ARRUPE VIVE - Diócesis de Bilbao
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20 AÑOS DESPUÉS<br />
DE SU MUERTE<br />
<strong>ARRUPE</strong> <strong>VIVE</strong><br />
PEDRO MIGUEL LAMET<br />
Biógrafo <strong>de</strong> Pedro Arru pe<br />
(Arrupe. Testigo <strong>de</strong>l siglo XX, profeta<br />
<strong>de</strong>l XXI, Temas <strong>de</strong> Hoy, Madrid, 2007)
En aquel instante, el frenético<br />
reloj, cargado <strong>de</strong> infatigable actividad<br />
apostólica, <strong>de</strong>l padre Pedro Arrupe se<br />
<strong>de</strong>tuvo. Igual que se quedó trágicamente<br />
congelado el reloj <strong>de</strong> Hiroshima a las<br />
ocho horas quince minutos y diecisiete<br />
segundos <strong>de</strong> aquel fatídico 6 <strong>de</strong> agosto<br />
<strong>de</strong> 1945. Un joven piloto americano<br />
mascador <strong>de</strong> chicle, comandante<br />
Paul Tibbets, miró <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el morro <strong>de</strong><br />
plástico <strong>de</strong> su B-29, y contemplando lo<br />
que acababa <strong>de</strong> provocar -la primera<br />
explosión atómica <strong>de</strong> la historia-,<br />
exclamó: "¡Qué hemos hecho, Dios mío!".<br />
Arrupe no olvidaría jamás aquel<br />
reloj parado. Ni los bal<strong>de</strong>s que tenía<br />
que utilizar para recoger el agua <strong>de</strong> las<br />
inmensas ampollas <strong>de</strong> los damnificados,<br />
que atendió día y noche en su noviciado,<br />
convertido en hospital provisional. Ni<br />
los cascotes <strong>de</strong> una ciudad convertida en<br />
cenizas, entre los que se oían los gritos<br />
<strong>de</strong> sombras ambulantes que pedían<br />
ayuda o un poco <strong>de</strong> agua. Con una navaja<br />
<strong>de</strong> afeitar a modo <strong>de</strong> bisturí, extraería<br />
miles <strong>de</strong> fragmentos incrustados en la<br />
piel en unas inolvidables jornadas en<br />
las que apenas supo lo que era conciliar<br />
una o dos horas <strong>de</strong> sueño. Sin medicinas<br />
ni instrumental tuvo que servirse <strong>de</strong> un<br />
sexto sentido médico: sobrealimentar a<br />
una multitud <strong>de</strong> heridos para estimular<br />
en ellos la auto curación.<br />
Su gesta humana fue increíble; su<br />
relato posterior, espeluznante. Pero<br />
Pedro Arrupe ignoraba aún todo lo que<br />
iba a suponer en su vida la experiencia<br />
interior <strong>de</strong> una <strong>de</strong>scarga superior a la<br />
atómica. Quizás lo que los orientales<br />
llaman la "iluminación" y en el lenguaje<br />
cristiano se ha llamado ilustración<br />
interior, algo parecido a la que san<br />
Ignacio <strong>de</strong> Loyola experimentó en<br />
Manresa, junto al Cardoner.<br />
Des<strong>de</strong> entonces, Arrupe iba a<br />
permanecer joven y libre, a<strong>de</strong>más<br />
<strong>de</strong> profético en el sentido bíblico <strong>de</strong>l<br />
término. Elegido superior provincial, ya<br />
había vivido un poco <strong>de</strong> todo, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que<br />
naciera en <strong>Bilbao</strong> el14 <strong>de</strong> noviembre<br />
<strong>de</strong> 1907: la orfandad <strong>de</strong> padre y madre,<br />
la vida universitaria en la Facultad <strong>de</strong><br />
Medicina <strong>de</strong> Madrid, don<strong>de</strong> arrebató el<br />
premio extraordinario al futuro Nobel<br />
Severo Ochoa; el enfado por ello, al<br />
abandonar la carrera, <strong>de</strong> su profesor<br />
Negrín, que llegaría a ser primer<br />
ministro <strong>de</strong> la República; el impacto <strong>de</strong><br />
la pobreza en los suburbios <strong>de</strong> Madrid y<br />
<strong>de</strong>l misterio en los milagros <strong>de</strong> Lour<strong>de</strong>s;<br />
su ingreso en el noviciado <strong>de</strong> Loyola,<br />
don<strong>de</strong> se reveló al mismo tiempo<br />
como simpático y ejemplar; el exilio a<br />
Bélgica por la expulsión <strong>de</strong> la Compañía<br />
durante la Segunda República; los<br />
tiempos <strong>de</strong>l nazismo en Alemania,<br />
cuando los superiores le <strong>de</strong>stinaron a<br />
estudiar psiquiatría; el choque <strong>de</strong>l estilo<br />
americano y el corredor <strong>de</strong> la muerte<br />
en los Estados Unidos; el estallido<br />
<strong>de</strong> la Segunda Guerra Mundial en Japón,<br />
con su <strong>de</strong>scubrimiento apasionado<br />
<strong>de</strong>l zen y la cultura oriental; la cárcel<br />
cuando era párroco en Yamaguchi,<br />
acusado sin motivo <strong>de</strong> espía; el <strong>de</strong>safío<br />
<strong>de</strong> formar en el espíritu ignaciano<br />
a enigmáticos jóvenes japoneses que<br />
venían <strong>de</strong>l frente.<br />
Tales vivencias y viajes le permitieron<br />
adquirir <strong>de</strong>s<strong>de</strong> muy joven una<br />
conciencia planetaria: "Me siento<br />
universal -diría-; nuestro papel, <strong>de</strong><br />
hecho, consiste en trabajar para todos<br />
y por ello trato <strong>de</strong> tener un corazón lo<br />
más gran<strong>de</strong> posible y <strong>de</strong> compren<strong>de</strong>r<br />
a todos", <strong>de</strong>clararía más tar<strong>de</strong> a las<br />
cámaras <strong>de</strong> la Raí. Porque, como me<br />
confesó sin dudarlo: "Me gustaría tener<br />
un pasaporte <strong>de</strong> ciudadano <strong>de</strong>l mundo".<br />
El provincial Pedro Arrupe se<br />
preparaba para responsabilida<strong>de</strong>s<br />
mayores. Ya había dado varias veces<br />
la vuelta al mundo y había vivido una<br />
continua experiencia internacional, en<br />
la variopinta comunidad jesuítica <strong>de</strong><br />
aquel país <strong>de</strong> misión, don<strong>de</strong> potenciara<br />
la famosa Universidad Sophia, cuando<br />
en 1965 fue elegido en Roma para<br />
general, vulgo "papa negro", <strong>de</strong> la<br />
Compañía <strong>de</strong> Jesús. Por estos caminos<br />
Pedro ingresaba en la nueva era<br />
En la Facultad <strong>de</strong> Medicina (años 20)<br />
posconciliar con una aportación única:<br />
la inculturación, término acuñado por<br />
él, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l pluralismo.<br />
Estaba convencido <strong>de</strong> que "ninguna<br />
cultura es perfecta" y <strong>de</strong> que "los<br />
valores culturales no son absolutos.<br />
Una cultura que se encierra en sí misma<br />
se empobrece, se anquilosa, muere. Si<br />
la fe queda encerrada en una cultura<br />
particular, sufre esas limitaciones,<br />
La fe <strong>de</strong>be mantener su continuo<br />
diálogo con todas las culturas. Fe y<br />
cultura se emulan mutuamente; la<br />
fe purifica y enriquece la cultura y la<br />
cultura enriquece y purifica la fe ... El<br />
pluralismo en la expresión <strong>de</strong> la fe, no<br />
solo no es un mal necesario, sino un<br />
bien al que hay que aspirar." Mientras<br />
que la unidad se mantiene por la<br />
unicidad <strong>de</strong> la naturaleza humana y la<br />
unidad <strong>de</strong>l espíritu que anida vida y<br />
todo esfuerzo. El Espíritu Santo realiza<br />
el <strong>de</strong>seo, humanamente imposible -y<br />
sin embargo más profundo <strong>de</strong>l hombre<strong>de</strong><br />
la unidad radical en la más radical<br />
diversidad" (Sínodo <strong>de</strong> 1977).<br />
A partir <strong>de</strong> entonces, la onda<br />
explosiva <strong>de</strong> Pedro Arrupe se extien<strong>de</strong><br />
a todo el mundo, respondiendo a los<br />
<strong>de</strong>safíos <strong>de</strong> los años 60 ya la era<br />
posconciliar <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la Iglesia.<br />
Optimista por naturaleza, se mantuvo<br />
jovial y sonriente viviendo una relación<br />
<strong>de</strong> persona a persona con cada uno<br />
<strong>de</strong> sus súbditos, volcado hacia el<br />
futuro, con una continua creatividad.<br />
Impresiona leer hoy las primeras<br />
<strong>de</strong>claraciones <strong>de</strong> aquel general<br />
que <strong>de</strong>fendía al silenciado Teilhard<br />
<strong>de</strong> Chardin, aseguraba que todo ser<br />
humano, "hasta un criminal", lleva<br />
<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> sí el "elemento cristiano"<br />
y se metía en el bolsillo a súbditos,<br />
superiores <strong>de</strong> otras ór<strong>de</strong>nes religiosas,<br />
periodistas y cámaras <strong>de</strong> televisión.<br />
En aquellos años creatívos <strong>de</strong> una<br />
Iglesia que se <strong>de</strong>spertaba <strong>de</strong> un largo<br />
letargo, Arrupe parecía correr aún<br />
más <strong>de</strong>prisa que la historia, con sus<br />
intuiciones <strong>de</strong> futuro sobre la Iglesia <strong>de</strong><br />
América Latina o contra el racismo en<br />
los Estados Unidos: "Aunque hay que<br />
reconocer <strong>de</strong>bidamente las pasadas y<br />
presentes realizaciones en el apostolado<br />
interracial, sigue siendo verdad que la<br />
Compañía <strong>de</strong> Jesús no ha comprometido
sus efectivos humanos y sus recursos en<br />
ese apostolado en la medida en que los<br />
negros necesitaban <strong>de</strong> nuestro servicio"<br />
(1967). O sus i<strong>de</strong>as cobre los "colegios<br />
<strong>de</strong> niños ricos", que hizo levantarse e<br />
irse <strong>de</strong>l Congreso <strong>de</strong> Antiguos Alumnos<br />
<strong>de</strong> Valencia a más <strong>de</strong> un "distinguido<br />
exalumno": "Por lo tanto, tenemos<br />
que reconocer que el individualismo<br />
V, a veces, el <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> sobresalir en<br />
que os hemos formado no pocas veces<br />
y que vosotros habéis continuado<br />
fomentado en la vida, <strong>de</strong>be ser<br />
transformado en <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> servir...<br />
Aquello que he formulado como<br />
'personas para los <strong>de</strong>más': hombres<br />
y mujeres para los <strong>de</strong>más".<br />
"Jesuitas como los <strong>de</strong> antes"<br />
Aquel general que quería más "amigos<br />
en el Señor" que súbditos, se reunía<br />
con los curas obreros, les <strong>de</strong>cía las<br />
cosas claras a los dictadores Franco<br />
y Stroessner; entraba en la cárcel a<br />
visitar a Daniel Berrigan, el jesuita que<br />
quemara los archivos elel Vietnam, y<br />
participaba lúcielamente en los graneles<br />
acontecimientos eclesiales. Sus viajes,<br />
para conocer la Compañía, acercaron<br />
su figura entrañable y sencilla a cada<br />
jesuita, que se sentía "personalmente<br />
atendido". Era el estallido <strong>de</strong> lo<br />
universal, <strong>de</strong> una Iglesia incultura da,<br />
<strong>de</strong> su aire abierto y dialogante.<br />
Lejos <strong>de</strong> huÍr y arredrarse en tiempos<br />
<strong>de</strong> crisis, apretaba el acelerador<br />
buscando nuevos horizontes en los<br />
convulsos años 60 V 70. Cuando los<br />
catastrofistas se asustaban por las<br />
<strong>de</strong>serciones y la crisis vocacional,<br />
Arrupe <strong>de</strong>cía sonriendo: "El último que<br />
apague la luz"; V cuando un jesuita<br />
"colgaba los hábitos", exclamaba:<br />
"Ahora tenemos que quererle más". No<br />
era un loco, era, hasta por su parecido<br />
físico, salvando los abismos, una nueva<br />
versión actualizada <strong>de</strong> Ignacio <strong>de</strong> Loyola<br />
quien, en su tiempo, se atrevía a <strong>de</strong>cir<br />
que "si la Compañía se disolviera como<br />
sal en el agua le bastaría un cuarto<br />
<strong>de</strong> hora <strong>de</strong> oración para reencontrar<br />
la paz".<br />
Pero a partir <strong>de</strong> este momento<br />
también comienzan los problemas con<br />
la Santa Se<strong>de</strong>. Pablo VI, que profesaba<br />
un cariño especial hacia Pedro Arrupe<br />
-su confesor Dezza encontraría una<br />
oración <strong>de</strong>l general entre las páginas<br />
<strong>de</strong> su viejo breviario-, comenzó, como<br />
sabemos, a asustarse en su última etapa<br />
<strong>de</strong> las consecuencias ambiguas creadas<br />
por la revolución espiritual que<br />
había provocado el Concilio Vaticano II<br />
en la Iglesia.<br />
Pedro necesitaba hacer compatibles<br />
dos realida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> su experiencia vital:<br />
la intuición <strong>de</strong> un clarivi<strong>de</strong>nte y la<br />
fi<strong>de</strong>lidad a machamartillo a la Se<strong>de</strong><br />
Apostólica. Era la semilla <strong>de</strong>l drama<br />
arrupiano. La Compañía siguió a<strong>de</strong>lante<br />
en la arriesgada renovación, cuando<br />
el Vaticano ya comenzaba a retroce<strong>de</strong>r<br />
<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la crisis <strong>de</strong> la Humanae<br />
vitae. Los jesuitas, li<strong>de</strong>rados por Arrupe,<br />
optaron en su XXXII Congregación<br />
General por luchar contra la injusticia<br />
en el mundo, como una consecuencia<br />
natural <strong>de</strong> su opción por la fe. Este tema<br />
y la revisión <strong>de</strong> los grados (diversas<br />
categorías <strong>de</strong> jesuitas <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la<br />
or<strong>de</strong>n) provocaron una intervención<br />
<strong>de</strong> la Santa Se<strong>de</strong>.<br />
Pablo VI llamó a Arrupe y no le <strong>de</strong>jó<br />
hablar. Le or<strong>de</strong>nó que escribiera lo que<br />
le dictara el sustituto <strong>de</strong> la Secretaría<br />
ele Estado, entonces car<strong>de</strong>nal Benelli.<br />
Arrupe salió llorando. Pero a los pocos<br />
minutos, con una sonrisa en sus labios,<br />
predicaba a los jesuitas representantes<br />
ele todo el mundo y congregados en<br />
Roma cómo obe<strong>de</strong>cer con alegría.<br />
Convertido en una especie <strong>de</strong> ídolo<br />
para los periodistas -respondía a todo y<br />
a todos-, sus cartas y ruedas <strong>de</strong> prensa<br />
aparecían hasta en los periódicos <strong>de</strong> la<br />
Unión Soviética. Por dialogar con todos,<br />
incluidos los comunistas, fue enseguida<br />
acusado <strong>de</strong> marxismo. Algo que él se<br />
tQmaba con sentido <strong>de</strong>l humor, sin que<br />
ninguna crítica coartara su libertad.<br />
Pero también algo que apuntaba<br />
interiormente en su memoria y en el<br />
fondo exasperaba al entonces arzobispo<br />
<strong>de</strong> Cracovia, I{arol Wojtyla, con el que<br />
coincidió en el Congreso Eucarístico<br />
<strong>de</strong> Fila<strong>de</strong>lfia (1976).<br />
Sus gestos iban mucho más allá<br />
<strong>de</strong> sus palabras: se planteó en serio<br />
el diálogo con los no creyentes, la<br />
ciencia, el marxismo y las culturas no<br />
occi<strong>de</strong>ntales. Pero, sobre todo, escribió<br />
cientos <strong>de</strong> textos sobre espiritualidad<br />
y fue repetidas veces reelegido como<br />
presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la Unión <strong>de</strong> Superiores<br />
Generales <strong>de</strong> ór<strong>de</strong>nes religiosas en<br />
Roma. Era un ií<strong>de</strong>r indiscutible <strong>de</strong>l<br />
posconcilio, seguido y admirado por el<br />
ala renovadora, entonces mayoritaria,<br />
<strong>de</strong> la Iglesia.<br />
Pero ni el sector integrista <strong>de</strong> la<br />
or<strong>de</strong>n ni algunos obispos veían con<br />
buenos ojos las innovaciones <strong>de</strong> Arrupe,<br />
que había creado un estilo diferente,<br />
más amigable, <strong>de</strong> gobierno, y nuevas<br />
interpretaciones <strong>de</strong> la obediencia y<br />
la vida religiosa. La intervención <strong>de</strong><br />
los llamados con humor "jesuitas<br />
<strong>de</strong>scalzos" vino sobre todo <strong>de</strong> España. El<br />
entonces arzobispo <strong>de</strong> Madrid, Casimiro<br />
Morcillo, estuvo a punto <strong>de</strong> conseguir<br />
<strong>de</strong> Roma que se creara una especie<br />
<strong>de</strong> provincia aparte para el grupo <strong>de</strong><br />
jesuitas ortodoxos. Sin embargo, Arrupe,<br />
incansable viajero, que había retrasado<br />
intencionadamente su venida a España,<br />
precisamente por ser su propio país,<br />
lo visitó en 1970 y se metió, con<br />
su simpatía, a muchos conservadores en
el bolsillo, quienes en el comedor<br />
<strong>de</strong> Loyola le habían <strong>de</strong>jado<br />
en el servilletero: "Un vasco fundó<br />
la Compañía y otro se la está cargando".<br />
Pero la ola <strong>de</strong> protestas <strong>de</strong> los que<br />
querían "jesuitas como los <strong>de</strong> antes"<br />
seguía llegando a Roma. Juan Pablo 1<br />
moriría en vísperas <strong>de</strong> pronunciar<br />
un discurso muy severo a los miembros<br />
<strong>de</strong> la or<strong>de</strong>n ignaciana!. Es claro que<br />
Juan Pablo n no comulgaba con<br />
las i<strong>de</strong>as <strong>de</strong>l padre Arrupe, aunque<br />
respetaba su gran categoría espiritual.<br />
El general intentó dialogar con él; pero<br />
el Papa <strong>de</strong>bía <strong>de</strong> haber tomado ya sus<br />
<strong>de</strong>cisiones internas sobre el tema. En el<br />
precónclave que precedió a la elección<br />
<strong>de</strong>l papa Wojtyla, hoy beato Juan Pablo<br />
II, los car<strong>de</strong>nales, por expreso <strong>de</strong>seo<br />
<strong>de</strong>l general <strong>de</strong> los jesuitas, habían<br />
discutido sobre el estado <strong>de</strong> la or<strong>de</strong>n en<br />
el mundo y habían analizado el discurso<br />
<strong>de</strong>l papa Luciani. Allí estaba Wojtyla,<br />
que ya había tenido algunos roces con<br />
religiosos en su diócesis.<br />
Arrupe pedía una y otra vez audiencia.<br />
Pero el Papa blanco solo quiso recibir<br />
al "papa negro" en dos ocasiones<br />
y por breve tiempo. Durante unos<br />
ejercicios espirituales, el padre Arrupe<br />
experimentó una premonición <strong>de</strong> los<br />
sufrimientos que se le venían encima,<br />
su oración <strong>de</strong>l huerto. "Si mi estilo no<br />
gusta al Papa, <strong>de</strong>bo dimitir", se había<br />
dicho a sí mismo. En febrero <strong>de</strong> 1980,<br />
<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> consultar con sus asistentes<br />
y las ochenta y cinco provincias,<br />
presentó a la Compañía la renuncia<br />
a su cargo vitalicio. Pero el Papa no<br />
quiso aceptar Sil dimisión. Tenía algo<br />
pensado para el futuro <strong>de</strong> la Compañía.<br />
Le comunicó en una carta el1 <strong>de</strong> mayo<br />
que a su regreso <strong>de</strong> África hablarían.<br />
Ante el silencio <strong>de</strong>l Papa. tres <strong>de</strong> los<br />
asistentes le abordaron durante la visita<br />
<strong>de</strong> este al Gesu. Le pidieron a Juan Pablo<br />
II audiencia, porque "estamos con el<br />
agua al cuello". "Será pronto", contestó<br />
el Papa. La reunión tuvo lugar el17 <strong>de</strong><br />
enero <strong>de</strong> 1981, pero no dio resultado.<br />
El 13 <strong>de</strong> abril, el Papa mostró al padre<br />
Arrupe su preocupación <strong>de</strong> que una<br />
congregación general <strong>de</strong> la Compañía<br />
eligiera a un hombre afín a la línea<br />
actuaL Un mes más tar<strong>de</strong>, el Papa sufrió<br />
el atentado.<br />
Entonces sobrevino el trombo al padre<br />
Arrupe y se volvió a quedar parado el<br />
reloj. Con medio cuerpo paralizado, tuvo<br />
que volver a apren<strong>de</strong>r a malescribir.<br />
El hombre que hablaba siete lenguas<br />
ya solo las entendía, apenas podía<br />
expresarse en español y había olvidado<br />
todos los nombres. Así tuvo ocasión el<br />
autor <strong>de</strong> este artículo <strong>de</strong> visitarlo en<br />
Roma, para preparar su biografía, en<br />
julio <strong>de</strong> 1983. Estaba en un rincón <strong>de</strong><br />
su <strong>de</strong>snuda habitación <strong>de</strong> enfermería,<br />
consumido, transparente, con una dulce<br />
sonrisa en los labios y sostenido por un<br />
impresionante fuste interior.<br />
Golpe <strong>de</strong> mano<br />
Para entonces, la humillación ya<br />
había llegado. Arrupe, conforme a<br />
las Constituciones <strong>de</strong> la Compañía e<br />
imposibilitado para gobernar, había<br />
nombrado un vicario suyo en la persona<br />
<strong>de</strong>l padre Vincent O'Keefe, que sería el<br />
encargado <strong>de</strong> convocar la Congregación<br />
General, el "parlamento" jesuítico, que<br />
elegiría al sucesor <strong>de</strong>l padre Arrupe.<br />
Con este fin escribió al car<strong>de</strong>nal Casaroli<br />
para obtener autorización <strong>de</strong>l Papa.<br />
Pero la Santa Se<strong>de</strong> intervino <strong>de</strong> forma<br />
imprevista. Un buen día el secretario<br />
<strong>de</strong> Estado, Agostino Casaroli, sin avisar<br />
al nuevo vicario, se presentó con<br />
intención <strong>de</strong> visitar al padre Arrupe<br />
en su habitación <strong>de</strong> enfermo. No <strong>de</strong>jó<br />
entrar al padre O'Keefe. Cuando salió,<br />
<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> unos quince minutos, había<br />
una carta encima <strong>de</strong> la mesa y Arrupe<br />
estaba llorando. El Papa interrumpía<br />
el proceso constitucional <strong>de</strong> la or<strong>de</strong>n y<br />
nombraba un <strong>de</strong>legado personal suyo.<br />
Casaroli le dijo a Q'Keefe: "Hable con el<br />
padre Dezza",<br />
Se <strong>de</strong>cía que en un principio se había<br />
pensado en un hombre no perteneciente<br />
a la Compañía. Pero, finalmente, se<br />
optó por elegir a un jesuita, el padre<br />
Paolo Dezza, un anciano <strong>de</strong> 80 años,<br />
semiciego, que había sido confesor <strong>de</strong><br />
dos papas y que no se caracterizaba<br />
precisamente por comulgar con las i<strong>de</strong>as<br />
<strong>de</strong> Arrupe. Tras la muerte <strong>de</strong> este, Juan<br />
Pablo II le nombrará, para premiarle por<br />
este servicio, car<strong>de</strong>nal <strong>de</strong> la Iglesia. La<br />
medida <strong>de</strong>l Papa no tenía prece<strong>de</strong>ntes<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> que, en 1773, Clemente XIV<br />
suprimiera la Compañía <strong>de</strong> Jesús.<br />
En este período me recibió el padre<br />
Arrupe durante veinte días (con el<br />
permiso <strong>de</strong>l padre Dezza y <strong>de</strong> su<br />
coadjutor, Giuseppe Pittau, pero<br />
señalándole al mismo tiempo que no<br />
se hiciera notar mucho en Roma), para<br />
conce<strong>de</strong>rme la última larga entrevista<br />
<strong>de</strong> su vida, antes <strong>de</strong> que perdiera<br />
<strong>de</strong>finitivamente el habla. Recorrimos<br />
palmo a palmo las peripecias <strong>de</strong> su<br />
trayectoria vital y me hizo preciosas<br />
<strong>de</strong>claraciones, que <strong>de</strong>jó a mi arbitrio<br />
y conciencia el darlas o no a conocer.<br />
He aquí algunas muestras: sobre<br />
la opción <strong>de</strong> los jesuitas por la justicia:
"Sentí que comenzaba algo nuevo.<br />
Tenía una gran certeza interior. No<br />
tenía la más mínima duda. Arrancaba<br />
una nueva era, un nuevo or<strong>de</strong>n. ¡Qué<br />
cosa tan bonita!". Le comenté que la<br />
opción por la justicia estaba presente en<br />
muchas <strong>de</strong> sus intervenciones y cartas.<br />
Que en el mismo Concilio ya habló sobre<br />
el diálogo con el mundo. "Sí, entonces<br />
algunos padres conciliares <strong>de</strong>cían:<br />
'¡Qué tontería!' Pero yo me sentía libre.<br />
Sabía: 'Es <strong>de</strong> Dios'. Ahora todos están<br />
<strong>de</strong> acuerdo".<br />
Sobre su forma <strong>de</strong> gobernar a los<br />
jesuitas, respetando la libertad <strong>de</strong><br />
personas: "Yo no puedo mandar más<br />
que <strong>de</strong> una manera. No soy autoritario.<br />
Yo les explicaba y que ellos <strong>de</strong>cidieran"2.<br />
Sobre los Papas: "Tuve una gran<br />
confianza con Pablo VI. Hablábamos <strong>de</strong><br />
todo. Elegido Juan Pablo n, me recibió<br />
y me preguntó sobre la Compañía,<br />
pero <strong>de</strong> modo muy general. Ya estaba<br />
preocupado y tenía muchas dudas.<br />
Después <strong>de</strong> presentar la renuncia, me<br />
recibió dos veces. Pero conmigo habló<br />
poquísimo". Es claro que el Papa venido<br />
<strong>de</strong>l Este no podía compren<strong>de</strong>r el diálogo<br />
con el marxismo o el apoyo <strong>de</strong> Arrupe<br />
a los movimientos relacionados con<br />
la Teología <strong>de</strong> la Liberación, a<strong>de</strong>más<br />
<strong>de</strong> la nueva inmersión secular <strong>de</strong> los<br />
jesuitas en puestos <strong>de</strong> frontera. En 1979,<br />
Giuseppe Pittau, que había conquistado<br />
la confianza <strong>de</strong>l Papa, durante el viaje<br />
<strong>de</strong> este al Japón, y que era su <strong>de</strong>lfín para<br />
sustituir a Arrupe -también premiado<br />
<strong>de</strong>spués con el episcopado-, contó<br />
una vez que Juan Pablo n no podía<br />
soportar ni siquiera que se le citase el<br />
nombre <strong>de</strong> Auupe en una conversación,<br />
"Se pone enseguida nervioso", dijo.<br />
El propio padre Arrupe relató que<br />
sistemáticamente bajaba todos los<br />
domingos a la puerta <strong>de</strong> la curia <strong>de</strong> los<br />
jesuitas, en el barrio <strong>de</strong> Santo Spirito,<br />
a saludar al Papa, que pasaba por allí<br />
en coche por la tar<strong>de</strong> para hacer su<br />
visita semanal a una parroquia romana.<br />
El Papa nunca le <strong>de</strong>volvió el saludo,<br />
quizá porque iba <strong>de</strong>prisa. El padre<br />
Ignacio Iglesias, asistente y hombre <strong>de</strong><br />
confianza <strong>de</strong> Arrupe, un día, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong><br />
uno <strong>de</strong> estos episodios, le comentó en el<br />
ascensor: "Padre, no <strong>de</strong>bería usted bajar<br />
más". Fue una <strong>de</strong> las pocas veces que<br />
se enfadó con él: "No baje usted, si no<br />
quiere", respondió.<br />
En muchos momentos, a Arrupe le<br />
sobrevenía el bajón psicológico <strong>de</strong> su<br />
enfermedad. Con medias palabras me<br />
<strong>de</strong>cía: "Yo ya no sirvo para nada; pobre<br />
hombre". "Yo intentaba <strong>de</strong>cir la verdad<br />
a cada persona francamente, según la<br />
veía <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> Dios. Veo todo claro. Veo<br />
un mundo nuevo. Sentía que me guiaba<br />
una luz. Hemos sufrido mucho",<br />
Y con su mano izquierda cogía su<br />
mano <strong>de</strong>recha agarrotada para dar la<br />
bendición. El 2 <strong>de</strong> septiembre <strong>de</strong> aquel<br />
ano <strong>de</strong> 1983, autorizada finalmente<br />
por el Papa, se reunía la Congregación<br />
General y elegía sUcesor <strong>de</strong> Arrupe<br />
en la persona <strong>de</strong>l padre Peter-Hans<br />
I{olvenbach. Previamente, Arrupe<br />
había presentado su renuncia y había<br />
leído, por boca <strong>de</strong> un compañero, su<br />
testamento espiritual a la or<strong>de</strong>n y su<br />
<strong>de</strong>spedida ante la Congregación General,<br />
que le recibió en pie y con la más larga<br />
ovación que haya tenido nunca esta<br />
asamblea a un general <strong>de</strong> la Compañía<br />
<strong>de</strong> Jesús. Era el primer general que<br />
presentaba su renuncia en vida.<br />
Más tar<strong>de</strong>, el propio Juan Pablo n<br />
fue personalmente a visitarle tres<br />
veces a su lecho <strong>de</strong> enfermo. Las<br />
fotos muestran un Arrupe dulce y<br />
obsequioso frente a la mirada correcta<br />
pero distante <strong>de</strong>l Papa. Otra foto muy<br />
anterior, durante una audiencia, dio<br />
la vuelta al mundo. Reflejaba sin lugar<br />
a dudas una mirada severísima <strong>de</strong><br />
Wojtyla al general <strong>de</strong> los jesuitas. Severo<br />
Ochoa, premio Nobel y campanero <strong>de</strong><br />
estudios <strong>de</strong> medicina -Arrupe le quitó<br />
el premio extraordinario-, a pesar <strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>clararse agnóstico, le pidió un día<br />
su bendición <strong>de</strong> rodillas. Teresa <strong>de</strong><br />
Calcuta y el hermano Roger <strong>de</strong> Taizé,<br />
junto a car<strong>de</strong>nales, obispos y gente<br />
sencílla <strong>de</strong> todas partes <strong>de</strong>l mundo,<br />
acudieron también a su habitación <strong>de</strong><br />
enfermo cuando aún podía expresarse<br />
torpemente. Una comunidad protestante<br />
hacía acto <strong>de</strong> presencia en su cuarto,<br />
encendía un cirio y entonaba cánticos<br />
religiosos. Todos coincidían en elogiar<br />
su sencillez y en insistir en que Arrupe<br />
era sobre todo "un amigo".<br />
A partir <strong>de</strong> entonces, vivió una vida<br />
seminconsciente en una pequeña<br />
habitación <strong>de</strong> enfermería <strong>de</strong> la curia<br />
generalicia, a dos pasos <strong>de</strong>l Vaticano,<br />
este hombre apasionadamente seguido<br />
por las mayorías y criticado por las<br />
minorías hasta su muerte en 1991.<br />
Quizás su naturaleza fuerte y la<br />
extrema austeridad con que se trataba<br />
le mantenían con vida. Sus últimos<br />
proyectos fueron para los drogadictos y<br />
refugiados. El teólogo Jon Sobrino diría<br />
<strong>de</strong> él que "había ayudado a la Compañía<br />
a ser un poco más <strong>de</strong> Jesús".<br />
La peripecia espiritual <strong>de</strong> esta figura<br />
singular <strong>de</strong> la Iglesia <strong>de</strong>l siglo XX no es<br />
solo importante en la agitada historia<br />
<strong>de</strong> los jesuitas <strong>de</strong> los últimos años,<br />
sino también por su proyección en la<br />
vida religiosa posconciliar. Reelegido<br />
insistentemente presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la Unión<br />
<strong>de</strong> Superiores Generales, fue el artífice<br />
El que fuera general <strong>de</strong> los jesuitas durante casi dos décadas saluda al papa Pablo Vl
<strong>de</strong> la puesta al día <strong>de</strong> los institutos <strong>de</strong><br />
hombres y mujeres que han optado por<br />
la Vida Consagrada.<br />
Es cierto que los religiosos sufrieron<br />
también el embate <strong>de</strong>l <strong>de</strong>scenso <strong>de</strong><br />
vocaciones. Solo los jesuitas perdieron<br />
más <strong>de</strong> diez mil miembros. Pero,<br />
como Arrupe <strong>de</strong>cía, la crisis había<br />
que inscribirla en un cambio global,<br />
una transformación <strong>de</strong>l mundo y una<br />
caída <strong>de</strong> los viejos valores que <strong>de</strong>bían<br />
encontrar nuevos cauces en el shock que<br />
vivió el mundo en los años 60.<br />
No obstante, y pese a todas las crisis,<br />
es cierto, los religiosos, ligados a Dios<br />
a través <strong>de</strong> los votos y realizando su<br />
vocación según el carisma <strong>de</strong> cada<br />
instituto, gozan a veces <strong>de</strong> gran libertad<br />
para la <strong>de</strong>nuncia profética e incluso<br />
para la crítica interna <strong>de</strong> la Iglesia.<br />
Ajenos en su mayoría a la ambición<br />
<strong>de</strong> cargos o a "hacer carrera" en la<br />
institución, preocuparon al Papa en su<br />
nueva línea <strong>de</strong> comunión unificadora <strong>de</strong><br />
la Iglesia. En casi todos los movimientos<br />
<strong>de</strong> liberación y <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> purificación<br />
<strong>de</strong> la institución, aparecían religiosos.<br />
Romero se convierte gracias a la muerte<br />
<strong>de</strong>l padre Rutilio. El obispo Casaldáliga,<br />
Ellacuría y sus compañeros asesinados<br />
<strong>de</strong> El Salvador, la inmensa mayoría <strong>de</strong><br />
teólogos <strong>de</strong> la liberación, los obispos<br />
más comprometidos <strong>de</strong>l Brasil, un buen<br />
número <strong>de</strong> firmantes <strong>de</strong> los documentos<br />
europeos contra la involución. Lo mismo<br />
se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cir <strong>de</strong> la investigación<br />
teológica <strong>de</strong> frontera.<br />
Amén y aleluya<br />
Pedro Arrupe Gondra no solo fue un<br />
cristiano sin fisuras <strong>de</strong> nuestro tiempo.<br />
Fue el pionero <strong>de</strong> la inculturación en<br />
la Iglesia; el lí<strong>de</strong>r <strong>de</strong> la adaptación <strong>de</strong><br />
la vida religiosa <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l Concilio;<br />
un puente cultural entre Oriente y<br />
Occi<strong>de</strong>nte; el padre espiritual <strong>de</strong> 97<br />
mártires jesuitas en países <strong>de</strong>l Tercer<br />
Mundo; un a<strong>de</strong>lantado <strong>de</strong>l diálogo con<br />
el mundo y las i<strong>de</strong>ologías; un amigo<br />
<strong>de</strong> los refugiados y drogadictos; y,<br />
sobre todo, un enamorado <strong>de</strong> la figura<br />
<strong>de</strong> Jesús <strong>de</strong> Nazaret, que conjugó en<br />
su vida fi<strong>de</strong>lidad y profecía. Detrás<br />
<strong>de</strong> su ingente actividad, que no cabe<br />
en muchas páginas, aleteaba la vida<br />
interior <strong>de</strong>l hombre <strong>de</strong> oración, y el<br />
hombre sencillo, que sabía regalar una<br />
tarta con velas a su secretaria el día <strong>de</strong><br />
Un Pedro Arrupe ya enfermó recibió la visita <strong>de</strong> Juan Pablo II el último día <strong>de</strong> 1981<br />
su cumpleaños y tratar a un súbdito<br />
como un amigo <strong>de</strong> toda la vida.<br />
¿A dón<strong>de</strong> va la Compañía?, le<br />
preguntaban, y Arrupe respondía con<br />
sencillez <strong>de</strong>sarmante: "A don<strong>de</strong> Dios<br />
la lleva". Como sintetizaba su sucesor,<br />
el general Kolvenbach: "Confianza<br />
absoluta, gozosa en el Señor, esperanza<br />
ante el Crucificado cargado con su cruz<br />
terrible, que le rompió el cuerpo, pero<br />
nunca su ánimo".<br />
y al mismo tiempo, gran sentido<br />
<strong>de</strong>l humor: recién elegido general, el<br />
hermano sacristán le preguntó que a<br />
qué hora quería celebrar misa. "¿Se la<br />
preparo para las siete <strong>de</strong> la mañana?".<br />
"Por favor, hermano, no me parta la<br />
mañana", respondió sonriendo Arrupe.<br />
Apenas dormía y casi no comía.<br />
Su tiempo lo <strong>de</strong>dicaba a largas horas<br />
<strong>de</strong> oración y a tratar con los <strong>de</strong>más.<br />
"Mi hobby es tratar con los hombres",<br />
solía <strong>de</strong>cir.<br />
Una vez durante un viaje aéreo a<br />
América, le tocó alIado un señor que,<br />
al saber que era jesuita, puso ver<strong>de</strong> al<br />
padre Arrupe, sin imaginar con quién<br />
estaba hablando. "¿Ha visto usted?",<br />
respondía Pedro, siguiéndole<br />
la corriente. Cuando al aterrizar vio<br />
cómo los fotógrafos se arremolinaban<br />
jun to a la escalerilla, este señor<br />
preguntó: "¿Quién es ese padre?".<br />
"Arrupe". "¡Tierra trágame!", exclamó<br />
el pobre señor.<br />
El malagueño Rafael Ban<strong>de</strong>ra (tío<br />
<strong>de</strong>l famoso actor, que añadió una "5"<br />
a su apellido), su inseparable hermano<br />
enfermero <strong>de</strong> los últimos años, recuerda<br />
en su diario la úl tima visita <strong>de</strong> Juan<br />
Pablo II: la fragilidad y emoción<br />
con que Arrupe saludó al Papa quedó<br />
para siempre inmortalizada en una<br />
fotografía. El Padre General -todavía<br />
lo era nominalmente- le recibió<br />
con estas palabras: "Santo Padre, os<br />
renuevo mi obediencia y la obediencia<br />
<strong>de</strong> la Compañía <strong>de</strong> Jesús". El Papa<br />
respondió: "Padre General. sostenedme<br />
con vuestras oraciones y vuestros<br />
sufrimientos".<br />
"Puedo testimoniar -cuenta Ban<strong>de</strong>raque<br />
para el padre Arrupe fue un<br />
encuentro maravilloso. El Papa habló<br />
poco, solo dijo -yo estaba presente en<br />
el cuarto-; 'No se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cir lo que<br />
hemos hablado'. Creo que la mirada<br />
<strong>de</strong> don Pedro lo <strong>de</strong>cía todo: 'Soy el<br />
mismo, el que te ha obe<strong>de</strong>cido y sigue<br />
obe<strong>de</strong>ciendo, el que te ama y al que has<br />
hecho felícísimo al visitarle'.<br />
Pero no quedó todo ahí. El Santo Padre<br />
Juan Pablo II comió con la comunidad.<br />
El padre Arrupe no consintió en meterse<br />
en la cama hasta que el Papa hubiese<br />
<strong>de</strong>jado nuestra casa. Así que me pidió<br />
(eran las 9:15) que le bajase a la portería<br />
-quería agra<strong>de</strong>cerle personalmente<br />
la visita-o El Santo Padre, bromeando,<br />
le dijo: 'Un enfermo a estas horas <strong>de</strong>be<br />
estar en la cama'. Aquella noche don<br />
Pedro durmió como jamás lo había<br />
hecho <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l 7 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 198L<br />
Me costó trabajo <strong>de</strong>spertarle".<br />
Concluido el encuentro en la Curia<br />
Generalicia, que fue distendido e<br />
VN1:l
GARA 2011 I 5 I 24 I asteartea<br />
e<br />
J<br />
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15 a<br />
inmatric iglesia 20 3<br />
La <strong>Diócesis</strong> <strong>de</strong> Iruñea inscribió a su nombre, en<br />
el año 2003, la iglesia <strong>de</strong> San Juan <strong>de</strong> Uharte.<br />
Ahora, el Ayuntamiento ha hecho acopio <strong>de</strong><br />
Aritz INTXUSTA IIRUÑEA<br />
El Ayuntamiento <strong>de</strong> Uharte tiene<br />
documentos en su haber, que<br />
datan <strong>de</strong> distintas épocas, en los<br />
que se especifica que la iglesia<br />
<strong>de</strong> San Juan es <strong>de</strong> su propiedad.<br />
Por eso ha <strong>de</strong>cidido llevar al Arzobispado<br />
ante la Justicia, <strong>de</strong>spués<br />
<strong>de</strong> que en 2003 la <strong>Diócesis</strong><br />
se apropiara <strong>de</strong>l edificio, inscribiéndolo<br />
a su nombre. El alcal<strong>de</strong><br />
<strong>de</strong> Uharte, Javier Basterra, opina<br />
que tiene más <strong>de</strong>l 99% <strong>de</strong> posibilida<strong>de</strong>s<br />
<strong>de</strong> ganar el pleito.<br />
La <strong>de</strong>manda, que dirigen los<br />
abogados Marta Segura y Fernando<br />
Isasi, se ha presentado<br />
ante el Juzgado <strong>de</strong> Agoitz. En<br />
ella se solicita la nulidad <strong>de</strong>l documento<br />
elaborado por el Arzobispado<br />
y la <strong>de</strong>claración <strong>de</strong> que<br />
el templo pertenece «única y<br />
privativamente» a la villa <strong>de</strong><br />
Uharte. Por su parte, Basterra<br />
aseguró que no se discute sobre<br />
cuál es el fin o sobre qué uso se<br />
va a dar al templo, sino que el<br />
proceso preten<strong>de</strong> <strong>de</strong>terminar «a<br />
quién pertenecen las piedras y<br />
el suelo». La <strong>de</strong>manda también<br />
hace referencia a elementos internos<br />
como la virgen gótica o el<br />
retablo.<br />
El Ayuntamiento esgrime documentos<br />
que hacen referencia<br />
al siglo XVI y también otros más<br />
recientes, <strong>de</strong> 1820, en los que el<br />
párroco reconoce que la iglesia<br />
es propiedad <strong>de</strong> un patronato,<br />
siendo el Ayuntamiento <strong>de</strong><br />
Uharte el máximo responsable<br />
<strong>de</strong> este organismo. Estos escritos<br />
permiten a la villa argumentar<br />
que el edificio y el suelo les<br />
pertenecen <strong>de</strong>s<strong>de</strong> tiempo inme-<br />
documentación histórica y ha presentado una<br />
<strong>de</strong>manda en la que reclama que el templo pertenece<br />
únicamente a la villa.<br />
CUATRO AÑOS<br />
El Ayuntamiento <strong>de</strong><br />
Uluarte lleva <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 210107<br />
preparando la<br />
documentación para<br />
llevar a juicio al<br />
Arzobispado. El alcal<strong>de</strong><br />
afinna qu.e tiene más<br />
<strong>de</strong>l 99% <strong>de</strong><br />
posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong><br />
recuperar el templo.<br />
La iglesia <strong>de</strong> San Juan, en Uharte, cuya titularidad se disputan el Ayuntamiento y la <strong>Diócesis</strong> <strong>de</strong> Iruñea. ARGAZKI PRESS<br />
morial. Otros indicios apuntalarían<br />
esta tesis, como el hecho <strong>de</strong><br />
que el Ayuntamiento siempre<br />
haya poseído las llaves <strong>de</strong> esta<br />
iglesia y que el escudo <strong>de</strong> la villa<br />
esté grabado en una <strong>de</strong> sus piedras.<br />
A<strong>de</strong>más, hay documentos<br />
más antiguos en los que se <strong>de</strong>talla<br />
cómo la Corporación municipal<br />
corrió con los gastos <strong>de</strong><br />
mantenimiento y reconstruccion.es.<br />
La <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong> acudir a los tribunales<br />
para reclamar la propied'ad<br />
<strong>de</strong>l templo se tomó en<br />
2007, cuando el Ayuntamiento<br />
reservó una partida económica<br />
para afrontar los costes <strong>de</strong>l proceso.<br />
El alcal<strong>de</strong> consi<strong>de</strong>ra que,<br />
durante estos cuatro años, se<br />
han preparado a fondo los argumentos<br />
que llevarán ante el<br />
juez, por lo que están confiados.
Su Santidad el Papa recibe<br />
en audiencia a la<br />
Fundación Ciudad <strong>de</strong> la<br />
Esperanza y la Alegría<br />
La Fundación Ciudad <strong>de</strong> la Esperanza<br />
y Alegría fue recibida el pasado<br />
miércoles 18 <strong>de</strong> mayo por el Papa<br />
Benedicto XVI con motivó <strong>de</strong>l<br />
décimo aniversario <strong>de</strong> la Fundaciónc<br />
Su presi<strong>de</strong>nta, María Mpreno,le hizo<br />
entrega a Su Santidad <strong>de</strong> una serie<br />
<strong>de</strong> regalos, entre los que cabe <strong>de</strong>stacar<br />
un elefante diseñado por el<br />
escultor madrileñoDemo, con el<br />
logotipo <strong>de</strong> la Fundación y la placa<br />
, conmemorativa <strong>de</strong>l arüversarip, un<br />
diploma y unacinta <strong>de</strong> la Virgen <strong>de</strong>l<br />
Pilar.<br />
, Benedicto XVI dirigió unas<br />
palabras a la <strong>de</strong>legación compuesta<br />
por 34 personas <strong>de</strong> felicitación y<br />
elogio por la obra que la Fundación<br />
viene realizandQ <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 2001 en'<br />
diferentes países a favor <strong>de</strong> los más<br />
<strong>de</strong>sfavorecidos,<br />
El día anterior,la comitiva <strong>de</strong>la<br />
Fundación fue recibida en la Embajada<br />
<strong>de</strong> España en la Santa Se<strong>de</strong> y<br />
agasajadaccon una cena ofrecída por<br />
los señores <strong>de</strong> Hevia, contando con<br />
la presencia <strong>de</strong> la corresponsal<br />
Paloma Gómez Barrero.<br />
María Moreno, presi<strong>de</strong>nta <strong>de</strong> la FlindaciónCiudad <strong>de</strong> la Esperanza y la<br />
Alegria, entrega a Benedicto XVI unos regalos en nombre <strong>de</strong> la<br />
Fundación.