Mujeres de La Biblia 1 Alef Guimel - Escritores Teocráticos.net
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MUJERES DE LA BIBLIA TOMO 1 - MUJERES DE LA BIBLIA<br />
Débora<br />
Una mujer profética dirigiendo una guerra<br />
Jueces capítulos 4 y 5<br />
Los más importantes recuerdos <strong>de</strong> mi vida están ligados a un<br />
tiempo <strong>de</strong> prueba en Israel, cuando Jehová me permitió el privilegio <strong>de</strong><br />
actuar como profetiza suya y <strong>de</strong>sempeñar el papel <strong>de</strong> juez, sin<br />
nombramiento oficial.<br />
Mucha gente acudía a mi hogar edificado junto a una gran palmera,<br />
en la región montañosa <strong>de</strong> Efraín, a contarme sus problemas y a requerir<br />
mi consejo. A veces me sorprendía <strong>de</strong> las cosas que brotaban <strong>de</strong> mi boca<br />
para fortalecerlos y consolarlos, pero era el espíritu <strong>de</strong> Jehová que<br />
hablaba por mí.<br />
Aquel fue un tiempo <strong>de</strong> muchos trastornos y dificulta<strong>de</strong>s. Hacía<br />
veinte años que nos veíamos oprimidos por Jabín, rey <strong>de</strong> Canaán, la falta<br />
<strong>de</strong> principios <strong>de</strong> los él gobernaba estaban bien a la vista. Bandas <strong>de</strong><br />
asaltantes <strong>de</strong>spojaban nuestros campos, se llevaban el producto <strong>de</strong> las<br />
cosechas y todas las cosas <strong>de</strong> valor que encontraban, <strong>de</strong>jando muerte y<br />
<strong>de</strong>solación a su paso. <strong>La</strong> gente estaba tan atemorizada, que huía <strong>de</strong>l<br />
campo a las ciuda<strong>de</strong>s y la riqueza agrícola <strong>de</strong> Israel estaba siempre<br />
amenazada.<br />
El rey Jabín tenía un ejército gran<strong>de</strong> y bien armado, con<br />
novecientos carros <strong>de</strong> guerra, al mando <strong>de</strong> Sísara, mientras que en Israel<br />
apenas había unas cuantas espadas. Sin duda los cananeos sabían esto,<br />
<strong>de</strong> modo que en caso <strong>de</strong> una confrontación militar, ellos nos<br />
consi<strong>de</strong>raban pan comido.<br />
Jehová me indicó que <strong>de</strong>bía llamar a Barac <strong>de</strong> la tribu <strong>de</strong> Neftalí,<br />
para que trabajáramos juntos por la liberación <strong>de</strong> Israel. Barac acudió a<br />
mi tierra y le entregué el mensaje <strong>de</strong> Dios. El <strong>de</strong>bía reclutar un ejército <strong>de</strong><br />
diez mil hombres y subir con ellos al monte Tabor, Jehová por su parte<br />
haría venir a Sísara con sus hombres al torrente <strong>de</strong> Cisón, al pie <strong>de</strong>l<br />
monte, y allí los entregaría <strong>de</strong>rrotados a pesar <strong>de</strong> su enorme superioridad<br />
militar.<br />
Barac respondió que iría, únicamente si yo marchaba con él. Sin<br />
duda, el hecho <strong>de</strong> que el pueblo me conociera tanto, y el que Dios hubiera<br />
dado tantos mensajes por mi boca, le daban un sentido <strong>de</strong> seguridad.