El Ministerio de la Bondad (1977) - Ellen G. White Writings
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180 <strong>El</strong> <strong>Ministerio</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>Bondad</strong><br />
cuidar <strong>de</strong> los niños, quedaron disgustados y no han hecho nada por<br />
ellos. Debe tenerse en cuenta <strong>la</strong> confianza <strong>de</strong> los padres en <strong>la</strong> iglesia<br />
y no olvidar<strong>la</strong> por egoísmo.<br />
Tenemos el más profundo interés por esos hijos. Una ya ha<br />
<strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong>do un hermoso carácter cristiano y se ha casado con un<br />
ministro <strong>de</strong>l Evangelio. Y ahora, en retribución <strong>de</strong> <strong>la</strong> solicitud y los<br />
cuidados <strong>de</strong>mostrados por el<strong>la</strong>, es una verda<strong>de</strong>ra co<strong>la</strong>boradora para<br />
llevar <strong>la</strong>s cargas <strong>de</strong> <strong>la</strong> iglesia. La buscan los <strong>de</strong> menos experiencia<br />
para obtener su opinión y consejo, y no lo hacen en vano. Posee<br />
<strong>la</strong> verda<strong>de</strong>ra humildad cristiana, con <strong>de</strong>corosa dignidad, <strong>la</strong> cual sin<br />
embargo inspira respeto y confianza en todos los que <strong>la</strong> conocen.<br />
Estos hijos están tan cerca <strong>de</strong> mí como los míos propios. No los<br />
per<strong>de</strong>ré <strong>de</strong> vista ni cesará mi cuidado por ellos. Los amo sincera,<br />
tierna y afectuosamente.—Testimonies for the Church 2:327-334.<br />
Juzgados por lo que no hicieron—Hay huérfanos que podrían<br />
ser atendidos, pero algunos no se arriesgan a tomarlos a su cargo,<br />
porque esto les representaría mucho más trabajo <strong>de</strong>l que ellos ansían<br />
realizar, y les <strong>de</strong>jaría muy poco tiempo para comp<strong>la</strong>cerse a sí mismos.<br />
Pero cuando el Rey haga <strong>la</strong> investigación, esas almas indolentes,<br />
mezquinas, egoístas, apren<strong>de</strong>rán que el cielo es para aquellos que<br />
han sido obreros, aquellos que se han negado a sí mismos por amor<br />
<strong>de</strong> Cristo. Ninguna provisión ha sido hecha para los que jamás han<br />
tenido especial cuidado en amar y ve<strong>la</strong>r por otros fuera <strong>de</strong> ellos<br />
mismos. <strong>El</strong> terrible castigo con que el Rey amenaza a los que estén<br />
a su mano izquierda, en este caso, no será a causa <strong>de</strong> sus gran<strong>de</strong>s<br />
crímenes. No serán con<strong>de</strong>nados por <strong>la</strong>s cosas que hicieron, sino por<br />
<strong>la</strong>s que no hicieron. No habéis hecho aquel<strong>la</strong>s cosas que el cielo os<br />
asignó para realizar. Os habéis comp<strong>la</strong>cido a vosotros mismos y os<br />
tocará <strong>la</strong> suerte <strong>de</strong> los egoístas.—Ibid. 2:27.<br />
Sed hijas <strong>de</strong> benevolencia—A mis hermanas puedo <strong>de</strong>cir: Sed<br />
hijas <strong>de</strong> benevolencia. <strong>El</strong> Hijo <strong>de</strong>l hombre vino a buscar y salvar<br />
lo que se había perdido. Vosotras podéis pensar que si encontráis<br />
un chico sin <strong>de</strong>fectos, podríais recogerlo y cuidar <strong>de</strong> él; pero el<br />
perturbaros con un muchacho vagabundo, que <strong>de</strong>be olvidar muchas<br />
cosas y apren<strong>de</strong>r otras <strong>de</strong> nuevo, enseñarle el dominio propio, es<br />
una obra que rehusáis empren<strong>de</strong>r. Enseñar al ignorante, compa<strong>de</strong>cer<br />
y reformar a los que siempre han sido instruidos en el mal, no es