El Ministerio de la Bondad (1977) - Ellen G. White Writings
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172 <strong>El</strong> <strong>Ministerio</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>Bondad</strong><br />
Los cristianos poseen en abundancia para los necesitados—<br />
No hay excusa para los cristianos al permitir que los c<strong>la</strong>mores <strong>de</strong> <strong>la</strong>s<br />
viudas y <strong>la</strong>s oraciones <strong>de</strong> los huérfanos asciendan al cielo <strong>de</strong>bido a<br />
sus necesida<strong>de</strong>s apremiantes al paso que una Provi<strong>de</strong>ncia liberal ha<br />
colocado en <strong>la</strong>s manos <strong>de</strong> esos cristianos abundantes medios para<br />
suplir sus necesida<strong>de</strong>s. Que los c<strong>la</strong>mores <strong>de</strong> <strong>la</strong>s viudas y los huérfanos<br />
no hagan <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>r <strong>la</strong> venganza <strong>de</strong>l cielo sobre nosotros como<br />
pueblo. En el mundo que profesa ser cristiano, hay suficiente que<br />
se gasta en ostentación extravagante, en joyas y adornos, para suplir<br />
<strong>la</strong>s necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> todos los hambrientos y vestir a los <strong>de</strong>snudos <strong>de</strong><br />
nuestras ciuda<strong>de</strong>s y pueblos; y sin embargo esos profesos seguidores<br />
<strong>de</strong>l manso y humil<strong>de</strong> Jesús no necesitan privarse <strong>de</strong> alimento a<strong>de</strong>cuado<br />
y cómodos vestidos. ¿Qué dirán esos miembros <strong>de</strong> iglesia cuando<br />
tengan que hacer frente en el día <strong>de</strong> Dios a los pobres dignos, los<br />
afligidos, <strong>la</strong>s viudas y los huérfanos, que han conocido <strong>la</strong> necesidad<br />
apremiante <strong>de</strong> lo más indispensable para <strong>la</strong> vida, mientras los profesos<br />
seguidores <strong>de</strong> Cristo gastaban en vestidos superfluos y adornos<br />
innecesarios, expresamente prohibidos en <strong>la</strong> Pa<strong>la</strong>bra <strong>de</strong> Dios, lo que<br />
hubiera sido suficiente para suplir todas esas necesida<strong>de</strong>s?—The<br />
Review and Herald, 21 <strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong> 1878.<br />
No <strong>de</strong>scuidéis a los que están cerca <strong>de</strong> vosotros—En cada dádiva<br />
y en cada ofrenda, <strong>de</strong>biera haber un propósito a<strong>de</strong>cuado <strong>de</strong><strong>la</strong>nte<br />
<strong>de</strong> los dadores, no para que alguien permanezca en <strong>la</strong> ociosidad, ni<br />
para ser vistos <strong>de</strong> los hombres o para hacerse <strong>de</strong> un gran nombre,<br />
sino para glorificar a Dios haciendo avanzar su causa. Algunos dan<br />
gran<strong>de</strong>s donaciones para <strong>la</strong> causa <strong>de</strong> Dios mientras su hermano que<br />
es pobre quizá sufra cerca <strong>de</strong> ellos sin que hagan nada para aliviarlo.<br />
Los pequeños actos <strong>de</strong> bondad realizados para los hermanos en una<br />
forma privada unirán sus corazones y serán advertidos en el cielo.<br />
Vi que en sus precios y en sus sa<strong>la</strong>rios, los ricos <strong>de</strong>bieran hacer una<br />
diferencia en favor <strong>de</strong> los afligidos y <strong>de</strong> <strong>la</strong>s viudas y <strong>de</strong> los pobres<br />
entre ellos que sean dignos.—Testimonies for the Church 1:194.<br />
Dios oye <strong>la</strong> oración <strong>de</strong> <strong>la</strong> viuda—Las leyes dadas a Israel se<br />
refieren especialmente a los intereses <strong>de</strong> los que necesitan ayuda.<br />
“Al extranjero no engañarás, ni angustiarás, porque extranjeros fuisteis<br />
vosotros en <strong>la</strong> tierra <strong>de</strong> Egipto. A ninguna viuda ni huérfano<br />
afligiréis. Que si tú llegas a afligirle, y él a mí c<strong>la</strong>mare, ciertamente