br />

manifieste la constancia <strong>de</strong> tu amor,<br />

y todos puedan conocer a Cristo,<br />

luz verda<strong>de</strong>ra <strong>de</strong>l mundo,<br />

para ofrecer a cada ser humano<br />

la segura esperanza <strong>de</strong> la vida eterna. Amén.<br />

A todos imparto con afecto una especial Bendición Apostólica.<br />

En Castelgandolfo, a 24 <strong>de</strong> septiembre <strong>de</strong> 1997<br />

!!!!!<br />

JUAN PABLO II


ALDIZKARI NAGUSIA / BOLETÍN OFICIAL (apirila • 1998 • abril)<br />

DISCURSO DE JUAN PABLO II<br />

A LOS OBISPOS DE LA ARCHIDIOCESIS DE BARCELONA<br />

Y DE LAS PROVINCIAS ECLESIÁSTICAS DE OVIEDO<br />

Y TARRAGONA DURANTE SU VISITA “AD LIMINA”<br />

(19 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> 1998)<br />

«La sociedad no pue<strong>de</strong> permanecer indiferente<br />

ante la <strong>de</strong>gradación <strong>de</strong>l matrimonio y la familia»<br />

Queridos hermanos en el episcopado:<br />

1. Con gozo os recibo, pastores <strong>de</strong> la Iglesia <strong>de</strong> Dios en España, que formáis el tercer<br />

grupo que viene a Roma, la ciudad que guarda la memoria <strong>de</strong> los santos apóstoles Pedro<br />

y Pablo para realizar la visita "ad ¡¡mina". Dirijo mi cordial saludo al señor car<strong>de</strong>nal arzobispo<br />

<strong>de</strong> Barcelona, con sus obispos auxiliares; al arzobispo <strong>de</strong> Oviedo, con su obispo<br />

auxiliar y los obispos <strong>de</strong> León, Astorga y Santan<strong>de</strong>r; al arzobispo <strong>de</strong> Tarragona, con los<br />

obispos <strong>de</strong> Urgen, Lleida, Vic, Solsona y Tortosa, recordando <strong>de</strong> modo especial al obispo<br />

<strong>de</strong> Girona, ausente por su reciente intervención quirúrgica. A través vuestro mi saludo<br />

quiere llegar a los sacerdotes, diáconos, religiosos, religiosas y fieles <strong>de</strong> vuestras Iglesias<br />

particulares, renovándoles el afecto y estima que les <strong>de</strong>bo como pastor <strong>de</strong> la Iglesia universal<br />

(cf. Lumen gentium, 22).<br />

Agra<strong>de</strong>zco las amables palabras que el señor car<strong>de</strong>nal Ricardo María Carles me ha<br />

dirigido en nombre <strong>de</strong> todos para hacerme presente vuestras esperanzas e inquietu<strong>de</strong>s,<br />

así como la caridad pastoral que os anima en el ministerio <strong>de</strong> guiar al pueblo <strong>de</strong> Dios, al<br />

frente <strong>de</strong>l cual habéis sido colocados como cabezas (cf. Christus Dominus, 4). Os quedo<br />

reconocido por ello y os aseguro mi constante plegaria al Señor para que, en medio <strong>de</strong> las<br />

pruebas a las que en ocasiones se ve sometida vuestra misión, no os falte nunca ni la fortaleza<br />

(cf. Act 4,33), ni las consolaciones <strong>de</strong>l Espíritu Santo.<br />

La Iglesia, recinto <strong>de</strong> amor y <strong>de</strong> acogida<br />

2. En Catalunya y Asturias, León y Cantabria, regiones <strong>de</strong> hondas raíces cristianas, se<br />

han producido, como en otras regiones españolas, y siguen produciéndose, cambios importantes<br />

en la población y en la actividad económica. En efecto, el paso acelerado <strong>de</strong> una<br />

sociedad rural a otra mayoritariamente industrial y <strong>de</strong> servicios ha dado origen en estas<br />

últimas décadas a una mayor movilidad <strong>de</strong> las personas, cuyos centros <strong>de</strong> interés y cultura<br />

evolucionan modificando los modos <strong>de</strong> vivir y transformando <strong>de</strong> manera muy notable<br />

la fisonomía <strong>de</strong> la sociedad misma.<br />

En los informes quinquenales reflejáis esta situación ante la cual os sentís impulsados<br />

a renovar la acción pastoral, <strong>de</strong>terminando las nuevas condiciones en las que se pueda<br />

anunciar la Buena Nueva y guiar y congregar al pueblo <strong>de</strong> Dios mediante la presencia<br />

sacramental <strong>de</strong> Cristo. A este respecto, <strong>de</strong>seo alentaros en ello, para que la Iglesia <strong>de</strong> Dios<br />

presente en esas nobles tierras siga siendo recinto <strong>de</strong> amor y acogida, don<strong>de</strong> todos los<br />

fieles se sientan hermanos entre sí y nadie esté excluido, sin distinción <strong>de</strong> orígenes ni<br />

culturas, <strong>de</strong> modo que pueda ser fermento <strong>de</strong> unidad, “sal <strong>de</strong> la tierra y luz <strong>de</strong>l mundo”<br />

(Mt 5,13).<br />

3. Acogiendo mi llamada a preparar a<strong>de</strong>cuadamente el Gran Jubileo <strong>de</strong>l año 2000, los<br />

obispos en España estáis llevando a cabo el Plan <strong>de</strong> acción pastoral para el cuatrienio


ALDIZKARI NAGUSIA / BOLETÍN OFICIAL (apirila • 1998 • abril)<br />

1997-2000 que lleva por título “Proclamar el año <strong>de</strong> gracia <strong>de</strong>l Señor”. En el mismo, como<br />

eco <strong>de</strong> mi carta apostólica Tertio millennio adveniente, recordáis que el “objetivo<br />

prioritario <strong>de</strong>l Jubileo es el fortalecimiento <strong>de</strong> la fe y <strong>de</strong>l testimonio <strong>de</strong> los cristianos” (n.<br />

42). En efecto, la fe, don <strong>de</strong> Dios y respuesta libre <strong>de</strong> la persona, y su testimonio se fun<strong>de</strong>n<br />

en un sólo objetivo general <strong>de</strong> la acción pastoral en este tiempo. A este respecto, me<br />

complace recordar que, como habéis señalado, “para que no se dé una separación entre fe<br />

y vida, o vayan en paralelo sin encontrarse, es necesario estimular e impulsar a nuestros<br />

fieles a la coherencia entre su fe y su existencia cristiana vivida en cada situación personal,<br />

en las circunstancias concretas <strong>de</strong> la sociedad actual, en la que emergen nuevas cuestiones<br />

en los diversos campos, muchos <strong>de</strong> ellos también nuevos” (Plan <strong>de</strong> acción pastoral,<br />

107).<br />

4. Uno <strong>de</strong> esos campos, tan cuestionado en nuestros tiempos pero tan importante para<br />

el presente y el futuro <strong>de</strong> la sociedad, es el <strong>de</strong> la familia. Conozco el empeño que ponéis<br />

en <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r y promover esta institución, que tiene su origen en Dios y en su plan <strong>de</strong> salvación<br />

(cf. Familiaris consortio, 49). Hoy asistimos a una corriente, muy difundida en<br />

algunas partes, que tien<strong>de</strong> a equiparar la familia en la opinión pública e incluso en la legislación<br />

civil a meras uniones carentes <strong>de</strong> forma jurídica constitucional o bien se preten<strong>de</strong><br />

hacer reconocer como familia la unión entre personas <strong>de</strong>l mismo sexo. La crisis <strong>de</strong>l<br />

matrimonio y <strong>de</strong> la familia nos impulsa a proclamar, con firmeza pastoral, como un auténtico<br />

servicio a la familia y a la sociedad, la verdad sobre el matrimonio y la familia tal y<br />

como Dios lo ha establecido. Dejar <strong>de</strong> hacerlo sería una grave omisión pastoral que induciría<br />

a los creyentes al error, así como también a quienes tienen la importante responsabilidad<br />

<strong>de</strong> tomar las <strong>de</strong>cisiones sobre el bien común <strong>de</strong> la nación. Esta verdad es válida,<br />

no sólo para los católicos, sino para todos los hombres y mujeres sin distinción, pues el<br />

matrimonio y la familia constituyen un bien insustituible <strong>de</strong> la sociedad, la cual no pue<strong>de</strong><br />

permanecer indiferente ante su <strong>de</strong>gradación o pérdida.<br />

No se <strong>de</strong>be olvidar, a<strong>de</strong>más, que la familia ha <strong>de</strong> dar testimonio <strong>de</strong> sus propios valores<br />

ante sí misma y ante la sociedad: “El cometido que ella por vocación <strong>de</strong> Dios está llamada<br />

a <strong>de</strong>sempeñar en la historia, brota <strong>de</strong> su mismo ser y representa su <strong>de</strong>sarrollo dinámico<br />

y existencial. Toda familia <strong>de</strong>scubre y encuentra en sí misma la llamada imborrable,<br />

que <strong>de</strong>fine a la vez su dignidad y su responsabilidad: familia, ¡sé lo que eres!” (ibid.,<br />

17). A este respecto, los pastores y los esposos comprometidos en la Iglesia <strong>de</strong>ben esmerarse<br />

en profundizar en la teología <strong>de</strong>l matrimonio, ayudar a los jóvenes esposos y a las<br />

familias en dificultad a conocer mejor el valor <strong>de</strong> su compromiso sacramental y acoger la<br />

gracia <strong>de</strong> la alianza. Los laicos casados han <strong>de</strong> ser asimismo los primeros en testimoniar<br />

la gran<strong>de</strong>za <strong>de</strong> la vida conyugal y familiar, fundada en el compromiso y en la fi<strong>de</strong>lidad.<br />

Gracias al sacramento, su amor humano adquiere un valor infinito, porque los cónyuges<br />

manifiestan, <strong>de</strong> manera particular, el amor <strong>de</strong> Cristo a su Iglesia y asumen una responsabilidad<br />

importante en el mundo: engendrar hijos llamados a convertirse en hijos <strong>de</strong> Dios,<br />

y ayudarlos en su crecimiento humano y sobrenatural.<br />

Queridos hermanos: acompañad a las familias cristianas, alentad la pastoral familiar<br />

en vuestras diócesis y promoved los movimientos y asociaciones <strong>de</strong> espiritualidad<br />

matrimonial; <strong>de</strong>spertad su celo apostólico para que hagan propia la tarea <strong>de</strong> la nueva<br />

evangelización, abran las puertas a quienes no tienen hogar o viven en situaciones difíciles,<br />

y <strong>de</strong>n testimonio <strong>de</strong> la gran dignidad <strong>de</strong> un amor <strong>de</strong>sinteresado e incondicional.<br />

5. Para la <strong>de</strong>fensa y promoción <strong>de</strong> la institución familiar es importante la a<strong>de</strong>cuada<br />

preparación <strong>de</strong> quienes se disponen a contraer el sacramento <strong>de</strong>l matrimonio (cf. CIC, cc.<br />

1063-1064). De este modo se promueve la formación <strong>de</strong> auténticas familias que vivan<br />

según el plan <strong>de</strong> Dios. Para ello, no sólo se han <strong>de</strong> presentar a los futuros esposos los as-


ALDIZKARI NAGUSIA / BOLETÍN OFICIAL (apirila • 1998 • abril)<br />

pectos antropológicos <strong>de</strong>l amor humano, sino también las bases para una auténtica espiritualidad<br />

conyugal, entendiendo el matrimonio como una vocación que permite al bautizado<br />

encarnar la fe, la esperanza y la caridad <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> su nueva situación social y religiosa.<br />

Completando esta preparación específica, se pue<strong>de</strong> aprovechar también como una<br />

ocasión <strong>de</strong> reevangelizaci6n para los bautizados que se acercan a la Iglesia a pedir el sacramento<br />

<strong>de</strong>l matrimonio. En efecto, como habéis señalado, “muchos adolescentes y jóvenes,<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haber participado en las catequesis o catecumenados <strong>de</strong> confirmación,<br />

abandonan la formación cristiana, que ha <strong>de</strong> ser permanente” (Plan <strong>de</strong> acción pastoral,<br />

127). Aunque hoy, gracias a la generalización <strong>de</strong> la enseñanza, los jóvenes han adquirido<br />

una cultura superior a la <strong>de</strong> sus padres, en muchos casos este nivel no se da en la vida<br />

cristiana, pues se constata a veces no sólo una ignorancia religiosa, sino un cierto vacío<br />

moral y religioso en las jóvenes generaciones.<br />

En este campo tienen un papel importante que <strong>de</strong>sarrollar las comunida<strong>de</strong>s eclesiales<br />

que si han experimentado y pue<strong>de</strong>n testimoniar el amor <strong>de</strong> Dios, podrán con eficacia<br />

manifestarlo en profundidad a quienes necesitan conocerlo.<br />

6. Quiero referirme también a la urgencia <strong>de</strong> fomentar la catequesis a todos los niveles,<br />

ya que para fortalecer la fe y el testimonio <strong>de</strong> la misma hay que intensificar la evangelización,<br />

anunciando con ardor a Jesucristo como el único Salvador <strong>de</strong>l mundo, en la realidad<br />

íntegra <strong>de</strong> su misterio, manifestada con su vida y su palabra, y confesada por la<br />

Iglesia. La catequesis presenta la persona <strong>de</strong> Jesús a los hombres y mujeres <strong>de</strong> nuestro<br />

tiempo para que le sigan, fortaleciendo así la vida en el Espíritu, lo cual favorece la plena<br />

realización humana.<br />

Os animo, por tanto, a no escatimar esfuerzos a fin <strong>de</strong> que en vuestras diócesis la<br />

actividad catequética, aspecto esencial <strong>de</strong> la misión evangelizadora que el Señor nos ha<br />

confiado, se lleve siempre a cabo contando con agentes rectamente formados y con medios<br />

a<strong>de</strong>cuados para ofrecer a los fieles un conocimiento más vivo <strong>de</strong>l misterio <strong>de</strong> Cristo;<br />

por eso, aprecio y admiro la labor que con generosidad <strong>de</strong>sempeñan tantos catequistas en<br />

las parroquias y <strong>de</strong>más centros pastorales, <strong>de</strong>dicando su tiempo y energías a una actividad<br />

tan esencial para la Iglesia. La ignorancia religiosa o la eficiente asimilación vital <strong>de</strong><br />

la fe <strong>de</strong>jarían a los bautizados inermes frente a los peligros reales <strong>de</strong>l secularismo, <strong>de</strong>l<br />

relativismo moral o <strong>de</strong> la indiferencia religiosa, con el consiguiente riesgo <strong>de</strong> per<strong>de</strong>r la<br />

profunda religiosidad <strong>de</strong> vuestro pueblo, que tiene hermosas expresiones en las valiosas y<br />

sugestivas manifestaciones cristianas <strong>de</strong> la piedad popular. Os animo, pues, ante el Gran<br />

jubileo, a promover una nueva etapa <strong>de</strong> la catequesis, que ayu<strong>de</strong> al hombre contemporáneo<br />

a ser consciente <strong>de</strong>l misterio <strong>de</strong> Dios y <strong>de</strong> su propio misterio, y que favorezca una<br />

plegaria <strong>de</strong> alabanza y acción <strong>de</strong> gracias por el don <strong>de</strong> la Encarnación <strong>de</strong> Jesucristo y <strong>de</strong><br />

su obra re<strong>de</strong>ntora (cf. Tertio millennio adveniente, 32).<br />

Derecho a enseñar los valores <strong>de</strong>l evangelio<br />

7. Para la Iglesia es una exigencia permanente estar presente en la educación <strong>de</strong> los<br />

niños y jóvenes, dando una respuesta pastoral a las exigencias educativas. Ella lo hace<br />

por su opción en favor <strong>de</strong>l hombre y su <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> colaborar con las familias y la sociedad<br />

en el ámbito escolar, propugnando una formación integral y <strong>de</strong>fendiendo el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong><br />

los padres a proporcionar a su hijos una educación religiosa y moral que responda a sus<br />

propias convicciones. En esta tarea la Iglesia está presente por medio <strong>de</strong> los educadores


ALDIZKARI NAGUSIA / BOLETÍN OFICIAL (apirila • 1998 • abril)<br />

católicos que trabajan inspirados por su fe, así como a través <strong>de</strong> las propias instituciones<br />

<strong>de</strong> enseñanza, lo cual es un servicio a la sociedad que <strong>de</strong>be ser reconocido y fomentado.<br />

En una formación que quiere ser integral no se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>scuidar el aspecto religioso,<br />

sino que se ha <strong>de</strong> educar a los jóvenes <strong>de</strong> modo que se contemplen todas las capacida<strong>de</strong>s<br />

<strong>de</strong>l ser humano. En este sentido, la Iglesia, respetando otros posibles modos <strong>de</strong> pensar,<br />

tiene el <strong>de</strong>recho a enseñar los valores que brotan <strong>de</strong>l Evangelio y las normas morales<br />

propias <strong>de</strong>l cristianismo.<br />

Sin embargo, como habéis señalado, “la enseñanza <strong>de</strong> la religión y moral católicas o<br />

<strong>de</strong> la ética, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l ámbito <strong>de</strong> las primeras enseñanzas y <strong>de</strong> modo especial en las enseñanzas<br />

medias o secundarias, se ha visto marginada durante años por los po<strong>de</strong>res públicos”<br />

(Plan <strong>de</strong> acción pastoral, 51). Teniendo en cuenta la dimensión principal <strong>de</strong> servicio,<br />

que ha <strong>de</strong> procurar también una continua mejora <strong>de</strong> la calidad <strong>de</strong> la enseñanza y una<br />

cuidadosa selección y cualificación <strong>de</strong>l profesorado que la imparte, os animo a proseguir<br />

en el esfuerzo por encontrar lo más pronto posible, junto con la competente<br />

Administración civil, la solución a los problemas pendientes respecto al estatuto jurídico<br />

<strong>de</strong>l área <strong>de</strong> Religión y su profesorado.<br />

8. Queridos hermanos: he querido presentaros estas reflexiones y haceros partícipes<br />

<strong>de</strong> algunos anhelos que sin duda os serán <strong>de</strong> ayuda en vuestra labor pastoral. Al concluir<br />

este encuentro quisiera expresaros nuevamente mi alegría por haber compartido las preocupaciones<br />

y las esperanzas <strong>de</strong> vuestro ministerio episcopal, así como por haber constatado<br />

el esfuerzo por reforzar la vitalidad <strong>de</strong> la Iglesia en vuestras diócesis. Espero que<br />

esta visita al Sucesor <strong>de</strong> Pedro, la oración ante las tumbas <strong>de</strong> los Apóstoles, así como los<br />

encuentros con los Dicasterios <strong>de</strong> la Curia romana, sean para vosotros una fuente <strong>de</strong> dinamismo<br />

y confianza en el futuro, en comunión con la Iglesia universal.<br />

Os aliento a seguir preparando el Gran jubileo <strong>de</strong>l año 2000, invitando por medio<br />

<strong>de</strong> vosotros a los católicos <strong>de</strong> toda España a salir al encuentro <strong>de</strong> sus hermanos para<br />

anunciarles esta Buena Noticia.<br />

Que la Virgen María, tan venerada en vuestras tierras, y en cuyos santuarios <strong>de</strong> Covadonga<br />

y Montserrat he tenido ocasión <strong>de</strong> postrarme pidiendo su maternal intercesión<br />

sobre esa porción importante <strong>de</strong>l Pueblo <strong>de</strong> Dios que peregrina en aquellas tierras, os<br />

ayu<strong>de</strong> en la misión episcopal. Con estos sentimientos, me complace impartiros <strong>de</strong> corazón<br />

la Bendición Apostólica a cada uno <strong>de</strong> vosotros y a todos los sacerdotes, religiosos y<br />

religiosas y fieles <strong>de</strong> vuestras diócesis.<br />

!!!!!<br />

Vaticano, 19 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> 1998<br />

JUAN PABLO II


ALDIZKARI NAGUSIA / BOLETÍN OFICIAL (apirila • 1998 • abril)<br />

DISCURSO DE JUAN PABLO II<br />

CON OCASIÓN DE LA ASAMBLEA PLENARIA<br />

DEL PONTIFICIO CONSEJO DE LA PASTORAL<br />

PARA LOS AGENTES SANITARIOS<br />

(9-10 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 1998)<br />

«Todo acto <strong>de</strong> asistencia al enfermo<br />

se transforma en acto <strong>de</strong> religión»<br />

1. Me complace el presente encuentro, que tiene lugar con ocasión <strong>de</strong> la cuarta Asamblea<br />

plenaria <strong>de</strong>l Pontificio Consejo <strong>de</strong> la Pastoral para los Agentes Sanitarios. Saludo a<br />

vuestro presi<strong>de</strong>nte, monseñor Javier Lozano Barragán, y le agra<strong>de</strong>zco las cordiales palabras<br />

con las que ha expresado, junto con los comunes sentimientos <strong>de</strong> afecto, la vitalidad<br />

y el compromiso <strong>de</strong> vuestro joven dicasterio.<br />

Os saludo también a todos vosotros, queridísimos miembros, oficiales y consultores<br />

<strong>de</strong>l Pontificio Consejo, que habéis intervenido en esta audiencia. A través <strong>de</strong> vosotros mi<br />

pensamiento se extien<strong>de</strong> con grato aprecio a todos los sacerdotes, religiosos, médicos,<br />

científicos, investigadores, y a cuantos, con sensibilidad humana y eclesial, están comprometidos<br />

según sus competencias respectivas en el complejo mundo <strong>de</strong> la salud.<br />

Trece años <strong>de</strong> laboriosa existencia<br />

2. Los temas que queréis afrontar durante las presentes jornadas <strong>de</strong> estudio, en las<br />

que realizaréis un atento examen <strong>de</strong> los problemas y <strong>de</strong>safíos que el amplio ámbito sanitario<br />

plantea a la pastoral <strong>de</strong> la salud, son <strong>de</strong> hondo calado.<br />

Estos trece primeros años <strong>de</strong> actividad han asistido al diligente y dinámico compromiso<br />

<strong>de</strong>l dicasterio en un sector <strong>de</strong>licado y frecuentemente atormentado, y han confirmado<br />

la necesidad y la urgencia <strong>de</strong>l servicio eclesial por él <strong>de</strong>sempeñado. Contemplo<br />

con gratitud las numerosas realizaciones que, gracias a vuestro constante <strong>de</strong>svelo, han<br />

podido llevarse a cabo en apoyo a la admirable disposición −a veces heroica− <strong>de</strong> médicos,<br />

monjas y capellanes al servicio <strong>de</strong> los enfermos. La pastoral sanitaria, nacida <strong>de</strong> la caridad<br />

<strong>de</strong> la Iglesia y atestiguada <strong>de</strong> manera eminente. por muchos santos −entre los cuales<br />

ocupan un lugar relevante San Juan <strong>de</strong> Dios y San Camilo <strong>de</strong> Lelis− ha conocido a lo largo<br />

<strong>de</strong> los siglos una extraordinaria floración gracias a la labor <strong>de</strong> ór<strong>de</strong>nes e institutos religiosos<br />

<strong>de</strong>dicados al servicio <strong>de</strong> los enfermos. Hoy dicha pastoral es coordinada y promovida<br />

por el organismo <strong>de</strong>l que formáis parte cada uno según vuestro respectivo título. Yo<br />

mismo lo instituí en 1985, encomendándolo al espíritu <strong>de</strong> iniciativa <strong>de</strong>l car<strong>de</strong>nal Fiorenzo<br />

Angelini, cuya intensa actividad <strong>de</strong>seo una vez más recordar con aprecio y gratitud.<br />

Tareas y obstáculos<br />

3. Al acoger y continuar tan valiosa herencia, os habéis hecho cargo, con sentido <strong>de</strong><br />

responsabilidad y amor, <strong>de</strong> las tareas que el documento institutivo asigna al dicasterio.<br />

Seguís pues con suma atención las difíciles problemáticas <strong>de</strong> la salud, ayudando a quienes<br />

se ponen al servicio <strong>de</strong> enfermos y dolientes, para que su obra responda cada vez mejor<br />

a las exigencias que emergen en tan <strong>de</strong>licado campo. Os preocupáis en especial <strong>de</strong><br />

ofrecer vuestra colaboración a las Iglesias locales, con vistas a que los agentes sanitarios


ALDIZKARI NAGUSIA / BOLETÍN OFICIAL (apirila • 1998 • abril)<br />

tengan asegurada una asistencia espiritual a<strong>de</strong>cuada, así como la posibilidad <strong>de</strong> un serio<br />

conocimiento <strong>de</strong> la doctrina <strong>de</strong> la Iglesia en relación con los aspectos morales <strong>de</strong> la enfermedad<br />

y el significado <strong>de</strong>l dolor humano. Vuestro dicasterio sigue a<strong>de</strong>más con atención<br />

los problemas teóricos y prácticos <strong>de</strong> la medicina, como también los <strong>de</strong>sarrollos <strong>de</strong><br />

la normativa sanitaria en campo legislativo, intentando salvaguardar en toda situación el<br />

respeto a la dignidad <strong>de</strong> la persona.<br />

Lamentablemente, la benéfica acción <strong>de</strong> protección y tutela <strong>de</strong> la salud halla obstáculos<br />

no sólo en los numerosos factores patógenos, tanto antiguos como recientes, que<br />

amenazan la vida en la tierra, sino también, en ocasiones, en la mentalidad y conducta <strong>de</strong><br />

los hombres. La prepotencia, la violencia, la guerra, la droga, los secuestros, la marginación<br />

<strong>de</strong> los inmigrantes, el aborto, la eutanasia, son atentados contra la vida que <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n<br />

<strong>de</strong> la iniciativa humana. Las i<strong>de</strong>ologías totalitarias, que han <strong>de</strong>gradado al hombre a<br />

un objeto, conculcando y eludiendo los <strong>de</strong>rechos humanos fundamentales, hallan preocupantes<br />

paralelismos en algunas instrumentalizaciones <strong>de</strong> las potencialida<strong>de</strong>s biotecnológicas,<br />

que manipulan la vida en nombre <strong>de</strong> una <strong>de</strong>smedida ambición <strong>de</strong> dominio,<br />

que <strong>de</strong>forma aspiraciones y esperanzas, multiplicando inquietu<strong>de</strong>s y sufrimientos.<br />

Servir a la vida<br />

4. “Yo he venido para que tengan vida y la tengan abundante” (Jn 10,10): la Iglesia,<br />

que conserva y difun<strong>de</strong> el mensaje <strong>de</strong> la salvación, consi<strong>de</strong>ra programa suyo esta viva y<br />

estimulante afirmación <strong>de</strong> Jesús. Esta misión halla su eco en la <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> la salud <strong>de</strong>l<br />

hombre, que constituye vuestro programa.<br />

El concepto <strong>de</strong> salud no pue<strong>de</strong> limitarse a significar tan sólo la ausencia <strong>de</strong> enfermedad<br />

o <strong>de</strong> momentáneas disfunciones orgánicas. La salud atañe al bienestar <strong>de</strong> la persona<br />

entera, a su estado biofísico, psíquico y espiritual. De alguna manera, pues, abraza<br />

también su adaptación al ambiente en el que vive y actúa.<br />

“Yo he venido para que tengan vida y la tengan abundante” (Jn 10,10). Los objetivos<br />

que perseguís −como son, por ejemplo, la tutela <strong>de</strong> la dignidad <strong>de</strong> la persona en su<br />

vida física y moral; la promoción <strong>de</strong> estudios e investigaciones en campo sanitario; la incentivación<br />

<strong>de</strong> políticas sanitarias a<strong>de</strong>cuadas; la animación <strong>de</strong> la pastoral hospitalaria−<br />

constituyen el reflejo en el plano operativo <strong>de</strong> la tarea que Jesús transmitió a su Iglesia:<br />

¡servir a la vida! No puedo sino animaros a cumplir este compromiso.<br />

5. La Encarnación <strong>de</strong>l Verbo ha sanado toda <strong>de</strong>bilidad nuestra y ha ennoblecido a la<br />

naturaleza humana, elevándola a dignidad sobrenatural y haciendo <strong>de</strong>l pueblo <strong>de</strong> los redimidos,<br />

gracias a la acción <strong>de</strong>l Espíritu Santo, un solo cuerpo y un solo espíritu. Precisamente<br />

por ello todo acto <strong>de</strong> asistencia al hombre enfermo, lo mismo en las estructuras<br />

sanitarias <strong>de</strong> vanguardia que en las sencillas estructuras <strong>de</strong> los países en vías <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo,<br />

si está hecho con espíritu <strong>de</strong> fe y con <strong>de</strong>lica<strong>de</strong>za fraterna, se transforma, en un sentido<br />

muy auténtico, en acto <strong>de</strong> religión.<br />

El cuidado a los enfermos, <strong>de</strong>sempeñado en un contexto <strong>de</strong> respeto por la persona,<br />

no se limita a la terapia médica o a la intervención quirúrgica, sino que está finalizado a<br />

sanar íntegramente al hombre, restituyéndole la armonía <strong>de</strong> un equilibrio interior, el gusto<br />

por la vida, la alegría <strong>de</strong>l amor y <strong>de</strong> la comunión.<br />

A ello se <strong>de</strong>stinan también, en el complejo y variado mundo <strong>de</strong> la sanidad, las activida<strong>de</strong>s<br />

<strong>de</strong> vuestro dicasterio, en colaboración con los análogos centros pastorales <strong>de</strong> las


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Iglesias locales, que coordinan el servicio <strong>de</strong> los capellanes y <strong>de</strong> las monjas hospitalarias,<br />

junto con la generosa disposición <strong>de</strong>l voluntariado. El fin común es el respeto a la vida <strong>de</strong><br />

toda persona, que, aun disminuida en sus funciones y en su integridad orgánica, conserva<br />

intacta la dignidad humana que le es propia.<br />

6. Deseo <strong>de</strong> todo corazón que gracias a la labor <strong>de</strong> los próximos días lleguéis a formular<br />

oportunos planes <strong>de</strong> acción. Éste es el camino para realizar las finalida<strong>de</strong>s institucionales<br />

<strong>de</strong>l Pontificio Consejo, que no <strong>de</strong>jará <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempeñar un papel específico en el tiempo<br />

<strong>de</strong> preparación al gran Jubileo <strong>de</strong>l año 2000. De esta forma, se ayudará a los fieles a<br />

tomar conciencia <strong>de</strong> que “en el sufrimiento se escon<strong>de</strong> una particular fuerza que acerca<br />

interiormente el hombre a Cristo” (Carta apostólica Salvifici doloris, 26). El sufrimiento<br />

<strong>de</strong>l ser humano, transformado así en el misterio <strong>de</strong>l sufrimiento <strong>de</strong>l Re<strong>de</strong>ntor, llega <strong>de</strong><br />

esta manera a ser “el mediador insustituible y autor <strong>de</strong> los bienes indispensables para la<br />

salvación <strong>de</strong>l mundo” (ibíd., 27).<br />

Seguid ofreciendo a las Conferencias Episcopales nacionales y a todos los organismos<br />

comprometidos en la pastoral sanitaria vuestro inteligente servicio, y así el Espíritu<br />

Santo, que “con su fuerza y con la íntima conexión <strong>de</strong> los miembros, da unidad al cuerpo<br />

y así produce y estimula el amor entre los creyentes” (Constitución dogmática Lumen<br />

gentium, 7), seguirá manifestándose a la Iglesia, al principio <strong>de</strong> su tercer milenio como<br />

“agente principal <strong>de</strong> la nueva evangelización” (Carta apostólica Tertio millennio adveniente,<br />

45).<br />

Encomendando tales <strong>de</strong>seos a la Virgen Santísima, quien tras el anuncio <strong>de</strong>l ángel<br />

concretó su disposición inmediata en un servicio a la vida para con su prima Isabel,<br />

próxima a dar a luz, os imparto <strong>de</strong> todo corazón mi afectuosa bendición, que gustosamente<br />

extiendo a cuantos colaboran con vosotros para hacer cada vez más eficaz y<br />

humano el servicio a las personas probadas por la enfermedad.<br />

[“O. R.” 9/10-3-98; original italiano; traducción <strong>de</strong> ECCLESIA]<br />

!!!!!<br />

CARTA DE JUAN PABLO II<br />

AL CARDENAL EDWARD IDRIS CASSIDY,<br />

PRESIDENTE DE LA COMISIÓN<br />

PARA LAS RELACIONES CON EL HEBRAÍSMO<br />

(12 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 1998)<br />

En numerosas ocasiones durante mi Pontificado me he referido con sentido <strong>de</strong> profunda<br />

pena a los sufrimientos <strong>de</strong>l pueblo judío durante la Segunda Guerra Mundial.<br />

El crimen, que ha llegado a ser conocido como la Shoah, sigue siendo una mancha<br />

in<strong>de</strong>leble en la historia <strong>de</strong>l siglo que finaliza.<br />

Al prepararse para el comienzo <strong>de</strong>l tercer milenio <strong>de</strong> la era cristiana, la Iglesia es<br />

consciente <strong>de</strong> que la alegría <strong>de</strong> un jubileo es, sobre todo, una alegría fundada en el perdón<br />

<strong>de</strong> los pecados y en la reconciliación con Dios y con el prójimo. Por esa razón, la Igle-


ALDIZKARI NAGUSIA / BOLETÍN OFICIAL (apirila • 1998 • abril)<br />

sia alienta a sus hijos e hijas a purificar sus corazones, a través <strong>de</strong>l arrepentimiento <strong>de</strong> los<br />

errores e infi<strong>de</strong>lida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l pasado, los llama a ponerse humil<strong>de</strong>mente ante Dios y a examinarse<br />

sobre la responsabilidad que, también ellos, tienen en los males <strong>de</strong> nuestro<br />

tiempo.<br />

Espero fervientemente que el documento: “Nosotros recordamos: una reflexión<br />

sobre la Shoah”, que la Comisión para las Relaciones Religiosas con el Hebraísmo ha<br />

preparado bajo su guía, ayu<strong>de</strong> verda<strong>de</strong>ramente a curar las heridas <strong>de</strong> las incomprensiones<br />

e injusticias <strong>de</strong>l pasado. Quiera Dios que este documento capacite la memoria para<br />

<strong>de</strong>sempeñar su necesario papel en el proceso <strong>de</strong> construcción <strong>de</strong> un futuro en el que ya<br />

nunca sea posible la in<strong>de</strong>cible iniquidad <strong>de</strong> la Shoah. Que el Señor <strong>de</strong> la historia guíe los<br />

esfuerzos <strong>de</strong> católicos y judíos y <strong>de</strong> todos los hombres y mujeres <strong>de</strong> buena voluntad para<br />

que trabajen juntos en la construcción <strong>de</strong> un mundo <strong>de</strong> auténtico respeto por la vida y la<br />

dignidad <strong>de</strong> todo ser humano, puesto que todos han sido creados a imagen y semejanza<br />

<strong>de</strong> Dios.<br />

!!!!!<br />

Vaticano, 12 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 1998<br />

DOCUMENTO DE LA COMISIÓN<br />

PARA LAS RELACIONES CON EL HEBRAÍSMO<br />

(16 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 1998)<br />

«Nosotros recordamos: una reflexión sobre la Shoah»<br />

I. LA TRAGEDIA DE LA SHOAH Y EL DEBER DE LA MEMORIA<br />

El siglo XX está llegando rápidamente a su fin, y ya asoma la aurora <strong>de</strong> un nuevo<br />

milenio cristiano. El bimilenario <strong>de</strong>l nacimiento <strong>de</strong> Jesucristo insta a todos los cristianos,<br />

e invita en realidad a todo hombre y toda mujer, a tratar <strong>de</strong> <strong>de</strong>scubrir en el fluir <strong>de</strong> la historia<br />

los signos <strong>de</strong> la acción <strong>de</strong> la Divina Provi<strong>de</strong>ncia, así como las formas en las que la<br />

imagen <strong>de</strong>l Creador presente en el hombre ha sido ultrajada y <strong>de</strong>sfigurada.<br />

La presente reflexión atañe a uno <strong>de</strong> los principales sectores en los que los católicos<br />

pue<strong>de</strong>n tomar en seria consi<strong>de</strong>ración la advertencia que Juan Pablo II les dirige en la<br />

Carta apostólica Tertio millennio adveniente: “Así es justo que, mientras el segundo milenio<br />

<strong>de</strong>l cristianismo llega a su fin, la Iglesia asuma con una conciencia más viva el pecado<br />

<strong>de</strong> sus hijos recordando todas las circunstancias en las que, a lo largo <strong>de</strong> la historia, se<br />

han alejado <strong>de</strong>l espíritu <strong>de</strong> Cristo y <strong>de</strong> su Evangelio, ofreciendo al mundo, en vez <strong>de</strong>l testimonio<br />

<strong>de</strong> una vida inspirada en los valores <strong>de</strong> la fe, el espectáculo <strong>de</strong> modos <strong>de</strong> pensar y<br />

actuar que eran verda<strong>de</strong>ras formas <strong>de</strong> antitestimonio y <strong>de</strong> escándalo” 1 .<br />

El presente siglo ha sido testigo <strong>de</strong> una tragedia inenarrable, que jamás podrá ser<br />

olvidada: el intento <strong>de</strong>l régimen nazi <strong>de</strong> exterminar al pueblo hebreo, con la consiguiente<br />

matanza <strong>de</strong> millones <strong>de</strong> hebreos. Hombres y mujeres, viejos y jóvenes, niños e infantes,<br />

sólo por ser <strong>de</strong> origen hebreo, fueron perseguidos y <strong>de</strong>portados. Algunos fueron matados<br />

1 JUAN PABLO II, Tertio millennio adveniente, 33: ECCLESIA, n. 2712 (1994/11), p. 1785.


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inmediatamente, otros fueron humillados, maltratados, torturados y privados completamente<br />

<strong>de</strong> su dignidad humana, y finalmente matados. Poquísimos <strong>de</strong> los que fueron internados<br />

en los campos <strong>de</strong> concentración sobrevivieron, y los supervivientes permanecieron<br />

aterrorizados <strong>de</strong> por vida. Ésta fue la Shoah: uno <strong>de</strong> los principales dramas <strong>de</strong> la historia<br />

<strong>de</strong> este siglo, un hecho que aún hoy nos concierne.<br />

Ante este horrible genocidio, que los responsables <strong>de</strong> las naciones y las mismas comunida<strong>de</strong>s<br />

hebreas hallaron difícil <strong>de</strong> creer al tiempo que se perpetraba sin misericordia,<br />

nadie pue<strong>de</strong> permanecer indiferente, y menos que nadie la Iglesia, con motivo <strong>de</strong> sus estrechísimos<br />

vínculos <strong>de</strong> parentesco espiritual con el pueblo hebreo y <strong>de</strong>l recuerdo por ella<br />

alimentado <strong>de</strong> las injusticias <strong>de</strong>l pasado. La relación <strong>de</strong> la Iglesia con el pueblo hebreo es<br />

distinta <strong>de</strong> la que comparte con cualquier otra religión 2 . No se trata tan sólo <strong>de</strong> volver al<br />

pasado. El futuro común <strong>de</strong> hebreos y cristianos exige que nosotros recor<strong>de</strong>mos, pues “no<br />

hay futuro sin memoria 3 . La misma historia es memoria futuri.<br />

Al dirigir esta reflexión a nuestros hermanos y hermanas <strong>de</strong> la Iglesia católica diseminada<br />

por el mundo, pedimos a todos los cristianos que se unan a nosotros en la reflexión<br />

sobre la catástrofe que se <strong>de</strong>sató sobre el pueblo hebreo, y sobre el imperativo<br />

moral <strong>de</strong> hacer que nunca jamás el egoísmo y la muerte crezcan hasta el punto <strong>de</strong> sembrar<br />

sufrimientos y muerte 4 . De manera especial, pedimos a nuestros amigos hebreos,<br />

“cuyo terrible <strong>de</strong>stino se ha convertido en símbolo <strong>de</strong> las aberraciones adon<strong>de</strong> pue<strong>de</strong> llegar<br />

el hombre cuando se vuelve contra Dios” 5 , que dispongan su corazón para escucharnos.<br />

II. QUÉ DEBEMOS RECORDAR<br />

Al dar su especial testimonio <strong>de</strong>l Santo <strong>de</strong> Israel y <strong>de</strong> la Torah, el pueblo hebreo ha<br />

sufrido mucho en distintas épocas y en diferentes lugares. Pero la Shoah fue ciertamente<br />

el peor <strong>de</strong> todos sus sufrimientos. La inhumanidad con la que los hebreos fueron<br />

perseguidos y exterminados durante el presente siglo va más allá <strong>de</strong> la fuerza expresiva<br />

<strong>de</strong> las palabras. Y todo ello se les hizo por la única razón <strong>de</strong> ser hebreos.<br />

La misma enormidad <strong>de</strong>l crimen da lugar a muchos interrogantes. Historiadores,<br />

sociólogos, filósofos, políticos, psicólogos y teólogos intentan conocer algo más acerca <strong>de</strong><br />

la realidad y las causas <strong>de</strong> la Shoah. Muchos estudios especializados quedan aún por<br />

hacer. Pero semejante acontecimiento no pue<strong>de</strong> medirse plenamente sólo con los or<strong>de</strong>nados<br />

criterios <strong>de</strong> la investigación histórica, sino que reconduce a una “memoria moral y<br />

religiosa” y, especialmente entre los cristianos, a una muy seria reflexión acerca <strong>de</strong> las<br />

causas que lo provocaron. El hecho <strong>de</strong> que la Shoah tuviera lugar en Europa, es <strong>de</strong>cir, en<br />

países <strong>de</strong> larga civilización cristiana, plantea la cuestión <strong>de</strong> la relación entre la persecución<br />

nazista y las actitu<strong>de</strong>s <strong>de</strong> los cristianos para con los hebreos a lo largo <strong>de</strong> los siglos.<br />

2 Cf. JUAN PABLO II, En la visita a la sinagoga <strong>de</strong> Roma (13-4-86), 4: ECCLESIA, n. 2264<br />

(1986/1), p. 565.<br />

3 JUAN PABLO II, “Angelus” <strong>de</strong>l 11 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 1995: Insegnamenti 18/1 (1995), 1712.<br />

4 Cf. JUAN PABLO II, Discurso a la comunidad hebrea <strong>de</strong> Budapest (18-8-91), 4: Insegnamenti<br />

14/2 (1991), 349.<br />

5 JUAN PABLO II, Centesimus annus, 17: ECCLESIA, nn. 2527-2528 (1991/1), p. 722.


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III. LAS RELACIONES ENTRE HEBREOS Y CRISTIANOS<br />

La historia <strong>de</strong> las relaciones entre hebreos y cristianos es una historia atormentada.<br />

Lo ha reconocido el Santo Padre Juan Pablo II en sus reiterados llamamientos a los católicos<br />

a consi<strong>de</strong>rar nuestra actitud respecto a nuestras relaciones con el pueblo hebreo 6 .<br />

De hecho, el saldo que arrojan tales relaciones durante los dos milenios resulta bastante<br />

negativo 7 .<br />

En los albores <strong>de</strong>l cristianismo, tras la crucifixión <strong>de</strong> Jesús, surgieron contrastes<br />

entre la Iglesia primitiva y los jefes <strong>de</strong> los judíos y el pueblo hebreo, quienes, en obsequio<br />

a la Ley, se opusieron a veces <strong>de</strong> forma violenta a los predicadores <strong>de</strong>l Evangelio y a los<br />

primeros cristianos. En el imperio romano, que era pagano, los hebreos estaban legalmente<br />

protegidos por los privilegios que les garantizaba el Emperador, y las autorida<strong>de</strong>s,<br />

en un principio, no hicieron distinciones entre comunida<strong>de</strong>s judías y cristianas. Muy<br />

pronto, sin embargo, los cristianos incurrieron en la persecución por parte <strong>de</strong>l Estado.<br />

Cuando, en lo sucesivo, los mismos emperadores se convirtieron al cristianismo, éstos<br />

siguieron en un primer tiempo garantizando los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> los hebreos. Pero grupos <strong>de</strong><br />

agitadores cristianos que asaltaban los templos paganos hicieron en algunos casos lo<br />

mismo contra las sinagogas, no sin sufrir la influencia <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminadas interpretaciones<br />

erróneas <strong>de</strong>l Nuevo Testamento concernientes al pueblo hebreo en su conjunto. “En el<br />

mundo cristiano −no digo por parte <strong>de</strong> la Iglesia en cuanto tal− han circulado durante<br />

mucho tiempo erróneas e injustas interpretaciones <strong>de</strong>l Nuevo Testamento relativas al<br />

pueblo judío y a su supuesta culpa, interpretaciones que han engendrado sentimientos <strong>de</strong><br />

hostilidad hacia ese pueblo” 8 . Dichas interpretaciones <strong>de</strong>l Nuevo Testamento fueron total<br />

y <strong>de</strong>finitivamente rechazadas por el Concilio Vaticano II 9 .<br />

A pesar <strong>de</strong> la predicación cristiana <strong>de</strong>l amor para con todos, incluidos los mismos<br />

enemigos, la mentalidad prevaleciente a lo largo <strong>de</strong> los siglos ha penalizado a las minorías<br />

y a quienes eran <strong>de</strong> alguna manera “diferentes”. Sentimientos <strong>de</strong> antijudaísmo en algunos<br />

ambientes cristianos, y la divergencia existente entre la Iglesia y el pueblo hebreo,<br />

llevaron a una discriminación generalizada, que <strong>de</strong>sembocaba a veces en expulsiones o<br />

en intentos <strong>de</strong> conversiones forzadas. En una gran parte <strong>de</strong>l mundo “cristiano”, hasta<br />

finales <strong>de</strong>l siglo XVIII, quienes no eran cristianos no siempre gozaron <strong>de</strong> un status jurídico<br />

plenamente asegurado. A pesar <strong>de</strong> ello, los hebreos presentes en todo el mundo cristiano<br />

permanecieron fieles a sus tradiciones religiosas y a sus costumbres. Se les consi<strong>de</strong>ró<br />

por ello con cierta suspicacia y <strong>de</strong>sconfianza. En tiempos <strong>de</strong> crisis como carestías, guerras,<br />

pestes o tensiones sociales, la minoría hebrea fue en varias ocasiones tomada como<br />

chivo expiatorio, siendo <strong>de</strong> esta manera víctima <strong>de</strong> violencias, saqueos e incluso <strong>de</strong> matanzas.<br />

Entre finales <strong>de</strong>l siglo XVIII y principios <strong>de</strong>l siglo XIX, los hebreos habían alcanzado<br />

por regla general una posición <strong>de</strong> igualdad respecto a los <strong>de</strong>más ciudadanos en la mayoría<br />

<strong>de</strong> los Estados, y un cierto número <strong>de</strong> ellos llegó a <strong>de</strong>sempeñar papeles influyentes<br />

en la sociedad. Mas en ese mismo contexto histórico, especialmente en el siglo XIX, llegó<br />

6 Cf. JUAN PABLO II, Discurso a los <strong>de</strong>legados <strong>de</strong> las Conferencias Episcopales para los judíos<br />

(6-3-82): ECCLESIA, n. 2070 (198211), pp. 360-361.<br />

7 Cf. COMISIÓN DE LA SANTA SEDE PARA LAS RELACIONES CON EL HEBRAÍSMO, Judíos<br />

y judaísmo en la predicación y en la catequesis <strong>de</strong> la Iglesia (24-6-85) VI, I: ECCLESIA, n. 2230<br />

(1985/11), pp. 905-911.<br />

8 JUAN PABLO II, Discurso a los participantes en el Simposio sobre “Raíces <strong>de</strong>l antisemitismo<br />

en ámbito cristiano” (31-10-97), I: ECCLESIA, n. 2867 (1997/11 ), p. 1701.<br />

9 Cf. Nostra aetate, 4.


ALDIZKARI NAGUSIA / BOLETÍN OFICIAL (apirila • 1998 • abril)<br />

a cuajar un nacionalismo exasperado y falso. En un clima <strong>de</strong> rápido cambio social, los<br />

hebreos fueron a menudo acusados <strong>de</strong> ejercer una influencia <strong>de</strong>sproporcionada respecto<br />

a su número. Entonces empezó a exten<strong>de</strong>rse en distintos grados, en la mayor parte <strong>de</strong><br />

Europa, un antijudaísmo que era, en su esencia, más sociopolítico que religioso.<br />

En el mismo período, empezaron a aparecer teorías que negaban la unidad <strong>de</strong> la<br />

raza humana, afirmando una diferencia original <strong>de</strong> las razas. En el siglo XX, el nacionalsocialismo<br />

en Alemania utilizó dichas i<strong>de</strong>as como base pseudocientífica para una diferenciación<br />

entre las <strong>de</strong>nominadas razas nórdico-arias y supuestas razas inferiores. A<strong>de</strong>más,<br />

la <strong>de</strong>rrota <strong>de</strong> 1918 y las humillantes condiciones impuestas por los vencedores estimularon<br />

en Alemania una forma extremista <strong>de</strong> nacionalismo, con la consecuencia <strong>de</strong> que muchos<br />

vieran en el nacionalsocialismo una solución a los problemas <strong>de</strong>l país, cooperando<br />

pues políticamente con ese movimiento.<br />

La Iglesia en Alemania rebatió con<strong>de</strong>nando el racismo. Dicha con<strong>de</strong>na apareció por<br />

vez primera en la predicación <strong>de</strong> algunos miembros <strong>de</strong>l clero, en la enseñanza pública <strong>de</strong><br />

los obispos católicos y en los escritos <strong>de</strong> periodistas católicos. Ya en febrero y marzo <strong>de</strong><br />

1931, el car<strong>de</strong>nal Bertram <strong>de</strong> Breslavia, el car<strong>de</strong>nal Faulhaber y los obispos <strong>de</strong> Baviera, los<br />

<strong>de</strong> la provincia <strong>de</strong> Colonia y los <strong>de</strong> la provincia <strong>de</strong> Friburgo, publicaron cartas pastorales<br />

que con<strong>de</strong>naban el nacionalsocialismo, con su idolatría <strong>de</strong> la raza y <strong>de</strong>l Estado 10 . En 1933,<br />

el mismo año en que el nacionalismo llegó al po<strong>de</strong>r, los bien conocidos sermones <strong>de</strong> Adviento<br />

<strong>de</strong>l car<strong>de</strong>nal Faulhaber, a los que asistieron no sólo católicos, sino también protestantes<br />

y hebreos, tuvieron expresiones <strong>de</strong> claro rechazo <strong>de</strong> la propaganda antisemita nazi<br />

11 . Tras la Kristollnacht, Bernard Lichtenberg, <strong>de</strong>án <strong>de</strong> la catedral <strong>de</strong> Berlín, elevó oraciones<br />

públicas por los hebreos. Moriría posteriormente en Dachau, y ha sido <strong>de</strong>clarado<br />

Beato.<br />

También el Papa Pío XI con<strong>de</strong>nó <strong>de</strong> manera solemne el racismo nazi en la encíclica<br />

Mit brennen<strong>de</strong>r Sorge 12 , que se leyó en las iglesias <strong>de</strong> Alemania el domingo <strong>de</strong> Pasión <strong>de</strong><br />

1937, iniciativa ésta que provocó ataques y sanciones contra miembros <strong>de</strong>l clero. El 6 <strong>de</strong><br />

septiembre <strong>de</strong> 1938, al dirigirse a un grupo <strong>de</strong> peregrinos belgas, Pío XI afirmó: “El antisemitismo<br />

es inaceptable. Espiritualmente todos somos semitas 13 . Pío XII, ya <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su<br />

primera encíclica, la Summi Pontificatus 14 , <strong>de</strong>l 20 <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong> 1939, ponía en guardia<br />

contra las teorías que negaban la unidad <strong>de</strong> la raza humana y contra la <strong>de</strong>ificación <strong>de</strong>l<br />

Estado, cosas todas ellas que él preveía que llevarían a una auténtica “hora <strong>de</strong> las tinieblas”<br />

15 .<br />

IV. EL ANTISEMITISMO NAZI Y LA SHOAH<br />

No pue<strong>de</strong> ignorarse la diferencia existente entre el antisemitismo, basado en teorías<br />

contrarias a la enseñanza constante <strong>de</strong> la Iglesia acerca <strong>de</strong> la unidad <strong>de</strong>l género humano y<br />

10 Cf. B. STATIEWSKI (ed.), Akten <strong>de</strong>utscher Bischöfe über die Lage <strong>de</strong>r Kirche 1933-1945, vol.<br />

I, 1933-1934 (Maguncia, 1968), Apéndice.<br />

11 Cf. L. VOLK, Der Bayerische Episkopat und <strong>de</strong>r Nationalsozialismus 1930-1934 (Maguncia,<br />

1966), pp. 170-174.<br />

12 Del 14 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 1937: AAS 29 (1937), 145-167.<br />

13 La Documention Cotholique, 29 (1938), col. 1460.<br />

14 AAS 31 (1939), 413-453.<br />

15 Ibid., 449.


ALDIZKARI NAGUSIA / BOLETÍN OFICIAL (apirila • 1998 • abril)<br />

<strong>de</strong> la igual dignidad <strong>de</strong> todas las razas y los pueblos, y los sentimientos <strong>de</strong> suspicacia y<br />

hostilidad persistentes <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace siglos que llamamos antijudaísmo, <strong>de</strong> los cuales, por<br />

<strong>de</strong>sgracia, también algunos cristianos se han hecho culpables.<br />

La i<strong>de</strong>ología nacionalsocialista fue incluso más allá, en el sentido que rechazó reconocer<br />

cualquier realidad trascen<strong>de</strong>nte como fuente <strong>de</strong> la vida y criterio <strong>de</strong>l bien moral. En<br />

consecuencia, un grupo humano, y el Estado con el que aquél se i<strong>de</strong>ntificaba, se arrogó<br />

un valor absoluto, y <strong>de</strong>cidió acabar con la misma existencia <strong>de</strong>l pueblo hebreo, pueblo<br />

llamado a dar testimonio <strong>de</strong>l único Dios y <strong>de</strong> la Ley <strong>de</strong> la Alianza. A nivel teológico, no<br />

po<strong>de</strong>mos ignorar el hecho <strong>de</strong> que no pocos secuaces <strong>de</strong>l partido nazi no sólo se mostraron<br />

contrarios a la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> una Divina Provi<strong>de</strong>ncia que actúa en los avatares humanos, sino<br />

que dieron prueba <strong>de</strong> un odio <strong>de</strong>terminado hacia el mismo Dios. Lógicamente, semejante<br />

actitud causó también el rechazo <strong>de</strong>l cristianismo y el <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> ver a la Iglesia <strong>de</strong>struida,<br />

o, por lo menos, sometida a los intereses <strong>de</strong>l Estado nazi.<br />

Fue esta i<strong>de</strong>ología extrema la que constituyó la base <strong>de</strong> las medidas adoptadas, primero<br />

para <strong>de</strong>sarraigar a los hebreos <strong>de</strong> sus casas y <strong>de</strong>spués para exterminarlos. La Shoah<br />

fue obra <strong>de</strong> un típico régimen mo<strong>de</strong>rno neopagano. Su antisemitismo ahondaba las raíces<br />

fuera <strong>de</strong>l cristianismo, y, al perseguir sus objetivos, no dudó en enfrentarse a la Iglesia,<br />

persiguiendo también a sus miembros.<br />

Cabe sin embargo preguntarse si la persecución <strong>de</strong> los hebreos por parte <strong>de</strong>l nazismo<br />

no hubiera sido facilitada por los prejuicios antijudíos presentes en las mentes y en<br />

los corazones <strong>de</strong> algunos cristianos. ¿El sentimiento antijudío hizo tal vez a los cristianos<br />

menos sensibles, o incluso indiferentes, a las persecuciones lanzadas contra los hebreos<br />

por el nacionalsocialismo, una vez alcanzado éste el po<strong>de</strong>r?<br />

Toda respuesta a esta pregunta <strong>de</strong>be tener en cuenta que estamos tratando <strong>de</strong> una<br />

historia <strong>de</strong> actitu<strong>de</strong>s y <strong>de</strong> formas <strong>de</strong> pensar <strong>de</strong> gente sometida a muchas influencias. Es<br />

más: muchos <strong>de</strong>sconocían por completo la “solución final” que estaba a punto <strong>de</strong> adoptarse<br />

contra un pueblo entero; otros temieron por sí mismos y por sus seres queridos;<br />

algunos sacaron partido <strong>de</strong> la situación; otros, finalmente, actuaron impulsados por la<br />

envidia. La respuesta ha <strong>de</strong> darse caso por caso, y para hacerlo es preciso conocer lo que<br />

motivó exactamente a las personas ante una situación específica.<br />

Al principio, los dirigentes <strong>de</strong>l Tercer Reich trataron <strong>de</strong> expulsar a los hebreos. Por<br />

<strong>de</strong>sgracia, los gobiernos <strong>de</strong> algunos países occi<strong>de</strong>ntales <strong>de</strong> tradición cristiana, incluidos<br />

algunos <strong>de</strong> Norteamérica y <strong>de</strong> Sudamérica, dudaron mucho a la hora <strong>de</strong> abrir sus fronteras<br />

a los hebreos perseguidos. Aunque no podían prever lo lejos que llegarían los jerarcas<br />

nazis en sus criminales intenciones, los jefes <strong>de</strong> dichas naciones estaban informados <strong>de</strong><br />

las dificulta<strong>de</strong>s y peligros a los que estaban expuestos los hebreos que vivían en los territorios<br />

<strong>de</strong>l Tercer Reich. En tales circunstancias, el cierre <strong>de</strong> las fronteras a la inmigración<br />

hebrea, ya se <strong>de</strong>biera a la hostilidad o a la sospecha antijudías, a cobardía o limitación <strong>de</strong><br />

visión política o a egoísmo nacional, constituye un grave cargo <strong>de</strong> conciencia para las autorida<strong>de</strong>s<br />

en cuestión.<br />

En las tierras en las que el nazismo emprendió la <strong>de</strong>portación masiva, la brutalidad<br />

que acompañó a estos movimientos forzosos <strong>de</strong> gente inerme habría <strong>de</strong>bido levantar las<br />

peores sospechas. ¿Ofrecieron los cristianos toda posible asistencia a los perseguidos, y<br />

especialmente a los hebreos?<br />

Muchos lo hicieron, pero otros no. Quienes ayudaron a salvar el mayor número <strong>de</strong><br />

hebreos posible, hasta poner en peligro mortal sus propias vidas, no <strong>de</strong>ben ser olvidados.


ALDIZKARI NAGUSIA / BOLETÍN OFICIAL (apirila • 1998 • abril)<br />

Durante la guerra y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> ella, comunida<strong>de</strong>s y personalida<strong>de</strong>s hebreas expresaron<br />

su gratitud por cuanto se había hecho en su favor, incluso lo que el mismo Pío XII había<br />

hecho personalmente o mediante sus representantes para salvar centenares <strong>de</strong> miles <strong>de</strong><br />

vidas <strong>de</strong> hebreos 16 . Muchos obispos, sacerdotes, religiosos y laicos fueron por dicha razón<br />

distinguidos por el Estado <strong>de</strong> Israel.<br />

A pesar <strong>de</strong> ello −como el Papa Juan Pablo II ha reconocido−, junto a tales hombres<br />

y mujeres valientes, la resistencia espiritual y la acción concreta <strong>de</strong> otros cristianos no fue<br />

la que habría cabido esperar <strong>de</strong> unos discípulos <strong>de</strong> Cristo. No po<strong>de</strong>mos saber cuántos<br />

cristianos en países ocupados o gobernados por las potencias nazis o por sus aliados<br />

comprobaron con horror la <strong>de</strong>saparición <strong>de</strong> sus vecinos hebreos pero no tuvieron la fuerza<br />

suficiente para levantar la voz en señal <strong>de</strong> protesta. Para los cristianos, esta grave carga<br />

<strong>de</strong> conciencia <strong>de</strong> sus hermanos y hermanas durante la última guerra mundial <strong>de</strong>be<br />

constituir una llamada al arrepentimiento 17 .<br />

Deploramos hondamente los errores y las culpas <strong>de</strong> estos hijos e hijas <strong>de</strong> la Iglesia.<br />

Hacemos nuestro lo que el Concilio Vaticano II dijo con la Declaración Nostra aetate,<br />

que afirma <strong>de</strong> manera inequívoca: “La Iglesia... recordando el patrimonio común con los<br />

judíos e impulsada no por razones políticas, sino por la religiosa caridad evangélica, <strong>de</strong>plora<br />

los odios, persecuciones y manifestaciones <strong>de</strong> antisemitismo <strong>de</strong> que han sido objeto<br />

los judíos <strong>de</strong> cualquier tiempo y por parte <strong>de</strong> cualquier persona” 18 .<br />

Recordamos y hacemos nuestro lo que afirmaba el Papa Juan Pablo II, al dirigirse a<br />

los jefes <strong>de</strong> la comunidad hebrea <strong>de</strong> Estrasburgo en 1988: “Reitero una vez más junto con<br />

vosotros la más firme con<strong>de</strong>na <strong>de</strong> todo antisemitismo y <strong>de</strong> todo racismo, que se oponen a<br />

los principios <strong>de</strong>l cristianismo” 19 . La Iglesia católica rechaza pues toda persecución, en<br />

cualquier tiempo y lugar, perpetrada contra un pueblo o un grupo humano. Con<strong>de</strong>na <strong>de</strong><br />

la manera más firme toda forma <strong>de</strong> genocidio, como también con<strong>de</strong>na las i<strong>de</strong>ologías racistas<br />

que lo hacen posible. Dirigiendo la mirada a este nuestro siglo, estamos profunda-<br />

16 Organizaciones y personalida<strong>de</strong>s hebreas representativas reconocieron en distintas ocasiones<br />

y <strong>de</strong> manera oficial la sabiduría <strong>de</strong> la diplomacia <strong>de</strong>l Papa Pío XII. Por ejemplo, el jueves 7 <strong>de</strong> septiembre<br />

<strong>de</strong> 1945, Giuseppe Nathan, Comisario <strong>de</strong> la Unión <strong>de</strong> las Comunida<strong>de</strong>s Israelitas Italianas, <strong>de</strong>claró:<br />

“En primer lugar, dirigimos un reverente homenaje <strong>de</strong> reconocimiento al Sumo Pontífice, a los religiosos<br />

y religiosas que, ejecutando las directrices <strong>de</strong>l Santo Padre, no han visto en los perseguidos más<br />

que a hermanos, y con arrojo y abnegación han prestado su obra inteligente y práctica para socorrernos,<br />

sin preocuparse <strong>de</strong> los gravísimos peligros a los que se exponían” (L'Osservatore Romano, 8-9-<br />

45, p. 2). El 21 <strong>de</strong> septiembre <strong>de</strong>l mismo año, Pío XII recibió al Dr. A. Leo Kubowitzki, secretario general<br />

<strong>de</strong>l Congreso Mundial judío, que había solicitado una audiencia para presentar “al Santo Padre, en<br />

nombre <strong>de</strong> la Unión <strong>de</strong> las Comunida<strong>de</strong>s Israelitas, los más fervientes agra<strong>de</strong>cimientos por la obra<br />

<strong>de</strong>sempeñada por la Iglesia católica en favor <strong>de</strong> la población hebrea en toda Europa durante la guerra”<br />

(L’Osservatore Romano, 23-9-45, p. 1). El jueves, 29 <strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong> 1945, el Papa recibió a unos<br />

ochenta <strong>de</strong>legados <strong>de</strong> los refugiados hebreos, proce<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> los campos <strong>de</strong> concentración <strong>de</strong> Alemania,<br />

que habían acudido para manifestarle “el sumo honor <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r dar las gracias personalmente al<br />

Santo Padre por la generosidad que había <strong>de</strong>mostrado para con ellos, perseguidos durante el terrible<br />

período <strong>de</strong>l nazifascismo” (L'Osservatore Romano, 30-11-45, p. 1). En 1958, a la muerte <strong>de</strong> Pío XII,<br />

Golda Meyer envió un elocuente mensaje: “Compartimos el dolor <strong>de</strong> la Humanidad... Cuando el terrible<br />

martirio se abatió sobre nuestro pueblo, la voz <strong>de</strong>l Papa se elevó en favor <strong>de</strong> sus víctimas. La vida<br />

<strong>de</strong> nuestro tiempo salió enriquecida por una voz que claramente habló acerca <strong>de</strong> las gran<strong>de</strong>s verda<strong>de</strong>s<br />

morales por encima <strong>de</strong>l tumulto <strong>de</strong>l conflicto diario. Lloramos la muerte <strong>de</strong> un gran servidor <strong>de</strong> la<br />

paz”.<br />

17 Cf. JUAN PABLO II, Discurso al nuevo embajador <strong>de</strong> la República Fe<strong>de</strong>ral Alemana (8-11-<br />

90), 2: AAS 83 (1991), 587-588.<br />

18 n. 4.<br />

19 n. 8: Insegnamenti 11/3 (1988), 1134.


ALDIZKARI NAGUSIA / BOLETÍN OFICIAL (apirila • 1998 • abril)<br />

mente apenados por la violencia que ha herido a grupos enteros <strong>de</strong> pueblos y naciones.<br />

Recordamos <strong>de</strong> manera especial la masacre <strong>de</strong> los armenios, las innumerables víctimas<br />

<strong>de</strong> Ucrania en los años treinta, el genocidio <strong>de</strong> los gitanos, igualmente fruto <strong>de</strong> i<strong>de</strong>as racistas,<br />

así como tragedias similares acontecidas en América, en África y en los Balcanes.<br />

Tampoco queremos olvidar a los millones <strong>de</strong> víctimas <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ología totalitaria en la<br />

Unión Soviética, en China, en Camboya y en otros lugares. Análogamente, no po<strong>de</strong>mos<br />

olvidar el drama <strong>de</strong>l Cercano Oriente, cuyos términos son bien conocidos. También mientras<br />

hacemos la presente reflexión “muchísimos hombres son todavía víctimas <strong>de</strong> sus<br />

hermano” 20 .<br />

V. MIRANDO JUNTOS HACIA UN FUTURO EN COMÚN<br />

Mirando al futuro <strong>de</strong> las relaciones entre hebreos y cristianos, en primer lugar pedimos<br />

a nuestros hermanos y hermanas católicos que renueven la toma <strong>de</strong> conciencia <strong>de</strong><br />

las raíces hebreas <strong>de</strong> su fe. Les pedimos que recuer<strong>de</strong>n que Jesús era un <strong>de</strong>scendiente <strong>de</strong><br />

David; que <strong>de</strong>l pueblo hebreo nacieron la Virgen María y los Apóstoles; que la Iglesia saca<br />

sustento <strong>de</strong> las raíces <strong>de</strong> ese buen olivo en el que fueron injertadas las ramas <strong>de</strong>l olivo silvestre<br />

<strong>de</strong> los gentiles (cf. Rm 11,17-24); que los hebreos son nuestros queridos y amados<br />

hermanos y que, en cierto sentido, son verda<strong>de</strong>ramente “nuestros hermanos mayores” 21 .<br />

Al término <strong>de</strong> este milenio, la Iglesia católica <strong>de</strong>sea expresar su hondo pesar por las<br />

faltas <strong>de</strong> sus hijos y <strong>de</strong> sus hijas en todo tiempo. Se trata <strong>de</strong> un acto <strong>de</strong> arrepentimiento<br />

(teshuva): como miembros <strong>de</strong> la Iglesia, compartimos <strong>de</strong> hecho tanto los pecados como<br />

los méritos <strong>de</strong> todos sus hijos. La Iglesia se acerca con profundo respeto y gran compasión<br />

a la experiencia <strong>de</strong>l exterminio, a la Shoah, sufrida por el pueblo hebreo durante la<br />

segunda guerra mundial. No se trata <strong>de</strong> meras palabras, sino <strong>de</strong> un compromiso vinculante.<br />

“Correremos el riesgo <strong>de</strong> conseguir que mueran nuevamente las víctimas <strong>de</strong> las<br />

más atroces muertes, si no tenemos la pasión <strong>de</strong> la justicia y si no nos comprometemos,<br />

cada uno <strong>de</strong> acuerdo con las propias capacida<strong>de</strong>s, a conseguir que el mal no prevalezca<br />

sobre el bien, como ha sucedido en relación con millones <strong>de</strong> hijos <strong>de</strong>l pueblo judío... La<br />

Humanidad no pue<strong>de</strong> permitir que esto vuelva a pasar” 22 .<br />

Rogamos que nuestro dolor por las tragedias que el pueblo hebreo ha sufrido en<br />

nuestro siglo lleve a nuevas relaciones con este pueblo. Deseamos transformar la conciencia<br />

<strong>de</strong> los pecados <strong>de</strong>l pasado en un compromiso firme por un nuevo futuro en el que<br />

ya no haya sentimiento antijudío entre los cristianos ni sentimiento anticristiano entre<br />

los judíos, sino más bien un respeto mutuo compartido, como conviene a quienes adoran<br />

al único Creador y Señor y tienen un padre común en la fe, Abraham.<br />

Finalmente, invitamos a los hombres y a las mujeres <strong>de</strong> buena voluntad a reflexionar<br />

profundamente acerca <strong>de</strong>l significado <strong>de</strong> la Shoah. Las víctimas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> sus tumbas, y<br />

los supervivientes a través <strong>de</strong>l vivo testimonio <strong>de</strong> lo que han sufrido, se han transformado<br />

en fuerte grito que reclama la atención <strong>de</strong> la Humanidad entera. Recordar tan terrible<br />

drama significa. tomar conciencia <strong>de</strong> la saludable advertencia que el mismo implica:<br />

20 JUAN PABLO II, Discurso a los miembros <strong>de</strong>l Cuerpo Diplomático acreditado ante la Santa<br />

Se<strong>de</strong> (15-1-94), 9: ECCLESIA, n. 2670 (1994/1), p. 198.<br />

21 JUAN PABLO II, En la visita a la sinagoga <strong>de</strong> Roma (13-4-86), 4: ECCLESIA, n. 2264<br />

(1986/1), p. 565.<br />

22 JUAN PABLO II, Discurso con ocasión <strong>de</strong> la conmemoración <strong>de</strong>l Holocausto (7-494), 3: EC-<br />

CLESIA, n. 2686 (1994/1), p. 811.


ALDIZKARI NAGUSIA / BOLETÍN OFICIAL (apirila • 1998 • abril)<br />

nunca más <strong>de</strong>be permitirse que las infectas semillas <strong>de</strong>l antijudaísmo y <strong>de</strong>l antisemitismo<br />

arraiguen en el corazón <strong>de</strong>l hombre.<br />

16 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 1998

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